Bebé llorón (+18).

~Advertencia de: contenido sexual explico~

~Advertencia de: Jimin Top, Jungkook Bottom~

~10:20 PM~

Hasta este punto, Jimin ya no se encontraba tan fuera de sí debido al alcohol o a la tristeza; pero Namjoon vió prudente regresarlo en su auto hasta la casa de los Jeon.

-Si sigues sintiéndote mal, no dudes en llamarme. - recordó el pelirrojo mientras Jimin se bajaba del auto.

-No soy un bebé, Namjoonie~ - se quejó sin poder ocultar su sonrisa divertida.

Namjoon de igual forma se carcajeó junto a su líder, le parecía gracioso que solo ebrio le llamara así.

-De acuerdo, entonces. Buenas noches, rubio... - se despidió Namjoon, extendiendo el puño para poder despedirse.

El problema era que Jimin era demasiado corto de sus brazos que literalmente tuvo que meter la mitad de su cuerpo por la ventana del auto para poder corresponderle al puño de su compañero. Y eso desde la ventana de la habitación de Jungkook, eso parecía ser todo menos un puño de despedida.

El castaño había vuelto a casa hace media hora, estaba por darse una ducha así que se le ocurrió la gran idea de quitarse su ropa frente a la ventana, hasta que a través de la cortina se asomó el brillo de las luces de un auto, así que se asomó un poco.

Le pareció extraño que Jimin volviera hasta altas horas de la noche en un auto que definitivamente no era de un Uber, pero decidió no hacerse escenarios en su cabeza; hasta que vio la forma de despedirse de Jimin.

De vuelta con Jimin, el rubio logró entrar a la casa sin ser percibido por las mucamas. Incluso se quitó los zapatos de plataforma para subir las escaleras y no provocar ruido alguno.

La misión "Volver a mi habitación sin ser visto" estaba por completarse con éxito, hasta que atravesó la puerta del cuarto de Jungkook y, de ella, salió una mano que lo jaló hacia adentro.

-¡Ahg! - se quejó el rubio cuando fue estampado contra el pecho del castaño mientras esté cerraba la puerta.

No estaba del todo consciente de su alrededor, así que le tomó tiempo en reparar que se trataba de Jungkook. Y como el castaño estaba por darse una ducha, se encontraba con el pecho descubierto, la corbata aún seguía en su cuello, llevaba sus pantalones y se encontraba descalzo.

-¡Jungkook~shi! N~no sabía que habías vuelto... - tartamudeo el rubio, frotandose un ojo con somnolencia.

-No te enteraste porque no estabas aquí. ¿En dónde te metiste? ¿A dónde fuiste? - le atacó con preguntas, usando un tono seco que Jimin no pudo darle importancia.

-Wow, wow, wow, wow, esas son mucha preguntas, jejejeje... - le sonrió inocente.

Ante la cercanía, el aroma a alcohol golpeó las fosas nasales de Jungkook.

-¿Estuviste bebiendo? - preguntó Jungkook, frunciendo el ceño. Nada de esta situación le gustaba.

-Solo un poco... - respondió Jimin, haciendo con sus dedos la seña de "poco" y mostrandosela a Jungkook. Su cuerpo alcoholizado no tenía la misma precisión que sobrio, así que su mano temblaba.

Jungkook le apartó de si y comenzó a dar vueltas en círculos, suspirando frustrado y apretandose la boca y la mandíbula con su mano.

-¿Quien era el tipo del auto? - comenzó con el interrogatorio, mirándolo directamente pero aún guardando distancia.

-¿Quien? - Jimin ladeó la cabeza con confusión.

-¡Respóndeme! ¿Quien era el tipo que te trajo a la casa y por qué te trajo? - le preguntó ansioso por la respuesta, acercándose un poco al rubio.

Jimin negó con la cabeza, riéndose un poco.

-No, un momento. Te estás confundiendo... - comenzó a explicar el ojiazul.

-Por favor, ¿Crees que soy estúpido? - le interrumpió Jungkook. - Llego a casa después de un día tan difícil, mi única esperanza era poder abrazarte antes de dormir. Pero en lugar de eso, encuentro la casa sola y tu llegas hasta estas horas, habiendo bebido y, ¡No creas que no ví como besaste a ese malnacido!

Todo aquel discurso era difícil de procesar para Jimin. La cabeza le daba vueltas y no entendió la mitad de lo que su hermanastro le dijo, solo podía descifrar que esté estaba molesto, pero si había entendido lo último.

-... ¿El ebrio aquí no serás tu? - preguntó Jimin, realmente curioso por saber.

-¡Ahora te estás burlando de mí! - Jungkook se rindió, dándose media vuelta y recargando sus manos en su escritorio, dandole la espalda a su hermanastro.

Jimin se rascó la nuca, toda esta situación le estaba poniendo incómodo. Debía explicarle la cadena de malentendidos, ¿No es verdad? Era lo más sensato.

Pero... El rubio no se sentía preparado para decirle a Jungkook el porque hoy había sido un día difícil para él también.

