"QUIEN MEJOR QUE TÚ" EPÍLOGO PARTE 2
QUIEN MEJOR QUE TU.
EPÍLOGO PARTE 2.
EL FIN
FEBRERO 23 DE 2018
DEDICADO A TODAS MIS HERMANAS MERCENARIAS DE LOS DOS GRUPOS QUE MÁS AMO, EL MÍO Y AL GRANDIOSO CÍRCULO MERCENARIO.
CONTENIDO EXPLICITO SEXUAL, LEER BAJO SU PROPIO RIESGO.
Esta historia es de mi total autoría queda prohibida su publicación en otras plataformas ajenas a mi grupo o páginas y perfiles sin mi consentimiento, si la quieres publicar en otra parte informarme a mí por favor, de ser víctima de plagió tomaré medidas correspondientes.
LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN SON TOTAL PROPIEDAD DE LA GRAN MANGAKA RUMIKO TAKAHASHI CREADORA DE LA SERIE INUYASHA, YO LOS TOMO PRESTADOS SIN NINGÚN FIN DE LUCRO MÁS QUE PARA DAR VIDA A MI PEQUEÑA HISTORIA.
Ese viernes de verdad querían un trago. Como siempre Kouga quiso ir al bar de su hermano, acababan de estacionar el lujoso auto de Miroku. Él venía en compañía del peli plata y tras ellos estacionó Kouga en su preciada moto.
Entre platicas avanzaron el largo estacionamiento, y al estar ya casi a punto de llegar, Inuyasha reconoció la larga trenza de Bankotsu peleando con su novia, se detuvo, los chicos voltearon a ver hacía donde él veía con el entrecejo ceñido. El hermano del de trenza cerro los ojos, dedujo lo que pasaba y a Miroku se le encendió una alerta por dentro. Escucharon la platica que esos dos mantenían, ignorantes de su presencia y el motivo fue revelado. Inuyasha se encabrono, ardió en cólera.
–¿Qué mierdas dijiste?...
Bankotsu soltó a la pelinegra y ladeó su sonrisa mostrando su dentadura, el peli plata de verdad le caía en el hígado, de no haber sido porque Kagome no lo dejo e interfirió el le hubiera partido la madre cuando el imbécil la engaño.
–Mph, parece ser que tu amenaza se cumplió querida Kikyo, ahora tu amado ya sabe lo que querías– guardo las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir –Es una pena Inuyasha, que te enterarás que lo que la dama te hizo hacerle a Kagome, ella te lo acabó haciendo con migo no crees.
–Bankotsu, cállate… – suplicó la pelinegra.
–Eres un maldito imbécil– colérico Inuyasha, atino a tirar un certero golpe en la quijada del moreno, uno solo que con toda su fuerza, amenazo con hacer trastabillar a Bankotsu.
El moreno logro mantenerse en pie, su rostro fue ladeado, sonrió arrogante, con su mano limpió un rastro de sangre que empezó a brotar de su labio inferior, metió su dedo pulgar a su boca, ingirió esa sangre en el y al instante la escupió.
–Mhp, sabes en eso concordamos, si que lo soy, por enredarme con esta mujer que no deja de chingar la madre– se irguió en su altura y vio a Kikyo –deberías ocuparte de tenerla caliente en tu cama.
Inuyasha ya era sostenido por Miroku de un brazo, tratando de controlar volver a tener ese impulsó como el de momentos antes, no decía nada. Koga se mantenía en medio, uno era casi un amigo, pero Bankotsu era su hermano, no iría en su contra nunca.
–Inu… No lo escuches, yo te puedo explicar, yo… yo… estaba muy ebria y él, él… me sedujo– tartamudéate hablaba.
–Estábamos querida, y eso no pensabas momentos antes cuando me pedías que se repitiera.
–Bankotsu… ya basta– le solicito se detuviera su hermano –Ve a casa.
–Ya… ya… claro me largo.
