Si se les ocurren más etiquetas pleace~ aganmelas saber.

Hoy estoy deprimida, ¿Saben que tanto? Lo suficiente como para ver el techo por más de tres horas.

Mi actual estado depresivo radica en algo completamente normal, pero para que lo entiendan déjenme explicarles un poco más sobre mi persona.

Soy del siglo XXI, la era de los tan llamados milenium, quizás no nací con teléfono en mano, pero sí pusieron uno en mis manos desde la primaria. Nací en primavera, así que mis primeras ropas fueron ligeras. Adoro los dulces y la comida chatarra.

Ahora, ¿Tienen alguna idea de lo nefasto que es estar en una época, o lo que sea esto, en donde no hay nada de lo que yo amo? No tengo televisión y mucho menos Internet, no puedo usar minifaldas, shorts o remeras de tirantes. No quiero hablar de la comida, eso es lo más doloroso.

Mi nombre es Kara, Kitakura Kara; crecí junto a mi hermano catorce años mayor Marko y un primo lejano de mi misma edad llamado Miyazawa Kazuma.

Nací en una familia privilegiada, rodeada de gente que me ama y mima; durante diecinueve años viví una vida con la que otros sólo sueñan, pero de algún modo terminé aquí, un mundo primitivo donde no tengo nada.

Maldito mundo de...

—Mierda.

Sin mi hermano o mi padre para decepcionarse puedo maldecir tanto como quiera.

—Pero quién creería que me ocurriría de todas las personas. Sería una situación más fácil de lidiar si tuviera una habilidad trampa o estando soltera.

Sí, lo sé, asimilar todo esto debería ser más difícil pero yo era/soy una fanática de la fantasía, por cuya razón esto, aunque abrumada, no me tiene traumada.

—Aún necesito asimilar el conocimiento de este cuerpo, si no lo hago no tendré sentido común.

Sentido común, eh.

—Ese es el trabajo de Kazuma, no mío.

En ese momento la imagen de un atractivo joven apareció en su mente.

Sí, su esposo era muy atractivo, estatura ligeramente por encima del promedio; complexión apropiada, le daba un aspecto elegante, seguro hacia algo para mantenerse en forma, un rostro de rasgos finos y elegantes.

Un sujeto que sin duda lucirá bien con ropa formal, elegante, esbelto, atractivo.

Sin embargo...

—Para nada mi tipo.

Exacto, el tipo de chico que le gustan son los de aire occidental, los mestizos.

De estatura alta, rasgos llamativos pero elegantes, de complexión trabajada pero no exagerada.

Le gustaban los del tipo cool y sexy, con escasos accesorios.

—Por eso fue él quién... ¡Aaaggh! ¡Quiero volver a casa!

Mi experiencia sexual es nula como para seducir en la cama al Emperador de mierda. Sin embargo, en sex-appeal soy bastante fuerte... espero que baste para mantenerlo en guardia y por consiguiente, alejado.

—Quiero bailar pero... No tengo música.

¡Crash!

Él sonido de un objeto destrozandose en la habitación alteró a los que se encontraban fuera.

—¡¿Su Alteza?! —se escucharon voces preocupadas tras la puerta.

—¡¡No entren!!

Ella no fue asesinada.

Tampoco sufrió ningún accidente.

Ni padecía de una enfermedad terminal.

Entonces... ¿Por qué?

¡Crash!

¡¿Por qué terminó aquí?!

—¡¿Por qué yo?!

Ella era feliz viviendo con sus padres, su hermano y Kazuma.

—Quiero volver a casa... —dijo en un hilo de voz.

Quería volver al lado de Aidan, Lucy y Yun.

Quería su vida de regreso.

¡Quería su maldita vida de regreso! ¡Su vida con problemas de mierda, eso es lo que quería!

—El tan elevado Emperador debería mantenerse alejado, eso debería servir para algo.

Sólo... ella no era una genio de los negocios como para amasar una fortuna.

Tampoco alguna clase de una super agente secreto.

¡¿Cómo diablos iba a enganchar al primer hombre de Dios para vivir a sus expensas?!

¿Y si finjo mi propia muerte? [....] ¡Kazuma-kun, ojou-sama te necesita!

Sus opciones eran pocas, mejor dicho, ella era demasiado idiota como para pensar en una solución.

A este paso mi mejor opción es vivir como un parásito en éste palacio.

—Fumu, ésta sería la parte de la novela en donde decido hacerme de mi propio poder aquí.

¿A quién quiero engañar? Yo no tengo forma de hacer eso.

—Ni siquiera tengo un sistema, así por lo menos tendría alguien con quien hablar. Incluso uno del tipo sexual sería bienvenido, me daría algo para hacer.

<<¿Joh? ¿Estás segura de eso? Por mi no hay problema.>>

¡¡¿S-Sistema...?!!

Sólo bromeo~
Como si algo tan conveniente fuera a pasar.

—¡Muy bien! Entonces~... ¿Donde, dónde~?

¿Qué que es lo que está haciendo?
Desde luego que está haciendo uso de sus conocimientos obtenidos por el prestigioso arqueólogo Indiana Jones
¿Para qué?
Obviamente para encontrar un pasadizo secreto oculto en la habitación.

Espera.

¿No es ésta la parte de la historia donde el desconfiado dueño del palacio mantiene un ojo sobre mua? 

—Sí, sería por ésta parte.

Etto~ ¿Qué debería hacer? Sí continúo buscando podría llegar a oídos de él. Maldito pajarito entrometido.

—¡...! Pero bien podría...

Miró alrededor y sacudió la cabeza en negación.

No, no, no, ¿Acaso debo buscar en el armario o bajó el suelo? Ni que fuera cara hueca.

.

.

.

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N

ota:

Para aquellos que quieran saber más sobre la descripción de su tipo sería algo así...

Para las fanáticas del juego otome:
Henri de "El secreto de Henri"

Para a quienes les gusta la música elegí a...

Enrique Iglesias en "Duele Corazón"

Y finalmente para las pervertidas amantes del YAOI fue seleccionado:

Azumaya Junta de "Dakaretai otoko 1-i ni odosarete imasu"

De Azumaya y Henri se consiguen imágenes a torso desnudo pero... ¿Es realmente necesario colocarlas?