¿Recuerdas mi apodo?

Una vez que finalizó el tiempo de visita se me ocurrió investigar mi habitación. Así me movía un poco y quién sabe si llegaba a encontrar un nuevo recuerdo. Por lo que me levanté de la cama y miré lo que había por la blanca habitación.

En frente de la cama podía ver que tenía tele sujeta a la pared, pero no la había encendido porque no sabía dónde estaba el mando. Debajo de la televisión había una delgada mesa donde había varios globos, peluches y regalos de gente con dedicatorias incluidas. Algunas eran muy cortas, como por ejemplo un "recupérate" o "espero que mejores pronto" pero había otros que llevaron a escribir grandes textos explicándoles lo importantes que era para ellos y otros que me llegaban a escribir como si nunca fuera a leer esa dedicatoria. Muchas de ellas eran preciosas y me dolía no saber de quienes eran. Aunque al menos algunas de ellas como eran de gente que me había venido a visitar podía hacerme una idea de cómo eran físicamente las personas que me lo habían escrito y la relación que tenía con ellas.

También había muchas dedicatorias sin firmar, así que no sabía quién me había escrito. Pero esta gente no me llamaba por mi nombre, esta gente usaba un pseudónimo que evidentemente no recordaba y tampoco entendía muy bien su significado: "Uravity". Definitivamente las primeras letras hacían referencia a mi apellido Uraraka, pero el resto me recordaba a "Gravity" que en inglés significaba gravedad. Tal vez estaba relacionado con la singularidad que tengo de gravedad zero, y era lo más probable. ¿Pero por qué razón iba a usar yo un pseudónimo? ¿Estaba relacionado con el recuerdo del entrenamiento que tuve contra Deku? Pero aquel entrenamiento parecía suceder delante de un adulto y varias personas de mi edad... ¡Espera un momento! Esas personas de mi edad eran las mismas que me habían visitado y me habían contado anécdotas de la academia... ¿Significaba eso que el entrenamiento había ocurrido en la academia? ¡¿Qué narices nos estaban enseñando ahí?!

Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta ya que mi memoria no estaba de mi parte y no me venía ningún tipo de recuerdo, por pequeño que fuera. Ahora mismo mi mente era parecida a un puzle, tal y como me dijo una enfermera durante los días que estuve ingresada. Las piezas del puzle son recuerdos, y estos estaban perdidos por mi mente. Ahora solo había encontrado unos pocos y no sabía dónde colocarlos. Lo que necesitaba hacer era intentar encontrar las piezas y averiguar la manera de colocarlas para hacer que el puzle encajara, para volver a ser yo misma. Y la única manera que se me ocurría de averiguar como encajaban era preguntando y hablando, pero parecía que esto no funcionaba con nadie...con nadie menos con Deku...

Fue ahí cuando tuve una idea, tenía que preguntarle a Deku. Era cierto que no había tenido oportunidad de verlo y hablarlo, así que tenía que buscar yo esa oportunidad. Por esa razón saqué la maleta que tenía debajo de mi cama con mis cosas buscando un objeto en específico, un teléfono móvil. Había ropa, un peine, cepillo y pasta de dientes...pero no encontraba lo que estaba buscando...

Ochako: ¿Dónde narices puede estar? Puede que esté mal económicamente, pero algo me dice que yo tenía uno...

Y mientras lo buscaba, la maleta empezó a vibrar y sonar como un teléfono, así que buscando de qué parte de la maleta provenía aquel ruido lo encontré. Era un teléfono de teclas de color rosa que además de no ser moderno parecía de segunda mano, pero eso no era lo que me importaba.

Al ver la razón por la que sonaba me di cuenta de que solo era una llamada de una compañía que me ofrecía un descuento, algo que me desilusionó. Al ser el teléfono antiguo la única forma de comunicarse en principio era por llamadas, sin embargo también podía mandar SMS a la gente, que eran mensajes. Al comprobar que tenía varias conversaciones con amigos se me ocurrió leerlas para intentar recordar sobre mi pasado. Obviamente fue un acto en vano, porque lo que leí no solo casi no tenía mucha información, porque la mayoría de los mensajes eran felicitaciones y gente pidiéndome los deberes y como no yo no recordaba absolutamente nada de lo que leía. Pero al menos tenía que intentarlo.

Cuando llegué a la conversación de Deku cometí el vergonzoso error de darle a una tecla y llamarlo accidentalmente. Mi primera reacción fue asustarme y tirar el móvil en vez de colgar la llamada. Y cuando fui a colgar el móvil me di cuenta de que Deku ya había cogido la llamada:

Izuku: ¿Hola?¿Ochako?

Ochako: Y-yo esto...hola

Izuku: ¿Ha ocurrido algo?

Su voz se escuchaba alterada, bastante preocupado de que hubiera ocurrido algo a la vez de sorprendido de que le hubiera llamado a él.

Ochako: No, no ha pasado nada. Es que estaba mirando las conversaciones que tenía en el móvil intentando recordar algo sobre mí antes del coma y sin querer te he llamado.
Izuku: Ah vale, me había asustado, entonces te deseo suerte...

