Al día siguiente Naruto se dirigió muy temprano al bosque, llegó a una colina a las afueras de la aldea, comenzó a correr cuesta arriba, cuando llegó bajó del mismo modo, volvió a subir, eso lo repitió media mañana. Al final estaba muerto, claramente aún era muy pequeño, pero por lo menos debería poder huir de esos bastardos, no haría más con Yamato presente, se dio la vuelta, comenzó a caminar hacia un lago cerca del lugar, sacó su playera, su shorts, se lanzó con mucha confianza al agua, comenzó a nadar un buen rato para ejercitar sus brazos y piernas un poco más, decidió llevar algunos pescados y guardarlos en su nevera, tomó un par de ramas y las amarró, entró nuevamente al agua, con diversión comenzó a salpicar y lanzar hacia arriba el agua llevando en ello los peces que al final capturó, salió del lugar colocándose la ropa con velocidad, corrió con sus peces hacia la aldea.

La gente comenzaba a asediarlo nuevamente, el pequeño se puso nervioso, sólo esperaba que el capitán Yamato en ese tiempo no le tenga coraje, respiró hondo, un aldeano lo lanzó al suelo, estaban por golpearlo cuando el anbu salió con velocidad y detuvo el golpe -señor, queda arrestado por tratar de agreder al niño ¿alguien más gusta ir también a detención con él? -los aldeanos abrieron sus ojos con sorpresa y molestia, corrieron del lugar. El pequeño se levantó recogiendo sus peces, realizó una reverencia -gracias anbu-san -el pequeño se dio la vuelta, corrió hacia su departamento con velocidad.

Itachi iba con su madre y hermanito a hacer las compras, vio de lejos lo que sucedía, su madre y Sasuke no se dieron cuenta por estar viendo unos gatitos que vendían en el pueblo -madre, tengo que irme -la señora Uchiha lo vio irse, no entendió qué sucedía, pero lo dejó ir -¿por qué se fue anikii madre? -la señora negó -tal vez alguna misión le encomendaron, no te preocupes Sasuke-kun -el pequeño confirmó mientras ambos seguían caminando por la aldea.

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El pequeño rubio abrió la puerta de su departamento con velocidad, al entrar se calmó, se sentía tan débil en ese momento, debía hacerse fuerte rápidamente o esos imbéciles nuevamente comenzarían a agrederlo -malditos bastardos -recogió sus pescados, los metió a la nevera -lenguaje pequeño -el rubio se puso rígido, bastante rojo, giró su rostro hacia su terraza, sonrió feliz de ver al chico, rascó su nuca con pena por la grosería -lo lamento ttebayo- el Uchiha negó con una leve sonrisa -es normal estar enojado cuando intentan agrederte o te molestan, lo importante es no guardar esos rencores en tu corazón -Itachi se había agachado frente a él y había tocado su pecho en el área del corazón -¿te encuentras bien?- el pequeño asintió rápidamente -ya estoy acostumbrado, no es la primera vez, sólo quisiera que se termine pronto -Itachi lo veía con cuidado, podía ver su puchero con claridad y sus mejillas sonrojadas, sonrió un poco, dio un golpecito en su frente con dos dedos -sólo quería saber si estabas bien, te veo después pequeño -el rubio lo vio, asintió levemente -gracias por venir ttebayo -mordió sus labios con duda, aún estaba frente a él, tomó su rostro, besó su mejilla con rapidez. Itachi abrió sus ojos con sorpresa, sonrió divertido, sobó su cabello, salió del lugar. Naruto feliz se dio una ducha, siguió con su día.

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El pequeño trataba de avanzar por esa montaña, su guardia se había ido, ya no lo sentía, la protección que le brindó le daría unos meses en los que se dieran cuenta que ya no lo cuidaban, volverían a agredirlo, tenía que hacerse fuerte aunque sea para defenderse. Cargaba en su cadera piedras con una cuerda, en cada mano y pie ató piedras del tamaño de su palma, trataba de correr cuesta arriba una y otra vez por semanas, no se dejaría esta vez, había robado unos kunais y shuriken del campo de entrenamiento tres, un grupo de gennin descuidados los dejó en el lugar y él los tomó, comenzó a practicar su puntería nuevamente, era complicado, sus manitas apenas los podían agarrar adecuadamente. Un mes completo siguió esa rutina, correr con las piedras sobre la colina y por la tarde lanzamiento de shuriken y kunai, no podía hacer más aún, necesitaba un poco de fortaleza física para activar su chakra.

