12 | 열 둘
—Señora Min, que bueno que llego —habla la señora Choi ayudando a Hyo Joo con las bolsas de compra.
—Te ves preocupada ¿Sucedió algo, So Hee? —pregunta dejando las bolsas en el sofá de la sala y analizar a la menor.
—Es el joven Min, no nos permite entrar en la cocina, y pronto será hora de la cena —le comenta preocupada.
—¿Mí Yoongi? —So Hee asiente —Entiendo... ¿Mi esposo aún no ha llegado? —niega, y ella sonríe —Pueden pedir comida.
—¿Para todos los empleados?
—Sí, So Hee hoy invitamos nosotros —confirma aliviando a la castaña —¡Ah! Por favor pide pollo frito, normal y sazonado para mi.
—Sí, señora —asiente para luego caminar hasta el salón de empleados y comunicarles la buena noticia.
Hyo Joo, en cambio, se dirige a la cocina. Desde el umbral de la puerta puede ver como su hijo esta concentrado en terminar unos cupcakes de red velvet, sus favoritos.
La isla de la cocina se encuentra llena de postres. Tartas, flanes, incluso pan.
«¿Qué es lo que te tiene tan preocupado, mi niño?»
Se pregunta con un puchero en los labios mientras se recoge el cabello en una coleta. Se remanga la camisa y decide caminar hasta Yoongi. El pelinegro ni se entera de su presencia hasta que ella toma un pastelito y lo muerde.
—Te ha quedado delicioso ¿piensas abrir una pastelería? —pregunta con una sonrisa.
—Me has asustado, mamá —confiesa mientras sigue decorando los demás pastelitos.
—¿Has estado toda la tarde? So Hee me dijo que no les has dejado entrar a la cocina.
—Solo le pedí unos minutos más, necesitaba terminar.
—Bueno, hijo, ya son más de las ocho ¿Seguro que quieres más tiempo? —Yoongi se gira a ver a su madre sorprendido.
—No, no, no pueden ser las ocho, yo entre a las cinco a la cocina —replica tomando su celular y en definitiva ya eran pasadas las ocho —Creo que me eh dejado llevar, levantaré todo.
—Hagamos esto juntos, chef —bromea su madre sacándole una sonrisa.
Ambos comienzan a limpiar. A Hyo Joo se le hace inexorable no estar inquieta con respecto a su hijo. Algo le molesta, le tiene preocupado, pensativo ¿cómo lo sabe? Bueno, aparte de ser su madre y conocerlo de pies a cabeza, el pelinegro suele cocinar por eso mismo, para distraerse.
El recuerdo de un pequeño niño de nueve años invade su mente. La época en la que Yoongi hablaba hasta por los codos; hablaba con los empleados, con las plantas, extraños en los centros comerciales, incluso solo. A su madre le divertía la actitud de su hijo, relataba de principio a fin su día en el colegio, sus actividades y por sobre todo le gustaba hablar de sus amigos.
No puede establecer una fecha exacta en lo que todo pareció acabar. Su pequeño ya no quería ir a la escuela, hablaba cada vez menos y no le gustaba salir de casa. Hyo Joo creyó que era la adolescencia hasta que una noche escucho a su hijo llorar en su habitación. Le destrozo el alma verlo de esa forma. Trato de hablar con él pero se rehusaba a responder.
Decidió llevarlo al psicólogo pero lo único que conseguía era hacerle llorar más, no sabía como ayudarlo, se sentía tan inútil. No solo ella, también Seung Ho. Ambos se sentían desesperados por encontrar una solución al problema. Fueron al colegio, hicieron una reunión de padres pero nadie decía nada. Nadie podía ayudarlos y el silencio de Yoongi no colaboraba con su investigación.
Finalmente les llego la solución una tarde en la que Yoongi se quedo en la sala mirando un programa de cocina. Luego de dos meses de batalla constante su hijo le pidió algo.
"Mamá, quiero preparar los pastelitos que muestran en la televisión ¿Es posible comprar los ingredientes?"
Hyo Joo dejo el ordenador de lado, tomo sus llaves y salió de la casa junto a su hijo para comprar los utensilios necesarios. Se pasaron toda la tarde comprando cosas para el pelinegro, y por primera vez en todo ese tiempo Yoongi sonrió.
