-En serio Ero-sennin, cuando vayamos por la abuela, debes dejar esta vida de lado si quieres conquistarla -el sannin se vio derrotado -estoy nervioso renacuajo, que tal que no me acepta -el rubio negó - debes ser paciente, cortejarla adecuadamente,  ahora que recuerdo, debes hacer algo con ese maldito compromiso en el que me metiste ¿entiendes?- el sannin abrió los ojos recordando a las chicas hermosas de aquella isla -bien, enviaré una carta ¿tu crees que logre conquistarla?- el rubio sonrió -claro que sí, te digo que sufrió demasiado con tu muerte, eso no era normal, además, íbamos a tomar juntos frente a tu tumba -el anciano asintió con más determinación -lo haré renacuajo, me armaré de valor, pero ahora debo aprovechar mi soltería y juntar la mayor cantidad de información para esa tercera toma de mi libro -Naruto sonrió divertido viendo a su padrino hacer sus cochinadas. Gamakichi y Gamatatsu flotaban relajados en las aguas termales con ellos.

….

-Así son las cosas abuela -la rubia lo vio con molestia -deja de llamarme así mocoso ¿crees que te creeré así de fácil? es una historia increíble, pero a mí no me has demostrado nada -el rubio sonrió con suficiencia, cruzó sus bracitos -tu y yo abuela, si gano, regresarás con nosotros a ver las pruebas que quieres y aceptarás ser la nueva Hokage, si pierdo, nada pasó y sigues en tus borracheras ¿qué dices? -Naruto sonrió con maldad haciendo reír al sannin que había aprendido a conocerlo en esos meses -¿apostamos o te retractarás?- la rubia afiló la mirada azotando la mesa- vayamos allá afuera, tú y yo, no lo ayudes Jiraiya-

El sannin levantó las manos, sonrió divertido -no me meteré Tsuna -la rubia veía con duda al mayor, se veía bastante tranquilo, ese mocoso no le ganaría. Ambos se levantaron, se dirigieron fuera de la aldea -sólo un golpe mocoso, quien dé primero gana -el rubio asintió con su rostro inocente, sus ojos grandes de gato aún mostraban ternura, tenía que aprovechar el tiempo que le restaba a su cara de bebé. El menor se colocó en la postura básica de la kata de los sapos. La rubia vio con molestia a Jiraiya, colocó las manos en la cintura sin postura de combate siendo arrogantemente, sonrió con soberbia -ataca mocoso -el pequeño sonrió divertido, no se movió. Tsunade lo analizaba, revisaba hacia sus lados ¿qué demonios tramaba? sintió algo de aire cruzar por su rostro, una mano tocó su frente, el pequeño apareció frente a ella perdiendo el Jutsu de transparencia. La Senju abrió los ojos con sorpresa -pero qué, Jiraiya maldito, tú le enseñaste eso al mocoso -el rubio se alejó, el Naruto que al inicio estaba frente a ella desapareció, era un clon. El sannin reía con diversión -el niño es increíble ¿no? -la rubia lo vio mal  -no seas mala perdedora abuela, vayamos a apostar, mis ganancias son tuyas para pagarle a tus acreedores -la rubia sonrió con arrogancia -empiezas a caerme bien mocoso -ambos caminaban mientras peleaban. El sannin aún no podía creer que la rubia hubiera caído tan fácil en esa apuesta, mejor para él. Shizune estaba en blanco y petrificada, sin poder creer que el niño hubiera ganado.