— ¡Todos! ¡Todos tienen una de esas estupidas cartas! — chilló Hillary arrebatando la página de la mano de uno de sus compañeros.

— Deberías calmarte. Esto es ridícula — se burló una castaña al lado de ella — todos quieren una carta porque nos hacen sonreír. No tienen nada de malo, tú estás obsesionada.

La rubia volteó a mirarla casi aniquilándola con sus ojos.

— Le pondré un alto a esto. Ahora.

Sonrió arrugando la hoja y lanzándola hacia el basurero en donde ni siquiera se acercó a entrar. Su hermano se apresuró a ir detrás de ella.

— Hillary, detente ahora — le ordenó con voz firme.

— Tu no eres quién para darme órdenes, idiota.

— ¿No? — la tomó por los hombros volteándola con brusquedad y haciendo que lo mirara — tienes razón, no soy nadie para darte órdenes. Así como tú no eres nadie para armar todo este escándalo, por Dios Hill, ¿no te das cuenta de lo ridícula que estás siendo? Todos disfrutan esas cartas, sea quien sea esa tal F, lo hace para hacer sonreír a las personas y tú te comportas como una odiosa mimada y envidiosa.

— ¿Envidiosa? ¿Qué tendría que envidiarle yo a alguien que se esconde detrás de ridículas cartas? — carcajeó negando.

— Todo. Tienes envidia de que todos quieran una de sus cartas, envidia de que aunque nadie sabe quién es la admiran. Yo también tengo una carta, Hillary; y gracias a ella entendí que no puedo andar por ahí mirando a otros de menos, siendo amargado y fingiendo ser perfecto. Porque nadie, ni siquiera tú es perfecto pero aun así todos merecemos sonreír. Y gracias a F, muchos entendieron eso. Ahora faltas tú.

N/A
¡Lamento mucho tardar! Pero últimamente estoy atareada (ocupada) con muchas cosas, exámenes, tareas, etc...

SOLO UN CAPÍTULO MÁS.😭❤️

P.d: ¿alguien lee fanfics?🤔