Capítulo 29.
POV Chris.
—Lo siento, Pablo —di reversa para irme con todo contra ellos.
—Por favor, Chris, no lo hagas —Pablo seguía golpeando la ventana. —Detén el auto, por favor.
Cuando retrocedí lo suficiente me puse en marcha.
—Es hora —pisé el acelerador y Madison desapareció.
Tan rápido me fui que no vi a César que se puso frente al carro, él se impactó en el vidrio, para luego pasar por encima, mi pie seguía en el acelerador, un segundo más y me impacté contra la camioneta, la cual después de unos rechinidos cayó al barranco.
—¡Ariana, no! —logré escuchar la voz de Pablo gritando por su hermana.
Bajé del coche y miré a César tirado en el piso, él movió una de sus manos, ahí supe que él no estaba muerto, pero la misma suerte no fue para los demás.
Luna y Ana corrieron a ver a César, los demás corrieron para ver donde había caído la camioneta.
—No puede ser, ella no puede morir —comenzó a decir Pablo y se tiró al piso.
—No, yo no quise hacerlo —dije inmediatamente.
—Tienes que irte de aquí o ellos te mataran —Madison estaba detrás de mí.
Miré por última vez la camioneta, esta estaba de cabeza, lo último que observé fue que empezó arder en llamas.
***
POV Maritza.
Pude ver a Madison detrás de Chris, y después él comenzó a correr, alejándose de nosotros.
—Tenemos que bajar, ellos pudieron sobrevivir —mencionó Katherine asustada.
—Ellos no pueden estar muertos —Lucas estaba comenzando a llorar. —No podemos perderlos a ellos también.
—No lo están —Pablo se puso de pie y se acercó al barranco.
No había por donde bajar, teníamos que caminar mucho para poder llegar hasta ellos, así que lo hicimos, comenzamos a caminar, Luna y Ana se quedaron con César, él solo tenía algunos golpes, no era nada de qué preocuparse.
Increíble, después de ver la velocidad en la que iba Chris.
—Por favor, asegúrense de que Juan esté bien, me quedare a cuidar a César —Luna se miraba muy preocupada.
Después de unos minutos de caminar, escuchamos un gran estallido, la camioneta había explotado.
—Dense prisa —dijo Luis comenzando a correr.
—Oh por Dios, ¿Eso fue la camioneta? —preguntó Dylan sorprendido.
Pablo empezó a negar, podía ver lagrimas resbalar por sus mejillas.
—No, ellos están bien, ellos lograron salir, lo sé, ella no puede estar muerta.
—Ellos estarán bien, Pablo, Carlos es muy inteligente, seguro salieron de la camioneta —Elena sonrió.
Pude notar mucho miedo en el rostro de Ariana cuando la camioneta iba cayendo, la puerta estaba abierta, espero y no haya salido por ahí, ella no merece morir, ella tenía todo por delante, ella quería salvarnos a todos.
En cuanto a los demás es peor aún.
—Lo siento mucho, Pablo, pero tienes que entender que Ariana puede estar muerta —dije agachando la mirada.
—No, ella no puede estar muerta —Pablo comenzó a correr.
—Maritza, la explosión se escuchó muy fuerte, ¿Qué haremos si la policía viene? —preguntó Lucas.
—No, estamos muy lejos de la ciudad, no creo que se haya escuchado hasta allá.
El terreno cada vez era más bajo, después de unos minutos de seguir caminando llegamos hasta abajo, Pablo comenzó a correr, él quería estar seguro que su hermana no estaba muerta.
Nosotros hicimos lo mismo, comenzamos a correr con Pablo, Elena estaba preocupada por Carlos, él era su mejor amigo.
Cuando llegamos, los demás empezaron a fijarse en la parte trasera de la camioneta, solo lograron ver tres cuerpos quemados. Caminé hacia enfrente, no había nadie cerca, mi corazón comenzó a latir, me acerque del lado izquierdo de la camioneta y me agache para observar donde iba Ariana.
Cuando pierdes a un ser querido, inmediatamente piensas en que jamás lo volverás a ver, eso pensé yo cuando observé un cuerpo quemado en los asientos de la segunda cabina.
No, ella no puede ser, no por favor, Dios, no ella, comencé a decirme una y otra vez.
—¡Es Ariana! —grité muy asustada.
Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, Ariana era una gran amiga, ella no puede estar muerta.
—¿Qué? ¿Dónde está? ¿Está bien? —preguntó Pablo acercándose a mí.
—Lo siento mucho, Pablo, ella está muerta —extendí mis manos y lo abracé.
Pablo se agachó para verla, él no podía creerlo, vi que de sus ojos comenzaron a salir lágrimas.
—¡No, ella no! —comenzó a gritar.
—Pablo tranquilo, yo entiendo tu dolor —Alex se acercó a él.
Podía sentir su dolor, seguro debe sentirse muy feo perder a un hermano, alguien con quien siempre convives.
.............../..............
Espero y les haya gustado.
☹
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