"QUIEN MEJOR QUE TÚ" EPÍLOGO PARTE 1
QUIEN MEJOR QUE TU.
EPÍLOGO PARTE 1
23 ENERO 2018
PUEDE CONTENER LENGUAJE VULGAR O SUGERENTE.
DEDICADO A TODAS MIS HERMANAS MERCENARIAS DE LOS DOS GRUPOS QUE MÁS AMO, EL MÍO Y AL GRANDIOSO CÍRCULO MERCENARIO.
Esta historia es de mi total autoría queda prohibida su publicación en otras plataformas ajenas a mi grupo o páginas y perfiles sin mi consentimiento, si la quieres publicar en otra parte informarme a mí por favor, de ser víctima de plagió tomaré medidas correspondientes.
LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN SON TOTAL PROPIEDAD DE LA GRAN MANGAKA RUMIKO TAKAHASHI CREADORA DE LA SERIE INUYASHA, YO LOS TOMO PRESTADOS SIN NINGÚN FIN DE LUCRO MÁS QUE PARA DAR VIDA A MI PEQUEÑA HISTORIA.
Se encontraba desplomada sobre su amplía cama bajo el cobijo de su habitación, hacia un par de horas que había llegado a casa.
Tomo una cálido baño en su tina, deseosa de quitarse de su cuerpo el olor de cierto pelinegro que amaba como una gran amigo, en su piel estaban gravadas cada una de sus ardientes caricias, sentía que moría lentamente y que un veneno la consumía deseosa de sentir ser cubierta por sus fuertes brazos tan solo una vez más, sabía que el tomar distancia era lo mejor, el baño si bien le quitó el olor de él mezclado con el propio, no le borro los pensamientos que carcomían su mente.
La suavidad de su cama, le recordaba la suavidad de la cama del moreno, el gélido frio que entraba en forma de viento por una pequeña rendija que había dejado abierta en la ventana de su balcón para ver si sus ideas se dispersaban con el airecito, no funciono, contrariamente solo le recordaba a los susurros y jadeos de su amigo en el oído.
Su estomago le daba vuelta, se asqueaba de ella misma, de lo que su cuerpo empezaba a sentir, no, alguien como él no le podía gustar, si bien sabía que era un hombre sumamente mujeriego y que siempre se iba por la tangente con respecto a algún tipo de compromisos no lo juzgaba y lo quería muchísimo como amigo, el siempre supo serlo, hasta la noche anterior, que fusionaron sus cuerpos hasta ser uno solo. No se iba a cegar por ese gran cariño y aceptaría para sus adentros la naturaleza de Bankotsu.
Su móvil vibró y sonó en el buro de a un costado de su cama, donde minutos atrás lo había puesto, estuvo tentada a contestar, pero "y si era él" que diablos le pasaba, no quiso quedar con incertidumbre y decidida a que ignoraría la llamada, igual se levanto momentáneamente a ver el nombre en la pantalla.
Sango.
Estaba anímicamente agotada, así que ignoró.
Quiso dormir pensar en otra cosa, conciliar el sueño no le resultó imposible, pero su subconsciente le provocaba recordar el fuego vivo de esa noche de pasión en sus sueños.
DOS MESES DESPUÉS.
Sango y ella se encontraban al interior de ese laboratorio donde la azabache se haría esos exámenes clínicos para descartar sucesos que de verdad no deseaba.
Sentada en una negra silla, tenia sus brazos cruzados sobre su regazo y uno de sus pies se movía temblando rápidamente de arriba a bajo, el nerviosismo la atormentaba.
-Kagome- la nombró Sango y fue ignorada -Kag...
La azabache volteó -Aaah... Ss.. ¿Sí?
-Amiga, necesitas tranquilizarte, ya verás que todo saldrá bien.
-Ay Sango, es que si esto llega a ser verdad, yo no se que haré.
