✨ Capítulo 21. ✨

Las horas iban pasando lentamente, ninguno había pasado un buen día, Anna había estado muy deprimida, por esa pelea con su amigo y Logan, bueno él aún estaba pensando en lo que le dijo Jimena. No sabía que hacer.

Cuando las clases terminaron, Anna caminaba en dirección a la parada de autobús, cuando paso por el estacionamiento, entonces vio a Jimena y a Logan, pero él le estaba dando la espalda, platicaban, eso se notaba, pero donde estaba no le permitía escuchar lo que decían.

En eso Jimena, miro por detrás de él y al ver a Anna sonrió y lo miró de nuevo.

—Sígueme la corriente.

—¿Qué...? —sin dejarlo terminar estampó sus labios con los de él.

Anna miró la escena sorprendida, pero comprendió una cosa, la chica con la cual él salía era Jimena, por esa razón no quería decirle. Sintió sus mejillas húmedas, así se dio cuenta que estaba llorando, se dio la vuelta y se alejó de ahí.

Llegó a la parada de autobús y espero a que llegara. Después de minutos lo vio llegar, le pidió la parada y se subió. Se sentó en un asiento vació junto a la ventana, saco su celular y le conectó los audífonos.

"My Happy Ending" de Avril Lavigne comenzó a oírse por los audífonos, mientras pasaba el tiempo y escuchaba la canción, comenzaba a sentirse identificada con la letra, bueno solo en algunas partes, cuando menos se dio cuenta ya había pasado la parada, se levantó rápidamente y la pidió, el chofer de mala gana le abrió la puerta y ella bajó.

Caminó al edificio donde aún vivía, todavía no se atrevía a regresar a su casa y después de lo que pasó menos... si ya eran pareja, sabía que él estaría ahí todo el tiempo y lo que menos quería era verlo, así que seguiría ahí.

Pasaron las horas y de repente escuchó el timbre sonar, sin ánimos se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, vio a Jocelyn, a Tani y a Bianca. Todas le sonrieron, pero ella solo les sonrió falsamente, no quería preocuparlas, así que trató de esconder su tristeza, pero para su mala suerte Jocelyn se dio cuenta, pero no le preguntaría delante de todas, esperaría a que estuvieran solas.

—Hola chicas —dijo ella.

—Hola Anna —saludó Tani—. Mi mamá me dijo que te trajera esto —le dio una pequeña mochila.

—¿Qué tiene dentro?

—Bueno, algunos artículos de vivienda, como sopas, arroz y esas cosas, pensó que las necesitarías en tu nuevo hogar.

—Gracias, creo que si las necesitaré, ya que mi estadía aquí se alargará por mucho más tiempo.

—¿A que te refieres? —preguntó la pequeña.

—A nada —le sonrió—. Y... ¿A que se debe su visita?

—Vinimos a visitarte, queríamos verte, además de comer juntas —dijo Bianca.

Anna sonrió.

—Gracias chicas.

—Bueno, comencemos a preparar la comida —dijo Jocelyn.

—Si por favor, ya tengo hambre —dijo Tani en forma de suplica.

Comenzaron a prepararse, cada una comenzó a hacer una actividad distinta, Tani por ser la menor, solo estaba acomodando la mesa, Bianca lavaba la verdura, Jocelyn picaba la verdura y Anna ponía una olla con agua a hervir. Después de un rato el delicioso aroma ya paseaba por cada rincón del departamento, haciendo que el estómago de Tani rugiera.

—¡Ya estás lista la comida! —gritó desde el comedor.

—¡En un momento esta! —gritó Anna desde la cocina.

Tani soltó un suspiró hambriento. Después de mucho esperar al fin ya estaba lista la comida, arrimaron todo a la mesa y cada una tomo asiento. Comiendo entre risas, contando chistes, algunos buenos y otros malos, platicando cosas de chicas, pasaron el rato, haciendo olvidar a Anna el acontecimiento que presencio a la salida de la escuela.

Pero Jocelyn seguía con la urgencia de hablar con ella, no solo para saber que le pasaba, sino para decirle algo importante, así volteo a verla.

—Anna, puedo usar tu baño.

—Claro, ya sabes el camino.

—Emm... la verdad no, lo olvide, puedes guiarme.

—¿En serio lo olvidaste? —preguntó confundida.

—Sí, acompáñame —la miró directamente a los ojos.

Entonces Anna supo lo que pasaba, así que se levantó.

—Claro, vamos —miró a las otras dos—. En un momento volvemos chicas.

Por andar en su plática ni siquiera le respondieron, así que caminaron por el pasillo, pero en lugar de eso, llegaron a la habitación de Anna.

—Al fin —dijo Jocelyn.

—¿Se puede saber que pasa?

—¿Más bien que te pasa a ti?

