Capítulo 16.
POV Ariana.
Frente a nosotras, se encontraba ghostface, ¿Cómo mierda entró aquí sin que nos diéramos cuenta? No tengo ni puta idea, además habló, pero su voz no me resulta familiar, ahora solo falta que sea un maldito loco que quiere brindarle homenaje a esa estúpida película de scream
—Ariana, vámonos —susurró Lexa a mi lado, pude ver que estaba asustada, al igual que yo.
Asentí disimuladamente, y mis pies empezaron a moverse poco a poco a la puerta, él solo está ahí parado, observándonos, con su gran cuchillo en las manos.
—Ustedes no salen de aquí.
—Maldito cobarde —dije molesta. —Si tan valiente eres sácate esa estúpida mascara barata.
—Ariana tengo miedo, no quiero morir.
—Yo solo cumplo ordenes, a mí me ordenaron usar esta mascara, así que yo usaré esta mascara, me pidieron no dejarlas salir de aquí y yo estoy obedeciendo —él nos miró y estoy segura que debajo de esa mascara esta sonriendo de satisfacción. —Si alguna de ustedes mueve aunque sea un puto dedo, tendré que matarla.
—Hijo de puta —apreté mis puños, sentía unas inmensas ganas de ir hasta él y golpearlo, pero si lo hago soy chica muerta.
Sostuve la computadora y el diario con fuerza, estoy muy aseada y enojada, pero de algo estoy segura, no voy a dejar que ese idiota me maté.
—Ariana, podemos correr, él solo ira tras una —susurró Lexa.
—No, no te muevas, no sabemos detrás de quién ira, no podemos arriesgarnos.
—Lo siento, Ariana.
Cuando volteé a verla, ella corrió.
—¡No, Lexa!
Ghostface corrió detrás de ella, solo alcance a ver que la tomó del cabello, deteniéndola al instante.
—¡Chicos, ayudaaaaaa! —comenzó a gritar Lexa.
—Te dije, si alguna se mueve, la tendré que matar.
—Por favor no, le hagas nada, tú no tienes por qué matar, solo déjanos ir —lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, él solamente arrastró a Lexa hasta dentro de la habitación.
—Tu cállate —gritó ghostface y me dio una cacheta, esta hizo que cayera al suelo.
Sobé mi mejilla y agaché la mirada, este no puede ser mi fin, no dejaré que me maté, al levantar mi vista, pude verlo, su cuchillo en alto y en un segundo, estaba apuñalando una y otra y otra vez el estómago de Lexa.
Sus gritos me erizaron la piel, pero yo no pude hacer nada.
—Ahora es tu turno —él dejó caer a Lexa, un charco de sangre comenzó a formarse debajo de su cuerpo, y caminó hacia mí.
—¡Ayudaaaaaaa! —grité con todas mis fuerzas.
Él corrió hacia mí y me cubrió la boca, comencé a forcejear, no puedo morir, no quiero.
—Ariana ¿Estás bien? —pude ver a Pablo llegando a la puerta de la habitación, luego a los demás.
Sus miradas rápidamente se fueron hasta donde estaba Lexa, al parecer ella seguía con vida.
—Esto apenas inicia —ghostface me miró directamente a los ojos y me lanzó al suelo, lagrimas comenzaron a inundar mis ojos, Dios mío, creí que iba a morir.
Pablo corrió hasta mi y me envolvió en un abrazo.
—Por Dios, Lexa, ¿Estás bien?—preguntó Maritza acercándose a ella.
Ella se giró para quedar boca arriba y pude verla, sangre estaba saliendo de su boca, intentaba decir algo, pero las palabras simplemente no salían.
—¿Llamó a una ambulancia? —preguntó una chica, creo que es Katherine.
Maritza comenzó a negar.
—Ariana, lo siento —su voz fue poco audible. —Creí que también correrías.
—La ambulancia ya no es necesaria —mencionó Luis cabizbajo.
Y era cierto, Lexa ya había muerto, sus ojos permanecieron abiertos, por lo que Luna se acercó a ella y se encargó de cerrarlos.
—¿Qué? —preguntó Ana. —No la piensan dejar ahí, ¿O sí?
—No hay otra manera, ahora tendrá que ir al agujero —Carlos enarcó una sonrisa. —Hicimos lo mismo con Manuel, Airam y Nick, ellos están debajo del escenario.
—No puedo creerlo, ustedes están locos —dijo Eddy mirándonos asustado.
Katherine, Ana y Eddy son los chicos que dejaron de ir a la escuela después de la muerte de Madison.
—No, no podemos, tenemos que llamar a la policía —la voz de Ana resonó en el silencio que se había formado.
—No, iremos a la cárcel, ellos nos van a culpar —Juan se acercó a Ana, quién tan solo miraba el cuerpo de Lexa.
—Pero si nosotros no hicimos nada —Katherine se alejó, la vi con intenciones de irse.
—¿Crees que la policía te va a creer que una maldita muerta esta tras nosotros?
Juan tiene razón, la policía no nos va a creer, y solo pensarán que estamos locos.
—Tranquilo, solo tenemos que llevarla al sótano, el cuerpo de Milena aun sigue ahí —mencionó Alex.
—Siento tanto que estés pasando por esto —lo miré y pude verlo preocupado.
—Descuida, lo que hace falta es saber quién asesinó a mi hermana, así ella nos dejara en paz.
Asentí y me dispuse a mostrarles lo que había encontrado.
—Encontré pistas —dije levantando el diario.
—¿En serio? ¿Qué pistas? —preguntó Luna.
—El diario, en él escribe que las dos personas que iban a verla en el teatro son un chico y una chica, ella llevaba un micrófono ese día.
—¿Micrófono? —preguntó Juan confundido.
—Sí, ella escribe que después de darles el dinero, ella iba a usar las voces para denunciarlos.
—Y el micrófono, ¿A dónde llevaba el sonido? —preguntó Alex.
—A esta computadora, pero esta descargada.
—Esos audios nos puedes decir quien mató a Madison —dijo Carlos dando un gran suspiro. —Dios mío, por fin.
Observé a Katherine y ella se miraba muy consternada por lo que había pasado, al instante supe que ella no sería capaz de matar a nadie, pero, ¿Quién sería capaz de matar a Madison?
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Espero y les haya gustado.
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