En cuanto se dió el descanso, Jimin quiso tener la oportunidad de hablar con Jungkook, se levantó y aún estando cerca de él, los reporteros llegaron primero y comenzaron a rodear al castaño.

Lo empujaron a tal punto que lo alejaron del lado de Jungkook.

-Jovencito Jeon, ¡¿Esta tratando de decir que las amantes femeninas que tuvo antes, no lo satisfacieron por el hecho de ser mujeres?! - preguntó un reportero.

-¡Joven Jeon, mire a la cámara, por favor! - pidió una mujer de grandes lentes rojos.

-¿¡Cual es el nombre del muchachito con el que salía que mencionó antes!? - alzó la voz otra reportera mientras la empujaba otro reportero.

-Un momento, denle un respiro, por favor... - apareció el padre de Jungkook, plantandose frente a su hijo para bloquear la vista a las cámaras.

La gente se tranquilizó, alejándose respetuosamente de Jungkook y dejando de gritar.

A partir de ahí, el señor Suk respondía a las preguntas dirigidas a su hijo, mientras este último solo tenía la tarea de confirmar o hacer pequeños comentarios.

Por otro lado, Jimin creyó que sería mala idea pedirle al castaño hablar, no en ese momento, no con las cámaras alrededor; así que simplemente se fué, decidiendo que ya tendrían tiempo a solas para poder charlar.

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Pasaron aproximadamente tan solo dos horas después del juicio y la noticia de la sexualidad de Jungkook había sido revelada por casi todo corea.

La noticia se esparció como pan caliente, el tema más popular por los próximos dos meses sería la bisexualidad de Jungkook. El juicio se ganó pero no parecía ser lo más importante para el público y la prensa.

-Mira esto, nuestros usuarios están disminuyendo considerablemente. - mencionó el hombre, impresionado.

Jungkook mostró una cara de real preocupación.

-¡L~lo lamento tanto, padre! - se disculpó de todo corazón.

-¡Nha! No hay nada que perdonar, ¡¡Nuestras ventas están subiendo como espuma!! - celebró el señor Jeon, golpeando suavemente la tablet en donde veía los ingresos.

Al ver que su hijo se mostró confundido, el señor Jeon procedió a explicar.

-Hay más gente que apoya lo que eres de lo que crees, hijo... - sonrió. - ¡Jaja, mira esta cifra! ¡Y sigue subiendo!

Y mientras el señor Jeon celebraba el éxito, Jungkook se centraba en su mundo y se permitía divagar.

Estaba aliviado de no haber arruinado la economía de la familia, pero también había algo que lo estaba molestando.

Estaban en la limusina que los llevaría a su casa, pero no sé encontraba Jimin con ellos, lo que podría significar dos cosas.

1. Caminó solo a casa. (Poco probable/¿Habrá llegado bien a casa?)

2. Esta en Goldenleonar. (200% probable/*C enoja)

Al llegar a casa, lo primero que hizo fue preguntar a las mucamas si habían visto a Jimin.

Ho sorpresa, no se encontraba en casa.

Subió a su habitación y, para sacarse a Jimin de la cabeza, decidió plantarse frente a su computador y permitirse jugar con los chicos al League of Lazy.

Pero más que jugar, sus amigos se dedicaron a charlar.

Nos enteramos por las noticias, ¡Felicidades por salir del closet! Celebró Hoseok desde el micrófono.

¡Haz silencio! ¡Ahora es el blanco perfecto del amarillismo, no hay nada que felicitar! Gritó Seokjin, apretando los botones del mando con desesperación.

... Lo siento. Se disculpó Hoseok.

-Chicos, está bien. En realidad no es tan malo como creí que sería... - explicó el rizado mientras se acomodaba el micrófono.

Pero aún así no está bien. Saliste del closet a la fuerza, tu ni siquiera tenías planeando decirle a la prensa por el resto de tu vida. Puntualizó Seokjin.

-En realidad, había estado pensándolo desde hace tiempo... - confesó el rizado.

Es por ese chico, ¿Cómo se llama? Preguntó picaronamemte Hoseok.

Jimin~ Respondió con el mismo tono Seokjin.

-Si, es por él, ¿Tiene algo de malo? - preguntó visiblemente molesto.

¡Si! ¡Resulta que va a ser tu hermano pronto! Obvio Seokjin.

¡Pe~pero no es hermano de sangre! Además, ¡Se conocían desde antes! Defendió Hoseok.

