QUIEN MEJOR QUE TÚ
Discleimer: Los personajes del anime de InuYasha no me pertenecen, son propiedad de la gran Rumiko Takahashi creadora de la serie.
La historia es de mi entera Autoría queda prohibida su publicación en otra plataforma sin mi consentimiento, no permito plagio ni adaptaciones, si deseas que sea publicada en algún lugar, dímelo, yo lo puedo hacer. En caso de plagio y tomar un crédito que me pertenece solo a mí, atenerse a las consecuencias correspondientes.
Está historia va dedicada especialmente al CÍRCULO MERCENARIO.
BANKAG
13/abril/2017
-CAPÍTULO 1-
ALERTA LEMON, LEER BAJO SU PROPIO RIESGO.
QUIEN MEJOR QUE TÚ
Era típico para ella salir con sus amigos a ese prestigioso bar los viernes por la noche, no había nada más ameno para dejar de lado el estrés universitario de su carrera y la de sus amigos que; bailar, cantar, y beber unos bien merecidos tragos.
Hoy no regresaría a su casa, había avisado a su madre que se quedaría a dormir donde Sango, apenas esta misma llego a recogerla a su hogar. Y obviamente siendo el novio de la castaña y su buen amigo Miroku el chofer designado podría darse el lujo de tomar sin preocupaciones, SÍ, no estaba bien mal pasarse pero una vez al año no hace daño, que podría pasar que acabará mal...
Llegaron al bar, Miroku estaciono el vehículo, y prosiguieron a bajar del mismo, y fue ahí donde se arrepintió de no haberse puesto unos jeans o cuanto mínimo un abrigo arriba de ese ceñido y corto vestido color rojo, el frío calo en sus brazos y trato de cubrirse con los mismos. Su cabello azabache y ondulado de las puntas se le alboroto un poco. Se apresuraron a entrar al local, siendo abierta la cadena permitiendo el acceso de los tres chicos, al ser muy amigos del joven dueño del establecimiento, no faltaron las quejas y abucheos de los clientes que esperaban su entrada fuera permitida.
Cuando se encontraron adentro no tardaron en vislumbrar la figura de Kouga juntó a Ayame su novia, sentados en una zona muy especial del establecimiento, si claro era el V.I.P, siempre lo tenían especial para ellos, estaba un poco arriba del resto del lugar, había que subir tres escalones, había una sala bajita de piel en tono chocolate y blanco muy elegante, con pequeñas mesas donde las bebidas podrían ser ubicadas. Tenía una pequeña pista exclusiva de ellos donde sin duda podrían bailar, sin olvidar que también contaba con sus propios sanitarios exclusivos para una persona. Se acercaron a esa área e interrumpieron a su amigo Kouga que se besaba con su sexy pelirroja novia.
- Kouga, aun es muy pronto para que te devores a Ayame - ambos se separaron con una pequeña sonrisa y voltearon a ver a la castaña que artículo lo anterior.
- Chicos ya era hora, al fin llegan... Y cállate Sanguito que en un par de horas también serás devorada por mi pervertido amigo - si en efecto Kouga, no se equivocaba, Miroku era un pervertido.
Se saludaron todos de forma amistosa, y empezaron a pedir a un mesero bebidas, la bebida de Kagome eran los orgasmos, no tenía ni idea de que contenía, pero desde que su mejor amigo se lo dio a probar, no pudo dejar de ser adicta a ellos.
- Y dime Miroku donde esta el perro, no va a venir- le cuestionó Kouga a Miroku sabiendo que ese par eran como hermanos.
- Inuyasha debe de estar por llegar, le hable cuando veníamos y dijo que pronto vendría, que solo estaba esperando a que Kikyo terminara de arreglarse.
-mmmmm, conociendo lo superficial de Kikyo, esperemos a que lleguen el próximo viernes que toqué venir de nuevo... - comento Sango ocasionando la risa de todos.
-Te equivocas querida, ya estamos aquí - Sango solo pensó en trágame tierra, y los demás rieron.
