POV Pablo.

Rocío corrió hacia mí, ella estaba molesta, cuando estaba por golpearme la detuve.

—Tenemos que irnos de aquí —susurré de manera seria.

—Maldito, mataste a mi hermano —ella comenzó a llorar.

—Y él a mi hermana.

Hice una seña a los demás, rápido corrieron al auto y subieron. Cuando estaba por prender el auto, el cuerpo de Juan cayó al suelo y Madison nos volteó a ver.

Pisé el acelerador rápidamente y conduje por varios minutos.

—¿Ahora que vamos hacer? —preguntó Carlos nervioso.

—No lo sé, acepto cualquier plan que tengan.

Mi hermana está muerta, mis padres están de viaje, ellos no lo saben, seguro será muy doloroso para ellos.

—Tal vez debemos alejarnos lo más posible de la ciudad —mencionó Luis.

—Tenemos que ir a la policía —mencionó Rocío.

—No, ¿Estás loca? —preguntó Dylan mirándola molesto.

—Pues es preferible estarlo —respondió Rocío.

Rocío ya estaba más calmada, yo tuve que matarlo, él se lo merecía, él mató a Ariana, mató a mi hermana.

—Pablo, ¿Crees que sea una buena idea? —preguntó Katherine.

—No, ellos no lo creerán, Madison es un fantasma.

—Jamás me imaginé que Luna y Juan mataron a Madison, todo es muy loco.

Dylan tiene razón, yo jamás llegué a sospechar de ellos, y creo que mi hermana tampoco.

—Lo sé, ella era muy buena para ocultarlo —dijo Carlos.

—Si yo lo hubiera sabido, mi hermana estaría viva —dije, sintiendo una maldita lagrima resbalar por mi mejilla.

—Pablo, no es tu culpa. Ariana era super, ella siempre hizo todo para averiguarlo —mencionó Katherine. —¿A dónde vamos?

Ella se quedó observando un letrero a un costado de la carretera que decía "Saliendo de la ciudad".

—Lejos, solo quiero ir lejos de aquí —respondí.

—¿Qué pasara si ella nos está siguiendo? —preguntó Carlos mirando hacia atrás.

—No lo sé, debo darme prisa entonces.

Después de conducir algunas horas, llegamos a un pequeño motel que estaba en la carretera.

—Pienso que no es una buena idea estar aquí —Katherine estaba nerviosa.

—Sí, lo es, tengo hambre —Dylan se quejó.

Nos dirigimos a la pequeña oficina, al llegar había una señora de unos 45 años frente a un computador.

—Buenas noches, jóvenes, ¿Quieren una habitación? —preguntó la señora amablemente.

—No, queremos un helado —Dylan comenzó a reírse.

Nadie le siguió el juego, parece que Dylan no asimila lo que nos acaba de pasar.

—Sí, solo una —dijo Carlos rápidamente.

—¿Una? —preguntó Dylan confundido.

—Sí, creo que es preferible estar todos juntos.

Katherine tiene razón, aún no estamos seguro que Madison no vendrá aquí.

—Sí, solo una por favor —dije dirigiéndome a la señora.

La señora nos entregó una llave, caminamos a la habitación, todo era como en las películas de terror, estaba todo solo a nuestro alrededor, Katherine abrió la puerta y entramos.

—Dylan fuiste muy grosero, ¿Cómo se te ocurre bromear ahora? —preguntó Luis.

—Porque quiero, ya es hora de que vayamos asimilando lo que pasó —Dylan rápidamente se dirigió a una de las camas.

No le di importancia y me dirigí al pequeño baño. Me quité la venda que tenía en el cuello, la herida aún seguía ahí, ojalá todo fuera como en las películas, que todo se cura tan rápido, una herida tarda minutos en sanar.

Tomé la venda y la tiré al cesto de basura, mire en el botiquín y tome un curita y lo puse en mi herida.

—¡Pablo, Pablo, Pablo! —escuché que dijeron.

Me fui acercando a la ducha, de ahí provenían los susurros. Al abrir la cortina no había nada, eso me empezó a dar mucho miedo así que rápido salí del baño.

—Chicos, escuché que alguien me hablaba.

—¿Quién? —preguntó Katherine.

—No sé, creo que será mejor que nos vayamos, siento que Madison en cualquier momento vendrá.

Estaba comenzando a asustarme, o quizá solo estoy alucinando, pasó tanto en tan poco tiempo.

—Yo también quiero irme —mencionó Rocío.

—Por Dios, no me quiero ir, solo por una de tus estúpidas locuras, Pablo, nadie te habló, solo estas imaginando cosas, sabemos que tu hermana murió y estas en shock —dijo Dylan un poco molesto.

—Entonces quédate aquí.

Me dirigí a la puerta, salí y después Rocío.

—Si se van, morirán en manos de Madison —Dylan comenzó a reír.

—Si nos quedamos también.

Pero, ¿Qué mierda le sucede? Está comportándose muy pesado este chico.

—Carajo, no hay nadie en el puto baño —Dylan se levantó de la cama.

Katherine corrió a la camioneta, ella ya estaba lista para irse, por otro lado, Dylan se dirigió al baño, al abrirlo ahí estaba Madison.

—Hola, Dylan, ¿Me extrañaste?

Dylan intentó correr, pero Madison lo tomó de la cara e hizo lo mismo que con Luna y Juan, Dylan comenzó a gritar de dolor.

Carlos, Rocío, Luis y yo corrimos al auto y comencé a conducir.

Después de unas horas de manejar, miramos un puente, debajo había un pequeño lago.

—Madison nos encontrará a donde quiera que vayamos —dijo Luis.

Es muy bello, cuando mi mirada se fijó en el camino otra vez, mis manos comenzaron a temblar.

—¡Es Madison! —gritó Carlos.

Rocío tomó el volante y lo giro a la derecha, el auto se fue contra el lago.

***

POV Madison.

Me puse en el puente, ellos tienen que pasar por aquí, por poco mi venganza estará completada y yo estaré en la paz. Unos segundos más tarde, miré el auto, esté aún tenía mucho polvo sobre el techo, me puse en medio del puente.

Grandioso, se ven sorprendidos, sin esperarlo, el auto dio un giro que no esperaba y se fue contra la pequeña cerca que había.

Corrí para ver, primero comenzaron a salir algunas burbujas y luego se detuvieron.

—Ahora todos están muertos —sonreí. Mire mis manos y estas comenzaron a desaparecer. —¡Por fin la paz! ¡Mi venganza término!

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Espero y les haya gustado.

Muchas gracias por leer, este fue el último capítulo de esta historia.

¿Quién fue su personaje preferido?

¿Cuál fue su muerte favorita?