Señuelo.
-... Y... Solo quisimos averiguar si eran ciertos los rumores de que el líder de Sangre Azul estaba ausente... Trabajamos por nuestra cuenta sin autorización del líder de Cruz Roja... - confesó el pandillero.
Uno de los guardias a la derecha de Jimin se frotó el puente de la nariz con frustración. Si eso era cierto, entonces habían perdido el tiempo.
-Interesante. Ahora dime la verdad. - exigió Jimin, siendo el centro inmediato de muchos ojos confundidos.
El pelirrojo desvió y le devolvió la mirada un par de veces, como si se hubiera quedado en blanco.
-¿La~la verdad?... Lo que te dije fue la verdad, ¡Lo juro! - prometió desesperado el angustiado chico.
-Hag... Mierda... - se tambaleó de rodillas uno de los cuerpos que el pelirrojo creía muerto.
-¿Wo~Wooin? ¿Sigues vivo? - tartamudeo confundido el líder.
Aquel chico comenzó a toser sangre y sus brazos y piernas fallaron, por lo que terminó temblando hecho bolita en el lodo.
-Ha, por fin despertó nuestro invitado especial. - saludo Jimin, a lo que el pelirrojo quedó aún más confundido, no sabía a qué se refería.
Jimin se apartó del chico atado y se acercó al que recién había recuperado la consciencia, para poder sentarse sobre sus talones y de esa forma estar más cerca al rostro del chico.
-Para ser el líder de una pandilla eres muy débil. - subrayó Jimin.
-¿Que...? ¡El líder soy yo, yo soy el líder, idiota! - grito asustado y confundido el pelirrojo, sacudiendo las cuerdas por las que estaba atado.
-Por favor, no llevo solo un año en el negoció. ¿A caso me creen tan estúpido como para no darme cuenta que hay un líder señuelo? - pregunto con cierto tono de decepción en su voz.
Tanto el pelirrojo como aquel chico conectaron miradas, ambos estaban temblando del miedo, y es que no había forma de que se dieran cuenta que el pelirrojo no era el líder real.
El “líder señuelo” era un truco muy utilizado en las pandillas pequeñas en las que se dividían para patrullar y realizar operaciones de reconocimiento. Si la pandilla era capturada entonces capturarian al líder falso, y matarían al que en verdad tiene la información.
Era un plan demasiado viejo, pero ciertamente efectivo. Así que no podían encontrar un fallo en su plan como para ser descubiertos.
-Menos mal que despertaste, este idiota era todo un dolor de cabeza... - agradeció uno de los ayudantes de Jimin a su izquierda.
El pelirrojo observo de reojo a Jimin, el miedo se enterró en su cuerpo cuando vio que esté ya lo estaba mirando a él, con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.
-Fuiste divertido, por lo que me da pena matarte. - confesó Jimin, para después contradecirse y apuntar su Smith hacia el chico.
-¡¡No!! - grito el pelirrojo, más sin embargo fueron sus últimas palabras antes de perder la cabeza debido a la bala.
Jimin suspiró y observo al chico a sus pies, quien solo necesito una mirada para comenzar a temblar.
-Espero que tú no seas tan difícil como tú amiguito. - pidió mientras golpeó suavemente la nariz del pandillero con la punta del arma.
Por otro lado, el pandillero estaba consternado, horrorizado, el rubio sabía desde un principio quien era el líder real y... Y aún así decidió torturar al señuelo... Por diversión...
Observo discretamente al líder de Sangre Azul, y en cuanto vio un atisbo de sonrisa en su rostro angelical, supo que estaba delante de alguien que quería matarlo... Y aquello no le quitaría el sueño en absoluto.
Rápidamente se arrodilló frente a Jimin, temblando por miedo y dolor en su cuerpo.
-Te~te diré todo lo que quieras... Pero por favor, perdóname la vida... P~puedo serte útil, lo juro, incluso puedo volver con mi líder y seguir dándote mu~mucha información... ¡Déjame vivir, te lo ruego! - comenzó a implorar el líder, desesperado tomando las rodillas del formal chico y ensuciando su pantalón y zapatos con lodo.
Los guardias quisieron apartarlo por haberlo ensuciado, pero Jimin no se los permitió.
-Dime a que vinieron. - exigió.
-Nos~nos ordenaron confirmar los rumores de su ausencia, p~pero no solo eso, si era cierto, entonces volveríamos a la base para reclutar más pandillas y así apropiarnos de una p~pequeña base y unos cuantos rehenes. Nuest~Nuestro objetivo era aprovechar su ausencia y sacar provecho de ella, ofreciendo una recompensa por los rehenes y después nos iríamos... Lo~lo juro, eso es todo lo que se por ahora... Di~dijeron que si no volvíamos no vendrían a buscarnos, así que... Es obvio que no les importamos, q~quiero unirme a usted, Líder Park...
El silencio se hizo, Jimin medito un poco la situación.
Después de unos segundos en silencio, se puso de pie y, sin titubear, le disparó en el pecho al pandillero, salpicando la sangre en parte de su traje y mejilla.
