• Capítulo 10 •

Tú también me gustas... — admitió aún con su rostro en el pecho del más alto.

Bakugō... déjame ver tu cara — pidió el heterocromático acariciando el cabello del rubio ceniza, siempre quiso hacerlo y comprobar lo suave que era a pesar de aparentar ser picudo.

Katsuki se aparta levemente del cuerpo de Todoroki y aparta la mirada con algo de pena, podía sentir que su rostro ardía. Shōto al verlo de esa manera deseó tener una cámara y fotografiarlo, sólo él podía ver esa expresión tan sumisa del ajeno y eso lo hacía sentir especial.

¿Puedo besarte?... — preguntó tomándolo del mentón para hacerlo ver al frente, en donde él se encontraba, tenía tiempo que deseaba estar en una situación así con el de ojos carmesí.

No preguntes esas cosas, bastardos... sólo hazlo — gruñó evitando verlo a los ojos.

Tienes que verme Bakugō...

— No me digas que hacer.

— Si no lo haces no me reconocerás como el verdadero dueño de tus sensaciones — dijo con seriedad, Todoroki deseaba que el rubio cenizo se olvidara de todo lo que había pasado junto a su versión malvada y pueda disfrutar de esos nuevos sentimientos.

Katsuki se estaba esforzando demasiado para evitar salir corriendo, estar tan cerca de Todoroki y sentir su cuerpo tan pegado a él era aterrador, sólo podía recordar lo asqueado que estaba.

Suspiró con lentitud y luego lo observa a los ojos, un escalosfrío pasa por su columna, a pesar de que la mirada del ajeno había sido tranquila y seria. Duraba muy poco con su mirada fija en él, realmente no podía olvidar los horrible que se sintió la primera vez.

— Bakugō...   su voz tan serena lo hizo salir de sus malos recuerdos.

— Mierda, ¡no pue-! unos labios lo callan, sus ojos se quedan como platos observando al medio albino, se iba a apartar pero Todoroki pasa su mano con suavidad en su cabello y espalda haciendo que esté algo más tranquilo, al principio le costó un poco seguir el ritmo del más alto pero al acostumbrarse pudo al menos igualarle un poco.

Shōto al ver que su beso fue correspondido intenta profundizarlo más, pero notó como al ajeno se empezaba a quedar sin aliento por lo que decidió dejarlo respirar. Un ligero hilo de saliva era lo único que los unía hasta que fue destruida por el mismo aliento de los jóvenes.

— ¿Qué te pareció? cuestionó el heterocromático observando como el rubio ceniza se mordía ligeramente el labio inferior y lo veía a los ojos.

— Ha-... parpadeó un par de veces procesando lo que había ocurrido y luego aparta la mirada — Se sintió bien admitió, Todoroki sólo se limitó a soltar una pequeña risa ante su expresión y luego acaricia su mejilla, Katsuki vuelve su mirada al bicolor y frunce un poco el ceño como si reclamara el porqué se reía.

— Realmente me gustas mucho dijo con una sonrisa sincera para luego unir nuevamente sus labios.

Todo lo que hacían era sumamente lento, Todoroki quería asegurarse de que el contrario no se sintiera asqueado o aterrado por ser tocado. Los besos pasaron a tener leves caricias, Bakugō no reaccionó mal ante eso así que siguió. Estar parados tampoco era muy cómodo... pero si lo acostaba de la nada podría tensar al rubio cenizo, por eso con leves pasos disimulados ambos se empezaron a acercar a la cama hasta que terminan acostados en ella.

— Ah... Todoroki espera yo n- nuevamente es besado, pero esta vez Katsuki lo aparta un poco mientras respira un poco agitado — I-Idiota no hagas cosas de la nada.

— Estoy yendo lo más lento posible, si no quieres que haga algo sólo dilo ¿sí? comentó acomodando el cabello del chico explosivo a un lado para luego besar su frente.

— De acuerdo... — suspiró, su corazón estaba muy acelerado y su rostro ardía.

— Estás muy rojo, ¿te da pena hacer esto?  dijo con un tono algo burlón.

— Cállate silenció con molestia.

— Incluso tus orejas están rojas, me dan ganas de probarlas  susurró en su oído, el rubio ceniza incluso podía sentir como el aliento caliente del más alto lo rozaba.

— No digas cosas raras bastardo  rodó los ojos, lo que no sabía era que Todoroki intentaba molestarlo un poco para que no se sintiera indefenso.

— Y si no quiero ¿qué? sonrió retante.

— Te explotaré la cara  finalmente Katsuki se había dado cuenta de sus intenciones a lo que simplemente lo hace tener una sonrisa en sus labios, sabía podía confiar completamente en él.