-Maldita debilidad -el pequeño respiraba acelerado, dio un último esfuerzo llegando a la cima -te vencí maldita montaña ttebayo- Naruto veía el cielo con su pecho subiendo y bajando con dificultad -lenguaje pequeño -el rubio nuevamente se puso rojo y rígido, el azabache debe creer que era un cretino por decir tanta grosería, giró su rostro hacia el árbol detrás de él -te estás esforzando mucho -el pequeño lo vio con duda, asintió lentamente -si no aprendo a defenderme, pasaré una infancia de mier…, bueno, complicada ttebayo -Itachi lo veía desde el árbol -podrías lastimarte -el rubio hizo un puchero sin responder. El mayor bajó del árbol, se sentó a su lado -te estaba buscando -los ojos azules giraron hacia el mayor con emoción -me quedé preocupado desde el otro día, pero veo que estás bien -el rubio sonrió sarcástico -sí, bien -Itachi lo vio con duda, claramente escuchó el sarcasmo, el azabache no entendía al pequeño, pensaba que hablaba como un adulto, ese sarcasmo sonó amargo -dentro de poco entraré a anbu -el rubio abrió sus ojos con miedo y sorpresa -ese lugar es bastante oscuro ¿no eres muy pequeño para eso? -el azabache sonrió divertido -¿me dices pequeño tu? -Naruto se dio cuenta de su desliz, marcó el ceño, realizó un puchero -hablaste como un adulto -el ojiazul abrió los ojos con nerviosismo, cuando reaccionó sonrió divertido -¿verdad que soy genial? ttebayo-

Itachi lo vio con duda por su reacción inicial, pero lo dejó de lado al escuchar su pregunta, sonrió para el pequeño -muy genial, cuando vuelva a verte, supongo ya podrás defenderte de tus agresores- el rubio confirmó con una sonrisa, aunque después analizó sus palabras, su mirada se puso triste, vio como se preparaba para irse -antes de que te vayas -el pequeño pensaba con duda en si decir algo, respiró hondo -ten cuidado con el viejo con parche y bastón, es malo, no debes confiar en él -el pequeño le dio la espalda girando sobre su cuerpo para darle la espalda al azabache.

Itachi giró su rostro sin entender, no conocía a nadie con esas características, observó con cuidado al pequeño -¿por qué lo dices? -el mayor veía que el niño sabía más de lo que aparentaba, pero tampoco estaba dispuesto a hablar. Naruto pensaba cómo justificar su acción -él le dijo a los aldeanos que yo soy la encarnación de kyubi, no me preguntes cómo sé, no hablaré más -el Uchiha abrió sus ojos con sorpresa, apretó sus puños con coraje -deberías decirle al tercero -el rubio se giró hacia el mayor viéndolo con cuidado, bastante serio -jiji no me va a creer si no hay pruebas, no pierdas tu tiempo, sólo ten cuidado con él, tarde o temprano se acercará a ti-

Itachi confirmó con duda, se acercó al pequeño agachándose en cuclillas, con dos de sus dedos le dio un leve golpecito en su frente -no te preocupes pequeño, lo tendré, te visitaré pronto -Naruto sonrió con añoranza y un brillo especial en sus ojos. Itachi lo observaba con cuidado, lo veía como alguien adorable, le causaba ternura y ganas de protegerlo, se levantó caminando de espaldas sin despegar su vista de la de él, cuando salió de su trance se dio vuelta alejándose del pequeño.

-Te expusiste mucho cachorro, debes tener cuidado -Naruto veía como el azabache desaparecía de su vista -lo sé Kurama, no pude evitarlo, si está entrando en anbu, quiere decir que está empezando todo el declive de su clan -ambos guardaron un poco de silencio -¿ya pensaste si es correcto salvarlos? fuiste el séptimo Hokage, sabes que están cometiendo traición, debes juzgar si realmente merecen vivir -el rubio cerró sus ojos con cansancio -los inocentes no tienen porque morir Kurama, por eso estamos aquí -el zorro sonrió -eres bueno cachorro, por eso fuiste un gran Hokage -el rubio sonrió, se levantó, continuó entrenando, debía darse prisa.