Ye Fei no usó mucha fuerza, solo rozó ligeramente, pero fue como si llevara electricidad y chispas, subiendo a lo largo del punto de contacto entre ellos directamente hasta el corazón de Yan Xiao.

Yan Xiao se puso tenso y, inconscientemente, agarró el tobillo de Ye Fei.

Ye Fei arqueó una ceja, quieto, dejándolo sostenerlo.

Yan Xiao bajó la mirada. El tobillo que sostenía su palma era blanco y delicado. La luz matinal que se filtraba sobre esa fina piel creaba una frágil belleza, tan hermosa que quitaba el aliento.

"Ye Fei," Yan Xiao lo llamó y dijo: "Mis oídos no tienen problemas, las demás partes tampoco."

"Oh, ¿en serio?" Ye Fei lo miró fijamente, relamiéndose los labios, el doble sentido claro en su voz, "¿quién sabe?"

Yan Xiao aún sostenía su tobillo, como si se hubiera olvidado de eso. Miró a Ye Fei por un momento y luego dijo muy seriamente: "Me hice un chequeo médico completo en el hospital el mes pasado, puedo mostrarte los resultados".

Ye Fei: "???"

La sonrisa de Ye Fei se congeló.

Ye Fei sintió que se estaba ahogando con un bocado de sangre anciana atorado en la garganta. Se zafó de la mano de Yan Xiao y se bebió toda la leche de un trago.

Maldita sea, se veía gallardo pero ¡ni siquiera sabía hacer insinuaciones subidas de tono!

Entre más lo pensaba, más enojado estaba, no pudo evitar lanzarle una fuerte mirada a Yan Xiao.

Yan Xiao se quedó atontado por su mirada. Luego de un buen rato, volvió a llamar a Ye Fei: "Ye Fei."

"¿¡Qué!?" Ye Fei respondió de mala gana.

Yan Xiao señaló el piso: "No andes descalzo".

Aunque apenas estaban terminando la primavera, a Ye Fei le gustaba el frío y ya había encendido temprano el aire acondicionado en la casa, por lo que la temperatura interior era muy baja.

Ye Fei bajó la mirada a su teléfono, fingiendo no haber escuchado.

¡No se iba a poner nada si no quería, a él qué le importaba!

Yan Xiao permaneció en silencio por un rato. De repente se puso de pie, se agachó y recogió las pantuflas que Ye Fei había pateado a un lado.

Ye Fei lo vio por el rabillo del ojo y justo cuando iba a preguntarle qué estaba haciendo, de repente todo se oscureció frente a él porque Yan Xiao se arrodilló.

"Tú..." Ye Fei estaba tan impactado que no pudo hablar.

Yan Xiao sostuvo una de las pantorrillas de Ye Fei con una mano y con la otra intentó ponerle la pantufla. Sus movimientos eran torpes y ridículos, fallando varias veces en calzarla, pero muy dedicados, como si estuviera realizando una labor solemne de gran importancia.

Ye Fei resopló con una risa: "El trastorno obsesivo compulsivo del Director Xiao parece estar empeorando".

"No es TOC", Yan Xiao se puso de pie y su voz tranquila y estable llegó a los oídos de Ye Fei, "es que el piso está frío".

Después del desayuno, Yan Xiao se fue a trabajar como de costumbre, mientras que Ye Fei recibió un mensaje de Imprenta Chong Shang:

[Imprenta Chong Shang: Jefe Ye, las camisetas que pidió ya están impresas, se pueden enviar esta tarde.]

Ye Fei, que estaba holgazaneando perezosamente en el sofá, se incorporó y respondió:

[Su Hermano Ye Fei: ¿Tan rápido?]

Del otro lado respondió al segundo.

[Imprenta Chong Shang: Lo que pidió el Jefe Ye, jajaja, por supuesto que sí. Nos desvelamos anoche terminándolas. ¿A dónde las envío, a la empresa o me da otra dirección?]

Ye Fei revisó el calendario de su teléfono. Pasado mañana era el 25vo aniversario de Dingyuan. Por ser año redondo, la celebración sería más grande que en años anteriores. Originalmente no pensaba ir, pero ahora...

Ye Fei sonrió maliciosamente mientras tecleaba.

[Su Hermano Ye Fei: Envíalas directo a la empresa, te transfiero el dinero cuando me avises cuánto es.]

Del otro lado le mandó un monto, Ye Fei rápidamente hizo la transferencia y luego buscó en WeChat al director de relaciones públicas de Dingyuan.