— Mm... ah... — se escucharon leves jadeos por parte del más bajo, Todoroki estaba lamiendo su pecho mientras acarciaba su abdomen y cintura, apenas iban calentando, los besos que le daba el bicolor bajaron tensando al ajeno.

— ¿Está bien si continúo? ¿Se siente bien? — preguntó observando como el ajeno se estremecía.

S-Se siente raro — murmuró, su cuerpo no podía dejar de temblar.

— ¿Te molesta?

— No...

— Entonces seguiré — comenta volteándolo para dejarlo en cuatro, esto hace que Katsuki suelte un pequeño jadeo — Perdón si te parece apresurado pero... si voy más lento acabaremos en la mañana.

Tch, sólo continúa, estoy bien — dice con molestia, tenía que olvidarse de todo y disfrutar del momento.

Relájate... — susurra cerca de su oído, Bakugō respira profundo y exhala con lentitud. Todoroki besa su espalda y con sus dedos roza su entrada.

Mm... esto es incómodo... — murmura ocultándose con la almohada, se sentía mal al recibir todo la atención por lo que se levanta y observa a Shōto, este estaba confundido y no se esperaba para nada lo que el rubio hizo.

Ahora Todoroki era el que estaba acostado y Katsuki encima suyo.

¿Bakugō...?

— Es injusto ser el único que disfrute — dijo con seriedad para luego ir al cuello del medio albino y empezar a besar.

Mmg- — gracias a esos besos Todoroki sentía cosquillas y soltó unas pequeñas risitas.

¿De qué te ríes?

— Es que me haces cosquillas.

— ¿Y te gusta? — alza una ceja y sonríe con cierta malicia, escucharlo reír era agradable.

En verdad... no me gustan... — admitió observando con cierto temor al rubio que parecía tener un plan maléfico en mente.

Oh, ¿en serio? — relame sus labios y vuelve a atacar el cuello del ajeno haciendo que no parara de soltar pequeñas carcajadas.

— ¡Para, para! — suplicó sin dejar de reír, de lo que antes era una situación incómoda y tensa ahora sólo se convertía en un buen recuerdo.

¿Te rindes? — rió Katsuki limpiando sus labios con su muñeca.

Siempre estuve a tus pies — confiesa respirando agitado, sus palabras lo hacen tener un leve rubor al de ojos carmesí.

Idiota.

— Es mi turno — cambia de posiciones y lo besa, Katsuki corresponde y se abraza a su cuello.

Hagámoslo — dijo con decisión.

Sólo ellos fueron testigos de lo que pasaron esa noche, las caricias, los jadeos, gemidos, besos... se entregaron todo y compartieron bellos sentimientos juntos en la misma cama. 

Los días siguientes actuaban con normalidad, Katsuki ya no se veía temeroso, incluso volvió a comportarse como siempre; agresivo, algo sarcástico y gruñon. Mantuvieron su relación en secreto, no les parecía necesario decírselo a nadie, aunque parece que algunos sospechan algo.

Sobre la otra dimensión no se supo nada más, tanto el rubio cenizo como el medio albino se quedaron tranquilos, pero sabiendo sobre la existencia de este mundo temían que volviera a suceder algo similar en alguna otra ocasión.   

Respirar aire fresco en las mañanas era muy relajante, las cigarras y las aves le daban al amanecer su toque especial, la brisa fría que recorre su rostro lo hace respirar profundamente para luego exhalar todo en un suspiro lento. Unas manos en su cintura lo hacen sonreír y rodar los ojos, ya lo había escuchado levantarse y no le sorprendió para nada su acción.

Buenos días Bakugō — dijo aún algo sonámbulo mientras restregaba su rostro en el hombro del más bajo.

— Hasta que al fin despiertas bastardo — habló con un tono burlón para luego acariciar su cabello.

— Es que estaba soñando contigo — confesó dejándose mimar por su amado.

— Idiota — insultó sonriente mientras apartaba la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas.

Pero soy tu idiota — rió olfateando el dulce aroma de Katsuki.

No vas a parar ¿verdad?

— No, hasta que me des más atención — exigió.

Katsuki se suelta de su agarre y lo voltea a ver, su expresión neutra lo hace alzar la ceja hasta que el ajeno suelta una leve risa.

Está bien — suspira y rodea el cuello del más alto con sus brazos.

Te amo — musitó para luego besarlo con ternura.

Obviamente fue correspondido por el rubio ceniza. Sus vidas parecían haberse vuelto realmente sencillas... pero uno nunca sabe cuánto tiempo durará esa paz...

~Fin~

NarikoHN
Perdón por tardar tanto, no sabía cómo continuarlo y no tenía tiempo ;-;
¡Espera, espera!
Sigan leyendo, falta el epílogo.

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