✨ Capítulo 03. ✨

—Papá, supe lo que pasó.. ¿Cómo pudiste?

—Lo hice por que era necesario —dijo el hombre a través de la línea.

—¿Haber hecho eso era necesario?

—Yo sé muy bien lo que hago —dijo y colgó—. Sé que era lo correcto.

⭐⭐⭐

Habían pasado dos días desde entonces y Logan estaba aburrido, su mejor amiga no estaba y para colmo la chica de las cartas no había enviado ninguna, se sentía solo. El timbre sonó indicando que las clases habían terminado, tomo sus cosas y salió del instituto, subió a su volkswagen y se dirigió a su casa, al llegar estaba su mamá en el sofá mirando un programa de cocina.

—¡Ya llegué! —gritó llamando la atención de su madre.

—Hola cariño, te deje fideos en un toper que deje en el refrigerador.

—Gracias —se dirigió a la cocina pero al llegar vio a una chica comiéndose su comida —. ¡Oye! ¡Te estás comiendo mi comida niña!

—Lo siento, pero tengo mucha hambre —dijo con tristeza la chica.

—Descuida pequeña, cómetelo, ya veré qué como yo —dijo dirigiéndose al refrigerador.

—¿Ya encontraste a la chica de las cartas? —dijo la chica.

Logan se dió vuelta rápidamente mirando a la chica.

—¿Cómo sabes eso? —la chica se sonrojó—. ¿Revisaste mi habitación? Tani te he dicho que no lo hagas — estaba serio.

—Oye yo no revise nada, quise ver una película tuya y estaba una carta sobre el escritorio, además de que estaba sobre una libreta y decía en ella... «Te encontraré chica de las cartas»

—De igual manera no entres a mi habitación sin mi permiso.

—Si señor, ahora dime... ¿La encontraste o no?

—No, lleva desaparecida dos días... por así decirlo.

—Oh, ¿Y Anna?

—Anna está castigada y no he podido ir a verla, está pasando por momentos muy difíciles y quiero estar con ella, quiero darle ánimos que sepa que estoy con ella.

—Awww eso es tierno, que linda pareja hacen —dijo haciendo un corazón con sus manos.

—Ella no es mi novia Tani, ya te lo había dicho, es mi mejor amiga y es obvio que odio verla triste.

—¿Y qué piensas hacer?

—Voy a ir a su casa.

Salió de la cocina ignorando los llamados de aquella chica, salió de su casa, subió a su auto y se dirigió a la casa de su amiga. Al llegar tocó la puerta enseguida se abrió dejando ver al ama de llaves.

—Hola joven Henderson, ¿Viene a ver a la señorita Parker?

—Así es, ¿Puedo pasar?

—Claro que sí, la señorita está en su habitación.

—Gracias.

Logan corrió hacia las escaleras, las cuales subió para ir hacia la habitación de su mejor amiga, al llegar entró sin avisar se sorprendió al ver la habitación de su amiga. Era un completo desastre, había muchísima basura, latas, platos desechables, bolsas de frituras y otras cosas. Se acercó a la cama y vio un bulto tapado por una inmensa bola de ropa sucia.

—Anna, ¿Estás ahí?

—No —se escuchó su voz un poco apagada.

Quitó la ropa de encima y vio a su amiga acostada de lado, tenía las mejillas algo mojadas y su rostro... se veía completamente triste.

—¿Estás bien?

Ella lo miró, más lágrimas salieron de sus ojos, negó y se abrazó a él.

—No, no estoy bien —sollozó.

Él no dijo nada, solo la abrazó y la consoló.

—No estés triste Anna.

—¿Como no estarlo Logan? Mamá murió hace pocos días y papá ya está con otra mujer —más lágrimas cayeron de sus ojos—, lo peor de todo es que ella es muy mala conmigo y él no me cree, ella sería como la madrastra malvada —se rió un poco.

—¿Por qué no me dijiste lo de tu mamá Anna? Pude haberte apoyado.

—Perdón pero... no quería más lástima.

—No sería lástima Anna, sería apoyo, tú estuviste ahí cuando papá murió, mamá se quedó sola conmigo y con Tani, ¿Piensas que fue fácil cuidar a dos hijos? Ella también le sufrió mucho y mírala, sigue de pie.

—Pero al menos no olvidó a tu padre en solo una semana.

—Anna mírame —ella lo hizo—, no te dejaré sola niña, estaré contigo en todo momento, ¿De acuerdo?

Ella asintió.

—Eres el mejor amigo del mundo —lo abrazó—. Gracias bobo.

—De nada loca.

—¡Anna baja! —se escuchó la voz de su padre gritar desde abajo.

—Anda vamos.

Ambos bajaron y llegaron a la enorme sala, donde estaba el papá de Anna con tres chicas, una por supuesto más grande que las otras.

—Hola Logan —saludó el hombre.

—Hola Sr. Parker.

—¿Qué pasa papá?

—Quiero presentarte a alguien...

—A tu novia ya la conozco papá —dijo irritada.

—Pero quiero presentarte a estas dos chicas... son las hijas de Susana, son Jimena y Jocelyn Thomas.