¡No! ¡Jungkook lo conocía a él desde antes! Jimin ni siquiera sabía su nombre y Jungkook se obsesionó con él como un maldito pervertido. Gruñó el mayor.

¡E~eso no! Quiso rebatir Hoseok, pero el chico siguió alegando.

¿¡Que va a pensar tu padre!? ¡Ten un poco de sentido común! Comenzó a regañar a Jungkook.

-Oigan, ¿Que sucede?. Hyung, antes me apoyabas en esto. - recriminó Jungkook, confundido por el repentino repele de Seokjin hacia Jimin.

Fue entonces que Seokjin guardó silencio.

¡Es porque su ex está en esa pandilla! Respondió Hoseok en medio del silencio.

-¿¡Cómo!? - preguntó sorprendido el menor de todos.

¡¡Haaaa!! ¡Te lo conté como secreto, maldito bastardo! Maldijo Seokjin frenéticamente, rompiéndole los tímpanos a sus compañeros.

-¿¡Su ex!? ¿Quien te viera, Hyung! ¡Con un pandillero! - gritó Jungkook, siendo consumido por el poder del chisme. - ¿Quien es? Quizá lo reconozco.

¡Su nombre es Kim Namjoon! Respondió Hoseok con el mismo entusiasmo que Jungkook.

¡Jung Hoseok, voy a ir hasta tu casa y voy a arrancarte los pocos pelos que tienes! Amenazó el mayor, sintiendo su rostro arder como el mismo infierno.

Los jóvenes siguieron charlando entre sí, y fue así que los minutos se convirtieron en horas. Y por si les interesa saber, perdieron todas las partidas.

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Por otro lado, Jimin ocupaba su mente de una forma diferente; dándole órdenes a la gente.

Se encontraba en el patio trasero del tembló de las joyas, junto con el equipo de investigación para encontrar pistas sobre el paradero de Chaseok.

Recibió una llamada a su celular y de inmediato contesto, alejándose de sus chicos para más privacidad.

-Más te vale que tengas informes. - gruño el rubio.

Jefe, ¿Usted conoce a un tal Hyo-Kium? Al parecer se conocieron en esa escuela de etiqueta. Preguntó Namjoon.

Jimin se mostró sorprendido, ¿Para que querría Hyo-Kium contactarlo?

-Lo conozco. - dejó en claro primeramente. - ¿Te contactó?

Si, dice que tiene algo de que hablarle. Explicó Namjoon desde la otra línea.

-Pasame el contacto, por favor. - pidió Jimin, para después colgar la llamada y recibir el mensaje de Namjoon reenviandole el número.

De inmediato llamó al número, no tardó ni tres segundos en que el chico le contestara.

¿Hola? Se escuchó la voz del chico, indeciso.

-Hyo-Kium, ¿Cómo conseguiste mi número? - preguntó realmente interesado el ojiazul.

Tengo mis métodos. Respondió casi al instante. ¿Esta Jungkook contigo? Quiero decirle esto a los dos.

-No... No, Jungkook no está conmigo. - respondió cabizbajo, no podía escapar de la idea de Jungkook ni siquiera en el trabajo.

Ho, que lastima... Bueno, ¿Y podrías pasarle el mensaje? Sugirió el chico.

-Lo intentaré. - prometió, aunque estaba seguro que para sostener una conversación civilizada con el castaño, faltaban días.

Bien, gracias. Solo quería pedirles disculpas por el comportamiento de la rectora. Me siento muy apenado por lo que tuvieron que pasar. Relató el chico.

-No es necesario que te disculpes, tu no tienes relación alguna con la rectora ni la escuela. - se carcajeo un poco debido a la tierna acción del chico.

Es mi madre. Respondió el chico.

Jimin se quedó mudo, recordando todas las veces que maldijo a la rectora frente a Hyo-Kium.

-Ho... - tartamudeo, finalmente rompiendo el silencio.

Esta bien, se que es una bruja. Le restó importancia. Pero ser una bruja no le da derecho de tratarlos como los trató. Hablaré con ella y haré que se disculpe públicamente.

-Eso sería bueno para Jungkook. Muchas gracias. - agradeció Jimin, conmovido.

El chico se despidió y también lo hizo Jimin, cuando la llamada terminó, uno de sus chicos se acercó a él para informarle algo.

-Jefe, encontramos pistas del paradero de Chaseok Chá. - dijo el chico.

-Guíame. - ordenó el líder, siguiendo al chico hacia un extremo del patio.

