Cap 24: Me gustas y quiero estar contigo

El tifón ya había terminado, pero los efectos aún no habían desaparecido. Al atardecer, comenzó a llover. Al principio era una llovizna, pero rápidamente se hizo más fuerte. Acompañada de fuertes vientos y truenos, la escena parecía el fin del mundo.

Los transeúntes buscaban dónde refugiarse de la lluvia y en poco tiempo solo quedaban algunos vehículos que avanzaban con dificultad por las calles.

Yan Xiao salió de la tienda de postres con un contenedor de leche asada cuando el conductor inmediatamente se acercó con un paraguas. El auto estaba estacionado enfrente de la tienda, a pocos pasos de distancia, pero debido a lo fuerte de la lluvia, se mojó un poco.

"Señor Yan, séquese" sabiendo que a Yan Xiao no le gustaba estar desordenado, el conductor oportunamente le ofreció un paquete de pañuelos una vez que estaban en el auto.

Yan Xiao dijo "no es necesario" y ordenó al conductor que condujera directamente.

La visibilidad en las calles era muy baja, así que el conductor redujo la velocidad. Yan Xiao no lo apresuró, sostenía el contenedor de postre con una mano para evitar que se derramara debido a los baches del camino, con un atisbo de una leve sonrisa en sus ojos.

De acuerdo a su rutina diaria, Ye Fei ya debería estar en casa a esta hora. Si veía lo que había traído, seguramente se pondría muy feliz. Yan Xiao decidió no decirle sobre su temprano regreso, siguiendo el consejo de Cheng Minghao y los tips de citas online, una sorpresa oportuna era necesaria.

Una hora después, Yan Xiao llegó a casa puntualmente. Pero para su decepción, no vio a Ye Fei en la sala.

Al principio, Yan Xiao pensó que Ye Fei estaba en su habitación. Así que fue a tocar la puerta, pero nadie respondió.

Yan Xiao lo pensó y le envió un mensaje por WeChat, preguntándole si no había podido regresar por la fuerte lluvia y si necesitaba que fuera por él.

Pero Ye Fei no respondió.

Probablemente estaba ocupado, Yan Xiao llegó a esa conclusión. Esperó pacientemente 20 minutos, mientras caminaba por la casa. Vio el plato que Ye Fei había usado en la mañana, sus zapatos en el zapatero y esos extraños bocadillos en la sala de cine, la inexplicable ansiedad que sentía rápidamente desapareció.

Eran las 7 de la noche y Ye Fei aún no había regresado. Yan Xiao estaba incapaz de concentrarse, acompañado de una vaga sensación de ansiedad. Así que dejó a un lado su orgullo y llamó al teléfono de Ye Fei.

No contestó la primera vez. Pensó en llamar otra vez, después de que el teléfono sonara mucho tiempo, justo antes de que se cortara automáticamente, finalmente contestó.

"Ye Fei," Yan Xiao no pudo esperar a que Ye Fei hablara y le preguntó directamente, "¿Dónde estás? Voy por ti."

Del otro lado de la línea hubo silencio por unos segundos, luego se escuchó la voz de Ye Fei, un poco más suave que de costumbre: "No es necesario, no regresaré."

Yan Xiao entendió automáticamente que se refería a que no regresaría esa noche. Entonces se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta, fingiendo no haber escuchado la negativa de Ye Fei, mientras decía: "Tienes que regresar, ¿estás en casa de Gu Ruijia? ¿Debería ir por ti?"

"Yan Xiao," Ye Fei lo detuvo, esforzándose para que su voz sonara más calmada y fría, "Quise decir que me mudé, no regresaré más."

Yan Xiao se detuvo en seco, estuvo callado por mucho, mucho tiempo antes de decir: "Ye Fei, me lo prometiste."

"Es cierto," Ye Fei cerró los ojos, usando su habitual tono despreocupado y ligero dijo: "pero cambié de opinión."

Ye Fei dijo: "No quiero continuar, déjalo así."

Ye Fei también dijo: "Sobre el divorcio..."

"Ye Fei," Yan Xiao lo interrumpió, no dejándolo continuar, "¿Dónde estás?"

Ye Fei no respondió su pregunta, solo dijo: "Terminemos bien, ¿de acuerdo?"

No, Yan Xiao pensó. No quería terminar con Ye Fei, en ninguna circunstancia.