Y es que Kikyo no le caía bien a ninguno, de no ser porque era la novia de su amigo Inuyasha estaban seguros que no la tolerarían y menos sabiendo que hace 9 meses la relación de Kagome e Inuyasha había finalizado porque Kikyo había sido la manzana de la discordia entre ellos, metiéndose bajo las sabanas de Inuyasha, y enredándolo para que dejará a Kag... de no ser por la ayuda de su mejor amigo, que siempre le brindo su apoyo, estaba segura que ni siquiera los podría ver a los ojos, pero ya nada era así y poco le importaban...
-Kouga y donde esta Bank - le pregunto Kagome al hermano de su confidente y casi hermano.
- Está en su oficina, tenía un pendiente que resolver con la cerveza, dijo que acabando bajaba.
No negaba que estar con sus amigos era muy divertido, Kouga y Miroku eran muy divertidos, y estar con Sango y Ayame era padrísimo, no dejaban de cantar... Empezaron a beber mucho, trago tras trago, su estado de animó era muy alegre, ese grupo de amigos era la sensación esa noche.. a excepción claro esta de Kikyo y obvio de él; Inuyasha, que ya no se parecía nada al joven que era antes, pues estaba tan enredado con Kikyo que se dejaba manipular de sobremanera, pero a Kagome poco le importaba, estaba así porque quería...
Aun y con ese gran ambiente, ya extrañaba mucho a su amigo, eran las 11 de la noche tenían poco más de una hora y nada de Bankotsu, pasaron 15 minutos más y por fin mientras Kagome bailaba junto a Sango hizo aparición el Rey de Roma.
- Hola pequeña, me echaste de menos - dijo tomando a Kagome de forma posesiva por la cintura, esta pego un salto asustada.
- Haaaay... estúpido, me asustas.. - y ya no contuvo de soltar una sonora carcajada que ocasionó que el moreno ladeara una sonrisa. Se colgó
de su cuello con sus brazos - Que tanto hacías que no venías, ya casi no te dejo que tomar.
- Pequeña borracha estas ebria, verdad - le alborotaba su azabache flequillo. - Además no por algo soy el dueño, siempre tendré que beber- le guiño un ojo.
- ¡Presumido! Anda mejor ya ponte a beber que la noche aún es joven.. - tomo una cerveza de vidrio de una tina que estaba en la mesita y se la dio, Bankotsu no dudo en tomarla y abrirla con sus molares sin dificultad para dar un gran sorbo.
- Vaya que lo necesitaba- dijo cuando la separo de sus labios y acabo de beber el contenido de su boca.
Así siguió la noche, Bankotsu una vez resuelto el pendiente con su proveedor de bebidas, se pudo dar el lujo de desestresarce bebiendo y divirtiéndose con sus amigos y esa bella joven que era como su hermana.
Se sentía incomodo al ver que ese par estaba ahí, no sabían como los detestaba por haber hecho sufrir a su amiga, esa Kikyo nunca le había dado buena espina, pero pues Kagome intervenía por ellos, al ser Miroku tan amigo del perro, como lo llamaba su hermano koga.
La música sonó a ritmo de Super Junior, y Kagome no lo dudo dos veces e hizo que su fornido amigo la sacará a bailar.
- Bank, ven bailemos - lo levantaba de la mano para empezar a arrastrarlo a la mini pista de baile - amo este grupo.
- Que latosa eres Kag, tu amas todos los grupos. Eres algo así como un trompo - expresó eso pero sus manos tomaron uno de las de la chica y la otra en su cintura.
Kagome con su mano libre le dio un pequeño puño en su hombro a modo de juego - Callate Bank, solo me gusta bailar, y tu al ser mi mejor amigo tienes que ser mi bailarín particular.- y empezó a bailar con el ojiazul.
La noche empezó a transcurrir, entre muchos más tragos y una Kagome muuuuy borracha, bailes y cantos por parte de los chicos.
El grado de alcohol en Kagome era como nunca muy elevado... y Bankotsu empezaba a cuidar de ella.
