Capítulo 5
Lucius estaba suspirando levemente mientras miraba la hora, a su lado estaba Regulus mirando la puerta del baño de manera seria; ambos escuchando lo mismo, algo que se repetía cada mañana luego de que la enfermera diera las noticias y Severus comenzara sus cuidados.
Cada mañana Severus despertaba de la misma forma: mareos matutinos, en donde siempre uno de los dos le ayudaba para que no cayera al suelo y le llevaba rápidamente al baño, en donde sin previo aviso comenzaba a expulsar todo lo que tenía su estómago, lo cual era poco.
En ese momento ambos amigos miraban la puerta del baño, escuchando como su amigo estaba vomitando, y suspiran, en parte se acostumbraron a ello pero siempre estaban en la salida esperando que Severus saliera y apoyarle en este complejo proceso.
Una vez que Severus terminó, escucharon como se estaba acercando y luego vieron la puerta abrirse para ver al menor el cual estaba algo pálido y con unas ojeras que reflejaban el cansancio que tenía; en ese momento ambos le abrazan con cuidado y le sonríen con calma.
- ¿Mejor? – pregunta Lucius con calma.
- Si, sabes que siempre me siento mejor luego de esto. – mira de forma desagradable el baño.
- En ese caso debes vestirte y nos iremos a desayunar. – explica con calma acariciando los cabellos de Severus.
- Está bien, salgo en unos minutos. – se separa de sus amigos y comienza a arreglarse.
Una vez que Severus estuvo listo salió de su cuarto encontrándose con sus amigos y ellos, al ver que Severus estaba con sus materiales para la clase de pociones, se colocan frente de él mirándole seriamente.
- ¿Qué crees que traes Severus? – pregunta Lucius serio.
- Tengo entendido que el director dijo que estás exento de las clases si necesitas descansar, en especial pociones ya que puede ser peligroso – explica de forma calmada Regulus.
- Lo sé, pero saben que amo pociones, por favor – les mira tiernamente – quiero ir a esta clase...
- Está bien – termina en un suspiro – pero a la mínima molestia saldrás de la clase, comprendido – exige el rubio.
- Si, lo prometo – exclama feliz y le abraza para caminar al gran comedor.
Ambos amigos suspiran y siguen al embarazado chico por los pasillos en silencio para llegar al gran comedor donde se sentaron en un lugar alejado y en donde ambos amigos comenzaron a hacerle un plato de diversas cosas a Severus. Colocaron frutas picadas, tortillas con verduras y un trozo de pan; además de una taza de té endulzado con un poco de miel.
- Bien Severus, a comer – le mira Regulus con calma.
- Luego de ello tomarás las pociones – explica Lucius pasándole dos frascos de pociones.
- Bien – suspirando levemente y toma las pociones con calma dejándolas a un lado.
En ese momento las tres personas comenzaron a comer con calma, Severus con más calma que los contrarios los cuales comían con elegancia.
Severus estaba comiendo en silencio y lentamente, no tenía hambre, realmente solo estaba comiendo en ese momento por la vista de sus dos amigos; así que resignado siguió hasta terminarse todo lo que tenía y luego toma las pociones rápidamente.
Ya terminado el desayuno los tres fueron a las clases correspondientes quedando Lucius y Severus en camino a la clase de pociones mientras Regulus fue a una clase de herbología, la cual tenía con los Ravenclaw,
Ya en el salón de pociones ambos fueron a sus asientos habituales y, con calma, comenzaron a preparar todas las cosas para comenzar con su clase; en ese momento llegó el profesor e indicó el contenido de una poción, ambos amigos con calma fueron a tomar las cosas necesarias.
Lucius comenzó a encargarse de las cosas complejas y en donde pudo ver que a Severus se él estaba complicando, principalmente con algunos ingredientes de aromas fuertes, por lo que lo alejaba de eso y le mandó a otras muy simples.
En un momento, mientras Severus estaba cortando unas alas de murciélago, lo notó que estaba pálido por lo que rápidamente se colocó a su lado y le toma de la cintura mientras Severus se apoyaba en el mayor.
- Lu... no me siento bien – susurra bajo mientras se apegaba más a su amigo.
- Tranquilo – le deja en la silla con cuidado – todo está bien, relájate un poco, solo es un mareo – le explica con calma - ¿quieres un poco de agua? – le acaricia la mejilla con cariño.
- Si, por favor – sonríe y le mira.
En ese momento Lucius asiente y busca un vaso con agua para Severus y al dárselo le acaricia el cabello con cuidado y le sonríe.
- ¿Ya estas mejor? – pregunta preocupado.
