1. "El rubio sexy y la puta rara"

Zac:

Mientras me bajaba del auto de mi papá veia a dos chicos, uno rubio y otro castaño, ambos guapísimos. Les decían cosas morbosas a las chicas que pasaban y a más de una le agarraron un pecho fingiendo estar ciegos.

Y si, caminaba hacia ese par de chicos. Pervertidos, abusivos, problemáticos... Y mis mejores amigos/primos.

-Desearía ser esa blusa -le susurraba el rubio a una pelirroja, mientras el castaño acosaba a una de primero.

-¡ROSE! -le grite al castaño- déjala ya, es una de primero, no seas pedófilo.

-Te dije que me dijeras Ross, Zachary-me replico.

Te preguntaras, ¿Porque él se llamaba Rose y tú te llamas Zachary? Bien, ambos nacimos el mismo día, éramos los primeros hijos de nuestros padres y estaban nerviosos, entonces, nuestros nombres se confundieron y yo termine siendo Zachary William Cold y el término siendo Rose Nathalie Cold.

Me declaro culpable de ser malditamente rara. Y no lo digo solo porque mi camiseta lo diga.

-Y bien, ¿que tal me queda? -me pregunto el rubio.

-¿Que cosa?

-¿No te fijaste? Nunca prestas atención.

Joshua parecía mi esposa.

Literal.

-Ah... ehm... Nuevo bronceado, fuiste al gimnasio ¿ehm...?

El rodo los ojos y apunto a su cabello

-Oh claro que lo note, te lo cortas...

Negó con la cabeza, okay, no tenía ni un pudin de idea de que rayos se había hecho.

-Eh... ¿Te lo peinaste?

-¡Me lo teñí un tono más oscuro! -me dijo al fin, rodando los ojos.

Entonces me explico que su cabello ya no era rubio extra claro, ahora era rubio claro, en lo personal no se veia ni un poco la diferencia, pero allá él y sus cosas locas.

Parecía Jack Frost con su cabello así y esa sudadera blanca lo hacía ver más pálido que el papel. Claro no es que yo fuera una morena tropical, ya que mi piel me hacía parecer un cadáver. A veces pensaba que era una rara especie de vampiro y que no lo sabía.

Pero vamos ¿quién es vampiro y no lo sabe?

-¿Y bien? ¿Que haremos hoy? ¿Desarmar la silla de la Srta. Pillow? ¿O pintar de verde el cabello de Jen? -pregunte.

-El cabello de Jen -contestaron al mismo tiempo.

Las clases pasaron iguales hasta Biología, en la que estábamos juntos, con Jen. Compramos pintura verde y lo pusimos en pequeños botecitos que tenía cada uno.

Jen termino sentándose justo al frente mío. Y mientras ella escuchaba la clase, aproveche para pintarle todo su rubio cabello de verde moco. Luego de partirnos de la risa, Joshua, Ross y yo quedamos en hacer algo distinto al otro día.

Al salir de clases fuimos a nuestro lugar de siempre, la heladería ''Brown&Black''

-Hey, ¿que se supone que pedirás Zac? -me pregunto el vendedor, su nombre era Chuck y era dos años mayor que yo.

-Ya sabes lo que sea... -empecé yo.

-Que no sea chocolate -culmino el vendedor.

Casi a todos los sitios a donde vamos saben de mi problema con el azúcar, sobre todo con el chocolate, al comer chocolate, empezaba a temblar y no paraba de moverme hasta conseguir más de la preciada sustancia, lo mismo con la Coca-Cola y con todas las bebidas dulces, ni hablar del café, resumiendo, no podía comer nada con mucha azúcar porque si no enloquecía.

Las mesas eran de colores vivos y había un parque de juegos con cientos de niños, y si, era una heladería infantil.

Joshua le puso helado en la nariz a Ross y yo, antes de que se lo quitara, lo quite con mi dedo y me lo metí a la boca.

-¡Ewww! -exclamo Josh.

Terminamos de comer y Ross y yo llegamos a casa, el vivía conmigo hacía ya un par de años. Mi mamá nos recibió y almorzamos.

Estábamos escuchando música tumbados en mi cama cuando de la nada él se sentó. Leyendo un mensaje.

-Josh, viene, hay que hacer algo.

-¿Como que y porque?

-Porque es un puto y seria genial... ahm... el plan 85...

-¿Paint Ball versión pobre? Tenía ganas de hacer eso hace tiempo.

Preparamos los globos, nos pusimos ropa vieja que ya no usábamos y llamamos a unos vecinos a jugar con nosotros. Luego de un rato de lanzarnos globos mutuamente me llego un mensaje de Josh y nos escondimos para tomarlo por sorpresa.

Esperamos en silencio cuando vi pasar a un chico de sudadera blanca.

Es el...

Corrí hasta estar lo suficientemente cerca para lanzarle el globo.

Los chicos me gritaban algo pero para cuando lo entendí ya el globo con pintura rosa se había estrellado contra su sudadera blanca.

