¿Deku?

Al abrir los ojos me sorprendí al ver que estaba en la cama de una sala de hospital. Era bastante fácil de deducir con lo sencilla que era aquella habitación blanca y esa atmósfera melancólica que tenía.

Podía escuchar los pitidos que el motor cardiaco marcando mi pulso, y cuando me giré instintivamente a verla, pude ver a un chico con el pelo verde alborotado a mi lado dormido en la silla en la que estaba sentado justo al lado de mi cama.

Al principio me asusté un poco porque no esperaba ver a alguien al girar mi cabeza, pero luego me fijé más detalladamente en el chico. Su pelo alborotado no parecía teñido, así que debía tener ese color de pelo de nacimiento, algo definitivamente poco común. También tenía unos pocas pecas en sus mejillas y unos ojos grandes, aunque no podía saber su color de ojos si estaba dormido. En cuanto a físico se le veía haber entrenado bastante a pesar de que tampoco era muy alto ni muy grande.

Fue en ese momento que le observaba que pude ver cómo se despertaba y abría los ojos, unos grandes ojos verde esmeralda que al ver algo me pasó, como un pinchazo en la cabeza que me hizo recordar algo:

Parecía  que estuviera luchando contra enemigos, aunque no tenía ningún tipo de arma y al girarme vi a ese chico de pelo verde también concentrado luchando con un traje de un verde de distinto tono al de su color de pelo. Y justo cuando parecía que se estaba girando para verme...

Volví a la realidad. Estaba otra vez en la cama del hospital. ¿Acaso acababa de recordar algo? Eso había sido muy extraño, por más que intentaba volver a ese pensamiento para saber más nonlo conseguía. Todo había sido muy rápido y no entendía nada. Pero eso no era lo que más me importaba en ese momento. Aquel chico se había despertado y me estaba mirando, parecía bastante sorprendido. Mientras me miraba paralizado pude ver como le salían unos pocas lágrimas de los ojos, pero parecían lágrimas de felicidad. Se empezó a acercar hacía mí mientras que me hablaba.

Izuku: (Entre lágrimas)No puedo creerlo... ¡Estás despierta! Yo... pensaba que te había perdido... Pero no es así, menos mal que nos es así...

De repente me abrazó. Aquella atmósfera de melancolía que la habitación tenía y ese chico llorando sobre mi hombro mientra me abrazaba me estaba afectando, me estaban entrando unas pequeñas ganas de llorar. Sin embargo, me las arreglé para aguantarmelas, no tenía ninguna buena razón para llorar si no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando. Al terminar de abrazarme y ver que no estaba respondiendo a nada de lo que decía me preguntó:

Izuku: ¿Te encuentras bien?

Ochako: Y-yo no...

Ambos nos sorprendimos cuando la puerta de la habitación se abrió entrando tres personas. Una iba con traje de médico por lo que debía de ser uno mientras que los otros dos no parecían trabajar en el edificio. Todos al entrar se quedaron casi igual de sorprendidos que el otro chico al verme despierta, hasta que de repente dos de ellos reaccionaron abalanzándose sobre mí para abrazarme mientras decían:

Sr. y Sra. Uraraka: ¡Estás despierta! No puedo creerlo, hija.

De repente otro pinchazo mucho más fuerte que el anterior que incluso me hizo tocarme la cabeza del dolor apareció, pero esta vez no tuve solo un fragmento de recuerdo. Pude recordar muchos momentos en solo un segundo sobre ellos:

Desde yo de pequeña dando mis primeros pasos mientras que esas personas me animaban llamándome hija hasta una escena un tanto extraña, conmigo rodeada de objetos flotando a mi alrededor y mis padres riñendome siendo llamada hija diciendo que por usar algo llamado singularidad tanto tiempo y tantas veces me iban a entrar muchas náuseas.

