El merecer ser llamado heroe



Eri...

El chico de cabello verde se sorprendió al ver a aquella pequeña, pero intentó acercar su mano para ayudarla. Sin embargo, ella se asustó.

Eri: No... Por favor.

Izuku: Oh, lo siento. Quizás te asusté, mi apariencia puede no ser la adecuada, pero soy de los buenos. Permíteme ayudarte.

Cuando Izuku intentó cargar a la pequeña, ella se tensó y temblaba. Parecía tener miedo, pero ¿de qué cosa podría tener miedo?

- Cuidado.

Unos pasos en el callejón donde apareció la pequeña hicieron presencia ante los dos jóvenes héroes. Kai Chisaki, también conocido como Overhaul.

Overhaul: Siento que mi hija les causará problemas, héroes.

Izuku reconoció de inmediato al hombre y se agachó para ponerse un pañuelo que le cubría la mitad de la cara.

Overhaul: Siento que esta niña traviesa les causará problemas, tiene una condición sensible en su cuerpo y se lastima cuando juega. La verdad es que ya no sé qué hacer con ella.

Mirio: Sentimos haber tropezado con ella, por cierto, vomita máscara.

Overhaul: Gracias, aunque en realidad la utilizo para evitar respirar el polvo. ¿Ustedes son nuevos en la zona? Es la primera vez que los veo.

Mirio: Sí, es nuestra primera vez patrullando y estamos algo nerviosos al ir solos. Así que compañero, vámonos, nos espera un gran futuro.

Overhaul: ¿De qué agencia son?

Mirio: Oh, solo somos estudiantes. Sería presuntuoso estar en una agencia, aún estamos aprendiendo cómo manejarnos como futuros héroes.

Entonces, camarada compangos en marcha, palpando el hombro de Izuku.

El chico de cabello verde iba a hacer caso, pero al ver la mirada de miedo en la pequeña, se quedó inmóvil, como si estuviera pidiendo "ayuda".

Izuku: Perdón por ser entrometido, pero ¿por qué su hija parece asustada? - dijo mirando al chico de cabello negro.

Overhaul: Es porque acabo de regañarla.

Mirio: (pensando: por favor, Midoriya, no hagas que sospeche de nosotros) Garou, vámonos.

Izuku: Pero los vendajes no parecen ser de un kit de juguete, ¿verdad?

Overhaul: Ella siempre se cae, como mencioné, tiene una condición en su cuerpo que la hace lastimarse.

Izuku: Entonces, ¿por qué tiene miedo y tiembla así, sin poder emitir ningún sonido?

Overhaul: Esos asuntos no te conciernen, muchacho, ya que son personales.

Mirio: Garou, es mejor no meternos en asuntos en los que no nos han invitado.

Izuku: ¿Qué hace con esta niña?

Overhaul: Cielos, estas generaciones son muy sensibles con la gente... De acuerdo, me avergüenza hablar de esto, así que por favor, acompáñenme.

Izuku cargó a la pequeña. Esta miró a su compañero, quien simplemente asintió para entrar en aquel callejón.

Overhaul: Tuve problemas con Eri y se ha vuelto respondona cuando le hablo.

Mirio: Supongo que es difícil ser padre, ¿no?

Overhaul: Sí, los niños son crueles y difíciles de entender.

La pequeña volteó a ver por un breve segundo y vio cómo el hombre se quitaba el guante. Una alerta y cosquilleo recorrieron su cuerpo. Intentó soltarse del agarre del peliverde, pero él la retuvo. El pecoso solo se inclinó para dejar a la pequeña en el suelo, quien intentó irse, pero Izuku la tomó delicadamente de la mano.

Eri: por favor... suéltame.

Izuku: Escucha, pequeña, sé fuerte y solo espera. Volveremos por ti.

Eri vio el rostro pecoso, pero no era serio ni amenazante. Él le sonrió levemente y apretó con delicadeza su mano, transmitiéndole un sentimiento cálido y tranquilo que calmó a la pequeña. Fue entonces cuando el pecoso la soltó y dio unos cuantos pasos, pero se volvió una última vez para mirar a aquellos jóvenes héroes. Eri también se volvió hacia su "padre" para caminar a su lado.

Overhaul: Vaya, parece que se te pasó el berrinche.

Eri: S... sí.

Izuku: Lamento haberlo molestado, señor. Buena suerte con su hija.

Overhaul: Sí... lamento que hayas tenido que escuchar mis problemas. Buena suerte en tu trabajo.

Mirio: Vámonos de aquí...

Ambos jóvenes salieron del callejón y se dirigieron por el camino, pero Mirio notó que Izuku estaba serio.

Mirio: Sé que querías ayudarla, pero habríamos puesto en riesgo la investigación de Sir.

Izuku: Eso es lo único que importa... podríamos haberla ayudado, podríamos haberla salvado.

Mirio: Pero Sir dijo...

Izuku: A la mierda lo que dijo Sir Nighteye. Si tan solo hubieras visto lo que yo vi, créeme, habrías desafiado a ese idiota.

Mirio: Midoriya, tranquilízate.

Izuku: No puedo estar tranquilo. No he podido hacer nada y estoy frustrado... enojado conmigo mismo. ¿Cómo podemos llamarnos héroes si no podemos salvar a una niña que nos está pidiendo ayuda?

Mirio: Yo... -mirando al chico de cabello verde-

Izuku: Mejor olvídalo.

Mirio: -suspirando- Voy a llamar a Sir Nighteye.

El cielo azul se había ocultado tras densas nubes grises y luego, unas pocas gotas comenzaron a caer. Después de un par de horas, Sir se reunió con los jóvenes.

Mirio: Lo sentimos mucho, pero no pensamos que nos toparíamos con él.

