• Capítulo 1 •
8:52 pm
Pasos acelerados se escuchan por toda la Academia, pisadas rápidas y desesperadas.
El suelo empezaba a congelarse convirtiendo todo el lugar en una pista de hielo, escapar era más dificultoso, un paso en falso y fin del juego.
Deslizarse no fue nada difícil lo que fue realmente un reto fueron las escaleras... su kousei no funcionaba debido al frío, anteriormente una de sus manos había sido congelada por lo que no podía producir nitroglicerina.
Con bastante cuidado empezó a bajar cada escalón sosteniéndose del frío barandal.
— Te encontré — sonrió victorioso un bicolor con sonrisa siniestra, ese... no era Todoroki.
¿Cómo mierda llegó a estar en esa situación?
Bueno... todo comenzó está mañana, aproximadamente unas 12 horas atrás...
8:57 a.m
— Recuerden trabajar en equipo y no quedarse parados, sepárense por todo el área, su objetivo es detener a todos los demás primeros, mantengan una comunicación continua ¿Alguna duda?
— ¿Todo terminará al momento que todos los rivales sean detenidos? — preguntó Iida como era de costumbre.
— No, tienen un tiempo límite de 30 minutos, los otros salones también estarán atentos y pueden detenerlos. Ah, y sean cuidadosos en no dañar mucho a sus oponentes — indicó observando a un rubio ceniza, quien simplemente rodó los ojos y cruzó los brazos, era común que dieran esas indicaciones de manera indirecta — La prueba empezará en breve — suspiró cansado y caminó al lugar en donde los profesores evaluarían el desempeño de sus estudiantes.
Todos se quedaron reunidos en el mismo lugar, estaban platicando sobre su plan estratégico, algunos aportaban ideas y otros simplemente no les importaba.
Hasta que finalmente comienza el entrenamiento, Bakugō cómo siempre fue por su cuenta con Kirishima detrás de él.
Los salones 1-A y 1-B están en constante pelea, sin embargo, los otros primeros no se quedan atrás.
Todo parecía ir normal, o al menos hasta que unos alumnos se enfrentan cerca de la fuente de energía del lugar. Aquellos alumnos eran Kaminari Denki, Todoroki Shotō, Hatsume Mei y otros alumnos que se encontraban más atrás de ellos.
— Estás acorralada — sonrió victorioso el chico eléctrico apuntándola con sus dedos simulando ser una pistola.
— No sabes cuánto tiempo estuve esperando encontrarme contigo — comentó entusiasmada — por fin podré probar mi bebé número 614 — en su mano muestra una pequeña máquina — ¡Anda ven con todo lo que tengas!
— Seré bueno contigo
— Kaminari ten cuidado con lo que tenga en la mano, no dejes que te atrape
— Sí, ya lo sé — dice para después acercarse a ella corriendo — ¡900 voltios!
La chica rápidamente lo esquiva y lanza su aparato hacia Todoroki que se encontraba muy cerca de ella, la máquina se pega en su pierna.
La zona en la que había impactado las manos de Kaminari era la fuente de energía, que rápidamente reaccionó con el contacto de los rayos.
Mei apenas observa que su máquina está estable aprieta un botón. Los rayos del rubio se combinaron con los de la fuente e hicieron una mezcla extraña de energía que se dirigió a Todoroki, el bicolor había intentado quitar aquel pedazo de mecanismo de su pierna pero no lo conseguía hasta que decide quemar un poco sus prendas finalmente quitando el dispositivo.
La energía que fue directo al dispositivo haciendo que explotara con el más mínimo contacto, la onda explosiva fue bastante fuerte, empujó bastante lejos a todos los que estaban cerca y aún más a Todoroki que era el más cercano a este, aunque no le causó daños mortales gracias al muro de hielo que hizo segundos antes de las explosión.
Los profesores se alarmaron por lo estrepitosa que fue y detuvieron el entrenamiento.
Todos evacuaron el lugar o al menos los que se podían mover sin dificultad.
Nadie comprendía dónde había sido la explosión hasta que llegaron a la zona dañada.
— ¡Aisawa-sensei! — gritó Denki, que estaba al lado de Todoroki, se encontraba mal, técnicamente la explosión había sido a su costado, no parecía haber sufrido muchos daños físicos pero estaba aturdido.
— ¿Qué sucedió aquí? — preguntó acercándose para ayudar a sus estudiantes, Kaminari le explicó todo. Recovery Girl se llevó a Todoroki a la enfermería y ahí lo mantuvo todo el resto del día...
Las clases para los demás estudiantes tuvo que seguir como si nada hubiera ocurrido, algunos estaban muy preocupados, no sabían nada del bicolor. Entre todos el que no demostraba sentimiento alguno fue Bakugō, todos se preguntaban entre sí sobre el estado de su compañero y le pedían a Kaminari que repitiera la misma historia para entender la situación. Pero él no, él sólo estaba en silencio con la mirada perdida.