Me moría por ver la cara enojadísima del rubio en cuanto se dio vuelta.

Si, era rubio.

Si estaba enojadísimo.

Pero no, no era Joshua.

¡Oh putos Nuggets! No era el, definitivamente no era el, era un rubio sexy.

¡UN RUBIO SEXY!

-¡¿QUE MIERDA CON GRASA TE PASA?! -me grito enojado.

-¡Lo siento! De verdad lo siento yo...

Sin darme cuenta había puesto mi mano en su sudadera, manchándola esta vez de verde. El me miro frustrado y antes de darse vuelta e irse, me miro entornando los ojos.

-Tú y yo nos volveremos a ver, rara de mierda -murmuro.

Me quede helada, no se notaba tanto que era rara... ¿verdad? Mire mi camiseta, tenía una frase bastante... Dios demasiado vergonzosa: ''Yo los prefiero rubios'' decía, mi cabello parecía vomito de hadas del arcoíris.

Luego caí en cuenta... ¡EL ME INSULTO!

Y cuando me di cuenta ya no estaba, en cuanto me voltee todos se estaban riendo a carcajadas, puta vida.

-Ya basta, putos todos, esperemos a Josh y ya.

Pero Josh ya estaba allí. Con una manguera en la mano.

En total éramos unos siete adolescentes llenos de pintura, desarmados contra otro adolescente con una manguera a presión.

Eso se iba a poner feo.

-Me parece que están un poco sucios, ¿eh?

Y empezó a mojarnos, la pintura cayó por toda la calle, fue tan divertido.

Luego de esa mini tercera guerra mundial, Josh y Ross se largaron (luego de darse un baño claro) a quien sabe dónde y yo, como la perezosa que era me quede viendo Breaking Bad el resto del día.

Mi papá llego cuando estábamos a punto de cenar con Ross tomado de la oreja y repleto de labial rojo-puta.

-¿Que paso? -preguntamos mi madre y yo al mismo tiempo.

-Encontré a Rosie en un puticlub besándose ¡con una mujer de la vida alegre! -exclamo mi padre enfadado.

-¿Y que hacías tú en un puticlub Harold? -pregunto mi mamá arqueando una ceja.

-Ehm... -mi papá no sabía que decir- ¿cómo se llamaba ese perfume que querías cielo?

Luego de lo que llamo ''mamá consigue lo que se le antoje por una metida de pata de papá'' una jugada bastante común, me fui a acostar a dormir.

No pude dormir ni un poco, me quede leyendo casi toda la noche, cuando por fin me venció el sueño, decidí acostarme, y cuando por fin me estaba quedando dormida, resulta que alguien o algo me miraba desde la ventana.

Así que, como la valiente que soy, me levante de mi cama, encendí la luz... Y salí corriendo como una perra loca hacia la puerta al tiempo que gritaba.

-¡PAPI!

No había llegado a la puerta cuando mi papá estaba allí.

-¡¿Que paso?!

Juro que escuche unos ruidos sordos y luego pasos, al voltear a la ventana no había nadie allí.

-Y... yo...

Estaba anonadada, podría jurar que vi a alguien allí. Mi boca estaba abierta y mi papá enfadado. Enfadado, sin camisa y con... ¿un látigo en la mano?

-¡No puedes gritar así Zachary!

-Ya... perdón si interrumpí su momento 50SDG pero había algo mirándome desde la ventana.

-Zac... Pudo haber sido un búho o algo, cualquier cosa toma -me tendió el látigo- esto te ayudara a defenderte.

Salió y yo me senté en la cama viendo hacia la ventana con el látigo en la mano.

-Ah y creo que mejor lo lavas -me recomendó papá asomándose.

Por reflejo solté el látigo haciendo una mueca de asco.

Ew.

Me asome por la ventana y me encontré con que lo que sea que me miraba, era algo bastante pesado ya que habían ramas rotas por todos lados...

Tú y yo nos volveremos a ver, rara de mierda habia dicho el rubio de esta tarde...

No, imposible, solo le había manchado su sudadera.

Además, ni que fuera un psicópata.

Jeff:

-¡SANTA MADRE DE ZALGO! ¿Que te paso Jeff? -pregunto mi aprendiz, Nina, apenas abrió la puerta.

Y no era para menos su reacción, ya que, gracias a que el puto Jack me pidió que la pasara buscando a la escuela, termine lleno de pintura rosa gracias a una puta rara. Luego cuando fui a darle su merecido, resulta que la puta rara, prende la puta luz y me hace caer del puto árbol en el que estaba montado.

Sobre un montón de caca de perro.

UN PUTO MONTON DE CACA DE PERRO.

Y para rematar, me torcí un tobillo huyendo del perro (que perro ni que nada, parecía un puto oso pardo) que era dueño de la caca.

Y allí estaba, frente a la casa que compartía con Jack, Nina y un pendejo llamado Ben.

-¡No dejes que entre así! -escuche que grito Jack.

Puto fantasma de mierda.

-Lo lamento Jeff, ya sabes que Jack manda... -se disculpó Nina cerrando la puerta pero le puse el pie.

