Capítulo II: La culpa de Shisui.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Shisui Uchiha es el profesor de álgebra de Hinata Hyūga. Para ella no fue difícil notar que que Shisui tenía un atractivo que podía cautivar a cualquier mujer. Incluso a algunos hombres sin que él lo notara. Su mejor amiga, Ino Yamanaka, era una de esas personas que se incluía en la lista de seguidores oficiales de Shisui Uchiha. Y para que negarlo, ella también se sentía atraída por él. ¿Quién en su sano juicio se resistía a un Uchiha?

Su profesor es alto, de complexión delgada pero brazos fuertes y espalda amplia. Sus grandes y oscuros ojos eran del mismo color que su cabello, el cuál siempre se encontraba despeinado dándole un aire de rebeldía a esos rizos perfectos. Su sonrisa, oh Dios, su sonrisa es lo que más hacía temblar a Hinata Hyūga. Él solía mostrar sus dientes blancos en cada ocasión que podía, y cuando le guiñaba el ojo de forma traviesa, Hinata simplemente se derretía.

La popularidad de Shisui con las mujeres era conocida por todos, él tenía una gran cantidad de chicas a su disposición para elegir. Fue por esa fama que Ino le recomendó que se acercara primero a él, siendo Shisui como era, Hinata no tendría que demostrar por mucho tiempo lo que pretendía.

El sonido de la campana la volvió a la realidad, sus compañeros de aula comenzaron a salir de uno por uno al ver que Shisui ya no tenía intención de decir algo más. El Uchiha se despedía con la mano sin prestar más atención a sus despedidas. 

Ino tocó su hombro, Hinata dió un salto en su lugar asustada, su amiga la había atrapado mirando a su profesor más de la cuenta.

—Ya no hay nadie en el salón— Hinata pasó saliva, estaba demasiado nerviosa, no creía ser capaz de insinuarle a su maestro lo que Ino decía. Si ella muy apenas y logró besar a un chico, y eso fue caundo tenía doce años. Ya había pasado mucho tiempo desde esa ocasión —Tienes que hacerlo cuando me vaya, como lo practicamos.

—Hai— susurró.

Shisui alzó una ceja al ver a ambas chicas allí, tan juntas la una de la otra y sin haber huido a sus casas como sus otros compañeros. 

—¿Sucede algo, señoritas?

—No es nada Shisui-sensei— se adelantó a decir Ino para darle unos segundos más de preparación a su amiga —Nos ponemos de acuerdo para salir más tarde, pero Hinata dice que debe estudiar.

—Entiendo— fue la respuesta del mayor, que aún revisaba algunos trabajos en el escritorio y por ese motivo no salía del aula.

—Nos vemos luego Hinata-chan, hasta mañana Shisui-sensei.

—Adiós Ino.

Hinata solamente se despidió con la mano. Sus nervios le daban la impresión de que no podía hablar. Para su buena suerte, y siendo parte del plan, Ino cerró la puerta cuando salió del salón. Shisui se giró en esa dirección al escuchar el ruido, le daba curiosidad saber porque cerraba la puerta si Hinata seguía ahí, cuando regresó su vista a sus papeles, se encontró con la sorpresa de tener a Hinata al frente de su escritorio.

—¿Hinata?

—Shisui-sensei— lo llamó con su voz dulce y pacífica, si no fuera por lo que estaba por hacer, Shisui seguiría pensando que era una chica inocente —Necesito clases extra.

—¿Clases extra?, Pero si eres muy inteligente y tienes buenas notas— los ojos del Uchiha se fijaron en las pequeñas manos de la menor, Hinata quitó el moño de su uniforme de forma lenta. Esa acción le permitió ver que los primeros botones de su blusa no estaban en su lugar, el inicio de sus senos era una vista que lo hipnotizó.

—Por favor, Shisui-sensei. Quiero que me dé clases extra— el rostro de Hinata estaba tan rojo que casi parecía inhumano, sus ojos temblando y su boca ligeramente abierta le daba esa sensación de estar por corromper a una mujer ingenua —¿Lo haría por mi?

—Hinata... ¿Por qué quieres clases extra?— no era ningún tonto, entendía perfectamente que Hinata buscaba algo de él que un maestro no podía darle. Aunque su ética profesional le decía que era incorrecto, la tienda de campaña que comenzaba a formarse en sus pantalones le pedía lo contrario.

—Quiero ser el promedio más alto— Hinata bajó la mirada un momento y luego regreso la vista a él, sus piernas temblando le daban el primer aviso de que su cuerpo quería perder la conciencia —Y también quiero estar con usted, Shisui-sensei.