De repente, un conflicto de intereses fue librado en su cabeza. Comenzó a observar el panorama completo, de esa forma podría tomar la mejor decisión.

Pero lamentablemente no tenía todo el tiempo del mundo para analizar cada ventaja y desventaja.

-¿Sabe que? Esto es tonto. - se limpió las lágrimas el castaño, separandose del escritorio y dirigiéndose hacia Jimin.

El rubio sonrió felizmente, estaba feliz de no tener que explicar nada y que Jungkook se diera cuenta del drama que había armado por pequeñeces. Alzó los brazos, esperando un abrazo de reconciliación, pero Jungkook pasó de largo de él, cosa que lo confundió.

-Fue tonto de mi parte creer que lo nuestro podría funcionar. Después de todo, aún tienes a tus joyas... - habló totalmente triste, abriendo para Jimin la puerta, permitiéndole irse. - Estoy seguro que con ellos no tuviste la clase de problemas que tuviste conmigo, era más que obvio que algún día te cansarias de mi...

El cerebro de Jimin estaba sufriendo un reinicio en ese momento. ¿Cómo... ? ¿Cuando... ? ¿Esto era real... ?

-Puedes irte, Hyung... - le permitió Jungkook, gracias a la oscuridad, Jimin no podía ver lo mucho que temblaba su cuerpo debido a la tristeza. - Te extrañaré mu~

Recibió una bofetada, bofetada que interrumpió su dramática despedida.

-¿Que estupideces estás diciendo? - preguntó realmente molesto Jimin, empujando a Jungkook lejos de la puerta y cerrando está para evitar que los escucharan.

-¡Te~te ví besando a ese tipo! ¡No puedes negarmelo! - comenzó a excusarse Jungkook, su rostro estaba empapado en lágrimas.

-¿¡Estás drogado o qué!? ¡Era Nam, me trajo Namjoon porque habíamos estado bebiendo en la hacienda! - explicó, las palabras de Jungkook que insinuaban una ruptura fueron más que suficiente para devolverle la sobriedad. - ¡Y bebimos porque él intentaba distraerme! ¡Distraerme del aniversario de la muerte de mi padre! ¿Sabes por qué bebí con Nam y no contigo? ¡¡Porque estabas fuera!!

Conforme explicaba el rubio, lleno de ira, le daba un empujón al castaño, cosa que lo obligaba a retroceder cada vez más.

En un punto, Jungkook se tropezó con la base de la cama y cayó de espaldas contra el colchón. Jimin no desaprovechó la oportunidad para sentarse sobre las piernas del menor y tomarlo por la corbata.

Le estampó un beso en los labios, fue tan brusco que no le dió oportunidad para separarse.

-Y no vuelvas a insinuar que me beso con Namjoon, es asqueroso... - susurró Jimin contra los labios del menor, arrugando la nariz por el desagrado que le provocaba la sola idea.

Jungkook se quedó mudo, habían pasado muchas cosas y mucha información en tan poco tiempo. Y si, había bebido... Quizás un poco, no podía negarle tragos a sus mayores.

-Y una cosa más. - le sacó de sus pensamientos el rubio. - Ya no tengo joyas, hablé con Mokium y Nill hoy y les expliqué la situación. No sé lo tomaron muy bien que digamos, pero tenían que aceptarlo.

-¿E~es el aniversario de tu padre... ? Y~y yo te grité y te traté mal por~por nada... - el rostro de Jungkook volvió a llenarse de lágrimas. Rápidamente se cubrió el rostro con ambas manos para que Jimin no lo viera de esa forma.

El ojiazul se carcajeó por lo bajo y quiso quitarle las manos del rostro, al principio, Jungkook no sé lo permitió; pero al final terminó cediendo y mostrándole su lado más débil.

-Snif... - sollozó Jungkook, avergonzado mientras su hermanastro le limpiaba las lágrimas. - Lo siento... Seguramente estás pensando que soy un bebé llorón...

-Lo hago. - aceptó Jimin, divertido. Para después tomarle el rostro a Jungkook y acercando su rostro al de él. - Pero eres mi bebé llorón.

He importandole poco y nada el sabor salado de los labios de Jungkook, el ojiazul le besó con delicadeza. El beso no tardó en ser correspondido.

Prontamente, las manos de Jimin se deslizaron hacia la parte que más le gustaba de Jungkook. ¿Pueden adivinar cuál?

-¡Ay! - se sorprendió Jungkook, separandose de los labios de Jimin. - ¿Por~por qué aprietas mis pecho así?

-Me gustan... - confesó el mayor, permitiéndose apretarlos con libertad.

-Jimin... - las mejillas de Jungkook se tiñeron de un rojo vivo, avergonzado por el hecho de que el mayor comenzara a lamer sus pezones. - ¿Que... Que haces?

La dedicación con la que Jimin chupaba el pezón del mayor era digna de un artista a su obra maestra. Para cuando se separó, los pezones de Jungkook se encontraban rojos, erectos y con rastros de pequeñas mordidas.

-Me aseguraré de que no vuelvas a dudar de cuánto te deseo... - prometió el rubio mientras le desabrochaba el pantalón.

