¿quien lo diría?
POV normal.
Una mañana como cualquier otra, una chica de largos cabellos cafés atados al final con un pequeño lazo. Caminaba tranquilamente hacia su escuela.
Una universidad, una de las mejores de todo Japón. La escuela Liones.
Una escuela estilo medieval, forma de castillo, con grandes estándares. Solo personas ricas o de grandes habilidades podrían estudiar en ese lugar. En cambio, los que no eran ninguna de las dos opciones, siquiera podrían soñar con ir a ese sitio.
La escuela poseía una variedad de carreras y especializaciones realmente amplia.
En concreto donde ella estudiaba la rama de pediatría.
Con solo 20 años ya había terminado la rama de medicina convencional y ahora estaba con su verdadera pasión, pediatría. La rama de la parte de la medicina que mas le gustaba.
Una vez llego a su destino, se dirigió a su salon y entro. Encontrándose en ese lugar a un chico de hermosos cabellos café caramelo algo desordenados y ojos violetas llenos de vida.
-debe ser nuevo -pensó Caroline.
La joven mujer se sentó detrás del chico, esperando pacientemente al profesor.
-¡hola soy Arturo Pendragon! -hablo con gran entusiasmo el muchacho. -¿cuál es tu nombre? -preguntó tranquilo.
-soy Caroline Dragonfly -respondió suavemente.
-¡eres la hermana de Kevin Dragonfly! - el entusiasmado en su voz se notaba a kilómetros. -¡es un jugador profesional de la liga italiana!.¡es el mejor jugador! -Halago.
Lo joven se quedo helada, no sabia que decir en esos momentos, mas que una simple palabra. -gracias. -Con una pequeña sonrisa decorado su rostro.
Lo cierto, que su hermano mayor era uno de los mejores jugadores de su país, tanto, que fue llamado para jugar junto a la liga italiana cuando este aun era muy joven. En cambio ella, a esa misma edad, ya había casi acabado su carrera de medicina.
Ambos hermanos son diferentes, el mayor un gran jugador de fútbol, con super técnicas espectaculares, en cambio, la menor, con un intelecto envidiable. Pero aun así, el amor que sienten entre ellos, nadie lo podría superar. Después de todos, son hermanos.
El chico siguió halagando a su hermano y de lo orgulloso que debería de estar por ella. Después de todo, se dio cuenta que ella es muy joven. Mientras el joven halagaba a ambos por igual, ella solo se sonrojaba cada vez mas. Los cumplidos no era algo a lo que estaba acostumbrada.
Pero, por desgracia para ambos el profesor ya había llegado y había comenzado su clase.
Ambos tomaban notas sin ninguna dificultad. Era realmente facil para ambos.
Aunque bueno, apenas era el primer año y ninguno de los dos debería siquiera confiarse un poco, ya que eso los podría hacer reprobar y todo sus esfuerzos serían en vano.
*varios meses después*
A lo largo de los meses ambos chicos se hicieron grandes amigos.
Por un lado Arturo era bromista, hablador y juguetón. Él siempre lograba sacarle una sonrisa a la contraría.
Por otro lado, Caroline era seria y concentrada en su trabajo. Mas profesional, pero aun así ambos eran grandes amigos.
Si ambos aprobaran podrían llegar a ser una pareja de medicos realmente grande.
-Caro~~ -el llamado de una voz hizo que la nombrada girara en su dirección.
-¿que pasa Artu?.
-¿podemos estudiar juntos? -pregunto. Caroline levanto una ceja en señal de duda. -quiero decir, los exámenes no tardaran en llegar, sería mejor que estudiáramos para estar preparados.
-es una gran idea... y eso es mucho decir viniendo de ti... -se burló un poco.
-¡moo! Eres malaaa~~~ -hizo un pequeño puchero que a la contraria le pareció algo tierno.
-bueno, mejor vamos a nuestra siguiente clase, esta a punto de empezar.
Ambos chicos se dirigieron a su clase crecimiento, desarrollo y nutrición.
Esa maestra en particular era muy exigente, pero todo ello tenía una buena razón.
Su hijo menor había muerto por una mal nutrición, esa mujer llegaba a culparse mucho. Ella no quería que ningún niño muriera por eso, en general no quería que ninguno muriera. Por eso era la mas exigente de sus profesores, ella se encargaba de la disciplina que debian tener.