—Diablos— el Uchiha maldijo en voz baja antes de ponerse de pie, esa niña lo estaba poniendo duro con sólo su mirada de corderito asustado —Ven aquí.

La Hyūga dejó que su profesor tomara su brazo con la mano izquierda y recogiera sus papeles con la derecha. Hinata llevaba la mochila en sus hombros, y el maletín de Shisui en su mano libre. No sabía a dónde se dirigían, simplemente permitió que el Uchiha la llevara por todo el estacionamiento hasta llegar a un bonito auto de color azul marino. 

Shisui abrió primero el asiento trasero para lanzar los trabajos de sus alumnos y el maletín que Hinata le había llevado, ella se sonrojó aún más al notar la erección de su profesor. No lo había notado antes porque Shisui se cubrió con los papeles para que nadie más se diera cuenta. El estacionamiento se encontraba vacío a esas horas, aún faltaba tiempo para que el turno vespertino entrara a clases, y los del matutino ya habían abandonado las instalaciones desde hace tiempo.

Él le abrió la puerta del copiloto, Hinata se metió dentro sin decir una palabra o dirigirle la mirada. ¿Qué estaba haciendo en realidad?, La idea de Ino ahora era más difícil que antes. Shisui subió a su auto después de ella, buscando con desesperación sus llaves en los bolsillos de su pantalón. Hinata se abrochó el cinturón de seguridad, algo que nunca olvidaba era tener la precaución de tener el cinto de seguridad.

—Busca los exámenes de la semana pasada en mi maletín, encuentra el tuyo y dime que calificación tienes— Hinata obedeció. El nueve de su examen fue el que afectó más a su calificación, pensó que con sólo esa exhibición de sus senos Shisui le subiría su nota.

—¡Lo encontré!— exclamó, por unos segundos y olvidó que seguía en el auto de su profesor, donde el podría llevársela a otro lugar con facilidad —Tengo un nueve.

Un momento, el número nueve estaba sobre puesto en una mancha que se hizo con un borrador y corrector.

—¿Nueve?

—Si, pero parece que antes de eso me dió otra calificación— Hinata le entregó su examen, Shisui frunció ligeramente el ceño. Él nunca se equivocaba al momento de dar la calificación en sus exámenes o trabajos, por las prisas con que debió dar resultados de la primera evaluación  no se percató de ese detalle aquel día.

Shisui revisó todas las hojas del examen, las respuestas de Hinata eran impecables, ella merecía un diez en lugar de un nueve —No comprendo, alguien debió cambiar tu calificación.

—¿De verdad?

—Sí, tu examen es de diez.

—¿Quién lo hizo?— le preguntó ella, no podía creer que alguien fuera capaz de quererla perjudicar.

—No lo sé, yo mismo reviso mis exámenes para que estos incidentes no sucedan— Hinata lo seguía viendo, buscando cualquier rastro de mentira en su profesor. Pero Shisui decía la verdad, él no tenía idea de lo que sucedió —Recuerdo que se me quedaron en casa de Itachi, pero fue sólo un día. Después Sasuke me los entregó.

—Sasuke-kun— la ojiperla cruzó sus brazos, ya tenía una idea de lo que en realidad sucedió. Y Shisui también.

—Oh no, ¿Por qué no me fijé antes?— Shisui dejó caer su cabeza en el volante, por culpa de ese descuido Sasuke le había dado una calificación equivocada a Hinata. 

Los pensamientos de la Hyūga no eran muy diferentes a los de su maestro, estaba molesta con Sasuke por sabotearla. ¿Quién le aseguraba que no hizo lo mismo con sus otros profesores?

—No tiene porque culparse, Shisui-sensei— Hinata acarició su hombro para darle ánimo, lo único que consiguió con su delicado toque fue que el gran amigo de Shisui despertara de nuevo. 

—¿Era cierto lo de las "clases extra"?— Shisui la observó de reojo, le daba gracia la forma en que su alumna decía cosas sin sentido debido a sus nervios.

—Y-yo... Shisui-sensei...

—¿Y bien?

Ella jugó con sus dedos, la idea de estar con un hombre tan atractivo y maravilloso como Shisui Uchiha no le desagradaba. Pero le causaba temor que él pensara mal de ella. Ino sin duda le gritaría si dejaba pasar esa gran oportunidad, ¿Cuándo más su profesor le pediría que estuvieran juntos?