La castaña la miro con lastima y consoló uno de sus hombros con su tranquilo y sincero tacto, le dolía ver a su amiga en ese estado y de verdad ella se sentía culpable, no entendía como fue que todo paso, se supone que entre amigas en noches de antro se cuidan y por su maldita borrachera ella no lo supo hacer y este era el resultado, ahora solo esperaba un resultado negativo.
-Señorita Kagome Higurashi.
Escucharon como la llamaba una mujer vestida de blanco por una ventanilla que decía "RESULTADOS" ¿De verdad ya estaban? tan rápido. Demonios que ella aún no estaba preparada psicológicamente, tenía pánico, solo tenía 21 años, estaba en la universidad, no llevaba ni la mitad de su camino recorrido ahí y ya estaba pasando por esto.
Giró a ver a Sango, está le asintió y con sus piernas temblando y miedo a desplomarse se puso de pie y camino hasta esa ventanilla, que le parecía ser el maldito infierno puro.
La mujer le entrego un sobre blanco con su nombre sobre él, ella firmo una hoja y al ya haber liquidado con anterioridad la cuota por ese estudio médico, solo lo tomo, dio la vuelta y se movió para con su amiga.
-¿Lista? - le cuestionó Sango.
-Vayamos a casa por favor, papá y mamá no están y verdaderamente no quiero ver esto en un lugar así. - Su amiga acepto sin queja alguna y tomaron rumbo.
Llegaron hasta el domicilio de Kagome en el auto de Sango, al entrar a su casa, como ella predijo sus padres no estaban, la noche anterior le habían avisado que saldrían de viaje por 3 días, y como ella tenía que ir temprano a la Universidad, ya no se despidió. Subieron a la segunda planta de esa amplia casa e ingresaron a la alcoba de la chica, puso su bolsa sobre el escritorio donde hacia sus deberes y de entre ella saco ese sobre blanco conocido pues minutos antes ahí lo había resguardado al salir del laboratorio.
Lo tomo entre sus dedos, lo volvió a observar, levanto su vista a Sango y se lo tendió sin dudar.
-Yo, yo no puedo- acotó con el en sus manos aun -dime el resultado tu, onegai.
-¿Qué? ¿estas segura? -igual lo tomo y Kagome solo dijo un si con un claro movimiento de cabeza -Bieeen, aquí vamos.
Sango lo empezó a abrir, rasgo el papel lateralmente y saco su contenido, una hoja con los datos de su amiga , la fecha, datos de la clínica y en una parte baja leyó, releyó y volvió a releer.
"PRUEBA DE EMBARAZO EN SANGRE: POSITIVA"
¡POSITIVA! ¡POSITIVA! POR TODOS LOS DIOSES.
Palideció y abrió muy grandemente sus orbes cafés, con pena vio a Kagome y cerro los ojos mientras movía la cabeza en asentamiento.
-No es cierto- Kagome le arrebato el papel, de nada sirvió, quiso comprobar ella misma.
El suelo bajo ella tembló y su piel se erizó en lamentó. Estaba realmente jodida, muy jodida.
Lloro y se dejo caer de rodillas. Hipeo como nunca, no lo podía creer.
-Sango, esto no esta pasando, no puede ser cierto. Me niego a creerlo.
-Hay amiga, te entiendo, pero no hay duda alguna. No te pongas así -La abrazó y con su palma limpio sus lágrimas - No debes llorar, no te lamentes, lo hecho, hecho esta.
-¿No lo comprendes cierto? - interrogó -Voy a tener un hijo de él, un bebé de Bankotsu.
Lloro más fuerte, mas recio y sonoro aun. Pasaron unos minutos en lo que Sango la acompañaba solo abrazándola, tranquilizándola. Hasta que ella cedió en su llanto.
Unas horas mas tarde, ya caída la noche, después de que Sango decidiera dormir en la casa de Kagome, ambas se encontraban sobre la cama de la azabache con un bote de helado cada una en mano.
