Capítulo IV
—Debiste asegurarte de que estaba bien muerto, igual que como hiciste con mis padres. Aunque debo darte puntos por casi lograrlo, el viejo Lan y tú, casi consiguieron librarse de mí.
La voz de Wei WuXian retumbó por todo el salón, potenciada por el silencio avasallador que reinaba, todos los ojos estaban puestos en él y los rostros pálidos de aquellos que se habían alegrado de su supuesta muerte, le causaban gracia, al mismo tiempo las lágrimas en los ojos de aquellos que sufrieron su "muerte" lograron conmover su corazón. Al parecer, su Lan Zhan no era la única persona que lo amaba.
Sin embargo, la mayor satisfacción fueron los rostros contorsionados de ira y preocupación que tenían Lan QiRen y Yu Ziyuan, las dos personas que se habían encargado de destruir su vida y arrebatarle a una de las personas más maravillosas que había conocido, a su gran amigo Wen Ning.
Wei WuXian continuó hablando.
—¿Quieres que te cuente algo divertido, "madre Yu"? —Hizo énfasis en la palabra, pero por primera vez estas salían con saña y dolor de los labios de Wei WuXian y no con esperanza y anhelo como siempre había sido.
Wei WuXian ahora entendía que aquella mujer no merecía ser llamada madre ni siquiera por los hijos que había traído al mundo, tanto Jiang Cheng como la ahora señora Nie Yanli, eran demasiado buenos para haber salido de las entrañas de esta serpiente.
—Es divertido pensar que yo habría sido capaz de perdonarte todo lo que hiciste, de perdonar tu atentado contra mí, habría sido capaz de callar y olvidarme de todo para que Jiang Cheng o mi jie no sufrieran, si tan sólo tu ataque solo me hubiera dañado a mí, pero no puedo perdonar que por culpa del odio corrosivo de dos personas nefastas mi mejor amigo hoy esté muerto... Wen Ning no merecía terminar así y eso no puedo perdonarlo.
La rabia y el dolor goteaban en las palabras de Wei WuXian como si fueran veneno. Mientras madame Yu lo miraba regodeándose entre la burla y la satisfacción.
—Tampoco le voy a perdonar el haber causado la muerte de mis padres, por su culpa estuve prácticamente solo mi vida entera a excepción de mis hermanos.
Jiang FengMian se sintió dolido ala escuchar a Wei WuXian, pero sabía que el chico tenía razón. Aunque juró ante la tumba de su amado que protegería a Wei Ying como su propio hijo, no había hecho un buen trabajo, ni con Wei Ying ni con sus propios hijos.
—No importa tu maldito perdón... ¿qué puedes hacer para devolverles la vida? —se burló— esa farsa de matrimonio merecía morir de la peor forma posible. Por culpa de tus malditos padres nunca pude tener la familia que yo merecía, los mataría una y mil veces más.
Yu Ziyuan estaba definitivamente enloquecida, el odio y la amargura le habían hecho perder la poca cordura que le quedaba, no le importó gritar delante de la crema y nata de las cinco ciudades, que había sido la responsable del accidente que acabó con el matrimonio Wei, dejando al niño en la completa orfandad antes de siquiera cumplir cinco añitos.
El jadeo sollozante de Nie Yanli sacó a su madre de la bruma enloquecida en la que había caído, nadie ni siquiera Mingjue había notado cuando la menuda y muy embarazada mujer había regresado al salón y ahora miraba a su madre como si la desconociera por completo.
—A-Li...
Yu Ziyuan barbuceó, de repente luciendo pálida y no tan engreída como lo estaba solo unos momentos antes.
—¿Cómo pudiste? —Yanli lloró abiertamente —¿Cómo pudiste intentar matar a mi A-Xian? ¿Qué te hizo?
La pequeña mujer arremetió contra su madre, sus manos formando puños que golpeaban en cualquier parte del cuerpo que pudieran alcanzar.