- Vamos Banky pide otro trago para mí.
- Lo siento mucho señorita borracha, pero mis empleados no te servirán ni un solo trago más - mencionaba y posteriormente daba una calada al cigarrillo en sus manos, conteniendo así el humo en sus pulmones y luego exhalándolo por sus fosas nasales - Ya estas a tu límite.
- Mal amigo - fingió un puchero pero ya no insistió, al menos no en eso. - Bueno invítame un poco de tu cigarro.
- Kagome, tu no fumas - se le quedo viendo - pero de a cuerdo, solo por está vez - anda, adelante.
Puso en frente del rostro de Kagome, ese mismo cigarro que el estaba consumiendo, y la azabache acerco sus labios a este, dio una inhalada como la que tantas veces vio dar a el, el humo consumido lleno su boca y siendo una total inexperta lo sintió muy pesado, lo quiso aventar para afuera como se supone debería de hacer, pero le ganaron las ganas de toser... no podía parar y Bankotsu se reía de ella mientras le daba pequeñas palmaditas en su espalda tratando de aminorar la tos en ella. Kagome empezó a sentir que su cerebro tembló, sintió un fuerte mareo acompañado de unas terribles ganas de vomitar, seguramente culpa de la nicotina.
-Bank, yo... - Dijo al poner ambas manos en su boca- voy a vomitar - y se levanto tratando de ir hacía el baño corriendo.
Pero demonios, nunca se imagino chocar con Kikyo que venia junto a Inuyasha después de haber bailado.
Nunca despegó las manos de su boca y trató de avanzar pero Kikyo la detuvo y sus náuseas incrementaron al escucharla decir sandeces.
- ashh... por Dios Kagome, fíjate por donde vas. - La miro con superioridad - no seguramente lo hiciste adrede aun no superas que Inuyasha me prefiere.
- Kikyo.. - dijo inuyasha al jalarla hacía el del brazo cuidadosamente - basta.
- Nooo... Inuyasha, estoy segura que me empujo adrede - Se soltó y busco encarar a Kagome.
- Señorita Kikyo, Kagome no es así, no haga un escándalo.
Bankotsu ya se encontraba justo atras de Kagome por cualquier cosa que esa víbora tratara de hacer contra su amiga.
- Yo... yo no lo, - pero ya no pudo seguir articulando palabra.
Sus terribles ganas de vomitar la vencieron, y al estar parada junto frente a Kikyo, todo su espeso y apestoso vómito fue y dio al lindo vestido de esa alta pelinegra, Kikyo no lo podía creer.. estaba que moría del asco...
- Hay por Dios - Dijo Sango tapándose su boca con las manos y tratando infinitamente contener la carcajada que anhelaba tirar.
Bankotsu estaba muy impactado, que asco, su amiga había vomitado sobre Kikyo...
Koga, Ayame y Miroku ya no lo aguantaron más y rieron a más no poder, Bankotsu ladeo una sonrisa..
- Lo siento - Kagome se limpiaba su boca con la parte inferior de su mano.
- Haaaaay... no puede ser, Inuuuuu... la estúpida me vómito, ashhhh mi hermoso vestido Louis Vuitton lo arruino - Pero al contrario se escucho un chasquido donde Inuyasha quiso contener una carcajada - estúpido no te rías, no es gracioso... dile algo.
- Amor, fue, fue un accidente.
Y por fin el moreno hablo
- Inuyasha creó que lo mejor, es que saques a tu distinguida novia de mi bar - Inuyasha solo asintió.
- Pero que demonios, escúchame bien Bankotsu, no me voy porque me hechas, me voy porque acá la Cenicienta arruinó mi bello vestido.
-Fue jalada por el brazo hacía afuera, mientras todos seguían riendo.
- Vamos Kikyo- y fue así que el peli plata se la llevó de ahí.
Todos continuaron en una carcajada Bankotsu se acerco a Kagome y antes de reír le cuestionó.
- Estas bien pequeña - Kagome solo asintió- diablos pequeña, como le fuiste a hacer eso, fue, fue muy gracioso... y asqueroso. -finalizó contagiando a Kagome de su risa.
