Capítulo 37.
POV Ariana.
Madison dejó caer a Ana al suelo, rápido se formó un charco de sangre.
—No puede ser —Katherine se agarró la cara con desesperación. —Nos matará a todos.
No voy a permitir que nos maté.
—Madison, detente —mencionó Chris.
—No, este es el momento perfecto, todos van a morir ahora —dijo Madison sonriendo.
—Chicos, tienen que correr hacia la puerta, ¡Ya!
Todos empezaron a correr, Madison levanto a César y Carlos por el aire. Luego también yo comencé a elevarse.
—Largo de aquí, váyanse —grité.
—No voy a dejarte, Ariana.
Sonreí y no, no puedo dejar que mi hermano intente ayudarme, esa maldita loca lo matará.
Los demás comenzaron a correr.
—¡Vete, Pablo!—grite molesta.
—No hay salida de aquí para nadie —Madison seguía con su estúpida sonrisa sobre sus putos labios.
Miré que Pablo corrió hacia el otro lado de la puerta y Madison nos aventó contra la pared, pronto todo se puso oscuro.
***
POV Carlos.
—Ariana, tienes que despertar, vamos, tenemos que salir de aquí.
La empecé a mover, pero no había señal alguna de que fuera a recobrar el conocimiento, miré hacia la puerta de la habitación donde estábamos, Madison se fue hacia allá.
Me puse de pie, di unos pocos pasos hasta la salida, pero Madison estaba bloqueando el paso.
—¡Pablo! —grité.
Inmediatamente él vino hacia mí, le dije que su hermana estaba inconsciente, que César se había quedado con ella.
Pablo rápido corrió hacia Ariana, no sé qué vamos hacer ahora, tal vez nuestro momento ha llegado.
—¿Alguna idea de cómo derrotar a Madison? —preguntó Luis nervioso.
Ni puta idea, esto es la vida real, no sabemos estas cosas.
—Podemos hablarle a los caza fantasmas —Juan comenzó a reír.
Miré a César que corrió hasta Madison, su cara mostraba enojo, cuando llegó hasta ella, nuevamente César floto por el aire.
¿A caso esta estúpida no se sabe algún otro truco de fantasma o que mierda?
—¿Quieren que muera el mudo?
—No, maldita, déjalo en paz —gritó Katherine molesta.
—Madison no lo hagas, si lo haces tú serás la causante de mi muerte —mencionó Alex con un gran vidrio en su mano.
Él puso el vidrio en su muñeca.
—¿Qué estás haciendo Alex?
—Déjalos ir, si no, tú serás la culpable de mi muerte.
Madison bajo a César, él rápido corrió hasta nosotros, Pablo vino con Ariana cargada, solo faltaba que iba a decir Madison.
--No lo hagas, ellos se irán, pero esto no es el fin —mencionó Madison.
Supongo que ella aun se preocupa por su querido hermano.
—Vámonos, Alex —Lucas quiso jalar a Alex, pero este se safo de su agarré.
—No, ustedes váyanse, yo me quedaré para hablar con ella.
—Tienes que venir con nosotros —dijo Dylan asustado.
—Que no, Dylan, váyanse ustedes, espérenme en casa —mencionó Alex.
La puerta se abrió, comenzamos a caminar hacia allá, Chris también venía con nosotros, lo cual era extraño.
—Un momento, Chris, tú no puedes irte —Madison sonrió.
Chris me miró, su cara expresaba miedo, pero él tuvo que regresar, salimos de la fábrica, nos subimos a los autos y le dejamos uno a Alex, él estará bien, Madison es su hermana, no creo que le vaya hacer algo, aun se preocupa por él.
***
POV Madison.
—Lo siento, Madison, no quiero vivir viendo como matas a todos.
—Ellos se lo merecen, hermano, tengo que hacerlo, tengo que descansar en paz —si pudiera llorar, supongo que este seria el momento en el que una maldita lagrima caería por mi mejilla.
—No, Madison, esto no te llevará a la paz, arreglar tus problemas si —mencionó Alex. —Cuando recibí tu falsa nota de suicidio, creí que lo hacías porque mamá y papá no nos ponían atención, eso sí que duele, y yo no sé cómo he sobrevivido tanto sin ti, te extraño mucho, Madison.
—Alex, no, tú tienes que seguir tu vida, sé que te queda mucho por vivir, puedes viajar, puedes hacer lo que quieras.
—No, no puedo hacerlo —mi hermano agachó la mirada triste. —Por eso decidí acompañarte, quiero morir para no estar solo.
—No, Alex, el suicidio no es la opción.
Alex solo se quedó callado, por un momento creí que estaba pensándolo otra vez, pero no, decidido tomó el vidrio y comenzó a deslizarlo por su muñeca en forma vertical.
***
POV Luna.
—No, Luna, por favor piénsalo bien, no me mates —suplicó ella.
Dios, ¿Por qué esto me resulta tan gracioso.
—Tengo algo mejor —dije y le extendí un papel y una pluma.
—¿Qué?
—Que tus amigos crean que los abandonaste —mencioné sonriendo. —Escribe lo que te voy a decir.
—No, jamás haría eso.
Ella se empezó a negar, así que levanté el arma, apuntando a su pierna.
—Entonces te mataré de la forma más dolorosa que pueda existir.
—No me importa cómo lo harás, hazlo, pero no quiero que mis amigos crean que los abandone.
Cargué mi arma, no lo pensé ni un segundo y jalé el gatillo.
—Ahhhhh —gritó Maritza del dolor.
—¿Te gusta cómo duele?
Ella rápido negó, sosteniendo su pierna, la sangre estaba saliendo muy deprisa.
—No maldita, perra, duele mucho.
—Entonces, escribe la maldita nota.
Maritza tomó el papel como pudo, su cara expresaba dolor, incluso algunas lágrimas salían de sus ojos. Después de unos minutos, Maritza termino de hacer la carta de despedida.
—Ellos van a descubrirlo y te van a mat...
No la dejé terminar de hablar, jalé el gatillo y la bala impactó en su frente.
.............../...............
Espero y les haya gustado.
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