Ochako: Deku... no... por favor...

Izuku: Lo siento mucho, Ochako. Pero yo no me podría convertir en un buen héroe sabiendo que te dejé morir de esta manera.

Toga: Así que por fin te has decidido.

Mientras que Toga hablaba a Deku ella se movía mucho, por lo que yo me movía igual que ella al aún estar apresada por ella. Me asustaba la posibilidad de que en un descuido ella me cortara el cuello con el cuchillo.

Toga: Has elegido la mejor opción, Deku. Pronto te habrías hartado de ser un héroe, ser un villano es más entretenido. Además, seguro que lo pasamos bien juntos...

Izuku: Antes de nada suelta a Uraraka.

Toga: Está bien, un trato es un trato, la solta-...

No llegué a escuchar la oración terminar. Un punzante dolor de cabeza apareció de la nada y pronto me sumergí en otro recuerdo más.

Me encontraba en un especie de gimnasio con gente que no llegaba a recordar. Al menos no recuerdo haberlos visto desde que desperté. Estaba a punto de tener un combate con un héroe con una cabeza similar a la de una pistola, tal y como su nombre de héroe describía. Lo que más me extrañaba de todo era que yo tuviera un cuchillo en mi mano.

Gunhead: Uravity, ¿cómo pelearías contra un enemigo con cuchillo? ¿Puedes intentar atacarme?

Ochako: ¿Estás seguro?

Gunhead: Sí, no tienes que contenerte.

Ochako: Entonces, ¡aquí voy!

Me acerqué a intentar atacar a aquel héroe con el cuchillo que tenía.

Gunhead: Cuando alguien te esté intentando atacar con un cuchillo, intenta mantener distancia.

Intenté atacar directamente a Gunhead, pero este dijo:

Gunhead: Si te atacan directamente, usa una pierna como eje para girar y esquivar.

De esta manera él esquivó mi ataque.

Gunhead: Luego agarra su muñeca y cuello a la vez, y después mantenlos presionados mientras que tiras de la muñeca.

Al segundo de decir esto, yo ya me encontraba tirada en el suelo inmovilizada por Gunhead.

Gunhead: Si puedes girar su muñeca hazle soltar el cuchillo, y si puedes empujar con tu pierna el cuchillo aún más lejos mejor todavía.

Había sido completamente inmovilizada y derrotada por aquellos movimientos por parte de aquel héroe. Y mientras que ne levantaba y revisaba la muñeca que me había movido el recuerdo se fue poco a poco difuminando.

Volvía a encontrarme apresada por Toga, que continuaba hablando con Izuku sobre su elección de convertirse en villano. Nada más volver a aquel escenario sentí cómo el brazo de Toga me liberaba de ella, aún con el brazo que sostenía el afilado cuchillo en la otra mano. Ahí vi mi oportunidad.

Siguiendo las indicaciones de el recuerdo que acababa de tener, agarré el cuello y muñeca de Toga con fuerza tirándola al suelo, dejándola completamente inmovilizada. Después girando un poco su muñeca logré mover el cuchillo lejos de su alcance. Extrañamente aquel momento me resultó familiar, como si ya le hubiera hecho aquel ataque a Toga anteriormente.

Tanto Deku como Toga se quedaron asombrados por lo que acababa de hacer, dando completamente la vuelta a la situación. Ahora era yo la que tenía apresada a Toga.

Sin embargo, aquella loca de afilados colmillos no tardó en reaccionar a mi ataque. Toga aprovechó que yo estaba distraída por el orgullo que sentía al haberla paralizado y consiguió tirarme al suelo aún estando yo encima suya, haciendo que ambas diéramos la vuelta y acabando ella encima mía paralizándome, volviendo a estar en una situación parecida a la del principio. Solo que esta vez Toga no podía amenazar con cortarme el cuello con un cuchillo.

Toga: Vaya, vaya. Es cierto que no esperaba esta reacción por tu parte, pero parece que tu momento de gloria no ha durado mucho.

Yo tan solo me quedé mirando la cara de psicópata que tenía justo encima de mi cara mientras me hablaba.

Toga: Encima no te iba a hacer nada de daño, ese era el trato que había hecho con el nuevo villano Deku. Pero teniendo en cuenta que esto no estaba previsto, supongo que tendré que hacer un pequeño cambio de planes, porque ya no me puedo contenerme más...

Vi casi a cámara lenta como Toga se acercaba más a mí para atacarme. Yo no podía esquivar su ataque, por lo que solo pude quedarme mirando con temor a Toga.