Todos continuaron riendo un rato más, hasta que el incidente paso desapercibido, continuaron bebiendo y bailando, Kagome logró convencer a Bankotsu que le pidiera un par de cervezas más, alegando que eran una bebida más leve.
Llegó el turno de que Koga y Ayame se marcharán, se despidieron de todos, Bankotsu les informo al resto de sus amigos que su bar estaba por cerrar, que era hora de irse, Sango se encontraba dormida en uno de los sillones, y Kagome platicando con Bankotsu...
- Sango, despierta cariño, es hora de marcharnos... - la movió Miroku y esta abrió los ojos, asintió y se puso de pie pero trastabillo y Miroku la sostuvo de la cintura cruzando un brazo de Sango por sus hombros. - Kag, andando. Se supone te quedaras donde Sango - Dijo mientras avanzaba aferrado a su novia?
- No podrás con ambas Miroku...
Si quieres quédate en mi departamento Kag... - Soltó sin ninguna mala atención.
- Si, es perfecto, no quiero oír como este par de pervertidos hacen sus cosas..- río mientras acotó eso, aparte no dudaba nada de Bank y no creía ser consciente de ella misma mucho tiempo más, así que quien mejor que su mejor amigo para cuidarla, aunque éste se encontraba muy ebrio también era menos que como Kag, se encontraba.
- Jajaja.. bien chicos, nos vemos luego. - se despidió Miroku.
-Bien pequeña andando. - Dijo Bankotsu al imitar a Kagome, aunque empezaba a sentirse también mareado, sabía que estaba borracho pero aún podría hacer un 4, estaba seguro.
Empezaron a salir del establecimiento, Bankotsu solo le dijo a Jackotsu cuando pasaron por la barra donde estaba la caja, "Te encargó el bar" dando a entender que cerrara...
Salieron al exterior y Kagome se removió, si que el frío era considerable, se apego más al moreno y este pudo percibir el rico aroma a fresas que emanaba de su melena.
Subieron a su auto deportivo Mustang 2017 azul, él aseguró a ambos con el cinturón de seguridad, y arrancó su auto haciendo rugir el motor, partió a toda velocidad con rumbo a su departamento, que no estaba muy lejos de ahí.
Pasados 10 minutos ya se encontraban en el exterior de ese bonito edificio residencial, Bankotsu llevaba buena vida, al haber heredado junto a Kouga la fortuna de sus difuntos padres, e inaugurando su propio bar y haciéndose cargo de unos cuantos negocios más, mientras Koga se hacía cargo de la empresa de su padre formándose también un buen porvenir.
Estaba ayudando a Kagome a bajar del auto, la tomo de la cintura y empezaron a entrar al edificio... tomaron el elevador y entre pláticas graciosas del incidente con Kikyo, llegaron al piso del chico... Bankotsu abrió con sus llaves la puerta de su hogar e ingresaron...
- Tienes hambre Kag, o prefieres ir directo ala habitación. - cuestionó.
- Vaya si no fuera tu amiga malinterpretaría eso, si que sonó extraño - dijo divertida, pues sabía que el moreno no tenía ninguna mala intención con ella. - prefiero dormir. -puntualizó.
- Tonta, sabes que no me refería a eso...- y fue todo lo que alcanzó a decir pues al ir avanzado Kagome tropezó con su alfombra, dio gracias que el sillón estuviese de frente a ellos si no caer al piso hubiese sido doloroso - Cuidado.
Ambos cayeron sobre el sillón, Bankotsu arriba de Kagome, y cuando estaba dispuesto a levantarse para no aplastarla, cruzó su azulina mirada con la chocolate de ella, y esa fue la perdición de ambos, fue como si sus ojos empezarán un juego de seducción, no sabían que les pasaban pero ambos sentían un deseo nacer en sus entrañas... Kagome rodeó a Bankotsu con sus brazos por el cuello y se fue acercando a el muy lentamente.. "esta mal, lo se" pensaba su subconsciente, pero no podía detenerse, y el de azulina mirada no decía nada, demonios, porque tenía que cooperar, el debía negarse, eso no estaba bien...