De repente volví de aquellos recuerdos. Aún estaba tocándome la cabeza y me di cuenta de que tenía una gran venda rodeandola, no sé muy bien cómo pero estaba claro que me había hecho un gran daño en la cabeza que hizo que me ingresaran aquí. También me percaté de que todas las personas que estaban actualmente en la sala se habían acercado preocupados por mí. Seguramente habían visto que me había quejado por el dolor del pinchazo espontáneo que había tenido.

Sra. Uraraka: ¿Te encuentras bien?

Ochako: Y-yo, no lo sé. ¿Cómo he llegado hasta aquí?

Doctor:¿No recuerdas nada de lo que ha pasado?

Ochako: Yo...yo lo intentó pero no recuerdo nada. Lo que pasa es cuando me ha venido aquel dolor en la cabeza nada más me habéis llamado hija me han venido muchos recuerdos de mi infancia, así que lo único que puedo decir con seguridad es que sois mis padres.

Todos se quedaron callados durante unos segundos, algo muy incómodo. Pero ese silencio se rompió cuando el chico de pecas preguntó mientras miraba al suelo:

Izuku: ¿Significa eso que no me recuerdas?

Pude ver como caían lágrimas de sus ojos mientras decía eso, mojando el suelo de aquella horrible habitación. No supe que contestarle, me sentía muy mal por él. Definitivamente él debía ser alguien que conocía bien y que no le recordara le afectaba mucho, pero esa era verdad, yo no sabía quién era.

Ochako: L-lo siento mucho, pero de verdad que yo no puedo...

No pude aguantar más, toda la situación estaba siendo horrible y no tener la capacidad de entender nada me estaba torturando por dentro. Por eso razón empecé a llorar. Y no solo eso, también comencé a sentir náuseas y vomité a un lado de mi cama donde por suerte no había nada ni nadie que manchar. Aunque he de añadir que me confundió aún más que mi vómito fuera color arcoíris y brillante.

Rápidamente mis padres actuaron sujetándome el pelo y apoyándome. Mientras que el médico avisó rápido a enfermeros que había por los pasillos y el otro chico estaba simplemente paralizado, observando la situación.

Pude ver como el médico le pedía que saliera de la sala y que esperara fuera. Se podía ver por su expresión que era lo último que quería hacer, pero lo hizo caso. Sin embargo antes de salir se despidió de mí con un:

Izuku: Lo siento mucho, Ochako.

Y eso hizo que un otro débil pinchazo me volviera aparecer, aunque esta vez no necesité tocarme la cabeza ni nada parecido.

Estábamos en el patio de un edificio exageradamente grande que debía de ser un especie de colegio teniendo en cuenta que el chico de pelo verde aparecía con un uniforme escolar. Está vez pude fijarme en lo que estaba llevando que era el mismo uniforme pero femenino. Aquel chico me había llamado por mi nombre por alguna razón que desconozco, pero cuando me giré recuerdo haberle contestado con una gran sonrisa mientras que lo llamaba "Deku".

Al volver de aquel recuerdo vi cómo este chico salía por la puerta y involuntariamente al verlo susurr de manera que solo yo me escuché:

Ochako: Deku...

Debía de ser mi compañero de instituto, un amigo mío al que le dolía que no lo reconociera. Aunque me parecía extraño que yo lo llamara Deku. ¿No sé supone que eso era un insulto? Después de todo en japonés eso suena a "el que no puede hacer nada" o "inutil", aunque esa no sea su traducción. Pero de todas formas Deku suena como "tú puedes hacerlo", a mi me gusta el apodo.

Ese fue el último pinchazo de dolor que tuve antes de desmayarme. No tengo claro si me desmayé por confusión, dolor o nauseas, pero eso ocurrió después de el siguiente recuerdo:

Recuerdo estar hablando con dos personas, uno de los dos era ese tal Deku. No tenía ni la más remota idea de quién podía ser el otro. Pero en aquella visión acababa de decir exactamente la misma frase sobre a lo que a mí me parecía que era el verdadero significado de Deku.

No tuve tiempo de pensar en el recuerdo porque como ya dije me desmayé al instante.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top