No dijo más, camino a su auto, escucho a Inuyasha gritarle un par de insultos pero le valió verga, quería salir de ahí, voltear a ver a Kikyo tampoco lo intrigo, que ella sola se las arreglará, él no era como si tuviera alguna clase de compromiso que se viera afectado al no negar nada de lo que esos tres escucharon, ese golpe dado por el pendejo del perro, pronto se lo cobraría.
Subió a su lujoso auto y salió de ahí derrapando llanta, necesitaba un buen par de muslos que le hicieran olvidar el pinche mal rato.
Apenas avanzadas tres cuadras se orillo en la calle y detuvo su auto, extrajo de su bolsillo su celular y busco el nombre de alguna de sus amigas para pasar el rato, Kuromi tal vez… Deslizó y al llegar a la K se topo con ese maldito nombre, para él…
–Bruja…
Era lo que era para el, no se la podía sacar de la jodida mente, seguro estaba lo había embrujado con su grandioso cuerpo y la forma riquísima en la que se la cogió, la necesitaba, era consciente.
Inconscientemente, su mano bajo a su pene, que solo de recordarla ya se encontraba un poco hinchado, enlazó su numero a Line y se atrevió a volver a insistir después de días sin hacerlo.
"Kagome, hablemos por favor. Te echo de menos"
Él imploró en ese texto, ignorante que al estar bloqueado, no le llegaría a la chica.
Vio que no hubo respuesta, suspiro pesadamente, acaso lo quería enloquecer. Salió de la aplicación y entro a su galería, observo fotos, fotos donde estaban juntos, sonrientes, abrazados posando a la cámara, la extrañaba mucho.
Y ahí se encontró una donde estaba ella sola, de espaldas, con su larga melena azabache ignorante de que el la captura en esa fotografía. Se dio cuenta de que siempre ella le había atraído, su mano se apretó más sobre su miembro al estar observando a su amiga.
Recordó esa deliciosa noche en la que la hizo mujer, necesitaba su cuerpo y demasiado, tenía unas ganas de estar sobre ella, no entendía como había aguantado todo ese tiempo. Su mano deslizó el cierre de ese su pantalón de vestir, y sin temor a ser observado por los muy obscuros polarizados vidrios se atrevió a realizar ese acto pecaminoso que le brindaría un satisfactorio placer, imaginarla mientras su mano subía y bajaba por su grueso e hinchado miembro, a pesar de no ser igual que el estar con ella era muy rico.
Llevó su mano a sus labios y tomo un poco de su saliva, la esparció por su tronco buscando hacer ese acto privado un poco más complaciente, subió y bajo cuantas veces fue necesario, su respiración se empezó a entrecortar, respiraba en medio de jadeos, aumento su velocidad y volvió el agarre sobre su glande un poco más fuerte, un calor lo empezó a recorrer y se estremeció, observo una vez más la foto de Kagome, pudo ver sus largas piernas bajo esa falda y casi pudo sentirlas envolverlo nuevamente, y ya no aguanto.
–Ka…gomeeee…. Aagghhh!
Derramó su pegajosa esperma sobre su mano al apretar la salida sobre su cabeza, nublándole la mente y queriendo imaginar que era el interior de su azabache amiga. Pronuncio su nombre agónicamente y tras este un jadeó. El orgasmo que lo recorrió finalizo, agacho se mirada, lanzo el celular al asiento del copiloto e hirvió de coraje ante el mismo, su inconsciencia le jugaba esas pinches mamadas, que bajo caía al hacer eso y en ese lugar pensando en ella.
–Mierda…
Despego su mano y de la guantera saco unos KLINEX. Se limpio todo rastro de placer y encendió su auto, con eso bastaba, lo decidió, tenía que volver a la puta realidad y olvidar a esa mujer que solo estaba haciendo de su vida un tormento.
Si de verdad ya no lo quería volver a ver pues que así fuera. Era una caprichosa, todo por no quererse enamorar, y él como el gran pendejo que era, se sabia había cometido ya ese error, él simplemente la amaba. Esperó algún día saberla feliz para el ser feliz.