Yu Ziyuan estaba paralizada, jamás en la vida su dulce y adorable Yanli le había levantado la voz, mucho menos las manos. Era incapaz de devolverle los golpes o defenderse, no quería lastimar la a ella o al bebé en su vientre. Podía tener hielo en las venas e intentar matar al bastardo de Wei WuXian, pero jamás lastimaría a su pequeño loto rosa.
—A-Li, hija...
—¡No me llames hija! —los golpes seguían lloviendo sobre madame Yu, hasta que fueron detenidos cuando los fuertes brazos de Nie Mingjue rodearon a su esposa y la separaron de su madre. Yanli se negaba a ser detenida y seguía luchando por liberarse.
—A-Li, tienes que calmarte. Le harás daño a nuestro hijo.
Nie Mingjue trató de calmarla.
—Escúchame bien, Yu Ziyuan. Nunca más en tu vida vuelvas a llamarme hija, yo no tengo madre. Me niego a ser hija de una asesina, de un monstruo sin corazón como tú... Cómo te atreviste a hacerle daño a mi A-Xian, cómo pudiste matar a Wen Ning —lloró.
Las demás personas en la sala miraban con desprecio a la señora de Yunmeng. Los más hipócritas incluso habían comenzado a criticarla en voz alta. La voz de Wei WuXian los hizo callar a todos una vez más.
—¡Hipócritas! La mayoría de ustedes son unos hipócritas de mierda. La mayoría me odiaban y me deseaban la muerte a pesar de que nunca les hice nada. ¿Cuál fué mi pecado? Lo único que hice fué enamorarme de alguien a quienes ustedes consideraban superior a mí y mi destino fué sellado cuando él correspondió a mis sentimientos. Se morían de envidia que el hijo de un don nadie se robara el corazón de Lan Zhan.
Lan WangJi asintió, colocándose al lado de su pareja.
Yanli que había estado enfocada en su madre, se giró de repente hacia él, con las lágrimas empapando su bello y dulce rostro y el alivio de ver a su pequeño hermanito vivo podía notarse en toda su cara.
—A-Xian... —fueron sus palabras antes de desplomarse una vez más.
Wei WuXian corrió hacia su hermana, justo en el momento que Wen Qing no soportó más y arremetió contra madame Yu y ambas mujeres se enzarzaron en una pelea a puños y patadas.
—¡Huaisang! —la voz de Nie Mingjue se escuchó aun entre el disturbio, se dividía entre cumplir su deber como jefe supremo de la policía de las cinco ciudades o cumplir su deber de esposo y cuidar de su mujer y su hijo no nato.
—Hermano... —Huaisang apareció de la nada y sin necesidad de muchas palabras, entendió lo que su hermano necesitaba. Ayudado por Wei WuXian cargaron a Yanli y la sacaron del salón, Huaisang le prometió a Wei WuXian que cuidaría bien de su hermana y se la llevó al hospital.
Wei WuXian dejó a su amada hermana a cargo del cuñado de esta y regresó al salón, no había terminado su tarea aún.
Cuando regresó se encontró con que Nie Mingjue ya había sometido y esposado a Yu Ziyuan, mientras que Lan Xichen contenía a una muy furiosa y muy roja Wen Qing, la cual estaba luchando por soltarse del férreo agarre que el primero de los Lan ejercía sobre ella.
Jiang Cheng por su lado, se encontraba apuntando con un arma a Lan QiRen, que había intentado una vez más escapar aprovechando el alboroto. Jiang Cheng rogaba Por sus adentros que el viejo le diera una excusa aunque fuera mínima para usar su arma.
—Jefe, Nie. —Wei WuXian se dirigió a su cuñado— me imagino que tiene suficientes pruebas para arrestar a estas personas. —dijo señalando a madame Yu y a Lan QiRen— han confesado su participación intelectual y material en la muerte de Wen Ning, el intento de asesinato hacia mí y en la muerte de mis padres.
—No tuve nada que ver con la muerte de tus padres, muchacho. —Lan QiRen se defendió— mi problema siempre fuiste tú. No voy a pagar por un crimen que no cometí, ni siquiera la muerte del joven Wen no se suponía que ocurriera. Eso fué un error lamentable.
