Tarde de chicas
Por lo que parecía, todos se habían dado cuenta de que yo estaba en el sofá al quejarme por el pinchazo que sentí en la cabeza de dolor y habían parado lo que estaban haciendo. Lo que significaba que la paliza que Izuku iba a darle a Mineta no fue interrumpida y ambos estaban sin ningún tipo de heridas mirándome entre el círculo de gente a mi alrededor. Escuché cómo mientras se me iba el dolor Mineta me preguntaba:
Mineta: Ochako, cariño, ¿te encuentras bien?
Todos dirigieron su mirada furtiva a Mineta. No sé cómo lo lograba, pero cuando parecía que no podía empeorar algo, él lo empeoraba.
Izuku: ¡Mineta, eres...!
Ochako: No, Midoriya.
Esta vez todas las miradas se dirigieron a mí, extrañados por haber interrumpido a Izuku y encima haberle llamado Midoriya.
Izuku: ¿A qué te refieres con no?
Ochako: Me refiero a que no digas nada, quiero decirlo yo.
Pude comprobar cómo había aún más confusión en las miradas a mi alrededor. Sin embargo, Mineta me miraba de manera en la que parecía tener una especie de esperanza en que le dijera algo bueno.
Mineta: ¿Qué me quieres decir, Ochako?
Ochako: Mineta, nunca me había planteado la existencia de un ser tan pervertido y depravado como tú.
Todos a mi alrededor se quedaron completamente boquiabiertos. Creo que en ningún momento se plantearon que yo hubiera escuchado toda la conversación que tuvieron al llegar a los dormitorios.
Mineta: ¿Q-Qué has dicho?
Ochako: No sé si estaré siendo muy directa contigo o si debería tener más tacto, pero eso es lo que pienso de tí. Desde que habéis entrado al edificio he escuchado toda la conversación que ha habido y por ende todas las mentiras que me has contado. Además he recordado lo pervertido que has sido durante el tiempo que llevamos de curso, intentado encontrar la manera de espiar a las chicas en los baños o vestuarios, aunque ya no sé si debería de fiarme de siquiera mis propios recuerdos. Parece que tu única meta en la vida es ver a chicas desnudas y tener la posibilidad de tocarlas. Así que me alegra saber que en realidad un ser tan manipulador como tú no es y nunca ha sido mi pareja y que no he caído tan bajo.
Nadie sabía qué responder a aquella explicación que acababa de dar, ni siquiera el propio Mineta.
Mineta: U-Uraraka...
Interrumpí a Mineta dándole un golpe seco con la mano abierta en la cara que sonó por toda la sala, dejando su moflete izquierdo con la marca de mi mano de un color rojizo y dejando a Mineta flotando a causa de mi singularidad que activé por error.
Ochako: Y eso... eso es por tocar donde no debes... Espero que esto te ayude a estar verdaderamente arrepentido por lo que has hecho.
Y así, mientras que juntaba mis dedos para liberarlo de mi singularidad y sentía como me volvían a brotar lágrimas de la cara me fui de nuevo a mi habitación, harta de toda la situación y confusa incluso con mis propios pensamientos. Pude escuchar cómo mientras me iba Izuku me llamaba:
Izuku: ¡Uraraka, espera!
Pero no esperé ni giré, simplemente me fui a mi habitación. Necesitaba volver a tirarme a la cama y estar un rato sola. La verdad es que no me había esperado el primer día de clases así.
Después de un largo rato tirada en la cama de mi habitación pensativa aún con un par de lágrimas en las mejillas escuché a alguien llamar a la puerta del dormitorio, por lo que me acerqué para asomarme a ver quién era.
Ochako: ¿Quién es...?
Al abrir me encontré a todas las chicas de 1A detrás de la puerta.
Tsuyu: Hemos visto que te has ido muy de repente y habíamos pensado que era buena idea venir a verte a tu habitación, si te parece bien.
Yo, mientras me secaba las lágrimas, contesté:
Ochako: Lo agradezco mucho chicas, pero no sé si ahora estoy del mejor humor para...
Mina: ¡Venga, no digas eso! Estoy segura de que una tarde de chicas te viene genial.
Hagakure: ¡Estoy de acuerdo!
Jiro: No tenemos porqué hablar del pervertido de Mineta si no quieres.
Momo: Y si quieres podemos intentar ayudarte con los deberes atrasados que tengas.
Aquel entusiasmo con el que venían las chicas a pasar una tarde conmigo para animarme me sacó un débil sonrisa que ellas notaron.
Mina: ¡Esa es la Ochako que quería ver! ¿Te parece bien que entremos?
Ochako: Sí, sí, pasar todas.
Mina: ¡Fiesta!
Momo: Tranquila, Mina. Sabes que no podemos hacer fiestas en los dormitorios.
Mina: No seas aguafiestas como Iida, Momo. Lo que necesitamos ahora es hacer que Ochako pase un buen rato con nosotras.
Momo: Pero también hay que hacer los deberes, ¿o acaso quieres suspender y tener clases extra con el profesor Aizawa?
Mina: ¡No!
Tsuyu: Ambas tenéis razón.
Hagakure: ¡Pasémoslo genial!
Jiro: Pero de manera sensata.
Y haciendo caso a lo que todas acabamos acordando, al acabar los deberes nos pusimos a hacer varias actividades entretenidas con la intención de pasar un buen rato y olvidar todo lo sucedido aquella mañana. Vimos películas, jugamos a juegos, hicimos karaoke... y gracias a ellas de tener un horrible comienzo de clase me sentí muy feliz de tener tan buenas amigas, aunque aún no llegara a recordarlas bien.
Al final nos acabamos despidiendo llendo cada una a su respectiva habitación después de haber cenado también juntas en mi habitación ya que a mí no me apetecía tener la posibilidad de encontrarme con los chicos.
Tsuyu: ¡Qué pases buena noche, Ochako!
Ochako: Gracias, chicas, ¡vosotras también!
Pasé una tarde genial, pero eso no evitó que al acostarme no pudiera pensar en otra cosa que no fuera Izuku. Después de todo, si Mineta había mentido sobre lo que había dicho en ningún momento Deku me había hecho nada malo. Lo que quiere decir que cuando grité antes de irme de la academia a Mineta y a Izuku yo grité a Deku cuando él no había hecho nada... No sé cómo lo hacía para que Izuku acabara sufriendo de alguna manera por mi culpa. Debería pedirle perdón por el malentendido, pero la verdad es que no sé cómo hacerlo, últimamente su presencia solo logra ponerme nerviosa, pero tendré que decírselo en algún momento, no puedo estar así por siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top