Sin embargo no llegué a sentir ningún tipo de golpe o dolor. Todo lo contrario, fue Toga la que debió sentirlo, porque pude observar como ella era empujada por unos extraños rayos verdes. Fue una escena muy rápida y me costó apreciar que ocurrió.

Al levantarme al estar completamente liberada de Toga, que se encontraba tirada al lado de una de las cuatro paredes de la habitación muy lejos de donde yo estaba, entendí que había ocurrido.

Izuku estaba cerca mío alrededor de aquellos rayos verdes culpables de haber tirado a Toga al otro lado de la sala. Él me estaba mirando con esos ojos verdes esmeralda que tanto me hipnotizaban, preocupado por cómo me encontraba.

Izuku: Ochako, Toga no te ha llegado a hacer nada, ¿verdad?

Ochako: No, estoy bien gracias a tí. Ha sido increíble lo lejos que la has mandado, pero... ¿cómo lo has hecho con tu brazo sangrando?

Izuku: Es que no he usado el brazo. La he dado una patada en la cara usando mi singularidad, es por eso que la he mandado tan lejos. ¡Pero la manera en la que la has inmovilizado sí que ha sido increíble!

Aquel cumplido hizo que me pusiera un poco nerviosa, pero conseguí contestar sin ningún problema.

Ochako: G-Gracias, Deku... Pero aún no entiendo bien cuál es tu singularidad...

Izuku: Oh, verás, yo...

De repente la conversación que estaba teniendo con Izuku fue interrumpida por la risa de Toga, manchada de sangre por el impacto del golpe de Izuku. Ella se estaba levantando del lugar al que había sido empujada.

Toga: Esa ha sido una buena patada, Deku.

La mirada de Izuku se concentró en Toga, a la que miraba fijamente.

Izuku: Has roto el trato, Toga. Has estado a punto de atacar a Ochako. Si tú no vas a cumplir tu parte del trato yo tampoco voy a cumplir la mía. Me convertiré en el héroe número uno, en el futuro símbolo de la paz. Me aseguraré de que todos los villanos como tú sean derrotados. Pero además lo haré junto a Uraraka.

Aquellas palabras hicieron que me sonrojara un poco, aunque por suerte esto no llegó a notarse mucho. Admiraba la determinación de Izuku.

Toga: Vaya, es una pena. Ya me estaba empezando a imaginar como sería vencer a los héroes a tu lado... Pero supongo que eso ya da igual. Tendré que acabar con los dos.

Ochako: Es un dos contra uno, Toga. No creo que sea así de fácil.

Toga se volvió a reír poniéndome la piel de gallina.

Toga: Oh, querida amiga. ¿De verdad crees que me vais a vencer? Recuerda que vosotros sois solo un par de estudiantes y cuando termine con los dos aprovecharé la sangre que te extraje para hacerme pasar por tí y derrotar al resto de héroes. No tenéis nada que hacer contra mí.

En aquel momento al mencionar la sangre que me extrajo me giré para ver el recipiente lleno de toda la sangre que había perdido. Eso me hizo recordar lo débil que me encontraba, ya que tampoco había comido nada durante casi dos días.

Al girarme a ver la cara de Deku vi que este tenía una cara triste al ver aquel recipiente lleno de mi propia sangre y preguntó:

Izuku: ¿To-Toda esa sangre es tuya, Uraraka?

Toga: Oh, sí. Y no veas lo mucho que disfruté extrayendo ese jugoso líquido rojo. Ochako estuvo sufriendo durante todo ese rato y después de eso no despertó hasta el día siguiente.

Izuku se quedó paralizado viendo esa cantidad de sangre sin decir nada más, y mientras Toga volvía a reírse. No debió de sentarle bien enterarse de eso, y no ne extraña tampoco.

A mí, sin embargo, se me ocurrió una idea para destruir el plan de Toga. La idea de acabar conmigo y transformarse en mí era buena, eso seguro. Pero si llegaba a perder todo esa sangre no podría conseguir cumplir su plan.

Tenía claro lo que tenía que hacer, y Toga estaba demasiado ocupada riéndose de nosotros para poder reaccionar a tiempo. Por eso sin ningún aviso me acerqué corriendo hasta el recipiente y lo toqué con mis cinco dedos mientras lo empujaba, haciendo flotar el recipiente y derramar todo su contenido, manchando el suelo de mi propia sangre y manchándome también a mí un poco. Lo mejor de toda esa escena fue ver a Toga gritar frustrada por lo que yo acababa de hacer.