✨ Capítulo 30. ✨
Cuando despertó notó que estaba en su cama recostada, al recordar lo ocurrido sus lágrimas volvieron a salir. ¿Cómo era posible aquello? Si hasta hace unas horas él estaba bien y ahora... él estaba muerto
—¡¿Mamá?! —escuchó a Tani—. ¿Puedo pasar?
Pamela se secó las lágrimas de sus ojos, de sus mejillas y aclaró su garganta.
—Sí, hija adelante.
—¿Tú sabes que es lo que pasa? —preguntó confundida.
—¿De que hablas?
—Sí, Logan está muy raro, Anna no quiere salir de la cama, ¿Qué está pasando?
Pamela suspiró, igual lo iba a saber.
—Maximiliano, murió.
—¿Cómo?
—Así es... murió ayer.
—No es posible, pero... ¿No habían dicho que estaba bien? —preguntó muy confundida.
—Bueno eso dijo el doctor, pero murió ayer en la madrugada.
—No puedo creerlo, por eso estabas llorando —dijo mirando a su mamá.
Pamela no pudo más y comenzó a llorar aún más, Tani la abrazó, se sentía muy mal, después de lo que le había contado, por fin veía a su mamá feliz y sabía que Max sería un gran hombre para ella, ¿Por qué tenía que pasar esto?
—Se supone que saldría ahora —dijo aún llorando.
—¿Saben como pasó o que fue lo que ocasionó su muerte?
—No sé, Logan no me ha dicho bien que pasó, pero eso no me importa, el punto es que él ya no está aquí, no está más aquí —dijo llorando con más intensidad.
Tani la abrazó, no soportaba ver a su mamá de ese modo. Afuera de la habitación se encontraba él, llorando, esta situación lo estaba poniendo muy mal, a todos, no sabría como saldrían adelante. En eso su teléfono sonó.
—Hola —contestó él.
—Soy yo, Jocelyn.
—¿Qué pasa? —aclaró su garganta.
—Mi mamá y Jimena se fueron de la casa.
—¿Cómo? —dijo sorprendido.
—Así es, cuando llegué aquí estaban, le dije a mi mamá y a Jimena lo que pasó y no dijeron nada, y ahora cuando me levanté no estaban ninguna de las dos y tampoco sus cosas.
—¿Se llevaron todo?
—No, solo sus pertenencias, ropa, joyería y zapatos, pero solo eso.
—Es extraño, que tu mamá no haya dicho nada sobre eso.
—Ni siquiera la vi derramar alguna lágrima, Jimena si se notaba triste, pero solo eso.
—Bueno, el doctor nos dijo que ahora podremos ir por Max, pensaba hacer el velorio en su casa.
—Sí, creo que es lo mejor... ¿Y como está Anna?
—Muy mal, no se ha querido levantar, bueno, sé que aún es algo temprano pero me preocupa.
—Me imagino como debe sentirse.
—Lo sé, perder a un ser querido es horrible.
—¿Tu padre igual murió no?
—Sí, por eso sé lo que se siente.
—En fin... pediré que arreglen la casa, para que todo esté listo.
—Claro, gracias.
Logan colgó el teléfono, y bajo las escaleras, estaría muy bien preparar el desayuno, haber si alguien quería ir a desayunar. Después de un rato termino de hacer el desayuno, subió al segundo piso y toco la primera puerta.
—¿Anna? ¿Anna ya estás despierta?
—Sí —escuchó su voz seria.
—Bueno, ya está listo el desayuno.
—No tengo hambre,
—Debes de comer Anna, no puedes quedarte así.
—Está bien, bajaré.
—Gracias —dijo el chico y se alejó.
Anna soltó un suspiro, sus ojos se empañaron, sabía que las lágrimas no tardaban en caer, pero no le importaba, extrañaba a su papá y lo quería devuelta. Se levantó de la cama y caminó al baño, se lavó la cara y salió de ahí, bajó las escaleras y entro al comedor, donde ahí estaban ya todos sentados.
—Hola Anna —dijo Tani nerviosa—. Buenos días.
—Buenos días Tani —dijo ella en voz baja.
Logan suspiró.
—Anna, hable con Jocelyn hace un momento.
—¿Y que pasó?
—Creemos que es una buena idea hacer el velorio en tu casa, ¿Qué opinas?