El pequeño cocinaba todas las tardes. En un principio cuando los postres no le salían bien, lloraba de frustración y los terminaba tirando a la basura, con el tiempo lo pudo llevar cada vez mejor. Dos semanas después de las compras le pidió otra cosa.
Los señores Min se encontraban en su habitación durmiendo cuando el ingreso en su habitación, se acomodo entre ellos dos y les pidió que le cambiaran de colegio. Sus padres le preguntaron el por qué, Yoongi no respondió solo lloraba. No insistieron más y al día siguiente cambiaron a su hijo de institución.
—¿Cómo te fue en casa de Jeongguk? Es la primera vez que te quedas a dormir con él.
—Bien, es un buen amigo.
—Su tía me ha caído de maravilla ¿deberíamos invitarlos a cenar? —a Yoongi casi se le salen los ojos escuchar eso.
—No, él esta ocupado con sus partidos. Comenzaron la temporada y están muy estresados con eso
—Con mayor razón deberíamos de invitarlo, podemos llamar a Seok Jin, Jimin y el de sonrisa bonita, Hoseok.
—No creo que sea conveniente, en serio que están ocupados pero preguntaré.
—Esta bien... —asiente secando sus manos con el trapo de cocina —Alguna noticia sobre DaeWon ¿No se acerca el aniversario del colegio? Sabes que podemos colaborar con cualquier cosa ¿Debería ir a la junta de padres?
—Si llega a surgir algo te comentaré yo, no es necesario que asistas —le dice su hijo sacándose el delantal y doblando el mismo.
Hyo Joo se acerca a él tomándolo de las mejillas.
—Sabes que te amo ¿no? —le confiesa tomando al pelinegro por sorpresa —Para tu padre y para mí eres lo más valioso que tenemos, siempre puedes contar con nosotros ¿Esta bien?
Yoongi asiente, y Hyo Joo le da un beso en la frente.
[...]
Entona con su guitarra su última canción, una divertida y fresca, perfecta para el verano. El escenario es gigantesco y el publico llena por completo el estadio. Fueron invitados a un festival de música en los Estados Unidos.
Esta empeñado en dejar su cuerpo y alma en el escenario, no se permite aflojar. Debe dar lo mejor. Esta por llegar a las últimas notas y lo hace como todo una súper estrella.
Puede escuchar a la multitud gritar su nombre.
—¡Taehyung! ¡Taehyung! ¡Taehyung!
Sonreí orgulloso, y repite.
—Taehyung, Taehyung
—¡Despierte ya, Kim! —le grita su maestro. Él da un brinco para recomponerse en el asiento.
Sus compañeros ríen, y su amigo a su lado parece ser el más ruidoso.
—¿Tiene usted idea de cuál es el desempeño ideal de un antropólogo?
En blanco y nuevamente risas, él no puede evitar contagiarse. Su profesor suelta un suspiro, y sigue con la lección.
—¿Fue mucho tiempo?
—¿Bromeas? Haz cantado un álbum completo —le informa entre risas —lo mejor es que lo tengo grabado ¿Qué dirían tus fanáticas si te vieran babeando en medio de clases?
—No me importa la verdad, publicalo. Los comentarios estarán llenos de "Oh my god he's gorgeous" —imita de forma aguda con su perfecto inglés.
—¿Por qué no me sorprende? —comenta el profesor —Ustedes dos siempre, debería de-
La campana lo interrumpe, y ambos adolescentes no tardan nada en salir de clases con sonrisas triunfantes en sus rostros. En el salón de música ambos se encuentran practicando, hasta que Taehyung resopla de forma exagerada.
—¿Qué te pasa?
—Estoy aburrido —le confiesa —No tengo inspiración y siento que mí cerebro se derrite.
—Bueno, no sé a qué te refieres con "mí cerebro" pero-
—Ja, ja, ja, ja —ríe de forma sarcástica para terminar sacando una risa genuina.
—Eres tan tonto, te ríes por nada —le comenta NamJoon riendo junto a él.
—Tu me sigues la broma, por eso eres mi amigo —le contesta con una sonrisa —Me voy...
—¿Dónde?
—Lo eh estado pensando y quiero hablar con Min Yoongi.
—Ese asunto no te incumbe.
