• Capítulo 5 •
— Deshacerme de él sería cosa fácil, tal vez lo torture por un rato, me encanta escuchar los gritos de dolor de mis víctimas...
— No le hagas nada... — susurró con toques de súplica.
— Mm... lo puedo considerar si hablas con él, me iré un momento y cuando vuelva el no debe estar aquí ¿De acuerdo? — el ajeno apartó la mirada y de forma muy leve asiente con la cabeza, estaba siendo domado de la forma más asquerosa posible... — regreso en 15 minutos — dijo con un tono victorioso saliendo de la habitación.
Katsuki no se dejaría pisotear de esa forma... tenía que enfrentarlo, si pudo ganarle una vez podrá ganarle más veces, todo era cuestión de estrategia...
Se acostó nuevamente en la cama ¿Cómo podría derrotarlo sin hacerle mucho daño? Eso sería casi imposible, su kousei técnicamente es destrucción y si lo usaba obviamente alguien saldría herido, no quería pedir ayuda a nadie... aunque... si se lo pide a Aizawa sensei... Tal vez podía funcionar... pero... ¿Qué sucedería con el verdadero Todoroki?
Unos golpes en la puerta lo sacan de sus pensamientos, tenía que cumplir lo que se le había dicho antes, camina y abre la puerta.
— Bro, perdón por hacerte levantar de la cama, sé que estás muy cansado — dijo apenado, en sus manos traía un termo de agua hervida — ¿Quieres un té?
— Kirishima... eh cambiado de opinión... creo que dormiré ahora... prefiero no arriesgarme a contagiarte — comentó apartando la mirada.
— ¿Mh...? ¿Te estás... preocupando por mí? Bakugō en serio necesitas ayuda... — comentó bastante sorprendido, tocando la frente del ajeno.
— ¡Cállate! ¡Te estoy diciendo que ya no quiero que te quedes! ¡Vete de una vez y déjame tranquilo!
— Oh... Bueno, esta bien... — dijo bajando la mirada al suelo, no sabía que hacer por lo que se quedó unos segundos en silencio — Pues entonces te dejo el termo por si quieres beber algo caliente o hacerte una sopa instantánea — forzó una sonrisa entregando el objeto — creo que ya tienes lo necesario, igual si necesitas algo puedes llamarme — otro pequeño silencio.
— Mm... Sí — el ambiente se sentía cargado.
— ... No te vayas a olvidar de tomar tu medicina antes de dormir — fue lo último que dijo antes de irse por el pasadizo camino a su habitación.
Bakugō se quedó callado y cerró la puerta, él no quería que el falso Todoroki le hiciera daño pero al final... él mismo daño a su mejor amigo.
Suspiró cansado, observó el objeto que tenía en sus manos y sintió más culpa, Kirishima había pasado todo el día cuidando de él para que luego le gritara de esa forma...
No se lo merecía... todo era culpa de ese maldito bicolor villano.
Se tira en la cama, ya no sabía cuántas veces había repetido esa acción y tampoco le importaba, tenía que planificar que cosa haría cuando llegara ese maldito bastardo... tenía que evitar a toda costa dañarlo en gravedad... con inmovilizarlo sería suficiente o al menos eso esperaba.
Tal vez dejarlo inconciente...
La puerta no volvió a sonar desde que Kirishima se fue, Katsuki estaba extrañado, ya habían pasado los 15 minutos que le había dicho.
Su cabeza dolía y su cuerpo no lo dejaba moverse como deseaba.
Estaba seguro de que en esa ronda volvería a perder contra el heterocromático...
Sin darse cuenta se queda profundamente dormido...
Un calor sofocante le impide respirar con normalidad, despierta muy extrañado, se sentía como si estuviera en un horno. ¿Qué estaba sucediendo? Su cuerpo estaba lleno de sudor, el aroma dulce de la nitroglicerina estaba por toda la habitación, intenta moverse un poco pero un peso sobre su espalda no se lo permite.
— Oh, ya estás despierto — una risita se escucha.
— ¿Qué mierda estás haciendo? — cuestiona sin ganas de quitárselo de encima, la almohada en su rostro no le dejaba hablar bien — ¿Por qué demonios hace tanto calor?
— En primer lugar, me alegra verte de nuevo ¿Qué tal? — dijo con falsa amabilidad — y en segundo lugar, había escuchado que sudar mucho era bueno para recuperarse de la fiebre, asique de nada.
— ¿Qué? es broma ¿verdad? — comentó incrédulo — Tú eres el causante de que esté así y ahora quieres ayudarme a recuperarme, es evidente de que tramas algo.
— ... — otra risa se escucha — Tienes razón — suspiró — me descubriste... pero no es nada malo, al menos no mucho — el bicolor se quita de la espalda de Katsuki y se sienta a un lado de la cama, el rubio ceniza de forma lenta voltea a verlo y se espanta...
