Narra TN (con 9 años)

TN: ¿Por qué tiene que llover justo ahora?- dije mirando con rencor el cielo y como las gotas caían por mi cuerpo mojándome completamente.

Y es que en la televisión decía que ese día iba a estar el cielo despejado y con un clima agradable hasta la noche, pero no, no era esa la situación. Las personas se me quedaban mirando mientras avanzaba por las calles concurridas de Endoka, sus miradas eran de confusión y de pena, después de todo es raro ver a una niña de mi edad corriendo sin compañía de un adulto y con ropas desabrigadas para el clima mojado y frío que hay en el ambiente.

No fue mi decisión venir con unos shors y una remera con mangas tres cuartos, mis padres no querían que viniera por nada del mundo así que me encerraron en el sótano con solo una ventana que, con mucho trabajo y tiempo, conseguí salir de allí. En el proceso conseguí raspones y moretones, pero, nada nuevo.

Cuando Chikage me llamo ayer para avisarme lo sucedido no pude racionar como debía, es más, creo que al estar en shock no le pude contestar a sus preguntas o consolarla a ella misma. La noticia me cayo como balde de agua fría, no esperaba que Toichi muriera en medio de un espectáculo de magia.

¡Tiene que ser un sueño o una pesadilla!

???: ¡Ten más cuidado niña!- me grito un señor de mediana edad, lo había empujado sin querer por estar pendiente en otras cosas. Se ve que esta enojado.

TN: lo lamento- me disculpe rápidamente para volver a correr, pude escuchar como se quejaba por mi conducta "inapropiada". Si el supiera lo que me estaba pasando sería otra la historia.

Mis pies dolían, tengo solo unas pantuflas en mis pies, los shorts y remera están empapadas y mi pelo esta pegado tanto en mi cara como cuello. Debo parecer cualquier cosa en estos momentos. Falta poco para llegar al lugar que velaban, donde estaban todos, donde estaba Chikage conteniendo las lagrimas y Kaito asciendo el fuerte, pero, llorando tanto como lo hice yo anoche.

Cuando entre al lugar todos se me quedaron siendo de manera rara, los que me conocían se extrañaron de verme allí y los que no me miraban con indignación por como estaba. Mi respiración pesaba, mientras trataba de normalizar mi respiración, pasee mi mirada por el lugar para encontrar algún rostro conocido, pude ver a Ginzo junto a Chikage quienes conversaban tranquilamente.

???: ¿Quién es esa niña?

???: no se, pero, presentarse así en un funeral de alguien debe ser vergonzoso para su familia.

???: ¿tendrá si quiera familia?

Eran muchos los que murmuraban cosas hirientes y lamentaciones por mi estado. Los dos adultos que conozco, al ver el ajetreo, voltearon a ver donde estaban señalando los que estaban comentando. Cuando ellos chocaron sus ojos con  mi persona, y al ver mi estado, se alteraron acercándose a donde estaba, se notaba que están preocupados.

Chikage: TN-chan, ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estas tan mojada? ¿no agarraste un paraguas? ¿tus padres saben que estas aquí?- me preguntaba la señora delante mío.

TN: me escape de casa para poder venir, ellos no saben nada y tampoco quiero que lo sepan. Si me encerraron en el sótano para que no viniera no quiero saber que me aran ahora- temblé un poco mientras sentía como los dos me pasaban toallas para secarme.

Ginzo: ¿te encierran muy seguido?- me pregunto mirándome directamente a los ojos. Yo asentí- ¿Cuánto de a menudo?- me quede pensando un poco.

TN: cuando llego después del horario estipulado, cuando me ven llegar con los Kuroba-san o Kaito y cuando hago algo que no quieren. de ocho a diez beses por semana- conteste como si nada, quiero encontrar a Kaito y Aoko.

Chikage: los chicos están por allá, deja tus pantuflas y ve. Seguro que ellos se alegraran de verte- la sonrisa de Chikage parecía ser tranquila, pero, se que no es así.

Asentí y antes de ir al lugar señalado la abrace con todas mis fuerzas, ella al comienzo no hizo nada, pero, cuando me contesto me abrazó con la misma fuerza con la que siempre lo hace. Al separarme me aleje al lugar donde estaban los otros dos. Pude escuchar una maldición por parte del inspector y unos murmullos de parte de la del pelo violeta. No le tome importancia.