-Merlin-sensei, buenos días -saludaron ambos al pasar.
Merlin devolvió el saludo con la cabeza. No habían llegado tarde o retrasados. Solo la maestra usualmente llegaba muy temprano, así se aseguraba de que todos hubieran hecho las tareas. (O por lo menos de que no se copiaran en su clase).
-Artu, ¿tu que pusiste en la pregunta 10? - pregunto una joven peli-plateada.
-Puse que la comida chatarra no se puede comer todos los días, porque tienen muchos químicos, que pueden llegar a ser un problema para la salud en un futuro.
-yo puse que podía llegar afectar al organismo si se ingieren con mucha frecuencia -respondió la de ojos dorados.
-bueno, creo que la tengo bien... puse que puede dañar la salud por los químicos que posee, pero que no es malo comerla de vez en cuando -dijo pensativa la albina. -mm.. ahora que lo pienso, Caro, ¿por que usas lentillas de diferentes colores?, eso puede llegar a dañar tu vista... -dijo preocupada.
-me gusta cambiar el color de mis ojos, pero tienes razón... debería dejar de usarlas tan seguido...
#ring ring ring #
El timbre de la campana sonó, lo que significó el inicio de clases. Y así comenzó un nuevo día entre los tres amigos.
*un año después*
Se podía ver como unos chicos reían a carcajadas de otra chica, esta vez con su melena de un color azul brillante.
-¡no se burlen! -pronuncio con sus mejillas infladas.
Su personalidad había cambiado en ese tiempo. Desde que conoció a ese chico.
Su seriedad y profesionalidad seguía presente, solo que cuando estaba con sus amigos podía ser divertida y graciosa. Como si fuera una niña de nuevo.
-es que verde con ese tono brillante, ¡es gracioso! -siguió riendo.
-¡ahora veras pequeño idiota! -le grito para acto seguido perseguirlo, bajo la atenta mirada de un pelirosa con ojos negro. Con una pequeña sonrisa.
Como le alegraba ver a su pequeña hermana reír como cuando eran niños.
*un año después*
Se podía ver como dos personas estaban tomadas de la mano, caminando por un parque realmente hermoso.
-¿como es que terminamos saliendo?.
-la verdad, ni yo misma me lo explico. Solo se que cuando te perseguía por burlarte de mi...
-termine besándote y tu correspondiente...
-y justo después tuviste que huir de tu ídolo por que te quería matar -empezo a reír al recordar la última escena.
-¡no te rías!... que me sigue dando escalofríos...
¿que paso?. Eso es fácil.
*flash back*
Cuando una peli-azul de ojos onix perseguía a un chico de cabellos café caramelo y reía.
El chico se callo, llevándose a la contraría consigo. Para seguidamente darlo un dulce beso que ella felizmente correspondió, todo esto bajo la vista de se hermano.
Que muy feliz no es que estaba...
El se levanto dando un grito a los cuatro cielos -¡ARTURO PENDRAGON!.
Seguido de ese grito, podíamos ver a dos personas corriendo, una para escapar de su inminente muerte y bueno...
La otra lo perseguía para matarlo...
Aunque al final solo lo amenazo con castrarlo si le hacia algo a su hermanita menor.
O como él le decía, dragona.
*fin flash back*
Y como pueden ver, la escena debió ser muy graciosa, aunque sirvio para que ambos se "declararan" y se amaran.
-te amo dragona.
-y yo a ti, rey.
Un beso cálido se formo en ese momento.
*unos mese después*
Se observaba a dos jóvenes medicos entrando a un hospital.
Era el primer día de trabajo de ambos. Los dos jóvenes con la misma especialidad, la pasión de ambos.
Eran demasiado jóvenes, muchos no creían que podrían siquiera llegar a ser iguales. Para esas arrogantes personas eran niños pequeños, que nada de medicina sabían.
En ese lugar el titulo poco importaba, solo el dinero importante era. Ese hospital donde los sobornos abundaban.
-tks, quítate. -uno de los medicos mayores empujo a la ahora, pelirosada chica.
Su novio solo la ayudo a levantar, aunque quisiera enfrentarlo no podía, no quería rebajarse a su bajo nivel.
*varios meses después*
Dos jóvenes salian con una caja cado uno sobre sus brazos. Habían renunciado a ese horrible hospital.
Ninguno aguantaría un día mas, no después de que el hospital no quisiera hacerse cargo de un niño enfermo, solo por no poder pagar el tratamiento en ese momento.