— Quería que te recuperaras de una vez para que ese maldito Kirishima no se te acercará para cuidarte a cada momento que podía, pero... ahora creo que no será necesario que te cures — sonrió de forma macabra, su ropa y rostro estaban llenos de un líquido carmesí, Bakugō no se lo podía creer ¿Eso... era sangre?
Su cuerpo se llenó de adrenalina y sin que él lo quisiera se mueve de forma veloz sujetándolo de la camisa, estaba a punto de golpearlo.
— ¡¿Qué mierda le hiciste?! — gritó aprentándo su agarre en la camisa del ajeno.
— No le hice nada — aquella sonrisa demente en su rostro lo hacía enojar aún más.
— ¡¡Te dije que no le hicieras nada!! ¡Hice lo que dijiste! ¿¡Por qué mierda... — su respiración agitada no lo dejó continuar, la fiebre aún era alta y su cuerpo gastó mucha energía en hacer ese simple movimiento veloz, el agarre en la camiseta del ajeno se fue debilitando poco a poco — mierda...
— ¿Terminaste? — preguntó ignorando todo lo que le había gritado antes, su rostro estaba serio y a la vez se le notaba curioso... — Katsuki... soy un villano, esto ocurriría en algún momento... — susurra cerca a su oído.
Un golpe resuena en la habitación, Bakugō había golpeado con su palma la mejilla del bicolor dejándolo incrédulo.
— Te arrepentirás de haber hecho eso — dijo Todoroki con su ceño fruncido, se había enojado.
— Ahora si te mataré... — gruñó observándolo con su penetrante mirada rubí.
—- ¿Acaso ya olvidaste de quién es este cuerpo? — cuestionó. La expresión enojada del rubio cenizo cambió, se acaba de dar centa del tremendo error que cometió — Exacto, no es mío — con una expresión seria se coloca encima del enfermo rubio — pensaba en tener piedad pero cambié de opinión...
«"Va a matarme"» pensó Katsuki y como si su cuerpo tomara vida propia coloca su mano frente al rostro del bicolor apunto de atacar.
— Yo no haría eso... — la voz del heterocromático lo detuvo haciéndolo esperar para escuchar el porqué — estás todo sudado, si tú o yo prendemos alguna chispa todo nuestro alrededor será destruido con tu explosión incluyéndonos ¿Lo podrías soportar?
La fiebre, adrenalina y dolor no lo dejaban pensar con claridad pero lo que le dijo tenía mucha lógica.
— Tenías todo esto planeado... ¿Verdad?
— Es probable — sonrió satisfecho de ver que Bakugō bajaba su mano y cubría su rostro — Te estabas comportando muy bien hasta que te atreviste a golpearme — la temperatura parecía subir con cada minuto que pasaba.
— Ugh... — se quejó debajo del bicolor, no podía respirar — me estás sofocando... — descubrió su rostro para luego intentar apartar al ajeno empujando su hombro con poca fuerza.
— ¿No te gusta el calor? — pregunta acercándose al rostro del de ojos carmesí.
— Lo detesto — confesó sin despegar su vista del bicolor, era muy extraño que Todoroki actuara de es manera, aún no se acostumbraba a verlo sonreír y menos de una manera tan macabra.
Su apariencia, su voz, su aroma... todo... seguro que incluso sus gustos y disgustos eran iguales...
La mirada de Bakugō finalmente se aparta del villano y observa el termo que su amigo le había entregado antes de irse, su anterior ira se empezaba a convertir en tristeza, haberlo tratado de esa forma y no poder disculparse lo hacía sentir realmente culpable.
— Estás pensativo ¿Es por tu amigo? — la mano del bicolor toma el mentón del rubio ceniza y lo hace verlo a la cara.
Su cicatriz...
Si ese tipo decía ser Todoroki entonces... el trauma que tiene con el agua hervida... ¿Será cierto?
— No te soporto — gruñó para luego usar todas sus fuerzas para quitárselo de encima por unos segundos.
Toma el termo y quita la tapa, cuando el supuesto Shōto se reincorpora Katsuki ya estaba listo para ejecutar su plan improvisado.
— ¿Qué carajos haces? — preguntó al verlo con el termo en mano.
— No te acerques — advirtió, caminando lentamente a la puerta, los ojos del medio albino se quedaron observando el vapor que salía del termo, pudo haberlo congelado pero... su cuerpo se había quedado inmóvil.
No sabía porqué pero en su interior sentía un miedo inmenso, según él ya había superado aquella fobia de su niñez.
Katsuki al ya estar cerca a la puerta toma la perilla y la gira.
— ¿Quieres volver a escapar y correr? — cuestionó el medio pelirrojo frunciendo el ceño al verlo con un pie fuera — Sabes que no te servirá de nada...
— Aquí no puedes usar la misma técnica que ayer.
— No necesito mi kousei para atraparte — su rostro enojado cambia a una sonrisa con malicia, bastante confiado se cruza de brazos para luego ver al rubio ceniza cerrar la puerta e irse.
Continuará...
NarikoHN
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top