-Cuando sentí las nauseas matutinas y caí en cuenta del retardo en mi período, te juro que temí que esto fuera posible, pensé que el estrés de los parciales me tenían anémica o algo así, pero esto es sorprendente. Nunca pensé, ni por la cabeza me cruzo que Bankotsu no se hubiese cuidado, fuimos muy descuidados.
-Cuando me enteré por ti lo que paso esa noche, me sorprendí mucho- le recordó -Nunca creí que se atrajeran, eran como hermanos.
-Creí lo mismo Sango, y esa noche fue un error, un maldito error que nos costó nuestra amistad.
-Porque así lo quisiste Kag, tu bien sabes que el te busco, el te llamo y Miroku dice que varias veces mientras fue con Koga e Inuyasha al bar, Bankotsu cuestiono por ti -Que se lo recordará le dolía.
-Lo se Sango, pero si puse y marque distancia fue para evitar que pasara algo que me lastimara. No quería enamorarme de el -ingreso en su boca una gran cucharada de helado de chocolate, se consumió en su paladar y lo que escuchó de sango la dejo pensativa tras asentir.
-Sin embargo te enamoraste- acotó.
Era cierto, ella lo supo cuando Bankotsu se volvió el dueño de su piel, el propietario de sus más bajos y pasionales anhelos, mientras hacia el amor con él, no hubo lamentó , justo en el momento no se arrepintió. El arrepentimiento vino después, cuando se percato que esa bonita sensación que sentía en el pecho amenazaba con amenamente consumirla sin autorización.
Inuyasha le imploró que hicieran el amor muchas veces, ya tenían desde los 18 años de ser novios, cuando le fue infiel con Kikyo, su justificante era que Kikyo se le puso en charola de plata dándole algo que ella nunca le dio.
Y el que estuvo ahí para devolver su vida a su curso, apoyándola con su arrogancia y majaderías fue él, Bankotsu. Si se ponía y lo meditaba, no lo negaría más, siempre le atrajo.
Ese día ese error cometido al que no se pudo negar era su más puro deseo.
Él la buscó, en esa última platica de Line le pedía que se vieran, que no arruinaran todo y quedarán como amigos, se negó.
No volvió a ir al Bar aunque sus amigos fueran, se concentró en sus estudios, tenia pensado hacerlo de ese modo hasta que sus emociones se disiparan.
Se dio cuenta que se jodio, esa noche mientras el le hacía el amor, se enamoró de él, Inuyasha quedo en un segundo plano, ya no pensó más nunca en él, y su corazón era ahora perteneciente al moreno que se había apoderado de su pureza.
Había pasado 1 semana más, ella seguía alejada de él, tenía miedo, si, pero lo empezaba a asimilar e inclusive ya se había formado cierta ilusión en su interior.
Ese bebe se formo de una manera errónea, fuera de ese matrimonio que siempre anhelo, a una edad más prudente y siento académicamente como laboralmente realizada.
Todos sus amigos le cuestionaban el porque de su alejamiento de Bankotsu, ella nunca se los dijo a excepción de Sango, el novio de esta sospechaba, fue testigo al ser la pareja de la mejor amiga de Kagome, el moreno muchas veces le cuestiono a ese de corta coleta por Kag, vio su malhumor acrecentar y observo su cambio, se concentró en féminas, en ser ese mismo mujeriego de siempre pero más todavía.
Nuevamente era viernes por la noche, se encontraba sentado en la barra de su local, un Wiski pendía de su mano, lo revolvía en un leve movimiento.
Juraba que la detestaba, que tan inmadura pudo haber sido esa jodida mujer que lo saco así de su perra vida. Era una de las únicas chicas con las que podía llegar a ser transparente. Si, estaba de acuerdo en que desde el día en que se la cogió ya no la vio igual, que mierdas decía, cual vio, si ella ya nunca dejo que la viera.
Estaba matándolo literalmente, el sexo con cualquier otra no era como con ella, había tratado de encontrar en otras el calor de la entrepierna de Kagome pero no funciono.