Abrió el zapatero para cambiarse los zapatos, su rostro no mostraba ninguna expresión, como si las palabras de Ye Fei no le hubieran afectado. Pero el simple acto de cambiarse los zapatos le tomó varios minutos sin lograrlo. Yan Xiao bajó la mirada, dándose cuenta que se había puesto los zapatos al revés.

"Si quiero, puedo averiguar tu dirección," dijo con calma mientras se cambiaba correctamente los zapatos, consideradamente dándole a Fei unos segundos para pensar, luego preguntó de nuevo: "¿Dónde estás?"

Era la primera vez que Yan Xiao mostraba tanta agresividad frente a Ye Fei, éste se dio cuenta que ya no podía seguir evadiéndolo, porque Yan Xiao había dicho claramente que podía investigar dónde vivía ahora, y de hecho tenía la capacidad para hacerlo.

Si Ye Fei no se lo decía, él encontraría la forma.

Ye Fei no quería que el asunto entre ellos se hiciera muy público, así que finalmente le dio la dirección por teléfono.

"Está bien," dijo Yan Xiao, colgó y llamó a su conductor.

Yan Xiao se dio cuenta que había cometido un error. Hace 7 años, debido a sus dudas y falta de iniciativa, perdió la oportunidad de pedirle a Ye Fei su información de contacto, y luego Ye Fei se olvidó completamente de él, ni siquiera cuando mencionó la ciudad de Song, tuvo alguna reacción.

Y 7 años después, por la misma falta de iniciativa, había estado a punto de perder a Ye Fei otra vez.

Cheng Minghao tenía razón, en el momento en que subió al auto, Yan Xiao tuvo que admitirlo.

No decía nada y Ye Fei no sabía nada. Aunque probablemente no hubiera marcado ninguna diferencia si lo supiera, al menos Yan Xiao tendría la excusa suficiente para acercarse a Ye Fei, en lugar de solo verlo desde lejos, incapaz e impotente.

Afortunadamente no era demasiado tarde, Yan Xiao tocó el certificado de matrimonio que siempre cargaba en su bolsillo, sintiéndose un poco más tranquilo.

La lluvia se había detenido en algún momento, permitiendo que el auto avanzara más fácilmente en la noche. Las brillantes luces de la ciudad fueron despiadadamente dejadas atrás, dirigiéndose al único destino.

Después de colgar la llamada de Yan Xiao, Ye Fei se quedó sentado en la cama, aturdido.

Su nuevo hogar era muy pequeño, de sólo unos 60 metros cuadrados, justo lo suficiente para una persona, las casas grandes siempre hacían sentir solo a Ye Fei.

Irse era la única solución en la que Ye Fei podía pensar, la distancia y el tiempo eran los mejores calmantes para cualquier relación. Entre menos contacto y menos encuentros, eventualmente Yan Xiao se enfriaría con el paso del tiempo.

Ye Fei no era una persona particularmente agradable, Yan Xiao lo tenía todo, no tenía por qué aferrarse obstinadamente a él.

Pero Yan Xiao adoptó una postura inflexible, como si sin importar qué, definitivamente tenía que verlo esa noche.

Ye Fei se recargó sin fuerzas en el respaldo de la cama, y no pudo evitar comenzar a fantasear.

Qué bueno hubiera sido si no se hubiera enfermado, incluso si hubiera tenido cáncer no le habría importado, con un tratamiento temprano igual podría haber estado con Yan Xiao por mucho tiempo. Pero tuvo que ser esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad más desesperanzadora del mundo.

Los músculos del cuerpo se atrofian poco a poco, inicialmente solo incapacidad para moverse, luego progresa hasta la imposibilidad para tragar alimentos, y al final incluso le arrebata la capacidad para respirar.

Ye Fei sabía que si luchaba, podría extender su vida algunos años. Pero no quería vivir de esa manera tan indigna, tampoco quería que Yan Xiao lo viera luchando desesperadamente por sobrevivir.

Solo podía, mientras Yan Xiao aún no estaba demasiado comprometido, mientras esa delgada barrera entre ellos aún no se rompía, irse silenciosamente.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes regulares en la puerta, Ye Fei tardó unos segundos en reaccionar. Yan Xiao había llegado, ese conocimiento hizo que su corazón latiera muy rápido por un instante.