Y fue así como ambos se perdieron en ese cálido beso, rozando sus labios en una cálida lucha de titanes, ambos los movían al compás del otro, sus cálidas respiraciones se mezclaban y el aire les comenzaba a faltar. Se separaron solo un poco y juntaron sus frentes, ambos cerraron sus ojos...
- Que rayos estamos haciendo, somos amigos Kag, los mejores amigos. - se sentía culpable un extraño deseo había empezado a calar en su entrepierna.
- No lo sé, pero se sintió tan... tan cálido - suspiró al mencionar lo ultimo.
- Así mismo fue. - abrió sus ojos y se topo con los de Kagome que ya lo miraban, sabía que eso era un error, pero las ganas de probar sus labios, habían cobrado fuerzas.
Y la volvió a tomar, la azabache no replicó y se dispuso a disfrutar de ese cálido beso, no se dio cuenta cuando fue que ese contactó se volvió más demandante, y para acompañarlo una de las manos del moreno se empezó a escabullir hacía su cintura, apretándola un poco. Para Bankotsu no había marcha atrás, sabía que se arrepentirían, pero ese deseo había cobrado intensidad en él.
Empezó a deslizar su boca hacía el níveo cuello de Kagome, y pudo escucharla gemir...
- Ban.. ban...Bankotsu -Suspiro al sentir sus labios, su aliento cerca de su oído la volvía loca -Aaaaa
- Kagome yo - pero no pudo finalizar.
-Yo también.
El sólo asintió, y la cargo en brazos enrollando sus firmes y largas piernas en su cadera, empezó a subir las escaleras y se dirigió hacía su habitación. La recargo en la puerta y beso nuevamente su cuello, ya no había marcha atrás, ambos habían caído en un juego seductivo del que ya no podrían salir.
Abrió la puerta y llegó a su amplía cama, bajó ala azabache justo en la orilla de esta y Kagome le dio la espalda, volteó a ver su amplia cama cubierta por esas intactas sabanas blancas y un gran edredón negro haciéndoles contraste.
- No puedo creer que estemos por hacer esto, tu y yo, somos amigos.
- Yo tampoco, pero... - se acercó a su espalda, ladeo el largo pelo de Kagome hacía un lado y empezó a repartir cortos besos en este - es indudable para mí, lo mucho que te estoy deseando.
- Aaaa, Bank.
- Y creó preciosa, que tu también me deseas.
- Egocéntrico.
- ¿Miento entonces? - prosiguió besándola.
- Mandaremos a la mierda nuestra amistad.
- No lo haremos.
-Bankotsu, yo soy Virgen. - ¿que era que? Bankotsu se quedo estupefacto, eso si lo sorprendió, entonces a sus 21 años ella no!?
-Entonces tu y el perro, ¿¡no!?
- No nunca... así que te pido que si va a pasar. - Hizo una pequeña reverencia - por favor cuides de mi, con el gran cariño que nos tenemos.
- Kag... - acarició su tersa mejilla con el dorso de su mano - Así será, pero si quieres aquí ponemos un alto.
- No, adelanté... deseó que suceda, tu mismo lo dijiste.
Y con una sonrisa Bankotsu volvió a besar sus labios, con una de sus manos deslizó el cierre de ese para el revelador vestido. Lo quito del cuerpo de Kagome y con suavidad la dejo caer en el mullido colchón, con el sobre ella...
Kagome portaba un pequeño conjunto de lencería semi transparente en color rojo, eso lo estaba volviendo loco. Siempre supo que su amiga era muy hermosa y sexy, pero nunca se había atrevido a faltarle al respetó. Empezó a besar su boca, poco a poco fue descendiendo por su cuerpo, hasta llegar a la superficie notable de sus abultados pechos, los beso y acarició con sus grandes manos por sobre la prenda hasta que la empezó a aborrecer, coló una mano por la espalda de la azabache haciendo que la espina dorsal de Kagome se entumiera. Y con una sobre maestría soltó el broche de ese lindo sujetar que le impedía deleitarse con la buena vista de sus senos al desnudo.
