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A Jungkook no le gustaba salir con los amigos de Taehyung.

No es que no le cayeran bien, de hecho, eran muy divertidos, es solo que… Prefería mil veces estar a solas con su lindo novio, tomados de la mano viendo una película, cenando o simplemente acostados en la cama mirándose el uno al otro.

Hace tiempo que no pasaban tiempo a solas.

—¿Kookie estás bien?

Quien lanzó esa pregunta había sido Namjoon, por supuesto, el primo de su novio y una persona muy empática.

—Estoy bien —Murmuró el castaño dando un sorbo a su bebida.

—Está algo estresado por los exámenes finales —Explicó Taehyung sin dejar de mirar la pantalla de su celular con una sonrisa.

Jungkook no quería desmentir las palabras de su novio, pero se le hacía muy extraño que no recordara que sus clases habían terminado hace dos semanas.

Seguramente estaba muy agobiado con el trabajo y por eso se le olvidaba de esas cosas, eso era.

Se escuchó gritos y risas desde la puerta del pequeño local, Jimin y Hoseok entraron de lo más felices con varias cajas de cervezas.

—¡Taehyuuung! —Chilló el rubio de mejillas abultadas soltando las cajas para correr hacia el peligris.

El castaño hizo una mueca, Jimin y su novio habían sido mejores amigos desde que estaban en pañales, pero seguía sin gustarle las excesivas muestras de afecto del rubio.

—¡Ya, Park Jimin! —se quejó el pelirrojo al quedarse solo con las cajas.

—Hyung, déjame ayudarte.

Jungkook se levantó de su lugar para ayudar a cargar las cajas ignorando por completo como Jimin se sentaba al lado de Taehyung sin dejar de reírse.

El castaño sentía que le estaba comenzando a temblar el ojo.

—Buenas noches Jimin —Saludó Jungkook al poner las cajas en la mesa.

—Oh, ¡Hola Jungkookie!

El rubio agarró un poco de comida con los palillos para darle de comer al castaño.

Jungkook aceptó de mala gana.

—Taehyung me dijo que te despidieron, lo siento mucho —Dijo Hoseok colocando su mano en el hombro del menor para consolarlo.

El castaño miró mal a su novio.

—Le envié un regalo a tu madre por su cumpleaños el fin de semana —le dijo Taehyung a Jimin.

—Sí, me lo dijo, muchas gracias.

—¿Recuerdas la vez que quisimos regalarle un auto a los ocho años?

—¡Yo recuerdo eso! —Agregó Namjoon— Casi terminamos robando el auto del vecino.

—¡Le rompiste la luna! —se burló Hoseok para después reírse con efusividad.

Esa también era una de las razones por las que a Jungkook no le gustaba salir con los amigos de Taehyung, se sentía muy incómodo y fuera de lugar.

No siempre había sido así, todavía recordaba cuando su novio se esforzaba en meterlo en la conversación o contaba alguna de sus anécdotas como pareja.

Eran buenos tiempos.

La noche transcurrió muy lenta para el castaño y cuando Taehyung dijo que tenían que retirarse casi lloraba de alegría.

Prácticamente corrió al auto de su novio.

—Mañana no me quedaré en tu departamento, tengo que hacer horas extra —Dijo el peligris en uno de los tantos semáforos que se detuvieron.

—Uh, bien.

Esa fue toda su conversación.

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