—Es un gusto —dijo una de ellas amablemente—. Yo soy Jocelyn.

—Hola — dijo Anna amable, por alguna razón le había caído bien.

—Yo soy Jimena —dijo la otra un tanto fría.

—Creo que eso es obvio, ya que si ella es Jocelyn tú debes ser Jimena —dijo con burla, haciendo reír a Jocelyn y Logan.

La pelinegra la fulminó con la mirada, la había humillado frente al chico guapo.

—Muestrales sus habitaciones Anna —dijo su papá.

—Lo siento pero Logan y yo iremos por unos helados.

—¿Olvidas que estás castigada?

—Estoy suspendida de la escuela pero el director no es mi padre para decirme que no salga de casa con mi mejor amigo.

Tomo la mano del pelinegro y salieron de la casa.

—Es buena chica —dijo él de repente.

—¿Quién?

—Jocelyn, se ve que es una buena chica.

—Eso si, tal vez me lleve bien con ella... en cambio la otra, siento que no tendremos buena química.

—Hasta a mí me cayó mal se rió.

Llegaron a una heladería, Logan esta vez pago los helados, estaban sentados en una banca en el parque platicando de lo que había pasado estos días.

—¿Qué ha pasado por el instituto? —preguntó ella antes de probar su helado.

—Nada interesante, me aburro sin ti loca.

—También yo pero no puedo volver hasta que la maldita semana acabe, pero no más regrese y haremos esas cosas que no podremos.

—¿Cómo que?

—Me vengaré de la profesora Julie —dijo decidida.

—¿En serio piensas hacerle algo?

—¡Claro que no! Estoy loca pero no a es grado Henderson.

—Menos mal.

Pasaron un día muy tranquilo los dos.. realmente se habían extrañado el uno al otro. Pasaron lentamente los días que quedaban para terminar la semana y cómo Anna había dicho, se volvió muy amiga de Jocelyn, pero de Jimena... no se llevaban muy bien.

Era lunes y Logan esperaba ver a su amiga de nuevo, casi llora de la emoción al ver la camioneta que transportaba a su amiga, solo que vio que no venía sola, con ella iban Jocelyn y Jimena.

—Hola bobo —dijo la pelinegra llegando a él.

—Hola loca, te extrañe.

—No te pongas cursi, que ahora regrese más renovada.

—Por lo que veo con compañía —dijo mirando a las hermanas que miraban el lugar.

—Debo llevarlas con Rita, les dará sus horarios y eso.

—Vamos las acompaño —dijo el chico caminando con su amiga.

Debes en cuando él volteaba debido a que sentía una mirada sobre de él, cuando lo hacía se encontraba a Jimena mirándolo de una no muy buena manera, parecía estar devorándoselo con la mirada. Cuando llegaron la secretaria de nombre Rita, les dió a cada una su horario, al verlo se fueron a sus clases, no sin antes despedirse.

—¿Qué te pasa bobo? —preguntó Anna al ver a Logan tenso.

—Era Jimena.

—¿Qué tiene?

—No dejaba de mirarme.

—Vaya, creo que le gustaste —se burló.

—¿Qué tiene de malo? —preguntó confundido.

—Que no puedo creer el mal gusto que tiene.

—Mejor cállate, recuerda que la chica de las cartas me ama.

—Si, claro... esa chica, por cierto... ¿Cómo vas con ella?

—No lo sé —se encogió de hombros—, simplemente desapareció, cuando tú dejaste de venir.

—¿En serio? —dijo también confundida—. Qué extraño.

—Así es, también me pareció realmente extraño, pero no quise molestarla por no enviar más cartas.

—Debe estar nerviosa, te veía solo y no sabía cómo enviar las cartas.

—Puede ser.

—Tranquilo amigo, te aseguro que pronto te mandará una carta.

—Eso espero, realmente extraño mucho sus cartas.

—Si como sea, vamos o no nos dejarán entrar.

Ambos entraron juntos al salón y tomaron asiento, después de unas 2 horas el almuerzo llegó, ambos fueron a sentarse en una mesa y en eso llegó Jocelyn.

—Hola, ¿Puedo sentarme?

—Claro —dijo Anna sonriendo.

—¿Y Jimena? — preguntó Logan.

—Conoció a unas chicas y me dijo que no me quería con ella.

—¿Te dejo sola? —preguntó Anna molesta.

—Si pero no importa, siempre hace lo mismo solo que ahora tardo en hacerlo y ya me estaba extrañando.

—No importa Joce siéntate.

La chica se sentó y comenzaron a comer haciéndose bromas, mientras ellos jugaban alguien en unas mesas más alejadas estaba mirándolos juntos con dos chicas más.

—¿Cuánto tiene tienen de amigos Anna y Logan? —preguntó la chica.

—Según yo sé, Logan y Anna son amigos desde el jardín de niños o eso escuché.

—Necesito de su ayuda chicas.

—¿Para qué?

—Me gusta él.

—¿A quién no? Él es uno de los 5 chicos más deseados de todo el instituto.