—Sí pero estoy aburrido, y si no hago algo voy a explotar así que.. me voy —le informa saliendo del salón con dirección hacía el salón del pelinegro.
Observa un poco los pasillos, y le toma la mano a una chica que esta pasando por ahí.
—¿Eh? ¿Se te ofrece algo? —pregunta con una sonrisa tímida.
—¿Eres compañera de clases de Min Yoongi? —la castaña asiente con la cabeza un tanto desilusionada al saber que el muchacho bonito no la busca a ella —Podrías decirle que le estoy buscando ¿Por favor?
Ella esta a punto de negar pero la sonrisa angelical del peliverde le obliga a ayudarlo.
—Gracias, ten un lindo día —le dice viéndola ingresar al salón.
Se queda en el pasillo esperando, y escucha la voz de Namjoon.
—¿Y cómo piensas acercarte a él? Si hay algo que lo caracteriza muy bien es su actitud tajante con los demás...
—Me gusta improvisar...
—¿A sí? Bueno, improvisa rápido por que viene hacía acá —Taehyung gira a ver y sí, se trataba de él —Me voy.
—¿Dónde?
—No sé, estoy aburrido —le contesta obvio como Taehyung lo había echo antes mientras camina en dirección contraria.
Taehyung analiza nuevamente el lugar, y encuentra la excusa perfecta.
—¿Eres Min Yoongi, no? —le pregunta directamente tomándolo del brazo.
Yoongi le aleja.
—¿Tú me llamaste?
—Sí, soy-
—¿Para qué?
—Oh bueno... ¿Quieres leer el cartel que esta aquí? —le sugiere tomando por los hombros al castaño y colocándolo en enfrente de él —Se acerca el aniversario del colegio ¿piensas colaborar?
—¿Eres tonto o algo así? ¿No puedes leer, es eso? —se gira a mirarle, Taehyung se aleja un poco.
—¿Qué se te subió por el culo y murió allí? —le pregunta de forma directa.
—Entonces me llamaste para nada... Eres un tonto... —comenta pero antes de marcharse Taehyung le toma la mano.
—Espera, quería invitarte al Huxley, esta noche —Yoongi se suelta del agarre del chico.
—Eres un completo extraño para mí, no gracias.
—Sí iras —le contradice tomando su mano y arrastrándolo hasta el salón del pelinegro.
Yoongi se resiste pero parece no querer soltarle. En el salón Taehyung busca con la mirada un bolígrafo, al encontrarlo en la mesa de uno de las chicas lo toma pidiendo permiso antes, la dueña del objeto le dice que sí sin mucho esfuerzo.
Taehyung le escribe su nombre y su número de celular en la palma de la mano. Devuelve el bolígrafo y le dice.
—La entrada corre por cuenta mía —y se marcha del lugar dejando a todos atónitos sin saber qué es lo que acaba de pasar.
Yoongi mira su palma atento y analizan la situación. Un extraño acaba de invitarlo a salir ¿A él? Es que aquel chico no le sonaba de nada.
Jeongguk acaba de llegar con cuatro bolsas de papitas al salón. Se sienta sobre una mesa y les entrega un paquete a cada uno.
—¿A qué no adivinas que acaba de pasar? —le dice Hoseok abriendo las frituras.
—No ¿Qué paso?
—Un chico extraño acaba de venir a hablar con Yoongi y le ha escrito algo en la mano —termina diciendo Seok Jin sin poder creerlo aún.
—Se me hace conocido de algún lado —comenta Jimin más para si mismo que para los demás.
—¿Un chico con Yoongi?
—Sí, es que no sé que esta pasando últimamente que Yoongi saca amigos de la manga —habla Hoseok llevando un puñado a su boca.
Jeongguk no puede evitar mirar a Yoongi, y preguntarse quién es ese chico.
—¿Jeongguk te vas a comer eso?
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¡Finalmente el peliverde apareció!
Felicidades a lxs que acertaron!
Muchas gracias a todos por el apoyo que le están dando a la historia. No saben lo feliz que soy al leer sus comentarios AHSUDJSJAJAJA me hacen reír y me entran ganas de actualizar todos los días pero... la tarea me tiene de rehén.
Mil gracias nuevamente! Tengan una linda semana!
(Maratón 3/3)
GLOSS
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