—Cierra la maldita boca, QiRen. —ladró madame Yu— no importa lo que digas, tus sobrinos nunca te perdonarán.
Aún en su precaria situación, la cizañosa mujer no dejaba de destilar veneno.
—Soy consciente de mis actos, Ziyuan. Tampoco estoy pidiendo perdón, no voy a disculparme por hacer lo que consideré correcto para proteger a mi familia, a los niños que crié como si fueran míos.
Lan QiRen desvió su mirada de la iracunda mujer y la clavó en el menor de sus sobrinos.
—Algún día lo entenderás, WangJi... Cuando tengas hijos, entenderás que un padre es capaz de todo para proteger a los que ama.
—No te engañes a tí mismo, tío. Nunca fuimos tus hijos, fuimos tus proyectos, tu seguro de vida. Nos trataste "bien" mientras te obedecimos en todo, pero en el momento que anhelabamos algo más, algo en contra de tus deseos fué cuando conocimos tu verdadero rostro. Espero nunca más volver a verte y realmente espero que si existe otra vida después de esta, jamás nos volvamos a encontrar.
El rostro de Lan QiRen se desencajó y sus ojos se llenaron de lágrimas no derramadas, levantó sus manos para que Nie Mingjue pudiera esposarlo y salió por su propio pie, contrario a su cómplice a quien tuvieron que arrastrarla.
El alboroto se reanudó en el salón, todos querían hacerle preguntas a Wei WuXian, pero Lan WangJi los alejó a todos. No confiaba en que nadie estuviera cerca de su amor.
—Wei WuXian, Lan WangJi... Exigimos respuestas. ¿Dónde estuviste todo este tiempo, Wei WuXian?
—¿Y usted quién cree que es para exigirme nada, líder Yao?
El chismoso hombre no se esperaba tal respuesta de Wei WuXian, quien había sido conocido por su naturaleza alegre y despreocupada.
—Pero...
—Le sugiero que se meta en sus asuntos, no estoy de humor para tolerar más estupideces de ninguno de ustedes. Me han robado cuatro años de mi vida, no pienso soportarlo más. ¿He sido claro?
El tono de Wei WuXian no dejaba espacio a la réplica, así que el grasiento viejo no tuvo más remedio que retroceder avergonzado.
—Wangji, WuXian. —la voz de Nie Mingjue rompió la tensa atmósfera que se había formado entre los presentes— las confesiones de madame Yu y el mayor Lan prácticamente han resuelto el caso, pero quedan algunos cabos sueltos y deberán acompañarme a la estación. Mientras más rápido lo hágamos, más rápido podremos procesarlos adecuadamente y dejar esto atrás. Huaisang me dijo que pronto entrarán a Yanli a sala de parto y me imagino que quieres estar ahí cuando nazca tu sobrino —sonrió.
Ambos asintieron y Wei WuXian sonrió genuinamente por primera vez en mucho tiempo.
Wei WuXian se giró hacia los invitados que aún permanecían en el salón.
—Eso es todo distinguidos invitados, Lan Zhan y yo esperamos que hayan disfrutado del espectáculo. La exposición "¿Quién mató a Wei WuXian?" Ha finalizado. Lamentablemente las pinturas no están a la venta, son parte de la colección privada de la galería, pero estarán en exposición permanente y de forma gratuita. Hay comida y bebidas, totalmente gratis y no, no están envenenadas. Gracias por venir.
Y con una sonrisa falsa que no era habitual en él, el loto rojo y el jade blanco se despidieron de sus "honorables" invitados de honor. La crema y nata de las cinco ciudades conocieron las identidades de los responsables del intento de asesinato a Wei WuXian y por fin, Wen Ning había sido vengado.
¿Fin?
Depende de ustedes 😈😈😈😈
Dejaré a elección suya si quieren extras, si tienen alguna pregunta o algo que les gustaría saber, déjenlo aquí.
Las quiero, besos en la cola😘😘😘😘
Cualquier error, ya saben lo que tienen que hacer. Nos leemos luego ❤️
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