Capítulo 1
-Naruto, me preocupas - el rubio veía su reflejo en el cristal de la ventana, sus ojos se veían cansados, con unas ojeras visiblemente marcadas -¿por qué lo dice Kakashi-sensei?- el peliplata lo veía desde la entrada de la oficina -no has descansado desde que obtuviste el puesto kage, han pasado tres años, aún eres joven, tienes veintiún años, veo a tus amigos que ya tienen familia ¿y tú? sé que no quieres descuidar tus obligaciones, pero ocupas una vida además de esto, necesitas hacer tu vida, formar una familia, deberías aceptar a Hinata, te ha estado esperando todo este tiempo -el rubio veía a su sensei por el reflejo del cristal negando -la he rechazado en más de una ocasión, ustedes no me entienden, tengo una sensación en mi pecho incómoda, una gran tristeza, como un hueco en mi interior, como si hubiera perdido a alguien importante y ni siquiera me hubiera dado cuenta, no sé cómo explicarlo -el mayor lo veía con duda -¿te refieres a Sakura?- el rubio negó con calma -no, ese amor que sentí por Sakura-chan, debo admitir que fue una ilusión que yo mismo inventé en mi mente para sentirme cerca de los demás, además, ella es feliz con Sasuke a pesar de no estar presente. Me refiero a alguien más, no sé qué me sucede -el sensei no entendía a su alumno ¿a qué o a quién se refería?- tal vez sólo es mi imaginación, tal vez sólo sea un poco de envidia al ver a todos con sus familias ¿no es así sensei? -el Hatake sonrió, sabía que el deseo de su alumno además de ser Hokage siempre fue tener una familia, él nunca tuvo la intención de obtener una familia o una pareja fija, así que no entendía cómo debía sentirse su alumno -sigo insistiendo que tal vez Hinata pueda ayudarte en eso- el rubio respiró hondo, marcó el ceño, esa misma cantaleta era con la misma que Sakura e Ino lo venían presionando desde hace años -la cosa es Kakashi-sensei, no me gusta, no me despierta nada especial, ni siquiera sé si puedo considerarla amiga al ella esperar algo más de mi, estoy cansado de que quieran meterla por mis ojos -el sensei abrió sus ojos con sorpresa, asintió lentamente -bien, no volveré a mencionarla, pero sí quiero que descanses un poco, deja aquí el trabajo, no irá a ninguna parte, ve a descansar-
El rubio torció su boca con molestia, asintió lentamente. Su sensei salió de la oficina, este en un rayo amarillo desapareció del lugar. Al llegar a su departamento tomó la perilla de la puerta apretándola con molestia, entró lentamente observando el lugar vacío y oscuro al que entraba. Un lugar frío lleno de tristeza, observó las fotos en su pared como cada vez que llegaba, su gente preciosa, su jiji, Ero-sennin, sus padres. Mientras avanzaba sus amigos iban tomando forma, Konohamaru, los doce de Konoha como los llamaban en su juventud, Gaara y sus hermanos, su equipo. Todos habían hecho sus vidas y los que no ya no estaban con él, respiró hondo tratando de retener sus lágrimas, recargó su frente en la pared, se sentía solo, se sentía vacío.
Trataba de recordar en qué momento comenzó a sentirse vacío y tan solo ¿cuándo sus amigos comenzaron a hacer sus vidas? ¿sus familias? ¿cuándo terminó la guerra y su padre se fue? no, no fue así ¿cuándo Ero-sennin murió? apretó sus puños con tristeza.
La duda nacía ahí, ese vacío empezó en ese tiempo, no recuerda el momento exacto, recuerda haber pensado que se sentía solo ese día en que Kakashi fue a su departamento a llevarlo a la oficina de su abuela para recibir la triste noticia, él creyó que era por su amigo ese vacío en ese momento, pero ahora que hicieron las paces, aún sigue esa sensación de soledad asfixiante, comenzó a llorar con tristeza, se derrumbó en el suelo dejando salir su depresión sin tapujo alguno.
…..
Abrió sus ojos con pesar, sentía un gran cansancio en su corazón, la luz que apenas salía en el horizonte, entraba por su ventana quemando sus pupilas, cerró sus ojos tratando de adaptar la luz a sus pupilas, parpadeó algunas cuantas veces. Cuando lo logró observó como el sol se alzaba poco a poco, sentía un gran fastidio. La sensación de vacío lo estaba rebasando, respiró hondo, juntó una gran cantidad de chakra, con sus manos hizo sellos derramando un poco de sangre, un clon de sangre apareció frente a él, se sentó con molestia, sacó un pergamino, comenzó a escribir kanjis, se concentró juntando una gran cantidad de energía de la naturaleza en el sello, lo colocó en el clon -volveré en unos meses, crea clones diarios para mantenerme informado, si me necesitas coloca chakra en tu sello, apareceré por medio del Hiraishin -el clon asintió -así lo haré jefe, nadie se dará cuenta -el rubio sonrió ligero, el clon salió de ahí.
Naruto sacó ropa y comida, su equipo de acampar, todo lo selló en su sello del estómago, se colocó ropa civil, una peluca negra, pintó sus marcas, suprimió su chakra, salió del lugar. Caminaba por las calles observando a la gente iniciar su día, los niños corrían con diversión, el rubio los veía con añoranza, vio a su amiga Sakura llevar de la mano a su hija de tres años rumbo a la casa de sus padres, ignoró su presencia y continuó su camino sin mirar atrás, entregó papeles falsos en la entrada de la aldea, papeles que siempre tenía en su poder para poder escapar un poco de la rutina, caminó sin rumbo alguno fuera de la aldea, sólo seguía su instinto.
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