El anillo de zafiro.

La tensión en el ambiente solo lo podía sentir uno solo, y ese era Jungkook. Los chicos de Cruz Roja estaban nerviosos, pero no dudaban de Jerry, sabían de lo que era capaz, y que era imparable, estaban seguros que el líder de Sangre Azul moriría ese día.

Por otro lado, el hombre oso y el chico rubio seguían mirándose, tratando de intimidarse el uno al otro tan solo con la mirada.

Aunque Jerry no se esforzaba mucho, su gran tamaño y formados musculos lo hacían sentirse confiado, más aún que su oponente no era más que un chico delgado y bajito.

El más alto quería acabar con esto rápido, así que fue el primero en acercarse. Aumentaba la velocidad conforme se acercaba a Jimin, tiró de su hombro derecho hacia atrás para asegurarse de matarlo de un solo golpe y, una vez que lo tuvo de frente, lanzó el golpe.

Primero se escuchó algo quebrarse y después se alzó toda la tierra del suelo, provocando una nube de polvo.

-¡J~jimin! - gritó preocupado el rizado.

Jerry sonrió, aquel golpe había sido fatal.

-¿Eso es todo? Esperaba ver una pelea epica... - se notó decepcionado un chico de Cruz Roja.

Aquella sonrisa victoriosa de Jerry se esfumó cuando el polvo también lo hizo, y dejó ver qué en realidad había golpeado directamente el piso.

En realidad Jimin se encontraba al lado del puño del hombre.

-¿Fallé? - se mostró sorprendido el enorme pandillero.

-¡Muy lento! - gritó Jimin, tomando la cabeza del contrincante, saltó y con la rodilla de su pie derecho, le encestó un golpe directo en la nariz.

El golpe fue lo suficiente fuerte para aturdir a Jerry, quien sacó su enorme puño del piso y, mareado, cayó hacia atrás, sentado.

-¿¡!? - los chicos de Cruz Roja se vieron entre sí.

El hombre oso frunció el ceño, se tocó la nariz y al ver sus dedos llenos de sangre, se dió cuenta que se había roto la nariz. Inmediatamente miro a Jimin, rápidamente se levantó y con furia comenzó a intentar golpearlo con ambos puños.

Todos y cada uno de sus golpes los falló.

Si dejo que me atrape, estoy jodido. Analizó Jimin, sabiendo que si el más grande llegaba a darle un golpe, lo heriría de gravedad. Así que solo podía esquivar.

Y realmente esquivarlo no era un reto, tenía fuerza, pero era lento.

Jimin saltó justo en el momento de otro puñetazo, de nuevo su puño se enterró en el piso y el rubio cayó sobre el brazo de su contrincante. Aprovechó la posición para patearle la oreja, cosa que de nuevo aturdió al hombre.

-¡Maldito enano! - enfureció Jerry.

Él intento agarrar a Jimin, pero este se tiró hacia atrás, se paró sobre sus manos al caer en la tierra y con el impulso anterior logró ponerse de pie.

Jerry se avalanzó hacia él, sin embargo Jimin rodó para esquivar la embestida, lo que provocó que el de Cruz Roja cayera boca abajo sobre el piso.

Jimin no desaprovechó la oportunidad y, rápidamente se acercó al enorme hombre, lo tomó con ambas manos de su cabello y comenzó a estrellarle la cara continuamente contra el piso.

La tierra no tardó en teñirse de rojo, el rojo de Jerry.

-¡Ese loco de mierda! - gritó asustado uno de los pandilleros que acompañaba a Jerry.

-¡Atrapenlo! ¡Matenlo! - ordenó un chico.

Fue entonces que más de una docena de pandilleros se avalanzó hacia Jimin, rápidamente lo separaron de Jerry y entre todos lo patearon y golpearon a palos.

Jungkook corrió en auxilio de Jimin, pero se detuvo cuando vió que el rubio tomó del tobillo a uno de los chicos y comenzó a darle vueltas al cuerpo del pandillero, golpeando y apartando al resto.

-¡Cobardes! ¡Son todos unos patéticos cobardes! - gritó hiperventilado el líder de Sangre Azul.

Jimin se sostenía la articulación del codo, del cual su brazo se mantenía suspendido. Se había roto el brazo.

-¿¡Que importa el honor cuando podemos matar al líder de Sangre Azul hoy!? - preguntó sumamente feliz uno de los chicos.

Repentinamente, un punto rojo apareció justo en la frente del chico que había gritado aquello. Y antes que cualquiera se diera cuenta de lo que era, el disparo justo en la frente hizo que el cuerpo cayera desplomado.

Tras Jimin comenzaron a aparecer sombras, se trataba de un sinfín de pandilleros con el tatuaje de la víbora en diferentes partes de sus cuerpos; el callejón era tan estrecho, y aún así no se lograba ver el final de todos esos chicos.

De los balcones de los edificios que conformaban el callejón comenzaron a aparecer muchos puntos rojos, que apuntaban a todos y cada uno de los de Cruz Roja.

-Jefe, ¿Se encuentra bien? - preguntó Namjoon mientras lo ayudaba a incorporarse.

-¡¡Suéltame!! - gritó una voz, voz que Jimin reconoció de inmediato.

Aquel enorme hombre que antes se encontraba desmayado había tomado de rehén al rizado.

-¡Si disparan, le degollo la cabeza! - amenazó Jerry.

