Al salir de la enfermería

Mientras que el cuerpo musculoso y fibrado de Deku me sujetaba y yo me sonrojaba mientras lo miraba, él preocupado me preguntó:

Izuku: ¿Uraraka? ¿Has vuelto a recordar algo?

Ochako: Sí...yo, esto...

No sabía que decir, estaba demasiado ocupada poniéndome roja pensando en la facilidad que tenía aquellos músculos  para distraerme. ¿Acaso podía yo llegar a ser tan pervertida?

Izuku: De repente estás muy roja, ¿debería intentar avisar a algún profesor?

Ochako: ¿Qué? Esto... ¡no! ¡no hace falta!

La expresión de Izuku pasó a ser de confusión al escuchar mi intento de respuesta. Sin embargo, después de unos segundos de silencio incómodo se dio cuenta de lo pegado que estaba a mí  sin llevar ninguna camiseta puesta, haciendo que su cara se pareciera a la de un tomate con pecas.

Izuku: ¡Uraraka! ¡Lo siento! Yo... no sabía... no quería... cuando vi que te quejabas y desmayabas por el dolor yo...

Ochako: T-tranquilo, no tienes por qué disculparte... Es normal que te hayas preocupado, después de todo estoy todo el rato quejándome y desmayándome... Y al fin y al cabo, tú haces lo que un héroe haría, intentar ayudar y proteger a los demás.

Nada más mencionar lo último volví a sonrojarme un poco, ¿de verdad le acaba de decir esto? Izuku también se sonrojó un poco y mientras se tocaba la nuca con la mano con cicatrices indicando aún más lo inesperado que fue mi cumplido para él (Porque le había hecho un cumplido ¿no?) me contestó:

Izuku: Tampoco es para tanto, Uraraka... pero gracias de todas formas.

Ochako: De nada.

Nos quedamos mirándonos por unos segundos en un silencio que no era incómodo, como muchos anteriores que habíamos tenido ya, hasta que yo rompí  aquel silencio cuando le dije a Izuku:

Ochako: Oye, Deku.

Izuku: ¿Sí?

Ochako: No crees que deberías, ya sabes...

Ya que no podía acabar la frase señalé a su torso sin camiseta para que captara el mensaje, cosa que no tardo en hacer.

Izuku: Oh, sí, cierto. Supongo que no te importará si ya me termino de vestir aquí, ¿verdad?

Ochako: ¡¿Qué?! Yo... esto...

No sabía cómo responder a aquello, yo no me negaba en absoluto, ¿pero como se lo decía sin parecer una pervertida? Antes de que le pudiera contestar a nada más, Izuku me dijo:

Izuku: Bueno, si no estás cómoda, mejor termino de cambiarme en el baño.

Esta vez sí que se aseguró de cerrar la puerta del servicio, por lo que no tenía la más mínima posibilidad de volver a mirar cómo se cambiaba (¿De verdad estaba pensando en eso?) y yo me quedé con una extraña sensación de tristeza. A lo mejor podría haberle contestado a Izuku que no me importaba... ¡No! Esto era mejor, después de todo él es solo un amigo y estaría muy feo de mi parte quedarme embobada observando como se cambiaba, como había hecho antes... Aunque si Deku fue el que dio la idea, no debería de significar nada, ¿verdad? Esto es muy confuso...

Fue en aquel instante cuando la puerta del baño volvió a abrirse con Izuku vestido con otro uniforme igual al suyo, y sujetando el uniforme manchado con sus manos.

Izuku: Bueno, pues ya estaría, ahora solo quedaría explicarle a mi madre lo que ha ocurrido con el uniforme...

Ochako: De verdad que lo siento, Izuku, todo esto es por mi culpa...

Izuku: Ya te he dicho que no tienes que disculparte, Uraraka. Está bien en serio. Ahora, si te encuentras bien, podemos volver a clase, aún queda mucha gente por presentarte de nuevo.

Ochako: Está bien, entonces no perdamos tiempo.

Y así, ambos salimos de la enfermería con intención de volver a la clase, sin embargo en nuestra vuelta nos encontramos de camino a el mismo profesor que parecía estar hibernando en un capullo amarillo, solo que esta vez no llevaba puesto el capullo.

Izuku: ¡Profesor Aizawa!

Aizawa: Veo que ya volvéis de la enfermería.

Izuku: Sí, pero Recovery Girl no está ahí porque dijo que tenía unos asuntos que atender.

Aizawa: Sí, lo sé, ella me había avisado de ello. ¿Te encuentras mejor, Uraraka?

Ochako: Eh, yo... sí...

Sabía que era mi profesor, pero como no recordaba nada de él no pude evitar responder tímidamente.

Aizawa: Oh, cierto, no me reconoces. Yo soy el tutor y profesor de la clase de 1A, por lo que soy tu profesor.

Izuku: ¿Logras recordar algo, Uraraka?

Ochako: Yo... no consig-

Como habréis podido adivinar me vino un dolor de cabeza que hizo que pudiera recordar momentos menos que  de alguna manera el profesor estuviera involucrado.

En aquel recuerdo nos encontrábamos  en un especie de patio de la academia. Teníamos que hacer una prueba que trataba de demostrar nuestras habilidades usando nuestras singularidades. Específicamente la parte que vi iba sobre lanzar una especie pelota de beísbol lo más lejos posible.