Como mencioné antes, Bakugō no mostraba sentimiento alguno, pero por dentro se moría de la intriga, en esas última semanas él y aquel bicolor se habían vuelto algo cercanos, charlaban de todo e incluso habían dormido juntos en el mismo dormitorio pero distintas camas.
¿Estará bien?
1:50 pm
Un pitido lo despierta, estaba muy confundido ¿Dónde estaba? ¿La enfermería? ¿Qué le había sucedido? Con mucha dificultad se sienta en la camilla y observa con claridad el lugar, no parecía que haya alguien, de la nada tiene un dolor de cabeza muy fuerte, sostiene su frente, no es fiebre.
La puerta se abre y entra una mujer anciana muy bajita.
— Oh, ya estás despierto ¿Cómo te sientes?
— Justo ahora tengo un terrible dolor de cabeza — se quejó sin dejar de sostener su frente.
— Sufriste un daño bastante grande en el entrenamiento de hoy — explicó mientras buscaba algo en un cajón — era de esperarse que te dé algún malestar, ten — le ofrece una pastillas — debes tomarlas cada 8 horas. Físicamente no tiene muchos daños, fuiste muy inteligente en hacer ese muro de hielo.
— Ah... gracias, pero... ¿Quién es usted?
— ¿Mm? Soy Recovery Girl, la enfermera de la UA, te he atendido anteriormente ¿No lo recuerdas?
— ¿Recovery... Girl? ¿Por qué se ve así?...
— Creo que será mejor que tomes una pastilla ahora, aquí hay un poco de agua — camina hasta un pequeño dispensador de agua, saca un vaso, lo sirve y se lo entrega — Tal vez así no te sientas tan confundido.
— Eh... de acuerdo... — dijo muy confundido, todo estaba siendo muy extraño ¿Qué demonios pasó?
Después de unos minutos más, se le da de alta de la enfermería, Recovery Girl le dijo que no parecía haber sufrido lesiones ni heridas graves. Cuando sale de la enfermería caminó hasta donde se suponía que era su salón de clases y al entrar se sorprende de la apariencia de todos.
— ¿Qué demonios pasó aquí?... — la llegada del bicolor sorprendió a todos.
— Joven Todoroki ¿Ya está mejor?
— ¿Aisawa-sensei? No entiendo nada... ¿Es una broma? — cuestionó mirando a todos con el ceño algo fruncido, no le daba nada de gracia.
— ¿A qué se refiere? ¿Necesita algo?
— Todos son unos idiotas — insultó para luego irse de allí, aquella "broma" le pareció muy absurda ¿Por qué todos se veían tan diferentes? Sus rostros no expresaban lo mismo de siempre y sus peinados eran extraños.
Entró al baño para lavarse la cara pero en su reflejo no estaba él, su cabello era de color rojo y blanco, sus ojos heterocromático también eran diferentes de lo normal cosa que lo hizo dar un brinco del susto.
— ¡¿Qué mierda?! — gritó — ¿Qué mierda me hicieron esos idiotas? ¡Los voy a matar! — comentó despeinando su cabello, parecía que le habían pintado el cabello desde le raíz, suspiró muy enfadado y volvió a analizar su reflejo con mucho detalle.
¿Cómo le hicieron para cambiar el color de sus ojos? ¿Acaso compraron lentes de contacto?
Con mucho cuidado coloca sus dedos en su ojo intentando retirar el supuesto lente que le habían puesto pero no funcionó.
— Hey ¿Qué haces? — escuchó a sus espaldas. Conocía esa voz... aunque claramente era diferente, voltea lentamente y se encuentra con un rubio de ojos carmesí.
— ¿Katsuki?...
— Bastardo... ¿Qué demonios te pasa? ¿Por qué saliste tan pronto de la enfermería? Te estás comportando extraño, deberías volver a descansar.
— ¿Ah?...
— ¿Qué mierda ves? ¿Tengo algo en la cara o qué? — cuestiona de forma agresiva mientras cruza los brazos.
— No comprendo nada... ¿En serio eres tú? o ¿acaso siguen con su broma de mal gusto? — dice imitando la acción del más bajo.
— ¿De qué carajos estás hablando?
— No vengas con estupideces... — comenta acercándose al rubio ceniza de manera amenazante — ¿Por qué todos se ven diferentes? ¿Qué me hicieron? — cuestiona acorralándolo contra la pared pero Katsuki se inmuta.
— Bastardo creo que aquella explosión si te hizo daño, ya deja de jugar te acompañaré hasta tu puerta, date prisa y apártate si no quieres que te explote la cara — dijo con el ceño fruncido.
Al ajeno no le gustó esa reacción, normalmente el Katsuki que él conocía estaría a punto de llorar, allí fue cuando finalmente se dio cuenta de que ese no era su mundo, tal vez era un sueño muy extraño... uno del que no quería despertar sin antes ver a aquel rubio de ojos carmesí llorar y hacerlo vulnerable como debía ser...
Sí, estaba decidido, iba a poner a Bakugō Katsuki a sus pies...
Continuará...
NarikoHN
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