Izuku: ¿Puedo preguntarle algo, Sir Nighteye?

Sir Nighteye: ¿Qué cosa?

Izuku: ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos confrontado a Chisaki?

Sir Nighteye: Habrían entrado en alerta, aumentando la posibilidad de que refuercen aún más la guardia.

Izuku: Porque tenía planeado enfrentarlo.

Sir Nighteye: ¿Tú qué?

Izuku: Ese tipo no sé qué hace con una niña tan pequeña. Ella mostraba miedo y tenía vendajes por todo su cuerpo.

Sir Nighteye: Eso fue algo irresponsable que planeabas.

Izuku: Ayudar a esa niña.

Sir Nighteye: ¿Una niña? ¿Qué hubiera pasado si Mirio y tú hubieran salido heridos al confrontarlo? Si alguno de ustedes muere, sería mi culpa. Pero si Mirio hubiera muerto, entonces la culpa sería de alguien más, Midoriya. Deja de lado esa arrogancia y concéntrate en lo primero, que es la misión que les mencioné: solo vigilar. Esta es mi primera y última advertencia, Midoriya. Una vez más y estarás fuera del caso. No eres tan especial como para salvar a cualquiera.

Diario de Izuku

Así terminó mi primer día en la residencia del "famoso" compañero de All Might. Algunos carecen del sentimiento de poder hacer lo correcto. Entiendo las consecuencias, pero esa niña no tiene la culpa de estar con una mala persona. Su mirada mostraba miedo, señales de pedir ayuda. Sé que no soy tan especial como para salvar a cualquiera, pero tengo la esperanza de poder ayudarla.

Izuku cerró su diario y lo guardó, todavía con un sabor amargo en la boca. Miró su reloj y eran solo la 1 de la madrugada. A pesar de tener clases al día siguiente, no podía conciliar el sueño. Salió de su habitación y al bajar a la sala común, vio la luz de la cocina encendida. Se acercó y solo vio a Uraraka sirviéndose una taza de té.

Izuku: Uraraka?

Uraraka: Eh?! -volteándose- ¡Cielos, Izuku, me asustaste!

Izuku: Lo siento, no era mi intención. ¿Qué estás haciendo?

Uraraka: Intentando conciliar el sueño. ¿Y tú?

Izuku: Con un poco de insomnio.

Uraraka: ¿Estás bien?

Izuku: Sí, ¿por qué lo preguntas?

Uraraka: Parece que estás frustrado.

Izuku: Es solo que no tuve un buen comienzo en la agencia de Sir. Saldré un rato a tomar aire para ver si puedo conciliar el sueño.

Uraraka: Está bien, pero ten cuidado, Aizawa está de guardia.

Izuku: Sí, tendré cuidado. Suerte conciliando el sueño.

Uraraka: Suerte despejando tu mente.

Los dos jóvenes solamente rieron. Izuku salió de los dormitorios de la Clase A para comenzar a caminar; afortunadamente llevaba una camisa de manga larga de color verde oscuro. Observó brevemente el cielo oscuro, viendo que estaba despejado y lleno de miles de puntos brillantes; sin duda, era un escenario que rara vez se veía. Siguió su camino durante unos minutos hasta que escuchó una voz femenina.

- ¿Izuku?

El chico de cabello verde levantó la mirada y vio que era Itsuka Kendo quien estaba sentada en uno de los bancos que rodeaban el campus.

Izuku: ¿Kendo, qué haces aquí?

Kendo: Eso deberías preguntártelo tú, sobre todo a estas horas.

Izuku: Bueno, no puedo conciliar el sueño -dijo acercándose- y ¿tú?

Kendo: Mañana tengo mi primer día de residencia y estoy emocionada, jeje.

Izuku: Ya veo.- dijo sentándose en el mismo banco

Kendo: ¿Estás bien, Izuku?

Izuku: Sí, ¿por qué?

Kendo: Es que estás más serio de lo normal.

Izuku: ¿En serio?

Kendo: Sí, jeje, ¿y qué has estado haciendo?

Izuku: La verdad es que... he estado comportándome como un idiota.

Kendo: ¿Y eso?

Izuku: Últimamente las cosas me han ido bien, a veces pienso que sigo avanzando, pero parece que sigo en el mismo obstáculo. La verdad es que no estoy bien.

Kendo: Sabía que no podía confiar en el "estoy bien" de un hombre.

Izuku: -soltando una pequeña risa- Sí, tienes toda la razón.

Kendo: ¿Qué es lo que te perturba, Izuku?

Izuku: Tal vez sea yo... soy un irresponsable, o tal vez la arrogancia de Bakugou me pegó. Mi primer día en la agencia no fue como pensé, actué sin pensar y casi hago que nos metamos en problemas. Pero... la mirada de esa pobre niña no tiene forma de explicarse. Solo pude ver miedo, y parecía pedir ayuda a gritos. Sin duda, no soy alguien tan especial ni digno de salvar a cualquiera.

Sin duda no puedo considerarme un héroe si no pude ayudar a una niña que me pedía auxilio.

Kendo: ¿Y tienes miedo?

Izuku: No, no tengo miedo, es solo que... hubiera deseado poder hacer más por esa pequeña.

Kendo: Sé que lo harás, Izuku. No eres un idiota, eres un buen hombre, Izuku, y... un héroe. Nadie nace siendo especial, sino que nuestros actos y acciones nos moldean. Es muy noble de tu parte intentar salvar a esa pequeña niña -tomando la mano del chico de cabello verde-. Tal vez sea una señal, Izuku, de intentar... de intentar brindarle esa chispa de esperanza.

Izuku: Tal vez sea una señal... quizás - apretando suavemente la mano de Kendo.




Continuar...

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