Un mes más paso, sabía no podía postergar más el decirles a sus padres, esa su realidad que la tenía sumamente ilusionada.
Poco faltaba para que su vientre empezará a crecer, había engordado un par de libras ya y su pecho estaba un poquito más hinchado, todo esto sin mencionar que esos achaques que se supone deberían de pasar al brincar del primer trimestre de gestación, nunca se marcharon.
Cada vez era más complicado ocultar de su madre sus mareos y náuseas matutinas.
Si bien estaba entusiasmada ya, muy decidida a luchar por su bebé, estaba sumamente triste, una punzada de rabia acompañada de celos no se iba de su ser al recordar ese suceso de una semana atrás.
FLASH BACK
Kikyo camino de frente a ella con la se sensualidad que la caracterizaba, Kagome era acompañada por Inuyasha y Sango que esperaba a su novio, ardió de coraje y envidia, la muy perra era feliz, mientras ella, ella estaba en su peor momento. Sin Inuyasha, sin Bankotsu y sin dinero, le arruinaría por lo menos ese momento.
–Vaya, vaya…. Tiempo sin ver a la señorita simpatía– Kagome rodo sus ojos.
–Llego tu novia Inuyasha– le dijo a ese que seguía tratando como su amigo hasta la fecha.
Inuyasha recordó –Ella y yo rompimos hace tiempo.
A Kagome le extraño, Sango cerro los ojos en clara señal de lamento, sabía que se avecinaba otro sufrimiento para su amiga, Miroku se lo contó apenas sucedió, y ella buscando no ver sufrir más a su casi hermana después de todo el lío psicológico que tenía al haberse recién enterado de su estado, sabiéndola enamorada del involucrado, lo omitió. No se lo dijo, y ahora ahí estaba segura del sufrimiento que se avecinaba para su amiga.
Inuyasha nombro a la pelinegra, Kagome se sorprendió y no guardo su cuestionamiento, Miroku venía saliendo del lado de la cafetería que estaba enfrente de las mesas exteriores donde ellos estaban sentados, traía un par de jugos para cada chica.
–¿Rompieron? ¿Y eso porque?
–Cosas sin importancia, no tiene caso– Obvio el joven peli plata tratando de ignorar la rabia que aún le daba, la verdad sabía que se lo merecía , era el karma, Kikyo le hizo lo mismo que el a Kagome.
–¿Cosas sin importancia? No, querido. Cuéntale, estoy segura que a Kagomecita le divertirá saber lo que te hice y con quien – finalizó e Inuyasha la vio intrigado, que ganaba con decirle ella a Kagome.
Kagome frunció el ceño, Kikyo quedo justo frente a ella y se acercó a susurrarle. Miroku observó, Inuyasha también se sorprendió de la cercanía y Sango se puso muy alerta, estaba a dos de cerrarle el pico a esa piruja.
Por otra de las entradas laterales venía saliendo Kouga junto a Bankotsu, su rumbo la cafetería, pero al toparse justo de frente con la escena, a Bankotsu se le heló la sangre, al ver lo que pasaba, y se le acabo de congelar después de lo que vio y escuchó al poco tiempo de su reacción.
Los otros de momento ignoraron su presencia.
Justo en su oído escuchó lo que casi la hace desfallecer.
–Inuyasha me dejo, porque le fui infiel– sonrió ladinamente y Kagome lo sintió sin verle el rostro –Yo me acosté con otro hombre, el se enteró y me dejó. Irónicamente lo mismo que él te hizo con migo – ahora si se le escucho una carcajada.
–Y no imaginas con quien…
–Kikyo… – la nombró Inuyasha.
Kagome se impacto, como era posible, pobre Inuyasha. Ella sabía lo duro que era una traición. Ella la vivió, volteó y vio a Inuyasha con pena, el agacho la mirada, regreso su vista a Kikyo y se percató de a quien está veía fijamente. Volteó lo vio y regreso la vista, escucho a Kikyo hablar sin quitarle los ojos de encima al ojiazul.