Ye Fei respiró profundo e intentó calmarse mientras iba a abrir la puerta, se topó directamente con la mirada de Yan Xiao.

Por un momento, ninguno dijo nada. Finalmente fue Ye Fei quien rompió el silencio, se hizo a un lado para dejarlo pasar y le dijo: "Pasa."

Parecía que Yan Xiao solo estaba esperando eso, inmediatamente entró al departamento, sin ninguna duda. Durante todo el tiempo su mirada permaneció fija en Ye Fei, como si perderlo de vista aunque sea un instante representara alguna pérdida.

Ye Fei se sintió un poco incómodo por la intensa mirada, así que con la excusa de ir por agua la evadió.

Apenas abrió el refrigerador, la voz de Yan Xiao sonó detrás de él: "Hoy compré pudín de leche, pero no estabas en casa."

No era un tono de reproche, pero sonaba un poco triste.

Ye Fei sintió un nudo en la garganta, después de unos segundos finalmente pudo responder con voz suave: "¿Ah, sí?"

Yan Xiao afirmó con un "mhm", dio un paso al frente, parecía que quería tomar la mano de Ye Fei. Pero él la apartó, así que Yan Xiao no insistió. Solo miraba a Ye Fei a los ojos y dijo su nombre: "Ye Fei."

"¿Qué pasa?"

"La ganancia neta del año pasado de Feixiao Technology fue esta cantidad," Yan Xiao sacó su teléfono y tecleó una larga cifra, precisamente con dos decimales.

Ye Fei no entendía por qué le decía eso, pero sintió que se quitaba un peso de encima. Respondió con un "oh", y bromeó: "El señor Yan está presumiendo?"

El tema era seguro, no tenía forma de salir mal. Así que Ye Fei hizo un esfuerzo por seguir la corriente y agregó: "Parece que hacer videojuegos es muy rentable."

Yan Xiao respondió "No", bajó el teléfono y su mirada se despegó brevemente de Ye Fei, recorrió la habitación: "Te gustan este tipo de departamentos, puedo hacer que encuentren uno mejor de inmediato".

Después de una pausa, agregó: "Si quieres filmar dramas o películas, también puedo invertir."

"Feixiao Video aún no es lo suficientemente bueno, lo sé," dijo Yan Xiao mirando directo a los ojos de Ye Fei, "¿Podrías esperar un poco más, Ye Fei? Lo haré lo mejor posible, ya no tendrías que buscar otros canales en línea en el futuro."

"En cuanto a cines... inmediatamente comenzaré las negociaciones, tus películas..."

El corazón de Ye Fei latía tan fuerte que sentía que se le iba a salir del pecho, no quería seguir escuchando.

"No es necesario," interrumpió a Yan Xiao, se dio la vuelta y caminó hacia la sala, pidiéndole que se fuera: "Ya sabes la dirección, si no tienes otro asunto, será mejor que te vayas, quiero dormir."

Yan Xiao hizo caso omiso y justo cuando Ye Fei estaba por salir de la cocina, lo detuvo tomándolo del hombro.

Ye Fei se dio la vuelta, forcejeó un poco pero no logró zafarse. El agarre en su hombro era muy firme, inmovilizándolo.

"Mentí cuando dije que necesitaba un cónyuge solo de nombre," dijo Yan Xiao. "Recuperé esa fotografía que nos tomaron en casa de Gu Ruijia, quiero verte a cada momento".

"Te di el encendedor porque no quería que estuvieras tan cerca de otras personas".

"Solo te necesito a ti, no como un contrato."

El cerebro de Ye Fei hizo un zumbido ensordecedor, quedándose completamente en blanco. La persona usualmente elocuente, en ese momento no pudo articular ni una palabra.

Yan Xiao era introvertido y callado. Antes de que llegara, Ye Fei había imaginado lo que podría decir.

Tal vez insistiría en encontrar excusas para que se mudara de regreso, o tal vez lo ignoraría, pero nunca se le ocurrió que Yan Xiao fuera a ser tan directo, tan directo que Ye Fei no podría fingir que no entendía aunque quisiera.

Inconscientemente Ye Fei solo quería escapar, pero Yan Xiao no se lo permitió. La presión sobre su hombro era muy fuerte, inmovilizando su cuerpo y parecía también inmovilizar su corazón.

"Ye Fei," dijo Yan Xiao, "me gustas, quiero estar contigo."

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