Cáncer. Esa horrible enfermedad padeció, lo único que ambos pudieron hacer, fue mejorar su estadía en el hospital. Le llevaban dulces y juguetes para que no se sintiera tan mal. Le leían cuentos y jugaban en sus descansos con el pequeño.
Lo hicieron feliz durante su último mes.
Los padres del pequeño no los culparon, ellos hicieron sumamente feliz al niño. Sacrificando varias cosas que ellos les gustaría tener.
La chica sacrifico los libros y material de dibujos. Su novio sacrificó sus videojuegos y material de carpintería.
Ambos podían dedicarse a diferentes cosas y no a la medicina si quisieran. Pero ellos amaban esa profesión.
*unos días después*
Se podía ver como una pareja entraba a un hospital.
Hospital de inazuma.
Así se hizo nombrar.
Los recibió una hermosa chica de cabellos violetas, con el uniforme de enfermera.
Les guió por el lugar, les enseño su estancia de trabajo y les dijo todo lo necesario para estar ahí.
*un año después*
Se podía observar como un hombre se arrodillaba frente a una (ahora) pelinegra.
Las palabras que salieron de su boca la hicieron la mujer mas feliz del mundo -Caroline ¿quisieras ser mi esposa? -la esperanza de que aceptara era palpable.
-... -no respondió, solo se lanzó a abrazarlo y besarlo con pasión. Para después decir. -creo que tendrás que correr de nuevo cuando mi hermano se enteré...
-pero valdrá la pena.
*mese después*
Una hermosa mujer de cabellos rubios con vestido de novia, caminaba hacia el altar. Donde un hombre de cabellos café caramelo y esmoquin la esperaba.
Una vez la novia llego, la tan esperada celebración comenzó.
(Salto del tiempo por que no me acuerdo de que se dice XD)
-puede besar a la novia. -una vez dicho eso, el ahora esposo beso con ternura los rosados labios de la mujer.
Después de eso. La fiesta después de la boda comenzó. Donde comieron pastel y varios tipos de carnes, junto a algunos postres.
Fue un linda boda, que después de insistir mucho, su hermano la dejo realizar... ya que solo digamos que el pelirosa no quería que su hermanita se casara con él.
*una año después*
Una mujer cargaba a un hermoso pequeño pelirosa en brazos. Su marido estaba dando clases en la prestigiosa escuela donde una vez ambos estudiaron.
Ahora que eran padres, no querian estar separados de su pequeño Seiya.
-estoy aburrida~~~ -pensó la joven.
Se levanto de donde estaba sentada hasta ese momento. Para tomar las llaves de su auto y salir hacia la secundaria Raimon.
Quería ver como había cambiado el lugar donde una vez estudio, aunque poco tiempo.
Llego a los pocos minutos y vio los grandes cambios que había. Entre ellos el club de fútbol.
-si que ha cambiado... -pensó con nostalgia.
Camino con su hijo en brazos pasando frente al campo de entrenamiento. Viendo como los chicos jugaban y se divertían.
Un hombre con una banda en la cabeza de color naranja la vio y saludo con la mano. Una mujer peliazul que estaba con el hombre la vio y corrio hacia ella solo para abrazarla, teniendo cuidado con la pequeña criatura en sus brazos.
-es hermoso. -una sonrisa sincera apareció en sus labios.
Después de un tiempo viendo el entrenamiento se fue.
*años después*
Un joven pelirosa no mayor a los 20 años entraba a la prestigiosa universidad, donde una vez sus padres estudiaron.
Entro con una hermosa sonrisa en sus labios.
Después de todo, a ellos les hubiera gustado que no llorara por su muerte en ese accidente.
Y eso es lo que hacia, mostraba la hermosa sonrisa que su padre siempre le mostraba ante los problemas, sin dejar la seriedad de su madre.
Hoy comenzaría la carrera de medicina. Quería salvar a las personas como sus padres hicieron alguna lejana vez.
Fin.
Espero que les haya gustado este especial, ya que me esforcé bastante haciéndolo.
Bien. Como sólo una persona quiso preguntarme algo, solo a esa persona responderé.
Respondiendo a tu pregunta ¿te gusta alguien?
Claro, tengo novio y soy muy feliz con ese osito/king andante <3.
Bueno, ¡bye, bye mis acosadores!.
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