Los observó, eran muy perfectos, redondos, suaves, con esa aureola de un café como rosado, se notaba que estaba excitada, pues su pezón estaba endurecido, se miraba tan apetecible, que no dudó en ingresar uno a su boca mientras que al otro le brindaba atención con su mano.
- aaaah, Bank... - gímio Kagome.
El escucharla gemir lo volvía loco, "Solo esta vez" se decía mentalmente pues sabía que era un error.
Su entrepierna se empezó a sentir apretada bajo ese ajustado pantalón de mezclilla que portaba, así que se separo un poco de Kagome y se lo desprendió arrojándolo al suelo, imitó la misma acción con esa camisa negra ceñida a su fornido torso, y quedo solo en unos maravillosos boxers negros.
Volvió a prestarle atención a Kagome y ahora ingresó en su húmeda boca el otro pezón que no había recibido esa atención por su parte... Kagome suspiro y el empezó a repartir besos por su vientre plano, beso con mucha delicadeza, se permitió observar un momento el sexy piercing que Kagome tenía en su pequeño ombligo, y con una de sus manos empezó a bajar las pequeñas bragas de su amiga. Las arrojó al suelo y se deleitó al ver lo húmeda que lucía la intimidad de Kagome, sin pensarlo acercó su boca y con su lengua empezó a dar pequeños toquecitos en ese pequeño botón que sabía volvería loca a Kagome, el juego de su lengua se volvió circular, acercó un par de dedos a la estrecha cavidad de la azabache y los ingreso con sumo cuidado, tenía que prepararla si quería que al recibirlo doliera lo menos posible.
- Oh por Dios...
Bank siguió sin interrumpir su trabajo, la lubricación que empezaba a despedir Kagome era muy excitante. Y maldición su pene ya no aguantaba más, lo sentía hervir.
Al poco tiempo sintió como las paredes de Kagome se empezaban a contraer y pensó que ese era el momento justo, sin dejarla terminar se quitó y subió hasta su boca, la beso, dándole a probar a Kagome e propio sabor de su intimidad.
De manera desapercibida para la azabache se quitó sus boxers, está se dio cuenta solo cuando sintió la cálida erección del moreno apoyarse en su vientre bajo. "Quien mejor que tu para mi primera vez, que eres mi mejor amigo" Le dijo entre suspiros, muy cerca de su oído al moreno, éste solo asintió y se enderezo un poco, tomó su erecto miembro con su mano, lo masajeo un poco tratando de auto lubricarlo un poco con su propio líquido pre seminal.
Estiró su mano a la pequeña mesita encimera de un lado de su amplia cama, abrió un cajón e ingreso su mano, buscando un preservativo para ponerse, pero "demonios" pensó, al percatarse de que no tenía, maldito descuidado, como se le pudo pasar comprar más, "hazlo, te retiras antes" se volvió a decir mentalmente y al Kagome de nuevo no haberse percatado por su aún presente estado de ebriedad, se poso sobre ella, beso nuevamente uno de sus senos, después lo soltó un poco y en sus dedos puso un poco de su saliva, y la esparció sobra la intimidad de Kagome. Tomo su pene con una mano y con la otra una de las piernas de la de mirada achocolatada, y la enredó en su cintura. Bajo su rostro y a pocos centímetros del de ella, le hablo.
- Kag, esto será doloroso, pero trataré de ser muy cuidadoso. - besó su frente.
- Lo se Bank, confío en ti.. - Le hizo saber.
- Si necesitas que paré solo dilo. -Kagome asintió.
