02
Alonso
Habían pasado 2 semanas del rompimiento con Jos y por fin había decidido volver a clases, mejor dicho, iba obligado por mis padres. Aún no me sentía capaz de mirar a José, a pesar de que fuera lo que más necesitaba, también quería evitarlo tal cómo él evitaba mis mensajes y llamadas.
Cuando veía a mis amigos o hermanos sufriendo por alguna ruptura amorosa yo era el primero en decir que el ciclo de esa persona ya había terminado y que llegaría alguien mejor, intentaba comprenderlos, pero nunca pensé lo mal que se sentía eso. Con un gran vacío en el pecho y al mismo tiempo mucho dolor en el corazón, se sentía como si se encogiera y que al respirara se hacía un poco más chico. Había llorado bastante y no sabía cuando iba a dejar de hacerlo. Sólo en podía pensar en "¿Cuándo iba a dejar de doler tanto?". Aunque claro, lo que más dolía era que ese sufrimiento era causado por la persona que más amaba.
Entre a mi salón, algunos compañeros me miraban, yo seguí de largo hasta donde sería mi nuevo lugar
—¡Alón! —escuché la voz de mi amiga
—Hola, Carla —sonreí un poco al tenerla encima de mi— ¿Cómo estás?
—Es lo que yo pregunto, ¿cómo estás? Estaba muy preocupada por ti, ¿qué onda? No contestabas mis llamadas, ni mensajes, te fui a buscar un día, pero tu mamá me dijo que no estabas en casa
—Terminé con Jos —susurré
—¿Qué? —dijo casi en un grito— ¿Por eso no venías?
—Shhhh... —algunos compañeros nos miraron— No me sentía muy bien, no quería verlo
—Pero ¿qué pasó? —me abrazó
—Después hablamos de eso, ¿si? —las lágrimas estaban a punto de salir— Voy al baño
—Está bien, no te preocupes. Yo iré por un café ¿quieres?
—No, gracias —intente sonreír y salí de ahí.
Fui al baño, me moje un poco la cara, me sequé con mi playera ya que no había papel y salí de ahí. Me dirigí a mi salón antes de que llegara la profesora. Al entrar me percate que Jos ya estaba en su lugar, cruzamos miradas y sentí como lo poco que mi corazón había sanado volvía a romperse, pero se acercaba lo peor.
Al llegar a mi asiento pude ver como había un pequeño post-it, llevaba escrito algo con la letra de él, lo despegue y leí lo que estaba escrito "Te amo, perdón". Sentí muchas emociones, alcé la mirada, el también me miraba, pero volteó a otro lado. Quería gritarle, pero apenas podía hablar
—¿Quién te crees que eres? —pregunté en voz alta— Dime ¿con qué derecho me estás provocando este sufrimiento?
Todos en el salón posaron sus miradas en mi y en ocasiones en Jos, tomé mi mochila y salí de ahí, no sin antes arrojar a la basura aquella nota. Sólo podía pensar en que había sido una pésima idea volver a a clases.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top