Una broma... una maldita broma la cual casi le costó la vida, eso fue lo que le dijeron que fue su accidente, una broma que salió mal, una maldita broma de arrojarle al lago negro pero por un "error de calculo" llego hasta una parte profunda y su casi muerte.

No podía estar mas molesto, el hacer pasar todo eso como una broma era totalmente estúpido pero no podía hacer nada, su cuerpo estaba totalmente débil por el esfuerzo realizado y ni hablar de su magia, puesto que uso gran parte de sus reservas en colocarla en el vientre y así poder darle mas tiempo a su hijo.

Lo único bueno es que, cuando apenas despertó, estaban sus amigos y varios de sus compañeros a su lado en dónde le contaron que ya no le dejarían solo, no se iban a arriesgar a que pasara algún otro accidente, por lo mismo siempre alguien le acompañó en la enfermería, puesto que la enfermera le dijo que debe quedarse casi un mes haciendo reposo tanto por su cuerpo como por su magia.

En esas tardes, donde hablaba con Lucius, él le conto lo que paso ese día, en donde mientras estaban buscando a Severus para llevarle al gran comedor vieron como algo caía al lago negro junto a las risas de los merodeadores, en ese momento pensaron ambos en Severus, a lo que Lucius se arrojo al lago negro para levantarlo mientras Regulus corrió dentro del castillo buscando ayuda de los profesores.

Cuando al fin Lucius llego a la superficie con Severus los maestros llegaron, los cobardes Gryffindor ya no estaban en la escena del crimen, solo vio a los maestros usando un encantamiento para que ambos puedan llegar sin problemas a la orilla y llevaron rápidamente a Severus a la enfermería.

Su jefe de casa les pidió explicaciones donde, entre ambos, le explicaron lo que sabían y tanto su jefe de casa como la sub directora estaban demasiado molestos con los merodeadores así que, sin poder evitarlos, le mandaron dos meses de castigo limpiando el castillo, aparte de ello tenían un mes ayudando a los maestros, especialmente a Minerva y Slughorn.

Sumándole que como venganza que el jefe de casa, totalmente molesto, le resto 100 puntos a cada uno de los involucrados, es decir Sirius y James, mientras que a el y a Regulus les coloco 100 puntos por arriesgarse y salvar a un compañero de casa, dejando a la casa de los leones en el ultimo lugar en la competencia de las casas.

Severus escuchó todo en silencio, la verdad no le afectaba demasiado, bueno, en parte se alegraba de que al fin obtenían algún castigo pero él solo tenía una cosa que le hacía feliz y eso era que a pesar de todo su bebé estaba bien.

Durante el mes en la enfermería Severus seguía trabajando en sus deberes, no quería retrasarse con sus estudios, llegando fácilmente al sexto mes de embarazo, siempre con una persona a su lado que hacía de su cuidador asegurándose de que ninguna persona indeseada se acercara a el.

Así pasaron dos meses mas, al fin llegaron al octavo mes en donde estaban ya cerca de terminar el año escolar, su hijo coincidiría con la cerca del termino del año escolar.

Severus estaba preocupado en un inicio, no tenia realmente nada, pero lentamente comenzaron a llegarle regalos, tanto de sus compañeros como personas de diferentes casas y profesores, lo cual le extraño demasiado y le pregunto a su amigo, el cual le explico algo que le escondió para no preocuparlo.

Lo que pasó fue que cuando lo sacaron del lago negro el encantamiento glamour desapareció, lo cual hizo que en el camino a la enfermería más de una persona le viera su vientre ya mas grande, a lo cual comenzaron a hacer preguntas y los maestros confirmaron el embarazo de Severus, haciendo que varios se sorprendieran y otros comenzaron a ayudarle en las cosas que le hacia falta y demás.

Gracias a las cosas que comenzó a juntar, el director le dio un cuarto aparte a Severus en el cual lograba dejar las diversas cosas, entre ellas unos regalos como la hermosa cuna con una manta verde claro por parte de Lucius, las diversas ropitas y mantas de bebé de todos los colores, las cuales fueron entregadas por diversos alumnos y maestros al igual que juguetes y pañales.

Regulus le regalo un conjunto de color celeste, el cual seria la primera ropita que le pondría a su bebé, además de ropa de maternidad para él, gracias a ello dejó su mochila llena con las cosas para su bebé en caso que se acerque el parto.

Un regalo que no esperó, fue uno que le dejó Albus Dumbledore, era una llave de una bóveda en donde le dejo una cantidad de dinero la cual fue juntada entre varios maestros y seria de gran utilidad una vez que deje la escuela en vacaciones y así pueda soportar ese tiempo solo hasta que llegue a su ultimo año.

Ya de noche Severus estaba dormido con una mano en su vientre, había estado acariciándolo con tranquilidad mientras leía un libro, pero se quedó dormido mientras hacia eso.

En medio de la noche comenzó a sentir un gran dolor viniendo de su vientre, al principio pensó que era su bebé, el cual estaba comenzando a moverse aun más ya que pronto seria el parto, pero al sentir aun mas dolor y humedad en sus sabanas sabia que era eso, era su hijo, el cual estaba listo para venir al mundo.

- Di...Dissy! – grita Severus con algo de dificultad a su cuarto vacío, cuando siente otra presencia al lado suyo.

- Dissy esta acá amo – dice la elfa domestica haciendo una reverencia, en ese momento se levanta y mira a Severus – el amo esta a punto de dar a luz! – exclama para tomar la mano de Severus – no se preocupe, le llevare a la enfermería – ante lo dicho Severus asiente para sentir como desaparecen del cuarto y ahora estaban en la enfermería de la escuela.

Producto del ruido la enfermera de la escuela se acerca a Severus y, al ver que estaba en labor de parto, rápidamente se preparó para ello.

Fue un proceso largo y con muchas dificultades. Sus amigos, los cuales fueron avisados por Dissy, estaban esperando afuera de la enfermería, todos preocupados por el resultado, cuando cerca de las 5 de la madrugada escucharon un leve llanto de un bebé, el cual será el del hijo de Severus.

El pelinegro estaba aún en la camilla, gotas de sudor estaban en su cuerpo pero nada de ello le importaba ahora, finalmente tenía a su hijo en sus brazos, su pequeño, gran milagro, su amado Marcus Nicholas Snape Prince.