Colocó la punta de su erección en la virginal cavidad de Kagome y poco a poco empezó a empujar su cadera, Kagome dejó escapar un jadeo doloroso, y el paro un poco al sentir su miembro topar con esa barrera que anhelaba atravesar, Kagome era tan estrecha, que hasta le provocaba un dolor placentero. Le beso los labios distrayéndola del dolor que estaba seguro empezaba a sentir, se separó de sus labios, tomo aire y viendo directamente a sus ojos chocolates, tomo fuerza y de una sola y profunda estocada entro de llenó en el interior de su ahora joven amante. "¡Aaaaaah!" Kagome dio un pequeño grito, el paro en su interior, pues quería que se acostumbrara a tenerlo en su profundidad, la observo y con su mano limpió una pequeña lágrima que se deslizó por sus pómulos.
-Estas bien, quieres parar.
-No solo... espera un momento.
- Oooh Kag - y la abrazo por debajo de sus hombros con sus brazos - eres mía, esta noche eres solo mía.
- Jura que todo seguirá igual que siempre.
- Así será Kagome.
Y entre besos, empezó un suave vaivén sobre la azabache, era simplemente exquisita, no sabía que demonios le pasaba, las mujeres para el eran solo un objeto sexual que se usa y se desecha, hasta podría decirse que Kagome era la única mujer a la que le había tomado cariño después de su difunta madre. Y ahora la deseaba, la hacía suya, profanaba su ex-virginal cuerpo y la hacía estremecer con sus caricias, se estaba volviendo loco por ella.
Con una mano apretó uno de sus pechos, sintió como Kagome se relajó y aumento sus estocadas por unas llenas de pasión y lujuria... se sintió morir cuando sintió nuevamente pequeñas palpitaciones en el interior de Kagome y su humedad aumentar, estaba orgulloso de lo que se sabía le provocaba a Kagome, estaba seguro que ella estaba por tener un orgasmo, su primer orgasmo, y era el, ni más ni menos que su mejor amigo el que se lo provocaba.
- Oh Ban...kotsu... yooo..- gímio
- Hazlo preciosa, no te contengas. - dirigió sus dedos al clítoris femenino y lo empezó a estimular mientras seguía arremetiendo contra Kagome...
-Aaaaah! - Y llegó, Kagome lo envolvió entre su orgasmo, simplemente fue estupendo "tienes experiencia" Pensó Kagome y no comprendió por que se entristeció un poco.
Bankotsu de manera magistral y experta, invirtió posiciones dejando a Kagome arriba de el, quedando el sentado disfrutando de sus senos, Kagome se sentía extraña, muy observada, eso era nuevo para ella y no tenía ni idea de que hacer. Pero bankotsu poso sus manos en sus caderas y empezó a guiarla, la hizo seguir un delicioso ritmo de arriba hacía abajo, al Kagome haber tenido su resiente orgasmo, hacía muchos mas audible lo acuoso de la unión, estaba aun muy sensible, y de nuevo empezó a sentir ese calor acumularse en su vientre. Pero esta vez no sería ella sola, Bankotsu sintió su miembro arder... Sabía que era tiempo de retirarse pero Kagome era tan deliciosa y tenerla sobre el era muy provocativo, sintió como Kagome se envolvió en un nuevo orgasmo y ya no lo resistió más.
Dejó escapar su espesa y blanquecina esperma, en el interior de su amiga, no midiendo consecuencias y siento prisionero del placer tentador. Al ser tan egocéntrico se sintió aun más su dueño.
Abrazados trataron de regular su respiraciones.
- Quien mejor que tú... - dijo Kagome aún abrazando su cuello.
- Eres exquisita Kagome, fue delicioso.
- Si que lo fue - apoyo la azabache.
La azabache apoyo sus rodillas en el blando colchón y levantó lentamente su trasero de sobre el moreno dejando salir de ella poco a poco el anteriormente hinchado miembro de él. Ambos dejaron salir un ultimo gemido de inconformidad por el vacío que ahora se sentía.
Se dejaron caer en la cama boca arriba, viendo al techo de esa habitación, hundidos en sus pensamientos. Kagome se sentía rara, sentía que había traicionado su amistad al dejarse llevar, cosa que no quería, tenía que pensar bien las cosas.