—Supongo que estaría bien, así sería mucho más intimo.
—Muy bien, ya está acomodando todo.
—¿Cuando nos llevaran... su cuerpo? —preguntó con la voz temblorosa.
—El doctor dijo que en unas horas lo llevarían a la casa, así que tenemos tiempo.
—¿Supongo que ya avisaron a todos? —ahora preguntó Tani.
—Sí, ya están avisados.
—Bueno, solo falta esperar.
Después del desayuno, Jocelyn pasó por Anna, tenían que arreglarse, ponerse algo para la ocasión, un vestido negro, en señal de luto, bueno al igual que todos los que iban a presenciar el evento.
⭐⭐⭐
Horas más tarde ya estaba todo listo, de hecho ya tenían la habitación acomodada, ya les habían llevado el cuerpo de Max, estaba en su respectivo ataúd, rodeado de flores, coronas y demás.
Todos los presentes, entraban y tomaban asiento, Jocelyn entró a la habitación, con un lindo vestido negro, justo atrás venían Logan, con Pamela y Tani, quienes igual llevaban un muy lindo vestido negro.
—En un momento viene el cura —dijo Jocelyn llamando la atención de todos—. Por favor tomen asiento y sean amables de guardar silencio.
Se sentó en una silla, Logan comenzó a mirar hacia todos lados, pero no lograba mirarla, ¿Dónde estaba Anna?
⭐⭐⭐
Se encontraba recostada en la que fue cama de su padre, aún podía oler su delicioso perfume, un aroma muy varonil muy digno de él, en su pecho abrazaba una fotografía, de ella con sus padres, antes de que su madre muriera, meses atrás.
—Al menos ya están juntos de nuevo, papá y mamá —dijo sollozando—. Creo que el velorio comenzó, debo ir —se levantó de la cama, aliso su vestido y sin soltar la foto bajó las escaleras.
Caminó hacia la habitación donde estaban todos y entró, ahí vio a su amigo, a Tani y a Pamela quien tapaba su rostro con sus manos, suponía que estaba llorando. Caminó abriéndose paso y se sentó junto a ellos, después de minutos llegó el cura. Quien comenzó a decir unas cuantas palabras de aliento, también palabras en despedida a Max, hasta que pidió a cada uno de sus conocidos se acercaran a decir unas palabras.
Primero Anna.
—Papá, no sabes como te voy a extrañar, es más ya te extraño... no sé como podré salir adelante sin ti papá, realmente me harás mucha falta, pero tal vez allá en el cielo ya no sufrirás más —dijo y abrazó el ataúd.
Miro una vez más la foto que había tomado en su habitación, así que la coloco sobe el ataúd y se fue a sentar, después Jocelyn.
—Yo que puedo decir, ibas a convertirte en mi padrastro, pero aún así ya te consideraba como un padre, fuiste muy amable en recibirnos a mí, a mi mamá y mi hermana, aunque ambas te causaran mucho dolor de cabeza, te extrañaremos Max —dijo y colocó una pequeña flor sobre el ataúd.
Después Logan.
—Max, realmente me duele tu partida, bueno a todos, has dejado a mucha gente con el corazón roto —dijo mirando a su mamá y a Anna—. Pero como dijo tu hija, ya no sufrirás más, y te prometemos que nunca te vamos a olvidar, siempre estarás en nuestros corazones, te considere como a un padre, siempre ayudándome en todo, realmente nos harás mucha falta Max —dijo y colocó una cadena sobre el ataúd.
Al final, se acercó Pamela.
—Maximiliano, no es justo el que te hayas ido, ¿Sabes? Cuando al fin te confesé mis sentimientos y tú los míos, te pasa esto —lloró—. Tan solo días después, te fuiste sin mí, dejándome sola aquí, con este amor que tenía para darte, ¿Ahora que se supone que haga Maximiliano? Pero... por algo pasan las cosas, tal vez... tal vez tú y yo no debíamos estar juntos, ¿Verdad? Esto es un castigo, solo por querer ser felices juntos y ahora no sé como podré vivir sin ti, te amo Maximiliano Parker —dijo y dio un besó al ataúd, imaginando que son sus cálidos labios.
El cura dio algunas palabras más y todos comenzaron a rezar, esperando que Max encontrara un camino hacia el cielo.
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© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.
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