–Nada más que con tu mejor amigo, el grandioso Bankotsu– lo señaló con su mano mientras decía con voz muy alta.
Bankotsu la vio con el ceño arrugado, su vista se veía sumamente furiosa, era como si con ella la quisiera muerta, la despegó un segundo y vio a kagome palidecer a un grado impresionante, la vio como se tomaba el vientre con una de sus manos.
–¿Qué… qué dijiste?
–Lo que escuchaste querida, ese que se las dio de tu amigo también cayó ante mí, burlándose de ti, siendo aún consiente de lo mucho que te sentías insegura ante mi, sabiendo lo mucho que me odiabas.
Ella no sabía el daño que le hacía lo que de su boca salía, nadie ahí a excepción de Sango conocía su verdad, en su vientre que en ese momento tocaba estaba su bebe, un bebe de ese hombre del que ella hablaba, un bebe del hombre que ella amaba con el alma, del que se quiso alejar para no presionar con un amor que creyó nunca le correspondería, un amor que creyó la haría sufrir al verlo con muchas mujeres, y luego el hombre al que le estaba ocultando la consecuencia de ese acto que habían realizado, donde ella se le había entregado para que el la hiciera mujer por primera vez, "Quien mejor que tu" pensó en ese momento, hoy se arrepentía. Si era verdad, aparte de ser el amor de su vida, se venía a enterar de que el como amigo también le fallaba, se había enredado con quien la acomplejaba tanto, quien la hacía sentir insegura, quien en el pasado le había provocado un gran dolor.
Sintió su cabeza dar vueltas, su vista se desenfoco pero quiso verlo a los ojos y notar en el la seguridad de una negativa.
No la vio, supo era verdad, una lagrima rodó por su mejilla y se perdió.
–Kagome… Kag…– Inuyasha la alcanzó a tomar en sus brazos antes de caer al suelo, Bankotsu y Koga corrieron, el moreno se sintió miserable.
Inuyasha le palmeaba el rostro mientras la nombraba. Bankotsu estuvo a punto de agacharse pero Sango frente a el lo empujó.
–Aléjate de ella Bankotsu, todo esto es tu culpa, si tu no te hubieras enredado con este perra– y se lanzo contra Kikyo.
Propinó una bofetada a la pelinegra y le planteó los puntos sobre las ies.
–Es la segunda vez que tu lastimas a mi amiga, una más y te juro te partiré en dos tu operado trasero y tendrás que usar muletas de por vida– Miroku ya la detenía del brazo para que no se le fuera encima – Ahora maldita quiero que te largues.
Bankotsu estaba con su preocupación, se acerco nuevamente y se poso junto a un agachado Inuyasha que mantenía a Kagome en brazos. La vio tomo su mano y con miedo pregunto.
–¿Que tiene, se desmayó?
Inuyasha asintió, nombro a Sango, le dijo que parara, que no era momento.
–Hay que llevarla a la enfermería– mencionó Miroku ya con su novia calmada.
–Ella…ella está embarazada.
Los silencio Sango a todos y sintió las miradas sobre de ella.
FIN FLASH BACK
Según lo que Sango le contó, Bankotsu salió de su trance minutos después y junto al peli plata corrió con ella a la enfermería, fue atendida, los tranquilizaron diciéndoles que era un desmayó provocado por una emoción fuerte.
El se negó a irse, al igual que Inuyasha, Sango espero afuera junto a Miroku.
Al despertar primero observó al peli plata que estaba a su costado, este la saludo con una pequeña sonrisa, le cuestionó si se sentía bien, ella asintió correspondiendo su cálida sonrisa, por dentro estaba devastada.
Su mirada fue atraída por otra cuestionante que la veía, Inuyasha le dijo, te desmayaste y ella ignoró, estaba paralizada.
Bankotsu se acercó se planto erguido en toda su alta estatura y por fin hablo.
