Bajo el muérdago
Ochako: Hola papá, hola mamá, ¿ocurre algo?
Sr. Uraraka: No tranquila, hija, no te preocupes, todo está bien por aquí.
Ochako: Ah vale, menos mal. ¿Entonces por qué me habéis llamado?
Sra. Uraraka: Te hemos llamado porque queda poco para medianoche y para que sea tu cumpleaños, y suponiendo que te lo estabas pasando genial en tu fiesta sorpresa hemos decidido llamarte un poco antes de la hora para no molestarte mientras que tus amigos te feliciten.
Mire la hora del móvil y en efecto quedaba poco tiempo para que fuera 27 de diciembre.
Ochako: ¡Muchas gracias! ¡Os quiero mucho! Pero... ¿cómo sabéis que esto era una fiesta sorpresa?
Mis padres rieron al escuchar mi pregunta.
Sra. Uraraka: Ay cielo, nosotros lo sabíamos desde el principio. Se pusieron en contacto con nosotros para decidir una fecha en la que tú pudieras asistir y para elegir los aperitivos más apetecibles.
Ochako: ¿De verdad? ¿Me lo habíais ocultado todo este tiempo?
Sr. Uraraka: No queríamos arruinar la sorpresa. Ahora vete y disfruta de la fiesta con tus amigos, y feliz cumpleaños.
Ochako: ¡Gracias! ¡Eso haré!
Al cortar la llamada me di cuenta de que un chico de pelo verde salía del edificio para buscarme. Al verme se acercó a mí y me preguntó:
Izuku: Me había parecido que habías salido de la sala común de manera repentina y he salido para ver si todo estaba bien.
Ochako: ¡Oh, sí! ¡Todo está perfecto! Eran tan solo mis padres, felicitándome con antelación por mi cumpleaños.
Izuku: Entonces me quedo más tranquilo.
Deku se quedó unos segundos en silencio observando el espacio vacío en el banco en el que yo estaba sentada.
Izuku: ¿P-Puedo sentarme?
Ochako: ¿Oh? ¡Ah, claro!
Nos quedamos ambos callados sin saber cómo entablar alguna conversación, observando el frío paisaje que había alrededor de los dormitorios. Por suerte, se me ocurrió algo que decir para romper el silencio.
Ochako: Te agradezco que hayas preparado todo esto para mí, Deku.
Izuku: No tienes porqué darme las gracias. No podría haber hecho esto yo solo sin los demás y además cuando te dieron hace un mes el alta en el hospital y me dijiste que en tus cumpleaños normalmente no había nadie para celebrarlo decidí que te merecías tener un buen cumpleaños.
El hecho de que recordara lo que le dije y que tuviera un gesto tan bonito conmigo hizo que me sintiera aún más feliz de lo que ya estaba. La tripa me empezó a doler un poco. ¿Sería de las mariposas que revoloteaban por mi estómago o de la comida de la fiesta?
Ochako: Eres increíble, Izuku. Y encima has dejado que las chicas te prepararan para la sorpresa...
Una leve risa se me escapó al mencionar esto último mientras que Deku se volvía a poner nervioso y a sonrojar un poco.
Izuku: N-No esperaba que ellas le hicieran eso a mi pelo... Aunque también tengo que admitir que fue algo original...
Ochako: Sí, en eso estoy de acuerdo...
Los dos empezamos a reír por lo ocurrido hasta que nos volvimos a calmar. Volví a mirar la hora en mi móvil.
Ochako: Vaya, ya queda menos tiempo para mi cumpleaños...
Izuku: ¡Oh! Eso me recuerda...
Vi cómo Deku metía su mano en el bolsillo de su abrigo para sacar un pequeño regalo envuelto de manera un poco torpe con envoltorio navideño.
Ochako: Deku... No tenías porqué hacerlo...
Izuku: Sé que no es la mejor presentación, pero con todo lo que ha ocurrido no he tenido mucho tiempo para devolverlo como es debido... Aún así espero que te guste.
Abrí el regalo con cuidado de no tirar el papel de regalo al suelo y para mi sorpresa encontré unos extraños guantes negros delgados que solo tenían dos dedos, el anular y el meñique.
Ochako: Siento si soy muy grosera, pero la verdad es que no entiendo la razón para regalarme estos guantes que solo tienen dos dedos.
Izuku: Esos guantes los usan la gente que dibuja en digital, para que su mano no interactúe con el dibujo y así no tengan problemas a la hora de apoyarse.