Una sola descarada había en la cual había llegado a tener cierta similitud, ella también tenía un físico hermoso, y sabía coger de forma espectacular, buena chica para pasar el rato, pero no era ella. Se la llevó a la cama tres veces, el saberla prohibida en un momento lo extasió, luego ya no hubo placer, la empezó a ignorar.
Pinche calentura de una noche, o bueno tres noches, con esa mujer materialista, le causaba repudio. Esa misma que le pertenecía justamente a él.
La susodicha llego. Se sentó en un banco al costado del moreno, el volteó la vio de reojo y rodó los ojos con cierto fastidio que ya le empezaba a generar. Nuevamente ella estaba ahí sin ese el que se sabia su dueño, de seguro buscaba lo mismo de nuevo.
-¿Qué quieres?
-Vaya modales, no dignos de un caballero.
-Nunca he sido uno.
-Te llame, ignoras mis llamadas ¿puedo saber por que?
-No me interesaba saber que se te ofrecía.
-Quiero dormir contigo, que más si no- fue clara y poco pudorosa.
-No más Kikyo, te dije que ya me aburrí.
-¿Y tu crees que te puedes deshacer de mi solo así? No querido, lo siento por ti- sonrió.
El ladeó una sonrisa y bebió de ese líquido que quemaba al contacto con la garganta, lo paso sin problemas, deslizó el vaso vacío en la barra y dispuesto a dejarla ahí como muchas veces antes, se puso de pie y quiso partir, al dar paso ella lo detuvo del brazo, la vio con el ceño fruncido.
-Te estoy diciendo que quiero ir a tu departamento.
-Y yo que no me interesa gracias.
-Bankotsu no juegues con migo, te puedes arrepentir.
-Mph... Suerte con eso.
Se soltó brusco y camino. Con una señal dio a entender a Jakotsu que se marchaba, no había necesidad de quedarse ahí, el era fiel merecedor de su confianza. Avanzo y salió al exterior por la puerta, escuchó como Kikyo le gritó varias veces por su nombre mientras supo lo seguía y no se detuvo.
Le dio alcancé.
-Bankotsu, maldición, detente- al ser ignorada caminó lo más rápido que pudo sobre sus costosos tacones y lo alcanzo, lo tomo de su hombro y él se giro capturó su muñeca fuerte y la empujó pegándola contra la pared, ella se sintió ganar, estaba en un error.
-¿Por qué no me dejas en paz de una puta vez? - a ella le dolía el fuerte agarre y el se miraba ya muy arto - tienes un maldito novio, déjame tranquilo y ve a que te folle él.
-Quiero que se repita, es todo. No te conviene no darme gusto.
-Tan malo es el imbécil de Inuyasha que no puede ni mantener a su perra en su cama.
-No, no es malo, pero tu eres mejor querido- aclaró -tienes que darme gusto, una noche más, si no lo haces créeme que diré esto a todos, dime algo Bank ¿Que pensaría tu linda Kagome si supiera que te acostaste con la novia de su ex, ese al que tanto amo y que yo le robe?
Lo tomo del rostro con su mano libre y sonrió -Una noche más y bastará.
-No me jodas preciosa, me crees estúpido. Tu nunca hablarías, perderías al estúpido de Inuyasha y no te conviene, es quien te patrocina tus caprichos, eres como su puta.
-Tal vez, pero encontraré a alguien más. Sin embargo Kagome si que saldría lastimada, y más después de lo que me contaste.
Si, el había sido tan pendejo, de que un par de días después, Kikyo llegó a ese su bar con unas amigas, y el estaba muy borracho sentado en un rincón de una mini sala en piel color obscuro, lo acompaño a beber y poco después el estaba tan ebrio, que la besó. Acabaron en la oficina del moreno, donde en compañía de sus besos seguían bebiendo y ahí fue que le contó el porque de su estado. Abrió el hocico de más, era un idiota y no solo eso, si no que también acabo enredado esa noche con la pelinegra.
-Haz lo que quieras, pero yo no te volveré a coger.
-¿Qué mierdas dijiste?
Y él los escuchó...
Continuará.
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