Al estar los dos solos

Después de lo que me pareció un silencio incómodo, Deku me preguntó:

Izuku: ¿Te encuentras mejor, Ochako?

Ochako: Aún me duele la cabeza y me encuentro un poco mareada, pero al menos ya no tengo ningún tipo de náuseas.

Izuku: Bueno, algo es algo. Deja que te coja un poco de papel para limpiarte los restos de vómito.

Rápidamente se levantó a coger papel de un rollo de papel higiénico que se encontraba en una mesita cerca de la camilla.

Ochako: G-gracias, Izuku...

Izuku: De nada.

Ya que por fin se había roto ese silencio incómodo luché contra mi propia vergüenza y sin todavía atreverme a mirar a Izuku a los ojos me disculpé por lo que había ocurrido.

Ochako: I-Izuku...

Izuku: ¿Sí?

Ochako: Yo... siento mucho haberte vomitado encima manchándote la chaqueta, camisa e incluso corbata del uniforme. De verdad que no era mi intención...

Izuku: Ochako, no te preocupes por eso. Es cierto que no ha sido una agradable experiencia, pero sé que no lo has hecho a propósito, sé que tú no lo harías a propósito.

Fue gracias a esa respuesta que me atreví a mirarle a la cara de nuevo mientras hablaba. Cuando acabó de hablar, noté cómo me hizo una pequeña sonrisa que consiguió volver a  ponerme nerviosa y un poco roja.

Izuku: ¿Era esa la razón por la que llevas todo este tiempo sin atreverte a hablarme ni a mirarme a la cara?

Ochako: ¿Qué? Yo... esto... ¿Lo has notado?

Esa pregunta me vino muy desprevenida dejándome bastante descolocada. ¿Tanto se podía notar?

Izuku: Difícil era no notarlo, y me preocupaba que fuera algo que yo había hecho, pero veo que no es así.

Ochako: Es, es cierto. Sentía tanta vergüenza por haberte manchado de vómito de colores que ni me atrevía a mirarte a la cara...

Izuku: Pues no tendrías que sentirte así, es algo que no has podido controlar y que ha dado la casualidad de que me a tocado a mí, no tienes que darle más vueltas.

Ochako: Sí... supongo que tienes razón. Gracias, Izuku.

Izuku: ¿Por qué me das las gracias?

Ochako: Te doy las gracias por todo lo que estás haciendo por mí. Después de todo, aunque no sepa muy bien cómo acabé en coma y sin memoria sé que no fue fácil para tí y el simple hecho de al despertar no poder recordarte definitivamente debió haberte dolido mucho. Pero a pesar de todo eso tú me ayudaste cuando te lo pedí y ahora por culpa de eso tú eres el que más sustos se lleva cuando me ves desmayarme o vomitar por el simple hecho de recordar algo. Por eso te doy las gracias.

Esta vez fue Deku el que se puso rojo y nervioso, haciendo que yo acabara igual que él.

Izuku: Yo... no sé que decir, Uraraka...

Nos quedamos así, tan rojos como un par de tomates mirándonos fijamente a los ojos, sin saber qué decir o hacer. Pero extrañamente este no me pareció un silencio incómodo, más bien todo lo contrario. Podría haberme quedado todo el tiempo del mundo mirando fijamente a esa cara pecosa con aquellos grandes y verdes ojos que tanto parecían hipnotizarme en aquel momento. Pero muy a mí pesar, ese momento se desvaneció al Deku decir aún algo colorado:

Izuku: D-debería cambiarme de ropa.

Ochako: ¿Hmm? ¡Oh, sí! Tienes razón. Creo que puedes usar ese baño de ahí para cambiarte.

Izuku: Está bien, no tardo, y si te encuentras mejor podemos volver a clase con el resto.

Ochako: Me parece bien, aunque espero no volver a vomitar otra vez...

Izuku se levantó de la camilla para ir a cambiarse al pequeño cuarto de baño que tenía la sala, pero al entrar él no llegó a cerrar bien la puerta, por lo que se podía llegar a ver lo que ocurría ahí dentro. Yo no me percaté de esto hasta que al mirar hacia la puerta del servicio pude ver como Izuku se desabrochaba la camisa manchada dejando ver su cuerpo musculoso.

Aunque no podía comprobarlo estaba segura que mi cara había llegado a un nivel extremo de rojo al que creo que no habia llegado antes. Por suerte o por desgracia, Izuku no se había dado cuenta de nada de esto, por lo que el continuó cambiándose sin saber que estaba siendo observado, aún con el torso desnudo.

Era cierto que me había percatado de que Izuku no tenía precisamente una mala forma, pero hasta ese momento no había pensado que Deku llegara a estar tan musculoso. Lo correcto habría sido avisarle de que la puerta no estaba bien cerrada, pero era difícil dejar de mirar aquel espectáculo.

Así estuvo durante un rato, contemplando aquella escena, hasta que de repente un fuerte pinchazo me vino haciendo que me llegara a quejar del dolor, justo en el peor momento que mi mente podía haber encontrado.

Volvía estar en aquel escenario apocalíptico en el cual transcurría una pelea entre varios héroes y villanos. No tenía claro cuántas veces había tenido algún recuerdo en este sitio ya. A diferencia a el resto de esos recuerdos, yo estaba en pie, luchando junto al resto de héroes intentando derrotar a los enemigos. Todo parecía ir lo mejor que una batalla de ese estilo podía ir hasta que vi cómo un poderoso villano golpeaba de una manera muy violenta a un héroe con un extraño traje de tono verde oscuro.

Al fijarme en quien había sido la persona golpeada pude ver cómo aquel héroe volvía a levantarse para intentar continuar su lucha con parte de su traje destruido, dejando ver parte de un cuerpo musculoso debajo de él. Ese cuerpo pertenecía al mismísimo Izuku Midoriya, bastante herido por la lucha que estaba ocurriendo.

Pude comprobar perfectamente cómo Izuku, aún intentando levantarse y prepararse para atacar, iba a volver a ser atacado por aquel villano. Al notar aquello me acerqué lo más rápido que pude a Izuku gritándole mientras que con mis manos lo empujaba, haciéndole flotar lejos de la mira del villano. Sin embargo, aquel acto hizo que fuera yo quien recibiera el poderoso y doloroso golpe del enemigo que fue directamente a mi cabeza.

Aquel golpe hizo que acabara tirada en el suelo mientras que Deku gritaba mi nombre de la forma más dolorosa que había escuchado nunca. Por suerte, aún tenía la fuerza suficiente para liberarlo de mi singularidad, y este nada más lo notó fue a atacar al villano venciéndolo casi al instante. Mientras que el recuerdo se acababa pude ver como Izuku corría rápidamente hacía mí para sujetarme y hablarme. Probablemente en aquel momento iba a suceder el recuerdo que tuve en el cual Deku me hablaba mientras que yo creía que me iba a morir.

Una vez volví a abrir los ojos vi que había vuelto al presente. Sin embargo, ahora Izuku me estaba sujetando tal y como había acabado haciendo en mi recuerdo, pero ninguno de los dos tenía heridas graves y él estaba sin ninguna camiseta puesta, dejando visibles los marcados pectorales y abdominales que tenía. Una escena que por poco me hizo volver a desmayarme.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top