Al final asintió tímidamente, Shisui sonrió y encendió el auto. Al ver que se alejaban de la escuela, Hinata entendió que no había vuelta atrás. En unos minutos, Shisui y ella serían uno solo. Lo que más deseaba era sentirse amada, descubrir como era el amor en manos de un hombre que hacía saltar su corazón. 

Shisui no habló durante el camino a su casa, se sentía mal por permitir que Sasuke arruinara las calificaciones de su alumna. Una sonrisa brotó de sus labios sin ser completamente su intención, ya pronto iba a recompensar a esa chica.

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Hinata permanecía de pie frente a Shisui, que estaba sentado en su gran cama, dentro de su habitación. La corbata del Uchiha fué a parar al suelo, al igual que la camiseta blanca que usaba ese día. Hinata se quedó viendo su cuerpo semidesnudo, su torso definía músculos que él se encargaba de trabajar cada día. La azabache sintió una punzada de nervios, se imaginaba a si misma entre esos fuertes brazos y su respiración aumentaba. 

—Desvístete para mí, Hinata— al decir eso su voz se tornó aterciopelada, lo que causó un estremecimiento en Hinata que no terminó hasta llegar a su zona íntima. Ella no podía creer que Shisui con sólo unas palabras le provocara tantas sensaciones. 

Con manos temblorosas, Hinata fue desabrochado los botones de su blusa y bajando las mangas blancas por sus hombros. La falda fue más sencilla, con sólo quitar el seguro y bajar el cierre, la falda cayó al suelo deslizandose por sus torneadas piernas. Bajó la mirada para encontrar algo de valor y continuar. 

—Shisui-sensei.

Con las mejillas encendidas, y los ojos cerrados. Hinata quitó su sujetador y sus bragas. Estaba totalmente expuesta a él, una parte de su interior le repetía que estaba mal, pero otra mucho más fuerte le gritaba que dejara todo en manos de su profesor. Shisui se levantó un momento para retirar lo último que le permitía estar en las mismas condiciones que Hinata. 

Sus ojos perla fueron a parar en el gran miembro de Shisui, parecía ser que la señalaba. Inconscientemente pasó su lengua por sus labios, estaba ansiosa por saber cual era el siguiente paso. Y por su bien esperaba que fuera rápido, no tenía idea de cuánto tiempo seguiría consiente.

—Ven, siéntate a mi lado— su voz, esa profunda voz no dejaba de causarle extrañas emociones, casi sin voluntad se acercó poniéndose frente a él. Shisui acarició su muslo cuando ella tomó asiento a unos centímetros de él —Dime algo Hinata, ¿Está es tu primera vez?

—S-sí— admitió avergonzada, seguramente Shisui ya había estado con tantas mujeres y no quería perder el tiempo en con ella.

—Entonces me encargaré de darte un buen trato, está tarde te haré sentir más placer que dolor— Shisui le indicó con la cabeza que se adentrara más en la cama, sus grandes manos se detuvieron cuando encontraron su cadera. Su cabeza bajó a su vientre, donde repartió besos suaves y excitantes.

—Shisui-sensei...

—Aquí no soy tu profesor, Hinata.

La ojiperla sentía la presión de la cara del Uchiha sobre la parte interna de sus muslos, su respiración muy agitada le daba cosquillas. Entonces, emitió un suspiro muy profundo. Shisui deslizó su mano desde la rodilla de la chica hacia arriba, apenas rozándola con las yemas de sus dedos, ella se estremecía a cada caricia. Su mano alcanzó su pelvis, y siguiendo en línea sobre su suave piel comenzó a dibujar círculos. Hinata se perdía en su contacto, Shisui sabía como hacerla disfrutar.

Ella suspiró levemente, lo que excitó aún más a su acompañante, que comenzó a juguetear con sus dedos. Finalmente Shisui tomó la decisión e inició besando sus piernas, acariciando sus rodillas, subiendo lentamente, frotando su piel con sus labios mientras paseaba su lengua por sus muslos.

—Shisui-kun.

Por un momento sus miradas se encontraron, negro y blanco, perversión e inocencia. El Uchiha pasó su dedo índice por su boca, humedeciendo la yema con un poco de saliva, este lo deslizó desde su ombligo hacia abajo, jugando en el recorrido y tocando sus labios con movimientos dulces. La respiración de Hinata se aceleró, algunos gemidos suaves comenzaron a salir de su boca. Su dedo seguía explorando la intimidad de la chica, bordeando su clítoris, frotándolo con cuidado de no asustarla.

—Eres muy linda Hinata.