Bankotsu, por su parte se sentía no menos extrañó, pero si de algo estaba seguro es que había disfrutado hacerla suya de sobremanera, esa sensación de satisfacción al saberse dándole placer a una mujer nunca había sido tan perfecta.
Entre dilemas mentales ambos se quedaron profundamente dormidos.
El amanecer anunciaba un nuevo día, y la luz del sol se colaba por entre las cortinas, esta empezó a calar en los pesados párpados de la azabache, que al ir despertando abría sus ojos, sintió el vacío en la cama. Volteó y si Bankotsu, no estaba. Se sintió mal de nuevo, no se podía dar el lujo de perder esa bonita amistad por una maldita noche de placentero sexo, el cual la hizo casi, casi tocar las nubes. Estaba decidida, tenía que poner distancia... Un olor delicioso calo en sus fosas nasales, era exquisito, de seguro Bankotsu estaba cocinando.
Se levantó, busco su ropa y una vez que la encontró se dispuso a ponerse cada prenda, y cuando estaba finalizando, Bankotsu apareció.
- Kag, has despertado - sonrió, hasta que captó que Kagome se había vestido.- como estas no te duele... nada - quería ser cortes, pues no sabía si su ex-amiga podría tener alguna incomodidad por el haberse entregado a el - preparé desayuno, puedes quedarte acostada.
- Yo debo irme - No lo pudo ver a los ojos.
- ¿Que, pero por qué?
- Bankotsu - lo nombro por su nombre completó, cosa poco cotidiana en ella - lo de anoche, fue un error, no debió pasar.
- Lo se Kagome, pero paso.
- Creó que por lo menos yo, podría confundir mis sentimientos, sentirme rara.
- Somos amigos, solo dejémoslo de lado y que no se vuelva a repetir.
- Bankotsu, fuiste el primer hombre en tocarme, tu me hiciste mujer pero lo más importante no quiero que nuestra amistad se vaya a la mierda. - Lo miró directo a sus azules ojos, ahora sí.
- No se irá a la mierda Kagome, somos adultos, nos dejamos caer por la pasión, solo paso. No dejemos que nos afecte y tan amigos como siempre... - la vio fijo y continuó - aunque... te voy a ser sincero, hacerte mía fue lo mas placentero que he hecho hasta ahora. - Kagome se sonrojo.
-Yo... yo debo irme, esto me confunde mas - quiso dar la vuelta pero Bankotsu la detuvo del brazo.
- Espera...
-No Bank, me voy y por nuestro propio bien y el de nuestra amistad, creó que lo mejor es que no nos veamos en un buen tiempo, no se unos meses tal vez. - se soltó de su agarré - Tu lo has dicho ya, hay que dejarlo pasar, y que mejor que tomar distancia.
- Pero...
- Por favor... yo necesito que así sea, hasta que mi piel olvidé el calor de tu piel, mis labios la calidez de los tuyos, mi cuerpo la suavidad de tus caricias, y mis oídos y mente tus suspiros.- Tomo el pomo de la puerta haciéndolo girar y volteó a verlo de reojo- No me quiero enamorar, eres mi amigo.
Bankotsu la vio y le cuestiono por ultima vez - ¿Estás segura? - Talvez el si la quería para él.
Kagome asintió y se giro dejando de verlo, antes de dar el primer pasó, se despidió - Hasta pronto Bank- y se marcho, camino fuera de ése lugar, tomo su bolso de la sala y se marcho del apartamento del moreno.
Bankotsu sentía una opresión de su pecho, se fue, se había ido de su vida. Se lamentó haberla hecho suya, pues estaba seguro que ahora la deseaba con el, deseaba hacerle el amor, ya no quería una amiga, quería a su mujer. La perdió, la perdió por una estúpida calentura, y no había vuelta atrás, tenía que sacarla de su ser, si quería que fuese nuevamente su amiga, así lo haría.
Gracias por leer
Idea original de Karla Yumaika Rios Pérez.
Salazar Rios FB
Yumaika Higurashi Fanfics Fanpage
Yumaika Higurashi Fanfiction
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