Por lo que parecía todos estábamos asustados. No entendí por qué hasta que escuché a Aizawa mencionar que el que peor hiciera la prueba sería expulsado de la academia.

Cuando llegó mi turno hice una puntuación de infinito, cosa que dejó a todos anonadados, incluyéndome a mí, aunque yo estaba más feliz que sorprendida. Pero después llegó el turno de Deku, que justo cuando lanzó la pelota algo ocurrió.

Al girarme pude ver cómo el pelo y lo que parecían una especie de cintas que tenía alrededor del cuello comenzaban a flotar y como sus ojos se habían vuelto rojos, no parpadeaba y no le quitaba a Izuku los ojos de encima.

Aizawa: Ese examen práctico no fue lo suficientemente racional. Hasta tú fuiste admitido.

Izuku: ¿Has borrado mi singularidad?

Todos estaban callados analizando lo que sucedía mientras que Aizawa hablaba a Deku.

Izuku: Esas gafas... ¡Ya veo! Puedes borrar las singularidades de los demás con tan solo mirarlos. El héroe borrador, ¡Eraser Head!

Tras esa declaración todos los estudiantes empezaron a murmurar. Algunos decían no conocerlo y otros haber oído hablar de él.

Aizawa: Por lo que veo, no puedes controlar tu singularidad, ¿verdad? ¿Acaso intentas incapacitarte de nuevo y que alguien te salve?

Izuku: ¡C-Claro que no quiero que...!

De pronto gracias a las cintas que flotaban alrededor de su cabeza Eraser Head atrajo a Midoriya hasta él y le dijo:

Aizawa: Quieras o no, lo que digo es que los que te rodeen tendrán que hacerlo. Hubo un héroe excesivamente apasionado que salvó a mil personas por sí solo y creó una leyenda, acabarás convertido en un muñeco inútil después de haber salvado a una sola. Midoriya Izuku, con tu poder no puedes convertirte en un héroe.

Justo al decir eso hubo un incómodo silencio por parte de todo el mundo. Ahí fue cuando el profesor soltó a Izuku de su singularidad.

Aizawa: Te devuelvo tu singularidad. Tienes otro intento para el lanzamiento. Date prisa y acaba de una vez.

Mientras que Izuku se preparaba, un extraño chico de ojos lila y pelo rubio me preguntaba:

Aoyama: ¿Estás preocupada?

Ochako: Yo... ¿Quién eres tú?

Creo que por esa respuesta debía de ser el primer día de clase para los alumnos de 1A teniendo en cuenta que aún no conocía a aquel chico. Aunque ahora en realidad tampoco lo hacía...

De repente pude apreciar cómo Deku murmuraba en voz alta, preguntándose que hacer. No podía evitar sentir pena por él, ya que le acababan de decir que no podía llegar a convertirse en un héroe. Pero mis pensamientos fueron cortados al ver el lanzamiento de Izuku.

Fue difícil de apreciar, pero mientras lanzaba se podía comprobar como proyectaba toda la fuerza de su singularidad a su dedo índice, haciendo que la pelota se fuera a una gran distancia y dejando su dedo completamente roto y magullado. Fueron exactamente 705.3 metros. La última frase que pude escuchar del recuerdo fue de Izuku hablando hacia el profesor Aizawa.

Izuku: Todavía puedo moverme.

Ahí fue cuando el recuerdo acabó. Al volver vi cómo Izuku y el profesor me miraban comprobando que me encontraba bien. Al menos esta vez no sentía ninguna náuseas ni mareos, pero todavía sentía el dolor de cabeza que poco a poco iba desapareciendo.

Izuku: ¿Uraraka?¿Todo bien?

Ochako: Sí, sí... Tan solo...acabo de recordar algo...

Aizawa: ¿Acaso me recuerdas?

Ochako: Sí, se podría decir que sí, Eraser Head.

Al mencionar su nombre de héroe el profesor se quedó un poco sorprendido, pero no tardó en contestarme.

Aizawa: Bueno, me alegro de que estés bien, significa que podrás volver a incorporarte en la clase. Quería avisarte de que durante tu ausencia no hemos adelantado muchos contenidos en clase, pero al no recordar ninguno de los anteriores, te aconsejo ponerte al día con los estudios por tu cuenta. Lo mejor sería pedirle ayuda a tus compañeros para que te lo expliquen.

En ese momento me di cuenta. Entre mi pérdida de memoria y mi ausencia en clases por estar ingresada en el hospital había perdido muchas clases y lecciones y ahora debía ser definitivamente la alumna más atrasada de la clase o incluso del curso entero. Ese pensamiento me asustó mucho, pero pude mantener la calma para que el profesor Aizawa no lo notara.

Ochako: Gracias por el consejo, así lo haré.

Aizawa: Está bien, espero que ahora seas incluso mejor estudiante que antes y te concentres en clase en vez de estar mirando a Midoriya durante mis explicaciones. Si no lo recuerdas seguro le puedes preguntar a Ashido y a Aoyama, estoy seguro de que ellos sí lo recuerdan. Que tengais un buen dia los dos.

Y sin decir nada más, el profesor continuó su camino por los pasillos dejándome a mí y a Izuku petrificados y completamente rojos por lo que acaba de mencionar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top