Pude sentir como su voz se había calmado, pero también se había desilusionado, como si hubiera estado esperando otra respuesta a por qué lo había llamado.

Ochako: Gracias, y lo siento haberte molestado.¡Qué tengas una buena tarde, Deku!

Justo después de decir eso y estando a punto de colgar la llamada escuché un grito que provenía del teléfono.

Izuku: ¡Espera!

Al escucharlo volví a acercarme el móvil a la oreja y le pregunté:

Ochako: ¿Qué ocurre?

Izuku: Yo... me ha parecido escuchar que me has llamado Deku, y eso me ha hecho preguntarme si eso significa que tú... que tú me recuerdas.

Se notaba a través del teléfono lo mucho que le costó preguntarme aquello, así que le di la mejor respuesta que pude.

Ochako: Sí, bueno... Es que yo no puedo recordar absolutamente nada anterior al coma. Sin embargo, ha habido un par de ocasiones que fueron casi al despertar que tenía extraños pinchazos en la cabeza y justo después tenía un recuerdo que desconocía que existía, recuerdos que normalmente duraban unos segundos, pero que me ayudan a recordar quien era. Y en la mayoría de ellos aparecías tú... y recuerdo que te llamaba Deku y por qué me gustaba ese apodo, qué era lo que significaba para mí. Además, confirmé que te llamé a tí sin querer porque te tengo agregado como Deku.

Izuku: Vaya, entonces al menos me alegro de que aún tengas la posibilidad de recordar todo, y de que al menos recuerdes cómo me llamabas.

Ochako: Sí, la verdad es que fue un alivio saber que aún tenía una posibilidad de recordar a mi antiguo yo y a todas las personas que tenían relación con ella. Por cierto, has dicho que Deku es como yo te llamo, ¿pero cómo te llamas en realidad?

Debió sorprenderle que alguien que conocía bien ahora le preguntara como se llamaba a juzgar por los segundos de silencio que necesitó para procesar la información, pero al final contestó de manera alegre y jovial.

Izuku: Yo soy Izuku, Midoriya Izuku. Pero me puedes seguir llamando Deku.

De pronto un nuevo  pero leve pinchazo me vino a la cabeza y por fin después de tanto intentarlo tuve un corto recuerdo.

Este recuerdo parecía ocurrir segundos antes de cuando le dije a Midoriya la razón por la que me gustaba el nombre de Deku.

Ochako: ¿Te llamas Deku, verdad? Así es como al menos había escuchado que ese otro chico explosivo te había llamado.

Izuku: No, yo me llamo Izuku. Kacchan me llama así para burlarse de mí. Lo hace porque una posible lectura de Izuku puede ser Deku y es como si me llamara inútil...

Ochako: ¡Oh vaya! Lo siento, no quería ofenderte. Pero la verdad es que a mí el nombre de Deku me gusta...

La conversación continuaba, pero fue en ese instante que volví a la realidad. A la sala melancólica en la que estaba mientras hablaba por teléfono con Izuku, que ahora me preguntaba preocupado por su móvil si me encontraba bien.

Izuku: ¿Uraraka? ¡Uraraka! ¿Estás bien?

Ochako: S-sí Deku, estoy bien, siento haberte asustado...

Izuku: ¡Menos mal! ¡Pensaba que de repente te había ocurrido algo malo o algo por el estilo! Me alegro de que estés bien.

Ochako: En realidad si que me ha ocurrido algo...

Izuku: ¿Y qué era?

Ochako: Pues tal vez no te lo creas, pero acabo de tener uno de esos recuerdos que tengo justo después de sentir un dolor de cabeza.

Izuku: ¿De verdad? ¿Y sobre qué era?

Ochako: Era simplemente una conversación en la que yo te llamaba Deku pensando que ese era tu nombre y sin saber el verdadero significado que ese apodo tenía y tú me corregías contándome cómo te llamabas en realidad y lo que el significado de Deku era en realidad inútil y que por y eso lo usaban para meterse contigo.

Izuku: ¡Ah sí! Recuerdo esa conversación...Justo después me hiciste cambiar la manera de ver mi apodo cambiando completamente su significado. En fin, me alegro de que hayas recordado algo nuevo. Supongo que tienes que descansar, así que no te molestaré más, que tengas una buena tarde...

Justo cuando iba a colgarme la llamada sentí la necesidad de pedirle un favor.

Ochako: ¡Deku! Espera un momento...

Izuku: ¿Pasa algo?

Ochako: Y-yo quería preguntarte... puede que estos días hayas estado ocupado y no hayas podido venir a visitarme desde que desperté en el hospital...¿pero podrías venir a verme mañana? Parece que hablar contido o simplemente estar cerca tuya ayuda a mi memoria a recordar momentos de mi vida y yo necesito eso...

Sabía un favor muy repentino y extraño para pedir, sin embargo el no dudó en responderme a mi favor:

Izuku: Por supuesto, si puedo hacer algo por ayudarte no dudaré en hacerlo.

Ochako: Bien, entonces nos vemos mañana.

Izuku: Sí, hasta mañana Ochako.

Ochako: Adiós, Izuku.

Y con esa conversación como el último suceso más importante de la tarde, terminó el día.

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