En la enfermería

Me encontraba tumbada en una camilla de la enfermería de la academia acompañada de Deku, aún manchado por mi vómito multicolor. No me atrevía a mirarle a la cara por la vergüenza que me daba toda la situación. Recovery Girl, que era la enfermera que tenía la academia de héroes la cual tenía la singularidad de curación, según me había explicado ella, había terminado de revisar cómo me encontraba y en aquel momento me estaba explicando a mí y a Izuku lo que debía hacer.

Recovery Girl: Como ya te he contado tan solo has sentido náuseas y has vomitado por culpa de los mareos y dolores de cabeza, por lo que eso se te pasará pronto. Así que todo indica que cuando quieras puedes volver a clase.

Ochako: Está bien, muchas gracias por todo.

Recovery Girl: No tienes porqué agradecerme, querida, solo hago mi trabajo.
En cuanto a tí, Midoriya, he pedido que te traigan ropa para cambiarte, así que  en cuanto te cambies podrás volver a clase.

Izuku: Muchas gracias, Recovery Girl.

Recivery Girl: No hay porqué darlas. Por cierto, diría que es de las primeras veces que vienes aquí sin haberte roto ningún hueso.

Izuku: Sí, bueno, yo...

En aquel momento un pinchazo en la cabeza me volvió a venir indicando que  otro recuerdo se aproximaba a aparecer. No hace más de 5 minutos acababa de venir a la enfermería por vomitar por culpa de los recuerdos y ahora iba a volver a tener otro de esos.

Este recuerdo parecía situarse en el día de la prueba práctica del examen, no sé cuánto tiempo habría pasado desde que me encontré y hablé a Deku por primera vez.

Lo que sí sabía es que estábamos luchando varias personas contra unos extraños robots, los cuales según decía la gente de mi alrededor daban una cierta cantidad de puntos al derrotarlos que subían la puntuación del examen. Yo estaba, como el resto de la gente, estábamos concentrados en conseguir hacer nuestro mejor esfuerzo por aprobar la prueba, pero una vez que parecía que todos los androides habían sido derrotados algo ocurrió.

Lo que parecía ser un robot que medía más que los altos edificios que había alrededor de decoración había aparecido en medio de la nada con intención de atacar y destruirlo todo. Yo hice lo que todo el mundo e intenté huir y evitar a aquel titán de metal como fuera posible. Pero al final con muy mala suerte acabé tirada en el suelo delante de aquel robot sin poder ni tener tiempo suficiente para levantarme y huir. Todo parecía indicar que iba a acabar arrollada por aquel cerebro de tornillos de una aterradora altura.

Pero algo ocurrió, de manera espontánea sentí como alguien volaba casi a la misma altura que lo que parecía la cabeza del robot y, con un solo golpe, tumbaba aquella pesada chatarra derrotándola y salvándome de un horrible final. Desde una altura tan alta era casi imposible saber quién era esa persona, pero a medida que iba bajando en picado se podía diferenciar aquel pelo verde tan alborotado que Izuku tenía. Y no solo eso, también se podía distinguir perfectamente como tenía su brazo y sus piernas rotas, tal vez por la fuerza que había necesitado para saltar y golpear a aquel robot.

Estaba claro que no tenía ninguna forma de ralentizar su caída, lo que significaba que se iba a tener una caída más dolorosa que el dolor que debía sentir por romperse los huesos de sus 3 extremidades. Ese parecía su final, y lo habría sido si no hubiera actuado a tiempo tocándome con mis 5 dedos de manera que le di una bofetada y gracias a eso pude hacerlo flotar evitando su final.

Al liberarlo de mi singularidad me vinieron las terribles ganas de vomitar aquellos arcoíris y destellos que soltaba en vez de vómito, y así hice. Mientras, una pequeña anciana apareció curando con un simple beso a Deku dejándolo en perfecto estado. Esa anciana era la mismísima Recovery Girl, que era la enfermera de la academia.

En ese momento el recuerdo acabó y volvía a encontrarme con Recovery Girl y Deku aún lleno de destellos y arcoíris, que ahora se encontraban preocupados mirando cómo me encontraba. El dolor del recuerdo no debía de haber sido débil teniendo en cuenta que aún me estaba tocando la cabeza y me volvía a sentir mareada.

Izuku: ¡Uraraka! ¿Te vuelves a encontrar mal?

Recovery Girl: Si necesitas volver a vomitar usa este cubo.

Rápidamente cogí el cubo que Recovery Girl me ofrecía y por segunda vez en la mañana vomité por culpa de los mareos que mis recuerdos me daban.

Recovery Girl: Parece que lo mejor es que te quedes aquí un rato hasta que definitivamente te encuentres mejor. Sin embargo yo me tengo que ir ahora de la enfermería por ciertos asuntos y no puedo quedarme en la enfermería, pero sería muy feo por mi parte dejarte aquí sola mientras te estás recuperando...

Izuku: Me puedo quedar yo con ella para que así no haya ningún problema.

Recovery Girl: ¿En serio, Midoriya? ¿De verdad que no te importa? Después de todo perderás clases, y no pareces de ese tipo de estudiantes que les gusta perderlas.

Izuku: No, no tengo ningún problema, de todas formas aún tengo que cambiarme el uniforme, así que no me podía ir aún a clase.

Recovery Girl: Bien, entonces te dejo con ella hasta que se recupere. Me haces un gran favor, Midoriya. Ahora vuelvo.

Izuku: Está bien, hasta luego.

Ochako: A-adiós, Recovery...Girl.

Por mucho que intenté despedirme de Recovery Girl, al estar vomitando no logré hacerlo de manera adecuada, por lo que no sé si me llegó a escuchar.

Nada más cerró Recovery Girl la puerta nos quedamos el chico de ojos de color verde esperanza, el cual confundía mis sentimientos y además estaba lleno de mi vómito de colores al que solo le faltaban unicornios alrededor para salir de una película de fantasía, y yo solos en una de las habitaciones que la enfermería tenía. Y por si fuera eso poco, desde que había vomitado y manchado a Izuku la parte de arriba de su uniforme no me atrevía siquiera a mirarlo a la cara de la vergüenza que sentía. No sé si el podía sentir eso, pero definitivamente este momento de incomodidad no iba a ser fácil para mí.

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