—¿A mí? —se señaló.

—Así es, a ti, ¿A caso crees que no me di cuenta? —preguntó Jocelyn achicando los ojos.

—¿De que cosa?

—En el momento en que entramos, vi tu mirada, algo no estaba bien... ¿Qué pasa Anna? Sabes que puedes confiar en mí.

Anna suspiró.

—Hoy al salir de la escuela, vi Jimena y Logan en el estacionamiento y...

—Espera, ¿Los vistes? —la interrumpió.

—Sí.

—Pues de hecho eso era lo que quería decirte, Jimena es la chica con la que él ha estado saliendo.

—Era obvio —dijo sentándose en la cama y mirando al suelo—. En un simple acto le confesé lo que sentía por él y él simplemente me rechazó, por... Jimena.

—Estoy tan sorprendida.

—Lo que no entiendo... ¿Por qué? ¿Por qué ella? De todas las chicas que había, precisamente tenía que ser Jimena.

—En el corazón no se manda Anna y aunque te duela, Jimena ganó, ella te ganó.

—Lo sé, por eso ya no volveré a verlo —se levantó de la cama muy decidida.

—¿Hablas en serio? Pero... son mejores amigos.

—Es mejor que cambiemos de tema y salgamos, las chicas estarán esperándonos.

Salió de su habitación seguida de Jocelyn, sabía que ignorarlo sería horrible, más aún estando enamorada, ¿Pero que podía hacer? Después de unas horas, todas se habían ido, así que hizo su tarea y guardo sus cosas. Ya en la noche tomo un baño para poder desestresarse y al finalizar se puso ropa cómoda y se acostó a dormir.

⭐⭐⭐

Caminaba por un lugar completamente lleno de neblina, no alcanzaba ver nada, cuando...

—Anna —escuchó una voz llamándola a lo lejos—. Ven Anna —otra vez. Caminó un poco cuando vio una puerta, con la mano temblorosa abrió la puerta y encendió la luz, era una habitación gris—. Acércate Anna —escuchó una vez más.

—¿Quién es? —miró a su alrededor, no había nadie.

—Solo acércate.

Caminó un poco más y encontró un espejo colgando en una de las paredes, se acercó y al ver quien estaba ahí abrió sus ojos a tope.

—Oh por Dios, eres tú.

—Hola Anna, veo que no la has estado pasando muy bien —dijo la persona dentro del espejo.

—N-no —dijo bajando la mirada.

—Oh pobre Anna, pero no te preocupes, si me dejas yo puedo defenderte.

—No creo que sea buena idea dejarte salir —la miró.

—Vamos Anna, todos han estado traicionándote, sobre todo él... la persona que jamás creíste que lo haría, pero lo hizo... creo que debe pagar, ¿No crees?

—Aunque Logan hiciera aquello, no merece sufrir.

—Oh linda, no lo haré sufrir, no como crees, solo le devolveremos el favor.

—¿Me prometes no hacer nada malo?

—Lo prometo —sonrió.

Anna suspiró y estrecho su mano.

—Está bien, te dejo salir.

Entonces la persona dentro del espejo saco lentamente su brazo y tomo la mano de Anna, comenzando a salir del espejo. Una vez estando fuera, miro a Anna.

—Muchas gracias por dejarme salir Anna.

—No entiendo por que esto, normalmente cuando algo me molesta tu solo sales sin mi permiso.

—Bueno, decidí cambiar eso, pero también deberías cambiar Anna.

—¿En que?

Caminó hasta quedar atrás de Anna y se acercó a su oído.

—En no confiar en absolutamente nadie Anna —sonrió malvadamente y estirando sus brazos de manera brusca, empujo a Anna con la fuerza suficiente para hacerla entrar al espejo.

De repente este se puso gris de nuevo, cuando Anna se dio vuelta miro a la persona sonriendo.

—¡¿QUÉ HICISTE?! —gritó Anna.

—¡Realmente odio cuando todos te hacen algo y tú no te defiendes Anna! —dijo molesta la persona—. Es hora de vengarme de todos aquellos que te lastimaron Anna, en especial Logan.

—¡NO! ¡DIJISTE QUE NO LE HARÍAS DAÑO! —gritó.

—Claro, no le haré daño, no del necesario, así que vete acostumbrando Anna, este será tu lugar por un buen tiempo —se dio la vuelta dándole la espalda y miró el reloj en su mano—. Creo que me voy, ya es hora de que despiertes Anna, hoy será un día de escuela muy interesante —dijo y camino saliendo de la habitación, dejando a Anna dentro de ese enorme espejo ya con lágrimas en sus mejillas.

—¡NO! ¡NO LE HAGAS NADA! ¡NO LO LASTIMES! ¡NO LO HAGAS RENATA!

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© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.

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