[Su Hermano Ye Fei: Para la celebración de aniversario de este año, el uniforme de toda la empresa lo coordino yo. Más o menos hoy enviarán algo a tu oficina, te pido que estés al pendiente cuando llegue y me avises.]

El director de RP, Yang Wenxin, había sido promovido por Ye Fei. Era una persona muy competente. Desde que entró a la empresa, Dingyuan no había vuelto a tener una crisis de relaciones públicas.

[Yang Wenxin: Recibido.]

Ye Fei miró la ventana de chat con él, sopesando cómo decirle que ya no estaría más en Dingyuan. No quería revelarles demasiado sobre asuntos de la familia Ye a otras personas, pero tampoco podía no decírselo a Yang Wenxin.

Yang Wenxin básicamente era de su absoluta confianza, con certeza Ye Yao lo investigaría a fondo cuando tomara el control. No podía dejar a Yang Wenxin sin alguna preparación.

Justo cuando dudaba sobre qué hacer, de repente Yang Wenxin le mandó una ráfaga de mensajes.

[Yang Wenxin: Jefe Ye, ¿ya no estará más en Dingyuan?]

[Yang Wenxin: ¿Planea iniciar su propio negocio?]

[Yang Wenxin: Entonces, ¿vendrá al aniversario?]

Ye Fei frunció el ceño y le preguntó:

[Su Hermano Ye Fei: ¿Cómo lo sabes?]

[Yang Wenxin: Escuché por accidente la llamada del Joven Jefe Ye.]

La barra de "escribiendo" estuvo activa bastante tiempo en la parte superior antes de que llegara el siguiente mensaje de Yang Wenxin.

[Yang Wenxin: Esto... Jefe Ye, se lo diré directamente, lo que dijo el Joven Jefe Ye no fue muy agradable que digamos...]

Yang Wenxin no especificó, pero Ye Fei ya se imaginaba con solo usar un dedo de frente, nada más que cosas como que su padre lo había expulsado de la empresa.

Lo pensó un momento y directamente le llamó: "Lo que dijo Ye Yao es cierto, efectivamente ya no estaré más en Dingyuan".

"¿A dónde va?" Superada la sorpresa inicial, Yang Wenxin ya había aceptado completamente el hecho. Miró a sus colegas que trabajaban arduamente en la oficina y, tapando el teléfono, se fue al pasillo: "Me voy con usted".

Si no hubiera sido por Ye Fei, él aún sería un desgraciado escribiendo textos promocionales. Para Yang Wenxin, decir que Ye Fei era como un maestro que lo descubrió no era una exageración.

Ye Fei sonrió: "Olvídalo, planeo tomarme un descanso por un tiempo y de paso ayudar en la pequeña empresa de un amigo".

Yang Wenxin insistía en preguntar: "¿Qué empresa?"

Ye Fei no tuvo más remedio que decirle la verdad: "Una pequeña productora de entretenimiento que abrí con un amigo, todavía nos falta desarrollar algunas áreas...".

Apenas dijo la mitad de la frase cuando Yang Wenxin lo interrumpió: "¿Todavía necesitan gente allá?"

Realmente no se llevaba bien con Ye Yao ni el señor Ye, incluso si no se iba hoy con Ye Fei, de todos modos buscaría trabajo en otro lugar.

Ya que insistía, Ye Fei no tuvo más opción que acceder: "Está bien, después del aniversario puedes venir directamente".

"Puedo irme ahora mismo".

Ye Yao ya lo miraba con malos ojos desde hace tiempo. Si renunciaba, probablemente ni siquiera le darían un mes de entrega.

"Eso no puede ser," un destello travieso pasó por los ojos de Ye Fei, "todavía necesito que me hagas algo".

Originalmente pensaba ir personalmente a la empresa y hacer que los empleados usaran esas camisetas durante la celebración de aniversario. Pero ya que Yang Wenxin renunciaría de todos modos, podía encargárselo directamente a él.

Yang Wenxin: "Dígame".

Dos días después, el aniversario de Dingyuan.

Los empleados sostenían las camisetas en sus manos, mirándose unos a otros, atónitos.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué las camisetas tenían estampada una foto del Joven Jefe despatarrado? Esto... ¿era una broma?

Aunque no entendían, ya que era una orden de la empresa, de todos modos se las pusieron. Después de todo, ellos no eran los que quedaban en ridículo.

Así que, cerca de 300 empleados de Dingyuan se pusieron al unísono las camisetas personalizadas por Ye Fei. A simple vista, era Ye Yao despatarrado x 300.

El efecto podía describirse como impactante.

