7. Tercera Carta.
Querido tú:
Después de dialogar con mi madre e infiltrarme en distintos perfiles de distintas persona dentro de las maravillosas redes sociales. Me di cuenta de algo...
¡Nuestra sociedad es una mierda! Así como lees.
¿En qué clase de mundo vivimos? ¿Desde cuando tomamos como estereotipos de belleza a chicas muuuy delgadas y con exceso de maquillaje. Aclaro que no tengo nada en contra de estas chicas, pero ¡diablos! ¿En verdad eso les parece perfecto?
¿Desde cuándo el físico se volvió más importante que los sentimientos? ¿Desde cuando unos grandes senos son mejor que un gran corazón? La respuesta es nunca, porque eso no es cierto. Sin embargo, las personas nos empeñamos en juzgar y discriminar a quienes no poseen cuerpos esculturales, cejas delgadas y cabellos teñidos.
A ti que lees esto. Seas delgada, gordita, alta, baja, morena, blanca... ¡Cómo seas! Eres una maravillosa persona.
Si eres alguien que alguna vez molestó e hirió a alguien con comentarios ofensivos hacia su persona física. ¡Detente! Tú no sabes cuántas veces esa persona lloró por tus palabras, no sabes cuántas veces esa persona se lastimo y obligó a su cuerpo a pruebas ridículas solo para llenar las expectativas que alguien como tú impone. Tu tienes tus imperfecciones, tal y como todas las otras millones y millones de personas al rededor del mundo. El maquillaje puede cubrir y mejorar un rostro feo, pero jamás un corazón sin amor hacia los demás.
Pero si tú que estás leyendo esto, eres alguien a quien le juzgaron. Vamos, no dejarás que eso te afecte ¿o sí? Piensa en lo probablemente triste que es la vida de esa persona que finge ser perfecta todos los días.
Basta de lastimarnos, basta de juzgarnos, ¡Basta de sentirnos superiores a otros y pretender que podemos pisotear a quien nos de la gana! Tú eres humano, yo soy humano. ¿Quién te dijo que los humanos son perfectos? Cometemos errores, fingimos, mentimos, nos equivocamos, etc...
A ti que lees esto, busca un espejo y date cuenta de que nadie, ni siquiera tú podría llegar a ser perfecto, pero si acercarte a serlo. Nadie es mejor que nadie, nadie merece más que nadie y sobre todo; Nadie merece ser juzgado por nadie. Se tú mismo, no critiques, no señales. Solo vive y deja que los demás vivan su vida.
Con amor, F. xx
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