–¿Es mío? – Kagome abrió los ojos grandemente, no podía ser, el ya lo sabía, ella en el fondo siempre supo que debería de decirle, pero tenía miedo, y ahora, con ese nuevo coraje que la corrompía, sabía que no tenía de otra más que hacerle frente a sus actos –Él bebe que esperas, ¿Es mío?
Inuyasha se impacto por segunda vez esa mañana –¿Qué mierdas? – Vio a Kagome llorar nuevamente y comprendió todo inmediatamente, esa era la razón por la que se distanciaron, ellos, ellos se habían acostado.
La chica solo agacho la cabeza, no respondió, su corazón dolía, su alma estaba quebrantada en dolor, un dolor que poco a poco la asfixiaba por dentro, sentía como si alguien la estuviese estrangulando. Hipeo y lloró, ya no pudo más.
Él se exaltó –¡Contéstame maldita sea! – y con sus manos golpeo el colchón de la camilla donde Kagome estaba ahora sentada – ¿Lo es? – La vio fijamente.
–El hijo que Kagome espera definitivamente no es tuyo – El peli plata se puso de pie encarándolo, Kagome tenía miedo, lo notaba, y él la ayudaría, sentía que se lo debía – Te digo que no lo es, porque ese bebé es mío.
–Mientes… me crees pendejo – sin motivo se puso furioso –Ella no se acostó nunca contigo.
Sin habla, no podía articular palabra. No entendía como pudo Inuyasha decir algo así.
–No lo hago, y eso a ti no te importa, lo único que debes de saber es que el hijo que ella espera es mío.
Bankotsu se lanzo a él, lo tomo por el cuello de su para el fea camisa roja – Ese hijo no es tuyo, no lo puede ser, no lo es por que Kag y yo… –No terminó.
–Bankotsu… detente.
Se escucho nombrado por ella…
–Inu… déjanos solos por favor…
–Pero Kag…
–Onegai…
Con sus manos quitó las de Bankotsu, asintió y salió a donde estaban sus amigos.
Asintió mientras el la veía – Mi bebé... es tuyo Bankotsu… Estoy esperando un hijo tuyo.
Mentiría si negaba que la emoción que lo embargo no fue muy gratificante, él nunca en la vida anhelo hijos, vaya que ni siquiera había pensado en el echo de algún día formar una familia. Para el su vida era, solo, sus negocios, dinero, diversión y chicas.
Pero el alivio que sintió al saber que esa mocosa que lo había enamorado pendejamente al abrirle las piernas y después marcar distancia fue como si el alma saliera de su cuerpo. Soltó un suspiro y dio gracias al cielo internamente, egoístamente la quería solo para él, y el haber solo imaginado que el perro la había tocado hizo arder su cuerpo en coraje. Ella era de él, el la tocó por vez primera en su vida, fue el único y no quería que nadie le robara ese placer de saberla solo suya.
Un poco más relajada y un mes más al notarse su embarazo ya no tuvo opción, no pudo callar más.
Había sido duro decirle a sus padres, ella venía de una sociedad moralista en la que una madre soltera no era una opción, su padre grito mientras su madre la vio con ojos llenos de ternura. Sea como sea que hubiera sido, era su hija, y la pensaba apoyar.
–Te vas a casar con Inuyasha lo antes posible, antes de que tu embarazo se note...
Fue lo siguiente que escucho de su padre, palideció y negó.
–No padre, yo no me puedo casar con él.
–Tienes que, es tu novio.
–No, él y yo rompimos hace mucho tiempo.
–No tienes opción, tiene que responsabilizarse aunque ya no estén juntos.
Y sin su aprobación eso planeaba hacer su padre, sin que ella lo supiera al día siguiente mando a llamar a Inuyasha, hacer frente era difícil.
¿Casarse? Si, claro que lo tenía que hacer, aún y a pesar de su edad y sus estudios.