-N~no hace falta que hagas... - fue interrumpido por un gemido suyo. - ¡Ah~!

Jimin no perdió el tiempo y se metió la punta de su miembro entre sus gordos labios, la humedad de su boca sobre el frenillo de Jungkook disparó inmediatamente una ola de placer por el cuerpo del menor.

Cuando Jungkook se puso duro y el mayor comenzó a tragarselo casi entero, fue cuando la consciencia de Jungkook se perdió y se olvidó completamente del mundo exterior. Todos sus sentidos estaban a disposición de Jimin.

Cada que chupaba era un nuevo nivel de placer descubierto por Jungkook. Jimin estaba llegando a zonas que ni siquiera él mismo sabía que existían.

Por reflejo, cuando Jimin se lo metía, Jungkook alzaba la espalda. Lo hacía tan bien que creía que en cualquier momento se vendría.

Hasta que Jimin paró y se separó de su miembro, cosa que le devolvió la consciencia al rizado.

-¿Ter~terminaste? - preguntó desilusionado Jungkook.

Jimin sonrió ante la pregunta del menor, una sonrisa que solo podía significar una cosa.

-No, no hemos terminado... - se lamió los labios mientras le acariciaba los tonificados muslos. Después, se avalanzó hacia la entrada de Jungkook y comenzó a mover su lengua en todas direcciones.

No les mentiré, Jungkook saltó un poco, sintiéndose ultrajado. Pero le gustó tanto que no pudo negarse.

-Mhm... - gruñó de placer el castaño, tan solo acariciando la cabeza de Jimin con la mano izquierda y apretando en un puño la almohada en su cabeza con la derecha.

En esos segundos se placer Jungkook descubrió una cosa nueva sobre Jimin... Tenía la lengua demasiado larga.

Una vez preparada la zona, el ojiazul se apresuró a colocarse un condón y meterse en medio de las piernas de Jungkook.

-¡E~espera! - pidió Jungkook un poco asustado. - E~es mi... Primera...

-¿17 centímetros te asustan? - alzó la ceja Jimin. - ¿Y por qué tú si puedes meterme 22?

-¡E~es diferente! - se cubrió la entrada con nerviosismo.

El rubio suspiró.

-De acuerdo, entonces dejaré que te lo metas tu solo. - permitió.

Jungkook entonces agradeció a los cielos, dándose media vuelta y alzando el culo mientras sus pechos se presionaban contra el colchón. Se dió un par de segundos para mentalizarse y prepararse.

-¿Que esperas? - interrumpió su concentración un ansioso Jimin, tocando y apretando el culo del castaño.

Avergonzado, Jungkook escondió su rostro contra la almohada, para después extender su mano y tomar el miembro de su amante para mantener la situación bajo control; primeramente se introdujo la punta, sorpresivamente, no hubo resistencia alguna, quizás porque Jimin lo había preparado muy bien.

Una vez que estuvo adentro la mitad, Jimin se permitió tomar el mando.

-¡Ahh! - se quejó Jungkook mientras era tomado de la cintura por Jimin. - ¡Di~dijiste~!

-Tu también vas a decir muchas cosas~ - sonrió Jimin mientras introducía el resto, refiriéndose a qué Jungkook gemiria mucho.

Cuando la pelvis de Jimin comenzó a moverse y estrellarse contra el culo de Jungkook, el castaño volvió a sumirse en el placer de nueva cuenta.

Cada estocada era un placer indescriptible para Jungkook, y es que el tamaño del rubio era perfecto para tocar su próstata.

-¿Que sientes?~ - preguntó Jimin.

Jungkook realmente intentó responderle, lo intentó con todas sus fuerzas, pero cada que abría sus labios, de ellos solo salían gemidos. Así que se rindió y, sumamente avergonzado, volvió a esconder su rostro en la almohada.

Una pequeña carcajada burlona salió de Jimin, para después darle un azote al culo de Jungkook.

A partir de allí, todo fue placer y gemidos incesantes de parte de ambos, estaban tan al límite que en lo único en lo que podían pensar era en venirse de una vez.

El rechinido de la cama acompañaba el placer de la pareja.

Jungkook estaba tan fuera de sí sintiendo las contracciones en su abdomen que lo tomó por sorpresa que Jimin le girara el rostro y le estampara un beso.

Y en cuestión de segundos, Jimin terminó, para después hacerlo Jungkook.

-Lo hiciste muy bien~ - jadeo Jimin, recompensando a su pareja con besitos en su nuca. - Muy bien~

-Te amo... - suspiró Jungkook, preso de la adrenalina y el placer.

El rubio se congeló.

¿Había dicho...?

-¡Te amo, te amo, te amo! - gritó emocionado el gangster, avalanzandose hacia Jungkook y entregándoles millones de caricias y besos.

La emoción de Jimin fue tal que incluso se dedicó toda la noche a entregarle placer a su menor mientras repetía inumerables veces la expresión “Te amo”.

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Heasol definitivamente no era el Top en la relación, ¿Que esperaban? (⁠ʃ⁠ƪ⁠^⁠3⁠^⁠)

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