El lugar estaba rodeado por una valla de dos metros y medio, pero si se era ingenioso, una escalera sería suficiente.

Se acercaron al lugar, a plena vista no había nada, pero el chico le pidió que subiera arriba de la valla junto a él; cerca de la esquina se apreciaban marcas de sangre seca.

El líder observo hacia el otro lado del muro, la nada misma fue lo que se encontró. El templo se encontraba a las afueras, y más allá, se encontraba el muelle en dónde realizaban comercio.

-Si pudo subir el cuerpo de Chaseok Chá, significa que... - dedujo el chico.

-Significa que no trabaja solo. - terminó la oración el rubio.

Mientras el joven pandillero bajo por medio de las escaleras que habían puesto, Jimin bajó de un solo salto y cayó de pie.

-Cigarrillo. - pidió Jimin, a lo que los chicos a su alrededor se apresuraron en entregarle un cigarrillo.

Y en cuanto el objeto estuvo entre sus labios, una mano que reconoció al instante le proporciono fuego.

-Heasol, ¿Que haces aquí? No deberías estar aquí. - Jimin tomó de la cintura al chico y lo dirigió lejos de la escena.

-Solo quería ver cómo iba la búsqueda de Chaseok. - respondió apenado, observando hacia atrás como lo haría un niño pequeño.

-Se que tienes curiosidad, y que tal vez estás asustado. Pero no te preocupes por esto, lo tengo todo bajo control, ¿Si? - le tranquilizó, expulsando el humo de su boca y besando la frente del más bajito.

El pequeño rubio le abrazó fuertemente y con un puchero en sus labios.

-Se que todo está bien, pero no puedo evitarme preguntar... - dijo Heasol, escondiendo su rostro en el cuello de Jimin.

-No es necesario que te preguntes nada, cariño. - le interrumpió, abrazándolo para tranquilizarlo. - Todo estará bien.

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Después de una tarde entera tratando de evitarse el uno al otro, fue inevitable que siguieran ignorandose durante la noche, dónde tenían que compartir mesa si querían cenar

El comedor estaba lleno de la risa irritante de la señora Park, quien se reía de la felicidad respecto al Juicio ganado.

-Un brindis. Por los logros a futuro. - alzó su copa de vino la mujer.

El señor Jeon alzó su copa también, a lo que los hijos no tuvieron otra opción más que hacer lo mismo.

Brindaron, y como consecuencia bebieron un trago de aquel exquisito vino.

Jungkook casi se atraganta con el líquido al sentir el zapato de Jimin frotarse contra su pierna.

-¿Estás bien, hijo? - le preguntó preocupada la señora Park.

-Estoy bien... - tosió un poco mientras tomaba una servilleta y la usaba para limpiarse los labios.

-Deben estar cansado, por el tema del juicio. - sonrió Jimin, mirando directamente los ojos marrones de su hermanastro mientras beba otro sorbo de vino.

Repentinamente, Jimin alzó su pie y comenzó a acariciar la rodilla.

Jungkook le miraba fríamente, advirtiéndole con la mirada que aquello no le iba a funcionar en lo absoluto.

A lo que Jimin recurrió a otra estrategia, y fue presionar la entrepierna del menor con delicadeza.

El rizado se asustó tanto por aquel movimiento audaz, que saltó de la silla y accidentalmente derramó el vino sobre su camisa blanca.

-¡Mierda! - maldijo Jungkook al ver su camisa empapada.

-¿Que pasó? ¿¡Por qué saltas de esa forma!? - estaba confundido el señor Suk.

Jimin no supo que decir, no esperaba para nada que Jungkook reaccionara así. Por otro lado, Jungkook le clavó una mirada molesta.

-No tengo apetito. - dijo Jungkook mientras dejaba la mesa. - Una disculpa.

El chico dejó el salón, con dos adultos confundidos, y un Jimin arrepentido.

-¿Que le sucedió? - preguntó la señora Park a su prometido.

-Hay que entenderlo, a él siempre le acomplejó el tema de su sexualidad. - el señor Jeon acaricio la espalda de la mujer. - Siempre me presentó “amigos”, aunque ambos sabíamos que relación tenían, nunca se atrevió a mencionarme algo respecto a ese tema.

Jimin escucho la palabras del señor Suk atentamente, y se sintió una mierda.

¿En verdad era un tema tan importante para Jungkook?

Su padre era tan comprensivo con él, y no le molestaba lo que era, entonces, ¿Por qué?

Suspiró frustrado.

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