Hinata gimió en el momento que Shisui hizo más presión en ese pequeño botón rosa, masajeando, haciendo círculos sobre el y tocando con la yema de su dedo muy despacio. La Hyūga llevó sus manos al cabello de su profesor, tomando su nuca para incitarlo a acercarse aún más a ella. Los dedos expertos abrieron sus labios, su lengua fue la encargada de seguir explorando aquella zona. Besos húmedos, succiones. Hinata se sentía en las nubes, la lengua de Shisui llegaba muy adentro de ella. Arqueó su espalda permitiendo que él siguiera su trabajo.

Los labios de Shisui envolvieron su clítoris, jugando con el dentro de su boca, presionandolo con su lengua. Hinata cruzó sus piernas detrás de la espalda masculina. El poseedor de ojos ónix sentía los muslos de la chica en su rostro, su cuerpo se agitó y luego regreso a un estado de absoluta relajación. Por primera vez, Hinata Hyūga estaba sintiendo un orgasmo.

—¡Shisui-kun!— gimió fuertemente, el Uchiha podía asegurar que mañana temprano tendría a sus vecinos quejándose por el ruido de su encuentro.

Sin esperar a que ella se recuperará por completo de ese momento, Shisui subió a la cama, posicionándose entre sus piernas y besando ese hermoso cuello que lo llamaba cada día de clases.

—Tú eres una alumna muy provocativa, Hinata— ella gimió nuevamente al sentir que mordía con suavidad su blanca piel —Subiste tu falda hace unos días.

—Shisui-kun... ¿Qué está haciendo?— su mano acarició su abdomen, la Hyūga seguía su lucha interna por dejar de hacer ruidos tan vergonzosos con su boca —¡Ah!, Por favor.

—Quiero estar dentro de ti Hinata— le murmuró al oído, evidentemente ya consumido por el deseo. Continuó besando su cuello, mientras Hinata acariciaba su espalda.

—Yo... Ah, mmm... También quiero, se-sentirlo dentro— dijo por fin, Shisui sonrió ante su respuesta. Bajando de su cuello para pasar a sus senos, masejaba uno y jugaba con el pezón del otro en su boca con la lengua. 

Hinata se atrevió a mover sus manos también, tocó su pecho, lo sintió fuerte y eso le fascinó. Siguió descubriendo la anatomía de su profesor, llegando a su miembro, lo frotó delicadamente, ganando un gemido por parte de él.

Shisui entró en ella de golpe, Hinata gimió más de dolor que de placer. No hizo ningún movimiento por un minuto completo, esperaba a que ella se acostumbrara a su tamaño. Con un asentimiento de cabeza, el Uchiha se movió, primero despacio.

—Shisui-kun— él limpió sus lágrimas, unió sus labios a los de ella para distraerla del dolor punzante que no la dejaba. 

Ya entendía porque Shisui comenzó con esas caricias antes de penetrarla, él sabía que por el dolor, no podría experimentar lo que su lengua la hizo sentir. Las embestidas eran fuertes y a la vez dulces, el calor tenía como prisionero a ambos cuerpos.

—Hinata— el Uchiha acarició su columna, ella seguía demasiado pérdida en cada embestida como para notar lo que sus manos hacían en su cuerpo.

—Shisui-kun— dentro, fuera. Rápido, profundo —Ah...

Shisui seguía moviéndose dentro de ella, sus embestidas eran fuertes y certeras, pronto sus movimientos comenzaron a ser un poco más rápidos. Ambos gemían, inmersos cada quien en la unión que compartían. Shisui fue el primero en llegar a su orgasmo, no se percató de su descuido al no usar protección hasta que se derramó en su interior.

—Hinata— unos movimientos más y se detuvo. Hinata quedó satisfecha, al igual que él.

—Shisui-kun, gracias por pe-pensar e-en mí— él la miró sin decir nada —U-usted sabía que n-no llegaría si so-solamente me p-penetraba.

—No es fácil que una chica virgen llegue al orgasmo— le confesó, Hinata de acercó a él para acomodarse en el espacio de su brazo y su pecho —Y yo dije que te haría disfrutar, no podía pensar sólo en mi placer personal.

—Gracias por ser gentil conmigo— Hinata abrazó su abdomen, Shisui acarició su mano. Por un momento se permitiría disfrutar de ese cálido tiempo juntos, ya luego le diría que necesitaba tomar una pastilla para prevenir embarazos.

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Bueno, ahora ya saben quién le quitó la virginidad a Hinata xd

Dejen sus votos y comentarios 💖

Nos vemos en la próxima actualización 👀❣️

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