Miedo a las ardillas, interesante.

Pintura, brillos, pegamento, pica pica y una linda ardilla, no quisiera usarla pero es necesario. Aunque solo es el inicio.

Pongo todo lo necesario en su casillero de gimnasia vigilando bien que nadie me vea. No soy bueno para las bromas, nunca se me han dado pero está solo es una parte así que solo necesito un poco de ella, quizás la ardilla no sufra, eso espero, no me gusta hacerle daño a los animales, son tan lindos e inocentes.

Me escondo bien y espero. Gritos y chicas saliendo.

  —Ardilla molesta. —Escucho decir a una y así sé que empezará la fase dos.

  —¿Te esperamos? —Pregunta una de sus amigas y ya que escucho una puerta cerrarse se que dijo que no, tal y como pensé. Ahora empezará la clase de Química y no me alegra perdérmela pero, yo no estoy aquí, yo falté a clases. Primer día desde que encontraron al maestro, solo tuvimos libre una semana.

Salgo sigilosamente y empiezo a buscar la ducha a la que se metió. Le pongo una tranca y espero, tengo suerte de que siempre utiliza la misma, no sé por qué pero si no es está no se ducha en el colegio. Es rara.

La escucho gritar y es música para mis oídos. El agua caliente a funcionado y  ya que no puede cerrar la llave ni salir con esto bastará, por ahora.

Me quedo un rato escuchando sus gritos de dolor y auxilio hasta que el agua deja de salir, siguiente. Saco con cuidado el ácido sulfúrico y me pongo mis guantes, muevo un asiento y me subo, ella está tirada con grandes quemaduras rojas por todo lado, respira con dificultad. La miro y abro el frasco para volcarlo sobre ella, gritos de nuevo.

Salgo con cuidado del lugar escuchando sus gritos de auxilio, de dolor. Una sonrisa se posa en mis labios, se siente bien, me siento bien, quizás ella no.

Pongo las cadenas y me voy de ahí. Pasará tiempo de aquí a que la encuentren.

Espero la ardilla esté bien.