- Si, gracias – le entrega el vaso con calma y se levanta una vez más de la silla, perdiendo una vez más el equilibrio y cayendo en los brazos de Lucius el cual le toma con cuidado una vez más.
Todos los alumnos estaban mirándole en silencio, algunos se preguntaban qué pasaba entre esas dos personas pero nadie se atrevió a hablar, excepto dos personas las cuales no le temen al peligro.
- Dejen esas cosas para su cuarto y en la cama, estamos en una clase decente – ambos se voltean para ver a Sirius de forma seria.
- ¿Le has dado amortentia a Lucius, Snivellus? – ahora hablo James Potter – porque encuentro imposible que alguien como él se fije en ti, solo mírate – comienza a reír.
Severus en ese momento comienza a bajar la mirada, realmente odiaba esos comentarios puesto que eran reales, él sabe muy bien que no es atractivo y no tiene nada para enamorar a alguna persona, pero aun así, es muy diferente el saberlo que escucharlo de otra persona.
Lucius estaba molesto, estaba listo para comenzar a decirle a Potter sus verdades pero sintió que alguien le tomaba de su túnica y al voltearse logró ver a Severus el cual le estaba negando con su rostro, restándole de esa forma importancia al asunto, a lo que Lucius solamente suspira.
- ¿Qué ocurre Snivellus? ¿no quieres enfrentarte a nosotros? – dice James con calma – claro que no quieres, eres demasiado débil para hacerlo, realmente eres un inútil que solo puede abrir las piernas para que Lucius pueda follarte feliz y a cambio él te cuide por lo inútil que eres.
Severus al escucharlo solamente baja la mirada, no dice nada, realmente se sentía mal, sentía que todo lo que le decían era verdad puesto que él realmente no valía nada y si no fuera por ese pequeño ser en su vientre no tendría familia, no tendría ni ganas de vivir, nada.
Lucius estaba molesto, tanto que solamente con un movimiento sutil de su varita levitó su poción, haciendo que esta comenzara a flotar y a derramarse lentamente sobre el par de Gryffindor's, haciendo que ese par le mire de muy mala forma, y obteniendo la atención de todos los que estaban en el salón, en especial los alumnos de Slytherin los cuales estaban disfrutando totalmente ese show en contra de esos chicos.
- Joven Malfoy, eso fue peligroso – habla el profesor de forma seria mirando al rubio.
- Sabe usted tan bien como yo, que actualmente Severus no puede pasar por problemas o estrés – explica con seriedad – por lo cual yo lo defenderé de este par de idiotas – se voltea y le toma la mano al contrario – vamos Severus, iremos a nuestro cuarto a descansar.
Severus al verle solamente sonríe asintiendo en silencio, tomando firmemente la mano y parándose con elegancia para en ese momento comenzar a caminar junto a su amigo, claramente ya no estaban tomados de la mano, pero si estaban cerca uno del otro.
Una vez en el cuarto del menor Lucius lo llevó a la cama, a lo que Severus solamente se acuesta en la misma y cierra los ojos, dejándose llevar por unas suaves caricias que sentía en su vientre.
- Lucius... yo... gracias por todo – dice en voz baja – sé que no debes enfrentarte a ellos, pero aun así lo haces... - sonríe levemente – no somos nada, este bebé no es nada tuyo... aun así nos quieres y nos cuidas – abre los ojos para ver los ojos plata del contrario – jamás olvidare todo esto...
- Severus – le mira en forma firme – eres como el hermanito que siempre desee, este pequeño ya se ha decidido que será mi ahijado, por lo cual no solamente debo cuidarlo a él, debo cuidarlos a ambos, son importantes para mí, ambos son importante para Regulus y comprende, entre los dos siempre te cuidaremos – se acuesta junto a él abrazándolo mientras le toma de la cintura – desde ahora, déjanos cuidarte... - pide suplicante.
- Yo... - Severus se acomoda contra Lucius y le abraza con lágrimas saliendo de sus ojos – gracias... de verdad gracias... son lo mejor que me pudo ocurrir en la vida, de verdad los quiero, y este pequeño es lo mejor que le pudo pasar en la vida – le mira con los ojo con lágrimas, pero con una hermosa sonrisa.
Lucius en ese momento le acaricia la mejilla a Severus, secando una lágrima que estaba lentamente cayendo, mirando a su mejor amigo el cual lentamente cerraba los ojos por el cansancio y por todo lo que estaba ocurriendo.
Con tranquilidad y comprensión le cubrió con una manta que tenía cerca y lo apega a él, comprendía por lo que Severus estaba pasando, por lo cual solamente podía quedarse a su lado y apoyarlo en todo lo que podía.
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