-¡No disparen! - ordenó Jimin, alarmado.

-Pero, jefe, si le disparamos a él es probable que... - sugirió Namjoon en un susurro, pero el rubio le interrumpió mientras le miraba fríamente.

-No voy a arriesgar la vida de Jungkook solo por una probabilidad. - dijo el ojiazul.

Después de decir aquello, el ojiazul levantó su mano sana para advertir bandera blanca.

-Los dejaremos ir, solo si lo sueltas. - prometió Jimin.

-¡Largemonos de aquí! - gritó asustado uno de los chicos.

Los de Cruz Roja estaban rodeados de ambos lados del callejón, sin embargo, los chicos que cubrían el otro extremo del callejón prometieron no dañarlos al pasar a través de ellos.

Jerry aún se mantenía en medio, tan solo suspendiendo en el aire a Jungkook solo con tomarlo del cuello.

El hombre oso sonrió, sabiendo que sus compañeros ya habían huido, miró al rubio.

-¿Sabías que los osos comen serpientes, viborita? - preguntó Jerry.

-¡¡No!! - gritó exaltado el rubio, sabía lo que aquella frase significaba.

El enorme hombre tomó la cabeza del rizado, cubriéndole toda la cabeza con la palma de su mano.

El corazón de Jimin comenzó a latir muy rápido, estaba sumamente preocupado, debía hacer algo para detenerlo, lo que sea.

-¡¡Detente!! - pidió el rubio, vaciló un poco antes de decir lo siguiente. - ¡Te daré lo que quieras!

Fue ahí que Jerry detuvo su vil acto, mientras Jungkook le golpeaba la mano con todas sus fuerzas para tratar de escapar, a él parecía no hacerle ni cosquillas. Miró a Jimin, realmente interesado en sus palabras.

-¿Y que podría darme alguien como tú? - la pregunta sobraba, ya que ambos sabían que era lo que quería.

Jimin chasequeó la lengua en voz baja, realmente le daba mucho asco las personas que usaban rehenes.

-Te daré... Mi anillo. - dijo el rubio mientras sacaba el anillo negro de su dedo anular.

Namjoon le miró con el ceño realmente fruncido, tratando de comprender la estupidez que acababa de decir.

El anillo de piedra zafiro, el anillo del líder... ¿Y lo iba a entregar así como así? ¿Por él?

El ojiazul comenzó a acercarse lentamente hacia el gran hombre, con el anillo en la palma de su mano.

Los chicos alrededor comenzaron a mirarse entre si, todos preguntándose lo mismo, “¿En verdad lo va a hacer?”

Ya se encontraban a menos de un metro de distancia, Jerry no la pensó dos veces y le arrebató el anillo de la mano.

En cuanto tuvo en anillo en su poder, inmediatamente soltó a Jungkook, quien cayó estrepitosamente al suelo, tosiendo y tratando de recuperar el aliento.

La sonrisa en la cara del enorme hombre era inconmensurable, hasta que una gorra roja se estampó contra su cara. De inmediato busco al culpable, se trataba de un chico joven de pelo gris.

-¡El oso muere de hambre cuando las serpientes invaden! - se trataba de TaeHyung, se había quitado el gorro de la cabeza.

-¿Que~? - Jerry no entendió a qué se refería.

Pero no tuvo tiempo de analizar la frase, ya que recibió un letal golpe en el estómago por parte de Jimin, golpe que lo aventó hacia la pared a sus espaldas.

No le dieron tiempo a incorporarse y atacar, inmediatamente se le vinieron encima más de 20 chicos. De entre la lluvia de golpizas, salió volando un anillo, anillo que cayó a los pies de Jimin.

-Yo tomaré esto. - dijo el rubio, agachándose y tomando su pertenencia.

Y mientras sus chicos neutralizaban al hombre, Jimin se acercó a Jungkook.

-¿Te encuentras bien? ¿Te lastimó demasiado? - preguntó mientras colocaba una mano sobre su hombro.

El rizado le golpeó la mano, apartandola de sí.

Jimin le miró confundido, pero Jungkook se rehusó a verlo a la cara, y en su lugar siguió tosiendo para recuperarse.

-¿En verdad ibas a dárselo? - preguntó Namjoon, apareciendo a espaldas del líder.

Jimin no mencionó palabra alguna, se levantó y sin dirigirle la palabra, se apartó de él.

-Jefe, ¿Que hacemos con él? - preguntó un chico, refiriéndose al cuerpo inconsciente de Jerry.

-Lo quiero en mi oficina a las 13 horas. - ordenó, a lo que aquel chico asintió en respuesta. - Ha, y asegúrense de enviarles «Un saludo» a Cruz Roja de parte del oso.

El chico le reverenció, indicando que había entendido y Jimin se fué, dejando todo en manos de sus chicos.

A la lejanía, Namjoon le veía irse, tan solo en silencio.

-... Muero. - susurró Jungkook, en shock. - C~casi muero. P~por poco me... M~mata...

Namjoon le miró, expectante.

El castaño tosió de nuevo, pero esta vez fue diferente, de su boca chorreo sangre.

La mano derecha de Jimin se apresuró a agacharse, comprobando a Jungkook.

-¡Hay que llevarlo al hospital, rápido! - ordenó Nam, a lo que los chicos a su alrededor comenzaron a moverse, siguiendo su orden. - ¡Este chico se muere! ¡¡Muévanse!!

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