–Acepto– dijo Kagome tras el cuestionamiento del juez tras la larga mesa adornada con bellos tulipanes blancos en una base con colgantes de cristales swarovsky sumamente brillantes. Firmo tras ello y escuchó al juez decir…
–Puede besar a la novia…
Él se le acerco con una sonrisa la tomo de su cintura, en medio su prominente vientre de 6 meses la acompañaba. Sobre sus labios sintió el cálido aliento del chico, poso sus labios sobre los de ella en un suave y tierno beso cargado de felicidad.
Sonrió.
Bankotsu se encontraba sentado frete a la barra de su bar, como si de un cliente se tratará. Eran las 12 del mediodía y él se encontraba trabajando con su laptop, ese trabajo que muy bien pudo estar realizando Jakotsu y no él, pero al sentirse solo optó por perder tiempo en eso, su oficina ya lo tenia aburrido, era una lata.
Que si extrañaba a Kagome, claro que si… La estaba echando enormemente de menos. Y a él, por él su corazón se hacía chicharrón.
Escucho una bonita risa por la entrada del bar y una voz hablar.
–Cuando yo sea mayor, papá me dejará venir a bailar con niñas muy bonitas a su bar, tendré muchas novias, oh siiiii… – Kagome río, su hijo sin seguir el ejemplo de Bankotsu ya se podía notar que su naturaleza era ser un conquistador mujeriego como lo fue él.
Vio como su marido volteó, la vio y le sonrió.
–Hola, estamos de vuelta– saludo elevando su mano correspondiendo también su sonrisa.
El se levantó, en el camino cargo a su hijo –Campeón… – y retomo paso hacia Kagome, aún con su hijo en brazos la abrazó –Por Dios los extrañé tanto, ¿Qué hacen aquí? Se supone volvían en un par de Días.
–La madre de Sango se resfrío, y sango quiso volver para cuidarla.
–Ya veo– Beso la cabeza de su pequeño hijo Kento de 7 años y le dijo que fuera a jugar sin estrellar nada, lo bajo y el niño corrió.
Tomo a Kagome y le dio un gran beso en sus labios, le corto la respiración, nunca había podido pasar tanto tiempo sin estar con su familia y el que Kagome y Sango de repente decidieran ir a un retiro espiritual de una semana lo estaba matando, en serio agradecía que la mamá de la amiga de su mujer enfermera.
Corto el beso y suspiró, ella le preguntó si le gusto la sorpresa al no haber avisado y el solo asintió. Se despegó de ella y poco a poco se puso de rodillas, con su palma tocó su vientre y lo beso, dejo su frente pegada unos segundos, la vio.
–¿Todo bien con mi princesa?
–Todo de maravilla… Se porta bien, creo será como tú, se movía poco ,extrañaba a papá, creó que hasta se deprimía como lo estabas tu hace unos segundos.
–Mhp… Claro que esperabas, soy su papi y me ama– Beso por última vez el lugar donde se encontraba su pequeña bebe de casi 7 meses de gestación y se puso de pie…
Se acerco al oído de Kagome y después de decirle una vulgaridad, sonrió. La tomo del brazo y se fueron por su hijo, irían por algo exquisito de comer.
Aún recordaba la reacción de Bankotsu ese día en la enfermería como si fuera ayer…
Después de que el escuchara lo vio acercarse.
–Por Kami… Kag yooo… –tocó su vientre –Diablos esto me hace muy feliz.
Ella se desconcertó y descolocada le pregunto que había dicho.
El se disculpó, beso sus labios sin su consentimiento, prosiguió explicando la situación con Kikyo, y afirmo el amor que hoy estaba seguro que le tenía.
Ella lo escucho, le aclaró lo mal que se sentía por saberlo enredado con Kikyo y que no pensaba tener nada con el.
Bankotsu le pidió que lo dejara estar cerca de su hijo y ver su embarazo y así lo hizo.
