—¡Por fin la paz! ¡Mi venganza término!

Por mi mente comenzaron a pasar todos los buenos momentos que pasé en vida, toda la felicidad que sentí en el pasado, otra vez la sentí.

Unos segundos más tarde me encontraba en la sala de mi casa.

—Madison, ¿Eres tú? —preguntó una voz.

Mi vista se fue aclarando y era Alex, mi hermano, lo extrañé mucho, seguro esta es la paz, jamás me cansaría de estar con él.

—Sí, soy yo hermano —dije y una lagrima resbaló por mi mejilla.

—¿Qué haces aquí?

—Estoy en la paz, al igual que tú —sonreí emocionada.

—No, Madison, aquí no es la paz, yo lo estaba, pero creo que solo vine aquí para despedirme de ti.

—¿Despedirte? —pregunté y me acerqué más a él. —Pero si ya cumplí mi venganza, ahora soy libre, podré estar contigo.

—Exacto, Madison, completaste tu venganza, eso significa que aun muerta hiciste las cosas mal, nos mataste a todos.

De pronto en mi propia casa empezó hacer mucho viento, miré hacia la puerta, donde solía estar un gran día soleado, ahora estaba una completa oscuridad.

—¿Qué? ¿De qué hablas? Creí que si me vengaba iba a estar en la paz, ellos me hicieron mucho daño.

—No, Madison, el daño lo hiciste tu —dijo Ariana, ella estaba a un lado de mi hermano.

—Los únicos que te hicieron daño fueron Luna y Juan, ellos ya están pagando por sus culpas —esta vez estaba Lexa frente a mí.

—No, yo no puedo pagar por mis culpas, yo solo quería arreglar todo, estar bien conmigo, vengarme de los que se burlaron de mí.

—La paz no es posible para ti —Maritza sonrió.

¿'Qué hace ella aquí? Yo no la maté, no le hice nada a ella.

—La paz no es para ti —dijo Milena.

—No es para ti —mencionaron Paola y Airam.

—Por favor, no, perdónenme, no quise hacerlo.

—La paz no es posible para ti —Alex me miró.

Sentí que algo me atraía hacia la puerta, el viento comenzó a hacerse cada vez más fuerte, tenía tanto miedo.

Miré hacia la puerta y todo era oscuridad.

—Me iré al infierno, ¿Verdad?

El aire me atraía, no había como poder detenerme, no me podía sostener con nada,

Alex y los demás caminaron hacia mí, estoy defendiéndome con la puerta, todo está muy feo, ¿Qué mierda pasa? Esto no debería ser así, no, por favor no.

Ellos cerraron la puerta y yo me solté, el aire me llevo hasta la oscuridad.

***

Por mi venganza ahora tendré que vagar por el mundo, no pude encontrar la paz, ahora mi alma estará para siempre en este mundo.

***

POV Pablo.

Rocío tomó el volante y lo giró a la derecha, el auto se fue contra el lago, miré a los demás intentando abrir las puertas, están no se podían, antes de sumergirnos por completo abrí la ventana.

Después de unos segundos, Rocío cerró los ojos, ahora mi cinturón estaba atorado, después de forcejarlo mucho este se abrió, Katherine ayudo a quitar el cinturón de Carlos.

Jalé a Rocío hacia fuera del auto, nadé lo más rápido que pude hasta la superficie.

Con mucha dificultad pude a arrastrarme hasta la tierra, un rato después salió Luis, Katherine y Carlos.

—Vamos, Rocío, tienes que despertar —dije e hizo lo mismo que siempre miraba en las películas, después de varios intentos ella despertó.

Dios, me alegra tanto que ella esté bien.

—Madison tal vez creyó que estábamos muertos, ella se fue —mencionó Carlos sonriendo.

—Por fin nos libramos de ella.

Tal vez Madison no volverá molestarnos, pero eso no lo sabemos, no lo tenemos asegurado, pero si ella creyó que estamos muertos tal vez se fue para jamás regresar.