Adrien ya llevaba en Londres una semana, sus padres se quedaron en Francia esperando su regreso.
Ahora mismo iba directo a su graduación, un amigo de la universidad llamado Xavier, iba junto a él.

-Tienes suerte de que ella resultó ser así- hablo mientras caminaban- si hubiera si do un poco más gorda, estarías en problemas- hizo una cara de desagradó.

-Xavier ¿Tú solo ves por la apariencia física?- hablo con un tono de enojo en su voz- La apariencia no importa, eso es lo de menos. Lo importante es ver cómo son las personas en el interior.

-¿En serio? ¿Tú qué haces?- se cruzó de brazos- Ni siquiera miras a la otra.

-¿A quién? ¿A _____?.

-¿_____? ¿Quien es _____?- lo miro confundido.

El rubio le dió la foto que se habían tomado los tres, cuando él y Marinette ganaron el trofeo.

-_____ es una gran amiga de la niñez- sonrió un poco.

-Wow- hablo sin despegar la vista de la foto- Tú si que tuviste una gran niñez. Marinette por un lado y _____ por el otro.

-¡Xavier!- gritó mientras un sonrojo aparecía en sus mejillas.

Este soltó una carcajada, su amigo se había vuelto todo un galán.

-Bueno y dime- trato de dejar de reír- ¿Cómo te fue con esa amiga de la niñez?.

-Ella me conoce tan bien, sabe lo que me gusta comer, adora las mismas canciones que yo- se quedó pensativo- _____ es una chica grandiosa.

-¿_____? Pensé que hablabas de Marinette.

Adrien se quedó estático, estaba tan concentrado en sus pensamientos que Xavier ya estaba a unos metros más alejado de él.

Sintió una sensación rara en sus estómago, y su corazón comenzó a latir muy rápido, eso es lo que provocaba la castaña últimamente en él, aunque sabía que amaba a Marinette, ya no miraba a la castaña simplemente como una amiga, si no como algo más.

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La castaña ya tenía sus maletas listas, solo faltaba despedirse de sus padres y amigos. Bajo a la sala y los Agreste, los Dupain-Cheng, y sus padres gritaron  al mismo tiempo“Te extrañaremos _____”.

La castaña tenía una inmensas ganas de llorar, los extrañaría demasiado; a todos los que estaban en esa sala los consideraba como su familia y al estar sola en otro país, haría extrañarlos aún más.

Marinette se acercó a ella y le dió un fuerte abrazo.

-¡Te voy a extrañar hermanita!- hablo mientras sollozaba- pero ni creas que te vas a desacer de mi, porque te voy a marcar diario.

-¡Yo también te voy a extrañar demasiado!- las lágrimas ya rodaban por sus mejillas- Ya sabía que no podía liberarme de ti- soltó una pequeña risita y la volvió a abrazar.

Se despidió de todos y a punto de tomar el taxi hacia el aeropuerto, sacudió su mano en señal de despedida y grito.

-¡No se van a deshacer de mi!¡Volveré más pronto de lo que creen!- y se subió al coche.

[...]

Después de una gran fiesta, y despedirse de sus amigos; Adrien volvía a Francia.

Estaba realmente emocionado, ya no había nada que lo retuviera en Londres, sus padres seguirían el negocio en Francia y el se establecería ahí.

Cuando por fin llegó a Francia, no podía esperar a ver a _____ y a Marinette, pero muy en el fondo el sabía que su corazón anhelaba a _____.
Entro a su casa y le tomo por sorpresa ver a todos reunidos ahí menos a la castaña.

-¡Adrien!- corrió su madre a abrazarlo- ¡Te extrañamos mucho!.

-¡Hijo!- llegó Gabriel a unirse al abrazo- ¡Que bueno que llegaste!.

-¡Yo también los extrañé!- disfruto del abrazo.

La pareja Fauré y la familia Dupain-Cheng, también se acercaron a abrazarlo. Adrien siempre sería una alegría para todas las demás personas.

Pero al no notar la presencia de la castaña, decidió preguntar por ella.

-¿Y _____?- hablo mientras miraba a los padres de la oji-café.

Todos se miraron entre sí nerviosos, y la azabache decidió hablar.

-¿No te dijo?.

Adrien nego con la cabeza, y la jóven siguió hablando.

-_____ consiguió una beca en México, para estudiar en una importante universidad.

El rubio quedó sorprendido, pensó que él y la castaña realmente eran mejores amigos, pero al enterarse de que ella se fue sin despedirse de él, le rompía el alma.

Mostró una sonrisa y miro a todos, tratando de ocultar las tristeza que se empezaba a formar en su corazón.

-¡Que buena noticia!, cuando la vean la felicitan por mi- hizo una pequeña pausa- Ahora iré a dejar mis maletas.

Sentía una gran presión en su pecho, y necesitaba estar solo unos momentos, al llegar a su habitación, lágrimas salieron de esos ojos verdes que deslumbraban felicidad.

No había notado que la emocion de volver a Francia, era ver a la castaña, su sonrisa, sus ojos. Y por fin se dió cuenta de algo, y si tal vez, solo tal vez las castaña había escrito esos mensajes que lo había enamorado.

¿Y si por eso no dejaba de pensar en ella? Tal vez Marinette tomo el lugar de la castaña porque de pequeño el había estado enamorado de ella, pero en realidad su corazón había estado con la chica de las cartas.

Ahora más que nunca necesitaba encontrar una excusa para ir a ver a la oji-cafe el solo y encontrar todas las respuestas a sus preguntas.

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¡Feliz año nuevo!
Que todos sus deseos y metas se cumplan y sobre todo que sean muy felices.

Atte. Leela ✨