Bankotsu la llamaba constantemente, le llevaba comidas ricas a la universidad, antojos y la trataba con delicadeza, él la acompañaba a todas sus citas medicas y cuando entrado el quinto mes el ginecólogo le dijo que tendrían un niño, ella ya no se le negó más, verlo derramar una lagrima mientras observaba firme las imágenes de su pequeño, la llenaron de júbilo, ella lo amaba y mucho.
Saliendo de ahí le dijo su primer te amo, lo enloqueció e hicieron el amor en el apartamento del chico nuevamente. Esa sensación de sentirse llenada por el había sido lo más placentero del mundo, lo cabalgó y se dejo hacer de todo por el, sus labios y lenguas recorrieron sus cuerpos y cayeron en un rico abismo del que ya no pudieron salir.
Al día siguiente les dijo a sus padres del embarazo, nunca pensó que un día más después su padre citaría a Inuyasha, al saber el motivo no lo dudo. Mando ese mensaje.
"Bank, ven ya mismo… Papá citó a Inuyasha, le conté de mi embarazo y dedujo que el es el papá, me quiere casar con el, estoy en casa"
Y el no lo dudo, ni pensó dos veces, en menos de media hora ya estaba frente a su padre, firme y prepotente como siempre pero haciendo una reverencia al disculparse por haber embarazado a Kagome, su padre se descolocó ardió y le dijo que se responsabilizara, el de mirada azul aceptó sin prorrogas.
Se casaron un mes después, el día más feliz de su vida, hasta que nació su pequeño Kento.
Ya en casa, recargada en el marco de la puerta de la habitación de su hijo, vio como Bankotsu arropaba a Kento en su cama individual, prendía una lamparita pequeña, besaba su frente al esperar verlo dormir.
"Quien mejor que tu"
Y si así mismo lo pensaba, quien mejor padre que él, quien mejor esposo que el, Bankotsu no era perfecto, muchas veces la sacaba de quicio, pero de algo si estaba muy segura, él amaba grandemente a su familia.
Hoy se arrepentía de esos casi 5 meses perdidos, de haber querido ignorar sus sentimientos y poner una barrera innecesaria, había sido una tontería quererse negar la posibilidad de amar a Bankotsu, estaba muy agradecida con Kami por permitirle estar ahí hoy, a pesar de todos los malentendidos.
Su hijo durmió y el se puso de pie, salieron de la habitación y se irían a la propia.
Ese hombre era pasión, fuego y gloria juntas, y ella, ella era su paz, todo lo necesario para él. Sin importar su gran vientre, nuevamente poseería su cuerpo, la haría vibrar y gritar en placer por él, ambos acabarían en un rico orgasmo. Eso era el placer más puro que podrían tener, tocar el cielo y luego dormir juntos.
FIN…
N/A
. Hola! Aquí estoy de vuelta, por fin pude sacar la tercera parte y la segunda mitad y ultima del epílogo.
Para mi si fue difícil a pesar de la simpleza y monótono del capítulo. Yo no tenía pensado nada, absolutamente nada más para esta historia aparte del primer capítulo pues era originalmente un one shot. Pero como ya lo dije en mi grupo de Facebook mis chicas me solicitarón un epílogo al no querer que quedarán separados, y diablos, que difícil fue. Al día de hoy lo más complicado que he escrito.
Yo no sabía como continuar, no tenía una idea base, no tenía nada elaborado, nada escrito ¡NADAAAA! Pero por darle un poquito a quienes tanto me han dado a lo largo de estos casi 3 años de funcionamiento me atreví.
Por momentos quise tirar la toalla, decir no no puedo, que siga solo así, como originalmente yo lo quería, pero mi conciencia no me dejo. Así que pues aquí bien o mal está. De verdad espero y les guste. Y más que nada me comprendan el porque de mi demora. Quiero agradecer a las pocas chicas que siguen la historia aquí, se les quiere mucho.
Besos XD
Yumaika Higurashi
Salazar Rios
Este es el grupo fundado por mi en FB
Fanfics de Inuyasha (Contenido lemon ó erótico)
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