Esas cicatrices...

Un rato después me encontraba tumbada en la cama de esa sala que ya estaba harta de ver con mis padres a mi lado y el médico hablándome a mí y a ellos, pero no estaba prestando atención a lo que decía. Estaba demasiado ocupada con mis pensamientos, con todo lo que había recordado de manera tan repentina, rápida y dolorosa.

Me alegraba poder recordar a mis compañeros de 1A, o al menos tener una idea de cómo eran. Pero lo que de verdad se me pasaba por la cabeza era todo lo que había ocurrido después de tener ese recuerdo.

Había estado a punto de besar a Izuku si no hubiera tenido aquel extraño recuerdo, y no había hecho nada para impedirlo, ni él ni yo. Yo...yo no podía sentir nada por él, ¿verdad? Quiero decir, por lo poco que recuerdo de Midoriya parece que tenía una gran amistad con él, y no me extraña viendo lo agradable que es, y tampoco parece ser un mal partido... Pero solo éramos amigos, y no puedo estar enamorada de un chico pecoso con el que desde que desperté del coma sin recordar nada he hablado solo con él un par de veces. Definitivamente eran imaginaciones mías, el dolor de cabeza me estaba afectando bastante. ¿Pero entonces qué era lo que le dije a Deku en mis recuerdos? A juzgar por el momento debía ser algo que necesitaba decirle antes de morir...

Morir...Una palabra muy fuerte que a punto estuvo de ocurrirme. No me extraña que todo el mundo estuviera alegre de volver a verme despierta, y me parece raro no haber despertado en peores condiciones.

Repentinamente salí de mis pensamientos cuando sentí que una voz me hablaba.

Sra. Uraraka: ¿Te encuentras bien, hija?

Ochako: ¿Eh? ¡Ah, sí mamá! Me encuentro mejor que antes.

Y volví a desconectar de la conversación en la que estaban mis padres con el médico. Pero está vez me fijé que desde donde estaba se podía ver fuera de la habitación a Izuku muy preocupado. Eso hizo sentirme mal por él,aunque yo fuera la que estaba ingresada en el hospital. Por lo que deduzco, él fue el que me vio quedarme inconsciente en medio de la batalla y fue el único que después de estar tanto tiempo en coma tenía la esperanza de que despertara. No debió de ser nada fácil para él ser además la primera persona en verme despierta y comprobar que no le recordara. Podía notar el sentimiento de culpa en sus ojos. Debía de estar echándose la culpa por lo que me estaba pasando, y por eso los primeros días evitaba visitarme.

Una vez que la conversación con el médico terminó mis padres volvieron al trabajo confiando en mi palabra al decirles que me encontraba bien y que no se preocuparan por mí. Y justo cuando salieron todos de mi habitación noté que el chico de ojos esmeraldas que estaba esperando fuera en vez de volver a entrar a la habitación salió de mi campo de visión.

Cuando me di cuenta de eso no me lo pensé dos veces y me levanté de la cama para ir a por él. No iba a dejar que se fuera después de lo que había pasado. Una vez que lo alcancé lo paré sujentándole la muñeca con mi mano, esta vez teniendo en cuanta mi singularidad levantando el dedo meñique de mi mano para no hacerlo flotar.

Izuku: (Sorprendido)¿Ochako?

Ochako: ¡No puedes irte ahora! ¿¡Acaso pensabas dejarme aquí sola después de todo lo que ha sucedido?!

Izuku: Yo... pensaba...

Ochako: ¿Qué pensabas?

Izuku: Tú... tú estás herida, has estado a punto de morir y has perdido la memoria... todo por mi culpa...

Ochako: ¿Cómo que por tu culpa? ¿Cómo va a ser eso tu culpa?

Izuku: Si te lo digo... volverás a tener otro dolor de cabeza y yo no...

Ochako: ¡No me importa! ¡Prefiero tener millones dolores de cabeza a no recordar ni mi vida, ni a mis amigos, ni a familia ni a tí!

En ese momento exploté. Las lágrimas que me había estado aguantando salieron de mis ojos y yo no podía hacer nada para pararlo, tan solo terminar de desahogarme. Deku no sabía cómo responder, estaba totalmente paralizado. Si tan solo todo fuera más fácil...

De repente noté cómo una mano se apoyaba en mi hombro mientras otra intentaba limpiar las lágrimas de mi cara. Al fijarme de quiénes eran esas manos vi una cara con pecas y unos grandes ojos verdes mirándome fijamente intentando tranquilizarme mientras me decía:

Izuku: Volvamos a la habitación.

De manera involuntaria y ya más tranquila agarré con los cuatro dedos mi mano la mano de Deku que me estaba limpiando las lágrimas y me fijé en las cicatrices que esta tenía. Eso me hizo sentir un leve pinchazo en la cabeza avisándome de un nuevo recuerdo para enlazar en el misterioso puzle que tenía en la cabeza.

Me encontraba en lo que parecía uno de los muchos asientos de un especie de estadio. Era el festival deportivo de la UA, la academia de héroes. Lo supe por los carteles y banderas del estadio que lo anunciaban. ¿Qué hacía yo viendo un festival de héroes? Alrededor estaban casi todos mis compañeros de la academia con sus uniformes de prácticas puestos al igual que yo. Espera un momento, ¿significaba eso que participábamos?¿Me estaba preparando en una academia para convertirme en una heroína? ¿Cómo es que nadie me lo había dicho antes? Supongo que debería haberme dado cuenta antes, no es normal practicar combates en una academia si no es de héroes ni que la gente me llame Uravity, no sé qué otro motivo podría haber tenido eso.

En aquel momento un combate estaba ocurriendo, pero no era fácil reconocer quiénes luchaban. Había mucho hielo, fuego, y extraños rayos verdes, pero una vez acabó pude reconocer al ganador y perdedor de aquello peligrosa batalla. El que se encontraba en pie y por tanto el ganador era Todoroki, uno de los alumnos de la clase de 1A. El perdedor, el cual estaba muy herido con partes del cuerpo rotas y algo de sangre era nada más y nada menos que Izuku Midoriya.

De repente hay un salto a otro recuerdo que debía ocurrir solo un par de horas más tarde que el anterior. Izuku venía a sentarse a mi lado herido por la batalla y por lo que me enteré de la conversación que tuvimos había sido muy grave, porque habían tenido que hacerle una cirugía. Tenía la mano con las cicatrices vendada y de repente el recuerdo acabó.

Cuando volví al pasillo del hospital me di cuenta de que esta vez no estaba tirada en el suelo ni nada parecido, estaba todo tal y como lo antes del recuerdo. Volví a ver la mano llena de cicatrices de Deku, ya sabía cómo se las había hecho.

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