Ochako: Oh vaya, son bastante útiles, pero no logro comprender por qué me los regalas tú a mí, si yo no dibujo en digital.
Me puse los guantes mientras me preguntaba la utilidad que podían darme a mí. La verdad es que eran cómodos pero no me abrigaban del frío.
Izuku: Bueno, esos guantes pueden ser para ti de gran utilidad...
Ochako: Aún no entiendo cómo.
Izuku: ¿M-Me permites enseñarte cómo?
El hecho de que se hubiera puesto nervioso al decir eso me confundió aún más de lo que estaba, pero aún así acepté.
Ochako: No veo porqué no.
Lentamente Deku empezó a agarrarme de las manos entrelazando sus dedos con los míos. A pesar de las cicatrices que tenía en una de sus manos y del frío que hacía, Izuku tenía unos manos suaves y calentitas.
Izuku: Gracias a estos guantes da igual lo que toques que no se irá flotando.
Ochako: Así que era para eso... Te agradezco que hayas pensado tanto en mí, Izuku. La verdad es que necesitaba algo de esto.
Izuku: No hace falta que me des las gracias. Es un regalo por tu cumpleaños.
Ambos nos volvimos a quedar en silencio, pero ninguno soltó las manos que tenía entrelazadas con el otro. Nos quedamos mirando hacia nuestras manos hasta que decidí hablar.
Ochako: Oye, Deku... ¿Qué es lo que somos?
Ante esa pregunta Izuku se quedó unos segundos callado nervioso pensando bien en las palabras que iba a usar para contestarme.
Izuku: Yo... También me hago la misma pregunta.
Levanté la cabeza para ver a Izuku mirando mis manos como si estuviera hechizado por ellas.
Ochako: Deku... ¿Qué es lo que sientes por mí?
Izuku me miró un tanto extrañado por lo que le acaba de preguntar y contestó con una sonrisa:
Izuku: Pensaba que era evidente.
Me quedé callada aún esperando una respuesta más clara por parte de Deku.
Izuku: Bueno, desde que te conocí siempre estuve muy nervioso cuando estabas a mi alrededor. Yo simplemente lo relacionaba con el hecho de que nunca hubiera interactuado con una chica hasta que te conocí, pero en el ataque de los villanos que hizo que calleras en coma...
Ochako: ¿Sí?
Izuku: Ante aquella confesión que me hiciste abrí por fin los ojos. De alguna forma escondí inconsciente lo que sentía por ti porque no sabía si era lo mismo que tú sentías. Aquel beso me hizo darme cuenta de que durante eso tiempo había sentido lo mismo que tú por mí. Fue por eso por lo que venía a visitarte mientras estabas ingresada y ayude a tus padres con los gastos. Y también fue por eso por lo que me sentí tan mal cuando despertaste sin recordarme.
Ochako: Deku...
No esperaba una confesión tan sincera por parte de Izuku. Cierto era que yo sabía que él estaba sufriendo por toda la situación, pero no llegué a imaginarla de esta manera.
Izuku: ¿Y tú, Ochako? ¿Sigues sintiendo lo mismo que sentías antes por mí?
Ochako: El hecho de haber perdido la memoria no ha detenido mis sentimientos por ti. Tengo que admitir que estuve bastante confundida todo este tiempo por el hecho de sentir algo por alguien que no llegaba a recordar con claridad. Pero ahora que mi mente vuelve a recordar, puedo decir con seguridad lo mucho que me gustas, Izuku.
Ahora ninguno de los dos sabía qué decir. Nos quedamos mirándonos levemente sonrojados por lo que acabábamos de decir y de escuchar. Sin embargo, cuando Izuku miró un momento hacia arriba se puso aún más rojo de lo que estaba. Un color parecido al que tenía antes con árbol navideño en la cabeza.
Ochako: ¿Pasa algo?
Izuku: N-no, bu-bueno s-sí... es que...
Deku soltó sus manos de las mías para señalar hacia arriba, y cuando vi qué era lo que señalaba con el dedo me puse igual de roja que él.
Un evidente muérdago típico de navidad estaba encima del banco en el que Deku y yo estábamos sentados. Y creo que todo el mundo sabe lo que eso quería decir.
Ochako: L-Lo siento Izuku. ¡Te juro que no me he sentado aquí a propósito ni nada parecido! ¡Ni siquiera me había fijado de que eso estaba colgado al sentarme!
Izuku: Tranquila, Ochako, te creo. Hasta ahora tampoco me había dado cuenta y esa no es la razón por la que me he sentado a tu lado.
