Capítulo 17.

POV Maritza.

Me alegro bastante escuchar que en esa computadora están los audios del día en el que ella murió, esos audios pueden salvarnos a todos, si encontramos a los asesinos, ella por fin nos dejará en paz y podremos seguir con nuestra vida.

—Solo hay una cosa —mencionó Ariana cabizbaja.

—¿Qué pasa?

Ariana me miró y señaló el celular.

—El celular tiene contraseña, por lo que deduzco que la computadora también.

Ay Dios mío, justo cuando pensé que con solo encender la estúpida computadora ya todo estaría solucionado.

—Debe estar en alguna página de su diario, ella siempre se quejaba de no recordar las cosas, estoy seguro que debió anotar ambas contraseñas —mencionó Alex y la tranquilidad nuevamente me invadió.

Ariana dejó la computadora en la cama y empezó a hojear el diario, debo admitir que me da un poco de intriga lo que hay escrito en esas páginas.

—Es hora de llevar el cuerpo al sótano, ¿O prefieren que se quede aquí? —preguntó Luna para luego reír.

—¡No! —gritó Ana. —Por favor, sáquenlo de aquí.

Los demás asintieron y Luna se acercó al cuerpo de Lexa.

—Entonces, ¿Quién ira a ver a César? —preguntó Karla.

—Yo quiero ir —escuché que dijo Pablo.

—Yo también voy.

No recuerdo a César, pero tal vez él pueda decirnos algo, bueno decirnos no, porque él no puede hablar, no entiendo, entonces como se va a comunicar con nosotros.

—También iré, yo sé exactamente que preguntarle, porque de algo estoy segura, Madison no le hizo nada a él —dijo Ariana.

—Si, vayan, pero primero tienen que ayudarnos a sacar a Lexa de aquí —Luis se acercó a donde estaba Luna.

—Cada quien tome uno de uno de sus extremos —Katherine caminó hasta ellos asqueada.

Katherine tomó su brazo, Luna el otro, Alex y Eddy la tomaron por los pies, yo solo los seguí, el sótano de la casa era muy grande.

Al encender la luz del sótano, inmediatamente vimos el cuerpo de Milena, ella se veía muy pálida, aunque tenía algo de color amarillento en su piel, tal vez ya se está descomponiendo.

—Hay que irnos ya —dijo Ariana saliendo del sótano.

—Está bien, por favor se cuidan, no quiero que les pase nada, siempre permanezcan juntos, uno nunca sabe cuándo pueda pasar algo —Luna nos miró algo asustada y yo asentí.

—No te preocupes, Luna, tendremos mucho cuidado —mencionó Katherine sonriendo.

—Te dejo la computadora, tal vez puedas cargarla en lo que encontramos la contraseña —Ariana le extendió la computadora hasta Karla y ella sonrió.

Ella la tomó y se sentó en la cama para buscar el cargador.

—En cuanto lo vean, nos llaman para saber cómo les fue —mencionó Renato.

Caminamos hasta la escalera, cuando Pablo detuvo a su hermana tomándola del brazo.

—¿Por qué no dejaste el celular? —preguntó Pablo confundido.

—Ese lo quiero ver yo, también me traje su diario.

***

Cuando llegamos al hospital donde César se encontraba internado, solo dejaban pasar a dos a verlo, esto después de inventar que éramos sus amigos.

Ariana y yo decidimos entrar, cuando llegamos a su cuarto todo estaba muy tranquilo, él estaba en su cama viendo televisión.

Toqué la puerta y en un segundo él se paró para abrirnos.

—Hola, César, un gusto verte, soy Ariana y ella es mi amiga Maritza.

César solo nos dedicó una sonrisa y se alejó de nosotras, en un segundo volvió, ahora cargaba una pequeña pizarra y un marcador color azul marino.

—Hola, las recuerdo, ustedes dos estaban en clase con Madison —escribió César en la pizarra.

—Sí, nosotras queremos hacerte unas cuantas preguntas sobre ella, todos dicen que ella fue la que te hizo eso —Ariana se tocó su cuello.

Yo solo observaba el cuarto, en el rincón había una pequeña mesa, en ella había muchas hojas de maquina color blanco y varios marcadores de diversos colores.

Sí, yo solo quise ser amable, ella era una perra, se tuvo bien merecido lo que le pasó, yo sé que ella no se suicidó —escribió César.

—¿Tu como sabes eso? —pregunté.

César se alejó de nosotras y caminó hacia su mesa del rincón, nos hizo una seña de que camináramos hacia él, nosotras fuimos acercándonos, él empezó a escribir.

El día que me paso esto, yo vi a Madison muy temprano en la escuela, lo cual se me hizo raro, me acerqué y le pregunté qué es lo que hacía con un maletín, a lo que ella me respondió, "Ese no es asunto tuyo".

Después de escribir eso, César tomó otra hoja y nuevamente comenzó a escribir.

—Yo me aleje de ella, luego sentí que alguien cortaba mi garganta, sentí un dolor muy fuerte, creí que moriría, para ser sincero, no vi si fue Madison, pero ese día no vi a nadie más que a ella.

César nuevamente cambió de hoja y siguió escribiendo, debe ser muy feo tratar de hablar y no poder.

Unos minutos más tarde, vi a unos chicos, ellos estaban disfrazados, creo que tenían que hacer una obra o que se yo, me dijeron que vieron a Madison cortarme, luego llamaron a una ambulancia, cuando la ambulancia llego, yo los vi entrar en el teatro.

—Cuando le dije a la policía lo que había pasado, ellos me dijeron que las huellas no coincidan con el ADN de Madison, aunque ella en el pasado hizo muchas cosas horribles, hasta llegó a matar, yo estuve ese día, fue un día horrible, ella suplicaba por su vida, pero ellos no se detuvieron, Madison creía que por tener dinero podía hacer lo que ella quisiera.

¿Sabes quiénes eran los chicos que iban disfrazados? —preguntó Ariana.

César preparó otra hoja y prosiguió a escribir.

Sin su ayuda hoy estaría muerto, sin mal no recuerdo era Karla.

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Espero y les haya gustado.

Voten y comenten.

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