Capítulo 2.
POV Luna.
Negué con la cabeza repetidas veces, no, ella no puede estar aquí, esta es una horrible pesadilla, no puede ser posible que este aquí, ella está muerta, ella se suicidó.
—Tienes que ayudarme —su voz entró por mis oídos causándome un fuerte escalofrió.
—No, no eres real, tú estás muerta.
—Si, estoy muerta, pero hasta que no encuentre a quienes me asesinaron, no podré estar en paz.
Abrí los ojos y la observé, Dios mío, realmente es ella, ¿Y si no estoy soñando? ¿Cómo lo haré? ¿Cómo voy a poder ayudarla?
—¿Qué quieres que haga?
—Averiguar quién me asesinó, si no lo haces, todos pagarán por igual —Madison sonrió, miró hacia la ventana, dejando ver una horrible marca en su cuello y sin más desapareció.
Suspiré más relajada, me recosté en la cama, ¿Cómo mierda se supone que encontraré a sus asesinos? No me dijo nada más, todo este año estuve pensando que ella se había suicidado, al igual que todos.
Además, ¿Y si esto no es real y solo lo imagine? Miré mi reloj y este marcaba las 3:33 a.m.
Cerré los ojos tratando de conciliar el sueño, pero por más que intentaba dejar de pensar en lo que había pasado, no pude alejarlo de mi mente. Las horas pasaron y mi alarma comenzó a sonar, pues ya era hora de levantarme, tenía que ir a la escuela.
Rápidamente me di una ducha, alejando el maldito sueño de mí, tomé mis cosas al terminar de alistarme y salí de la casa.
Tengo la costumbre de pasar por mi amiga Milena siempre, y este día no será la excepción, así que rápidamente caminé hasta su casa, di un par de toques y en unos segundos ella ya estaba frente a mí.
—¿Te pasa algo?
Negué rápidamente, seguro lo pregunta por mis marcadísimas ojeras.
—Todo está bien —dije sonriendo,
—Dime la verdad, sé que te pasa algo —Milena insistió mientras tomaba mi mano mirándome seriamente.
—Tuve una pesadilla y ahora creo que me estoy volviendo loca.
—¿Qué? ¿Por qué lo dices? ¿Qué soñaste?
Miré al suelo, solté sus manos y suspiré.
—¿Recuerdas a Madison? —pregunté y ella asintió. —Ella apareció en mi casa anoche, me pidió que la ayudará a buscar a sus asesinos.
Milena comenzó a reír.
—No manches, si te estas volviendo loca, esa chica se suicidó justamente hace un año —asentí obviamente recordando la muerte de Madison, yo más que nadie lo sabe. —Seguro fue una pesadilla, ignóralo y verás que nada va a pasar.
Milena tiene razón, Madison está muerta y es imposible que haya venido aquí a pedirme ayuda a mí, esas cosas solamente pasan en la ficción, suspiré ya más relajada y comenzamos a caminar a la escuela.
—Las pesadillas a veces se sienten tan reales, lo sé yo.
Al llegar a la escuela, nos dirigimos hasta el teatro, ambas estamos estudiando actuación, por lo cual todas y cada una de nuestras clases las tomamos en el hermoso teatro de la universidad.
—Buenos días, puercos —Milena llamó la atención de todos al entrar, algunos le respondieron, otros más simplemente la juzgaron con la mirada.
Nos sentamos hasta enfrente, el profesor subió al escenario donde había un escritorio y una silla en el centro.
—La clase comienza en diez minutos, los que no estudiaron el libreto para la obra de Halloween, por favor háganlo o quedarán fuera, muchos de sus compañeros se quedaron sin ningún papel y les encantará tomar el lugar de los irresponsables.
Y es cierto, algunos no pudieron obtener un papel, y por poco yo soy una de ellas, pero al menos logré participar con un rol pequeño, mis líneas no son muchas, así que ya me las aprendí.
El timbre sonó y la clase empezó, el profesor nos pidió subir al escenario para empezar con el ensayo de algunas escenas, justamente la mía era la primera, así que, al terminar mi pequeña aparición, me retiré por detrás del telón.
—Bien hecho, Luna —el profesor me sonrió y yo solo le agradecí.
Debo admitir que el profesor es un gran director de escena, nos enseña de todo y muy bien, para el estreno de la obra solamente faltan tres semanas y si no fuera por los irresponsables ya estaría perfecta.
—¡Hey! —la voz de Manuel me sacó de mis pensamientos, sonreí y él se acercó a mí. —¿Podrías acompañarme al sótano por sangre?
Asentí sonriendo, y lo seguí.
—Eres una gran actriz, Luna, sigo sin entender porque el profesor te dio un papel tan pequeño.
—Ah no, eso no importa, ya llegará el momento de poder protagonizar algo, pero mientras disfruto muchísimo actuar roles pequeños.
Manuel era muy guapo, su cuerpo era atlético, pues a inicios del semestre se propuso ponerse más grande, según él, eso le daría más oportunidades en la actuación, y obviamente eso es cierto.
—Pásame esa caja de ahí —Manuel señalo una caja de encima de un pequeño estante, estiré mi mano y la tomé.
—¿Qué hay aquí?
La abrí y oh mierda, la solté gritando fuertemente, había una asquerosa rata dentro.
—¿Estás bien?
—Sí, solo era una estúpida rata que se estaba tratando de comer este queso falso —cuando estaba por enseñárselo, sentí que algo cayó a mi rostro.
Con la poca luz que nos brindaba el foco del sótano, pude ver que era sangre.
—Manuel, esto no es gracioso —dije comenzando a molestarme.
En el suelo, había más y más sangre.
—Ayúdame —Manuel se dio la vuelta y pude ver que solo había reventado una de las estúpidas bolsas de sangre que tenía en las manos.
—Casi me matas del susto, creí que te había pasado algo, imbécil.
—Lo siento.
Tomé una bolsa y sin decir nada me dirigí hasta la salida del sótano, me detuve cuando escuché un grito de Manuel, y me giré.
—¿Manuel? —caminé hasta él, se encontraba ahora tirado sobre el suelo. —No es gracioso, en serio.
—¿Te parece gracioso ignorarme como si fuera un maldito vendedor en el centro comercial? —la voz venia de la oscuridad, pero estaba segura de quién era.
—¿Madison?
Ella caminó hasta mí, en su mano sostenía un martillo, el cual ya tenía sangre.
—No lo mates, por favor, te voy a ayudar —dije comenzando a llorar. —Por favor.
—Lo siento, Luna, tengo que hacerlo, yo te lo advertí.
Madison comenzó a golpear la cara de Manuel con el martillo.
—¡Ya basta!
...................../.....................
Esperó y les haya gustado, voten y comenten.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top