Ochako: S-Si quieres podemos no hacerlo...
Izuku: Pero eso significaría mala suerte, ¿no?
Ochako: E-eso dicen, sí...
Izuku: N-No creo que sea lo mejor arriesgarse teniendo en cuenta lo poco que queda para tu cumpleaños.
Ochako: Bu-Bueno, entonces...
Izuku: Entonces... ¿puedo besarte?
Al escuchar la pregunta de Izuku sentí como mi corazón se saltaba un latido y como la tripa me volvía a doler un poco. Definitivamente eran las mariposas aún más alteradas de lo que ya estaban.
Mi boca no podía pronunciar ninguna sílaba, por lo que tan solo asentí con fuerza, gesto que hizo sonreír levemente a Izuku.
La mano de Izuku se acercó a mis mejillas que empezó a acariciar con suavidad, yo hice lo mismo, acariciando las pecas de Deku sin miedo a hacerlo flotar gracias a los guantes que me había regalado.
Izuku: Tus mejillas son muy suaves...
Eso fue lo último que dijo antes de besarme bajo el muérdago. A diferencia de los anteriores besos, este fue un beso menos tímido ya que nuestros labios ya se conocían de antes. Después de unos gloriosos segundos, ambos nos acabamos separando.
Antes de que pudiéramos decirnos nada, escuchamos cómo mi móvil hizo un pequeño ruido indicando que ya era medianoche. Izuku me miró con esa sonrisa que tanto me derretía el corazón y me dijo:
Izuku: Feliz cumpleaños, Ochako.
Deku intentó acercarse otra vez a mis labios, pero esta vez lo detuve poniendo mi dedo índice en sus labios dejándolo confundido.
Ochako: Me encantaría continuar esto, pero deberíamos volver a dentor antes de que se preocupen por nosotros.
Izuku: T-Tienes razón.
Al ver la cara que puse indicando que le había dejado con ganas de más sentí la necesidad de acercarme a su oreja para susurrarle:
Ochako: Siento dejarte con ganas de más, pero tal vez podamos continuar después.
Inmediatamente al alejarme de su oreja vi la cara roja de Deku. No pude evitar reír ante esa reacción.
Ochako: Bueno, volvamos dentro.
Izuku: Sí, no creo que queramos que sospechen sobre lo nuestro, ¿no?
Ochako: ¿A qué te refieres con lo nuestro? Aún no me has pedido salir.
Izuku: ¡Oh, ci-cierto! Suponía que después de haber hablado y del muérdago que sí, pero sí, bueno yo...
Deku no podía articular una frase correctamente de lo nervioso que estaba, por lo que decidí intentar echarle una mano.
Ochako: Deku.
Izuku: ¿Hmm?
Ochako: No hace falta que preguntes. Sería un honor ser tu novia.
Izuku comenzó a reír ante lo que había dicho mientras que yo me sonrojaba y me ponía nerviosa, cambiando los papeles de cada uno.
Al notar lo roja que estaba, Izuku se levantó del banco ofreciéndome su mano para levantarme mientras decía:
Izuku: El honor es mío.
Y así, agarrándonos firmemente de las manos, volvimos a entrar en los dormitorios para continuar con las fiesta y celebrar con mucha más ilusión que antes, porque ahora una nueva relación había florecido entre los dos.
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●
Este es el último capítulo de esta historia. He decidido subirlo el último día de esta año 2019 para despedirlo por todo lo alto. XD En principio no tengo pensado escribir una secuela de este fanfic (aunque si me viene la inspiración tampoco lo descarto) pero lo que sí tengo pensado es acompañar esta historia con dibujos que haré en un futuro tal vez no muy lejano.
[Por si a alguien le interesa, tengo una cuenta de dibujos en Instagram que es @ aineli.uwu donde me alegraría mucho ver vuestro apoyo si me siguierais.]
Vale, ahora que he terminado con el spam solo quería añadir que agradezco muchísimo el apoyo que le habéis dado a esta historia. De verdad que no miento cuando digo que cada vez que veo una notificación o un comentario vuestro me pongo feliz, sea la hora que sea. Creo que sin ese apoyo no habría sido capaz de subir esta historia tan seguida.
Ahora sí, os deseo un feliz año 2020 a todos y que disfrutéis la cuarta temporada de Boku no Hero Academia como se merece. Nos veremos posiblemente en la próximo fanfic izuocha que llegue a subir. ¡Adiós a todos! ♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top