Los dos niños estaban mirando una ventana, perdidos en su mundo. Como estaban de espalda se me ocurrió una idea para agilizar un poco el ambiente que les consumía, me acerque con sigilo, paso a paso me fui acercando. Cuando estaba detrás de ellos pude ver rastros de lagrimas por sus mejillas y Kaito tenía la mirada perdida, una mezcla de dolor y tristeza.

TN: ¡oh, los vecinos dinamita!- dije con burla, ese es un apodo que les puse al estar los dos discutiendo todo el tiempo. Los dos se voltearon exaltados tanto por el susto como por verme allí.

Aoko: TN-chan, no nos asustes así- se llevo una mano al pecho mientras que su respiración se normalizaba, yo me reí entre diente.

TN: es que estaban tan ensimismados que no pude evitar hacer eso.

Kaito: no es gracioso- cruzo sus brazos delante de su cuerpo mientras que hacia un puchero, pero, pude notar que una sonrisa estaba asomándose en su rostro- ¿Qué haces aquí TN-chan?

TN: quise acompañarlos para que no se sintieran solos, además- puse cara de melancolía- para mi Toichi-san era como mi padre.

La conversación entre los tres siguió, los adultos nos miraban de reojo, estoy segura que no aprueban mi presencia, pero, no me importa. Cuando llego el momento de meter el ataúd en el lugar donde estaría el resto de la eternidad todos nos pusimos de pie para ir a ese lugar, yo voy junto a madre e hijo mientras que cerca nuestro iban el inspector y su hija.

Los paraguas nos cubrían de las gotas que seguían cayendo, con menos intensidad, gota a gota. Cuando llegamos enfrente al lugar llego el momento de la despedida, madre e hijo se permitieron soltar alguna lagrima mientras que los demás estaban más pendientes a sus reacciones que en lo que decía el sacerdote. Agarre, lo más disimuladamente que pude la mano de Kaito, este me la apretó un poco más fuerte.

Cuando la ceremonia termino y todos se empezaron a ir, nosotros hicimos lo mismo. Por esta noche me quedaría con ellos, según Chikage es para cuidar a Kaito, por lo que Aoko me presto un piyama y ella misma se ofreció para quedarse con nosotros; sus padres parecía que estaban de acuerdo por lo que no paso a mayores el paso de casa.

En una de nuestras pasadas pude escuchar como Ginzo le estaba hablando algo relacionado a mis padres a Chikage, me dio curiosidad por lo que me quede detrás de un mueble para escuchar todo lo que se hablaran.

Ginzo:¿tienes pruebas? yo puedo hacerles una causa, pero, sin pruebas firme no tenemos nada- parecía estar frustrado.

Chikage: solo se lo que nos dice, los moretones y lo que hemos visto hasta el momento- ella parece estar muy seria.

Ginzo: ¿segura que quieres hablar de esto? no te veo en términos como parea hacerlo- parece estar preocupado.

Chikage: que chistoso- se rió entre dientes- tanto Toichi como yo cuidamos de la niña, no quiero que por esto lo poco que hemos avanzado se pierda- sonrió de medio lado.

Ginzo: pero esto es más complicado de lo que pensaba- negó cruzándose de brazos- ¿segura que no es su hija?- me quede paralizada un momento.

Chikage: más segura de lo que te imaginas- su voz y mirada eran serias, lo que hizo que las pocas dudas de los dos oyentes desaparezcan.

No soy hija de los Masura. Por un lado me lo imaginaba, después de que me dijeran tantas beses "bastarda" una se termina imaginando que es cierto, cosa que si es. Pero, si no soy su hija... ¿Quiénes serán mis padres?

Por mi mente pasan barias imágenes de la "familia" ahora que me pongo a analizarlas con detenimiento, nadie tiene el pelo de mi tono y los ojos tampoco son iguales a nadie. Mi carácter es distinto y solo a mi me gustan los libros junto con la música clásica. Ahora todo tenía sentido, pero, no se porque me siento más sola que antes.

No le di más vueltas en la cabeza, entre más lo haga será peor a futuro. Puse mi mejor sonrisa, falsa, y fui a donde estaban los otros dos ya sea para separarlos o jugar con ellos. No quiero preocupar a nadie y si para eso tengo que aparentar una sonrisa.

¡Que así sea!