Ye Yao le daba mucha importancia a esta celebración de aniversario porque era el primer paso para tomar el control formal de Dingyuan.

Después de verse repetidamente en el espejo y confirmar que su atuendo no tenía problemas, Ye Yao se echó el cabello hacia atrás y entró majestuosamente al salón.

Mientras caminaba, sentía que muchos empleados lo miraban furtivamente. Ye Yao inconscientemente esbozó una sonrisa y levantó más la barbilla. De ahora en adelante, él sería el amo de Dingyuan. Ya verían, administraría la empresa incluso mejor que Ye Fei.

Se aclaró la garganta, repasando mentalmente las palabras que diría en su discurso. De reojo vio a un miembro del staff y su expresión se congeló al instante.

¿¡Qué estaba pasando!? ¿Por qué las camisetas tenían estampada la foto de cuando lo habían golpeado?

Ye Yao tenía los ojos inyectados en sangre y jaló a ese empleado: "¿Qué es esto? ¿Qué significan estas playeras? ¡Cámbienselas todas!"

Sin embargo, lo que no sabía, era que debido a lo extraño del asunto, algunos empleados ya habían grabado videos y los enviaron al programa de premiación de actos ridículos en Weibo del influencer Shaoshao. En ese momento, los mirones ya lo estaban compartiendo activamente.

Aunque Dingyuan no tenía mucha fama en la industria, al menos había firmado a algunas celebridades menores. Una vez difundida la identidad de Ye Yao, los mirones se entusiasmaron aún más.

Muy pronto, el tema escaló a trending topic en Weibo, con el siguiente impactante titular: ¡Joven atractivo sorprende al usar fotos propias para...!

[Jajajajaja, ¡nunca había visto un acto tan ridículo! Me rindo]

[Miren los stickers que hice! Golpeado.jpg, Despatarrado.jpg, Jajajajaja]

[Arriba, ¿tienes la foto original sin marca de agua?]

[¡Yo también la quiero!]

.....

Ye Yao revisaba furioso los comentarios que aumentaban como bola de nieve y estaba tan enojado que casi se desmaya. Con la cara oscurecida, le gritó al asistente: "¡Date prisa y contáctalos para que saquen esto de las tendencias!"

El asistente obedeció sumisamente y regresó 20 minutos después cabizbajo: "Jefe Ye, lamento informarle que... no se puede quitar de tendencias..."

¡Pum! Ye Yao estampó su teléfono contra la pared: "¡El dinero no es problema! No importa cuánto cueste, acepta".

"No... no es eso," el asistente negó acongojadamente, "hoy Weibo fue citado por las autoridades relevantes y las tendencias están congeladas por 15 días..."

Es decir, la foto de Ye Yao siendo golpeado permanecería en tendencias por 15 días.

Era prácticamente una ejecución pública. Ye Yao pateó la mesa, rechinando los dientes: "¡Fuera!"

"Jajajaja, quedó muy mal", Gu Ruijia bajó el teléfono, riéndose tanto que casi se le salían las lágrimas, "¿qué mala suerte la de Ye Yao no? Justo le tocó en este momento".

Ye Fei también se rió: "Tampoco esperaba esto".

Probablemente en su vida pasada hizo demasiadas maldades, así que incluso el Cielo no podía soportarlo más.

Los dos estuvieron cuchicheando un buen rato, guardando muchos stickers de las expresiones de Ye Yao antes de empezar a hablar de cosas importantes.

"Yang Wenxin viene justo a tiempo, nos hacen mucha falta personas," Gu Ruijia se golpeó el pecho prometiendo: "No te preocupes por la gente que traigas, definitivamente no los maltrataré."

Ye Fei asintió: "Estaré viniendo a la empresa estos días para ver si hay algún proyecto que valga la pena invertir".

"Ay ay ay," Gu Ruijia lo miró con burla, "no fue fácil ¿eh? Pensé que planeabas ser un don nadie hasta el final".

"No hay remedio," Ye Fei bebió un sorbo de té, "quiero divorciarme, lo primero es ganar dinero".

"Todavía no has abandonado esa idea," Gu Ruijia ya no sabía qué decirle, luego recordó algo, "espera, ¿qué tienen que ver ambas cosas?"

"Claro que sí," Ye Fei se encogió de hombros, "le debo una gran deuda a Yan Xiao, tengo que devolvérsela eventualmente".

Gu Ruijia frunció el ceño pensativo por un rato. De repente, soltó algo impactante: "No te divorcies y ya, le debes mucho a él, ¿por qué no se lo pagas con tu trasero?!"

Ye Fei: "???"