-Bien, chicos, al menos no era un intento de conquista. Podemos estar tranquilos. - suspiró el líder, peinandose el cabello hacia atrás con tranquilidad.
Uno de los guardias le alcanzó una toalla pequeña, a lo que el rubio le agradeció y se limpio la sangre de su rostro con ella.
-¡Líder Park! ¡Tiene que volver al templo de las joyas! - gritó un chico desde arriba, en los barandales.
-¿Ocurrió algo? - pregunto Jimin.
-¡El señor Jeon atacó al amo Heasol! - informo el chico de cabello azul y coleta.
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~Hace dos horas~
Desde que se fue Jimin no había más que aburrimiento, no había con quién hablar, ni siquiera le dieron algo para leer o ver.
-Mierda, mierda, mierda... - se quejó el castaño mientras intentaba levantarse de la cama.
Afortunadamente, lo logro, y cuidado cada uno de sus pasos, se dedicó a pasearse por aquella pequeña casa.
Todo lucia muy elegante, y el aroma a lavanda que ahogaba el lugar lo tranquiliza a mucho.
No fue sino hasta que llegó a la sala de estar que reparó en la presencia de aquel rubio que había visto antes.
El ojiverde se encontraba acostado en el sofá, observando un canal de cocina.
-¿Tu... Eres amigo de Jimin Hyung? - pregunto Jungkook, tratando de hacer conversación.
Heasol se cubrió la boca con el control remoto y se carcajeo escandalosamente. Jungkook no entendí que tenía de gracioso aquella pregunta... Jimin y ese chico eran amigos... ¿No?
-Tu eres el nuevo y fastidioso hermanastro del amo, ¿Verdad? - cuestionó el rubio una vez paro de reír.
¿Fastidioso? ¿Que quería decir con eso?
¿Se estaba burlando de él? ¿Había algo de lo que solo él no estaba enterado?
No sabía nada, pero no permitiría que esos pobres 1.54 lo rebajaran así.
-Eres muy bonito. - halagó Jungkook con un tono de voz que el rubio no supo interpretar. - Tan lindo que hasta podría decir no eres el tipo que a mí Hyung le gusta.
La sonrisa que hasta ahora había llevado Heasol se borró. El chico pauso el programa y se levantó con un largo suspiró del sofá.
Junto sus manos y lucio una angelical sonrisa mientras le mantenía la mirada.
-Eres cómico. Ya veo porque mi amo te tiene cerca, ¿Eres su payaso personal o algo así?
-Soy lo que Hyung quiere que sea. - Jungkook deslizó sus dedos suavemente por el vendaje que cubría su abdomen y pecho desnudos. - Y creeme que lo último que me ve él, es como un payaso.
-Que fastidio. - chasqueó la lengua el más pequeño, se acercó a Jungkook y le empujó suavemente el pecho con un solo dedo. - Escucha, no quería decírtelo pero resultaste ser un dolor en el culo: Hyung me ama y yo lo amo a él, y si no fuera por ti y tu millonaria familia él estaría ahora mismo cogiéndome, y no tengo dudas de ello porque yo le encanto, y me lo a dicho cada noche, ¿Alguna vez te dijo que le encantas?
Aquellas últimas palabras fueron como una ola de puñaladas en su pecho, creyó que solo se trataba de un amigo que gustaba de Jimin...
-Eso es, conoce tu lugar. - exigió el rubio. - No te voy a hechar de mis aposentos, porque sé que al amo no le gustaría que hiciera eso. Pero te pido por favor que te lárgues de mi vista.
Heasol se dió media vuelta y avanzo hacia su sofá, dispuesto a volver a su programa. Pero cuando lo escucho, perdió el control.
-¿Te crees especial solo porque Hyung te coje?. - susurro el castaño, fue ahí que el rubio detuvo sus pasos. - No te sobreestimes, él también durmió conmigo, y estoy seguro que lo repetiremos.
-... Es mentira, lo que dices... Es mentira. - tartamudeo Heasol, comenzando a temblar con la inseguridad abrazándole.
-No es mentira, y te preguntaré algo, ¿Jimin Hyung siempre tiene ese sabor a frambuesa?
-¡Eres un cínico! - grito la joya, avalanzandose hacia Jungkook con toda la intención de golpearlo.
Lastimosamente para él, Jungkook no se encontraba lo suficientemente herido como para no poder defenderse. Lo único que le bastó fue tomarlo de las muñecas y, de un solo empujón, lo tiró al suelo y esté cayó sobre la mesita de centro de la sala, la cual era de vidrio. Mesita que inmediatamente cedió a la caída de Heasol.
-¿¡Que está sucediendo, amo Heasol!? - exigió saber un guardia que había entrado inmediatamente al escuchar el estruendo.
En cuanto llego a la escena, se sorprendió mucho al ver al rubio con múltiples heridas debido al vidrio en el que cayó.
Heasol inmediatamente señaló a Jungkook, quien supo que estaba en problemas.
-¡Él me atacó! ¡Este loco desquiciado me atacó!
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