—Lo que quiero es que me ayuden a ser su novia.

—Pierdes el tiempo —dijo la otra chica.

—¿Por qué dices eso?

—Él está tan metido en sus estudios que no le hace caso a ninguna chica, muchas dudan si realmente le gustan las chicas.

—Pues no podrá rechazarme, nunca nadie ha rechazado a Jimena Thomas y él... no será la excepción, así que Sandra... Roberta... tendrán que ayudarme.

—¡Como digas! —dijeron ambas al unísono.

Después de varias horas las clases terminaron, los chicos fueron a sus casilleros a dejar sus cosas pero cuando Logan abrió el suyo una pequeña nota salió de este, una enorme sonrisa apareció en su rostro, tomo la nota y se la guardo en el pantalón. Ya habían salido todos del instituto platicando de cosas sin sentido.

—Bueno, debo buscar a Jimena para que me lleve a casa —dijo Jocelyn.

—¿Tiene auto?

—Si, llegó apenas hace unas horas, mamá se lo compró por sus 18 años, pero no la veo —dijo viendo a todos lados, pero entonces vio a su hermana subir al auto con sus amigas y arrancó el auto sin esperarla—. Supongo que usaré el autobús.

—No, cual autobús, Logan siempre me lleva a mi casa, súbete ahora te irás con nosotros —dijo Anna.

—Así es Jocelyn, así que vámonos.

Subieron al auto y se fueron de ahí, llegaron a la enorme casa y ellas se bajaron.

—Gracias Logan —dijo Jocelyn amablemente.

—De nada —respondió de la misma manera.

—No vemos mañana.

—Hasta mañana.

Entonces ella entró a la casa dejando a los amigos solos.

—Es una buena chica —dijo Anna.

—Así es.

—En cambio su hermana... es una maldita bruja.

—También creo eso... nunca pensé hablar mal de una mujer pero... se ha ganado todo mi odio.

—Como sea, no quiero hablar de ella —suspiró—, en fin mañana nos vemos bobo.

—Vendré por ustedes loca —encendió el auto.

—Te quiero temprano inútil.

—Aquí estaré tarada.

—¡Ya lárgate imbécil!

—Ya me voy loca.

Ambos negaron sonriendo.

—Hasta mañana tonto.

—Hasta mañana y ya no quiero que hagas más corajes... no quiero que nada malo te pase —dijo serio.

—Descuida ya no he tenido ningún ataque, no creo que pase nada malo.

—De todos modos, no lo hagas.

—Bien ya no lo haré.

—Ahora si me voy, la chica de las cartas se manifestó y me dejó una carta en el casillero, quiero llegar a leerla.

—Pues hazlo... debe tener alguna excusa del por qué no te mandó cartas antes.

—Tal vez, bueno adiós.

—Adiós.

El arrancó el auto y se fue, ella suspiró y entró a su casa, se fue directamente a su habitación y cerró la puerta con seguro, se tiró a la cama y se quedó completamente dormida. Logan llegó a su casa, bajó del auto y entró a su casa, encontró a su mamá en la sala mirando televisión.

—En el refrigerador te dejé comida, hice un poco de spaghetti a la boloñesa.

—De acuerdo —se dirigió y encontró a la pelinegra comiendo spaghetti de un toper—. ¿Otra vez?

—Perdón, necesito atención urgente, estoy comiendo mucho últimamente.

—Tani, ¿No estarás embarazada?

—¡Ay no cállate! Marcus no me ha pedido la "preba de amor".

—Eso espero o decepcionarías mucho a mamá.

—Eso lo sé inútil.

—Bueno, veré qué como —se fijo el refrigerador y encontró los ingredientes para un sándwich. Se preparó el sándwich y comenzó a comer con la mirada de su hermana sobre él—. ¿Qué?

—Estás muy feliz hoy, ¿Qué te pasa? ¿A caso Anna volvió al instituto o la chica de las cartas te mandó una?

—Las dos cosas querida hermana.

—Que bien, odiaba ver tu cara de... me voy a suicidar —sonrió.

—Cállate niña.

Terminó de comer su sándwich y subió a su habitación, sacó la nota del pantalón y comenzó a leerla.

"Hola querido hoyuelos

Tal vez te preguntes el por qué no te mandé una carta, lo que sucede es que tuve problemas en casa y no tenía ánimos de escribir nada, me sentía muy decaída y creía que no debía contarte mis problemas, ya debes estar lidiando con los de tu amiga.

Supe que tuvo problemas pero aún no sé qué clase de problemas pero en fin, solo quiero que sepas que el pensar en ti me mantuvo con vida por así decirlo, sé que estabas desesperado por saber de mí, así que ya volví.

Tal vez sea la carta más corta que te he escrito, pero como dije no tengo muchos ánimos de escribir nada, espero mi buen ánimo llegue pronto y pueda escribir una carta más alegre.

Adiós, te quiero"

Y él estaba feliz, a pesar de que la carta no era muy alegre él estaba feliz de saber que la chica de las cartas estaba bien.

≈•≈•≈•≈•≈

© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.

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