-Que yo sepa tu eres mi aprendiz.

-Que yo sepa Jack paga la renta -dicho esto y en un rápido movimiento me cerró la puerta en la cara.

-¡MAL AGRADECIDA YO TE HICE HERMOSA! -le espete quitándome la sudadera y los pantalones quedando en camiseta y en ropa interior.

-¡Ya ábreme mujer! -le grite

Escuche como Nina bajaba rápido las escaleras, lo sabía porque ella es de pies ligeros.

-¿Ves? Mucho mejor Jeffy -Nina enseño sus dientes, sonriendo supongo.

Entre y Ben estaba cocinando, con su bata de baño puesta y... ¿rollos para el pelo?

-He...y? -lo salude extrañado.

Él se dio la vuelta y vi como pegaba un ligero saltito por la sorpresa, que gay.

-Mierda, no pensé que llegarías tan pronto -tomo su gorro de la mesa y se cubrió los rollos.

-Así que te hiciste el tratamiento capilar que te recomendé -le dijo Nina sentándose en la encimera.

-Sip...

-Jeff, ve a tu cuarto -me dijo ella.

-Mi mama que yo sepa, está durmiendo -me cruce de brazos.

-Como quieras -Nina se encogió de hombros y saco su teléfono, apuntándome- y ahora aquí está el famoso Jeff the killer, en ropa interior, como podrán notar... -empezó ella.. ¡¿Grabándome?!

-No Nina, Nina... ¡No no no no no no no! Ya subo, pero borra esa mierda!

Una vez que subí, me di un baño (lo admito, hace tiempo que necesitaba uno) y al salir me puse mis calzoncillos y una camiseta.

Baje y Jack estaba poniendo los platos y Nina los vasos, ya se, dirán ¿porque cenan tan tarde? Pues luego de una noche de asesinar, comer riñones y... al parecer tratamientos de belleza no viene nada mal un espagueti a la Eyeless. Claro que precisamente esa noche le tocaba a Ben cocinar... y si hizo una de sus estofados especiales pues que Zalgo se apiade de mi alma.

-Adivinen que prepare -dijo Ben con la olla en la mano y una sonrisa en el rostro.

Nadie le contesto Jack se quedó paralizado y Nina maldijo por lo bajo ese ''adivinen que prepare'' nunca resulta bien. Nina, Jack y yo nos sentamos.

-Pues ya que no responden les diré, es...

-Que no sea estofado especial, que no sea estofado especial -murmuraba suplicándole a nadie en particular.

-¡Es estofado especial! -exclamo Ben quitando la tapa y dejando a la vista una... cosa no muy apetecible.

Ew.

Vamos tenía un pelo de dudosa procedencia a la vista.

Ben dejo la olla en la mesa y empezó a servirnos a cada uno.

-Ehm... yo... no tengo... hambre... -mascullo Nina subiendo las escaleras pero siendo detenida, por Jack.

-Si Jeff y yo comemos estofado tu también pequeña hobbit -le dijo en voz seria.

-No sé por qué no les gusta, si quedo delicioso, es más le puse un ingrediente especial -Ben sonrió autosuficiente- le puse...

-Popo de paloma -adivine oliendo nuestra ''cena''.

-No, le puse esta cosa blanca y grumosa -me corrigió tomando una jarra con en verdad algo blanco, grumoso y apestoso.

Maldito Peter Pan como el no necesita comer.

-Ben, eso es leche y esta vencida -comento Jack haciendo una mueca.

-¿Cómo sabes que es leche si no la puedes ver? -pregunto Nina.

-Estaré ciego, pero puedo oler bastante bien -le respondió Jack- pendeja... -susurro.

-¿Y porque llegaste en ese estado? -pregunto el rubio.

Les conté por todo lo que pase hoy, y ellos, como buenos amigos, me consolaron y Nina prometió lavar mi sudadera a mano...

Si, y el trasero de Nicki Minaj es natural. Lo que hicieron fue reírse en mi cara. Olvidando lo que estaba en mi plato tome, enojado, una cucharada entera y la metí en mi boca.

-Hey no esta tan... -empecé con la boca llena para luego expulsar el contenido de mi boca lo más antes posible.

Tres palabras: Que, puto, asco.

Al irme a dormir no pude dejar de imaginarme las maneras más divertidas de matar a aquella puta rara. Me divertiría muchísimo encajándole mi cuchillo en su pecho, o aún mejor, en su cara o tal vez cortaría sus venas para verla desangrarse hasta morir...

No le había visto bien el rostro, ya que estaba casi completamente cubierto de pintura, por eso no podía imaginar bien mis fantasías.

Me puse mi antifaz y me dormí pensando en que si volvía a ver a esa puta rara, no la dejaría pasar.

La mataría en cuanto tuviera la oportunidad.

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Hi :3 pus esta es mi primera fanfic de Jeff, estoy muy emocionada *-* en fin, aqui en multimedia la foto de Zac, y... creo que ya, Byeee :'3

-Karlis♥